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Vendedores de ilusiones: La galería del lado divertido del Carnaval La Paz

FOTOS. Carlos Octavio Mendoza Ochoa

Colaboración Especial

Por Carlos Octavio Mendoza Ochoa

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Estas fotografías forman parte de una serie documental llamada, Vendedores de ilusiones. Este trabajo se empezó a realizar en el 2010, aproximadamente. Desde el primer año que inicié, quedé encantado por seguir descubriendo, con cámara en mano, los secretos del Carnaval La Paz. Con el paso de los años, fui explorando la mística de este guateque y entendí que, más que un simple cotorreo, es un proceso de catarsis y liberación para la raza.

La serie trata sobre el vínculo maniqueísta que se crea entre los ilusionistas y los ilusionados que forman parte del carnaval. Cada año, casi siempre durante el mes de febrero, se desarrolla este festejo. Noches de pedas y pedos inundan, bajo el folclor paceño, las calles del malecón. Como ya se sabe, este año por motivos de la pandemia se le dio pa´trás al Carnaval La Paz. Yo deseo que con estas fotografías se les remuevan las fibras más sensibles del cuerpo y ayuden a mantener vigente este tipo de tradiciones. Estoy seguro que ya que salgamos de esta, volveremos a deambular por las calles, con la ballena en mano, cantando Tragos de amargo licor, en alguna de las carpas norteñas —porque eso sí, hasta el más rockero canta las de Ramón Ayala.

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.




El Carnaval de La Paz: recuerdos del gran ‘guateque’ suspendido por la pandemia

FOTOS. Carlos Octavio Mendoza Ochoa

Colaboración Especial

Por Carlos Octavio Mendoza Ochoa

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). El Carnaval de La Paz es, quizá, uno de los festejos más esperados por todos los sudcalifornianos. Personas de todos los municipios, de todas las colonias, de todas las edades y de todas las clases sociales, se dan cita año con año en este evento. Incluso, se dice que el nuestro es uno de los carnavales más antiguos de México. Hay registros periodísticos de finales del siglo XIX donde ya se habla de esta celebración. Aunque en un principio fue un festejo exclusivo de las clases altas de nuestra ciudad, con el tiempo se fue abriendo a todos los estratos sociales. Actualmente, el carnaval es una fiesta asociada a la cuaresma católica, sin embargo, esta tradición es mucho más antigua de lo que se piensa comúnmente, encontrando su origen desde las sociedades politeístas establecidas antes de la era cristiana.

¿Qué significa para nosotros los sudcalifornianos? Más allá de la diversidad social, de la diversidad sexual, de la farra, del desmadre, del indulto alcohólico y del olor a aceite de cocina quemado y a meados, el carnaval es un proceso de catarsis en el cual, el choyero se libera por casi una semana, desafiando a su hígado, a las autoridades, a los busca pleitos y a los vendedores que, año con año, nos ofrecen bajo artificios y trucos: una ilusión. Durante esos días el malecón se divide en tres secciones; la zona sur, la más tranquila y familiar; la zona central, la del templete principal y la más aglomerada; y la zona norte, la de los chingazos y las carpas del mal. Ir a la zona norte después de las dos de la mañana es una aventura de riesgo, pero fascinante.

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Durante la semana del carnaval, la actividad laboral funciona a medias. Quien no llega crudo a trabajar durante esos días, es porque de plano, lo amarraron para no salir. Estas fiestas implican, para el sudcaliforniano, un buen gasto económico pero también un buen momento para rearmarse de gorditas de nata, trastes, cobijas, ropa de cuero y mucha cerveza. Como ya lo mencioné con anterioridad, durante esta semana los vendedores de ilusiones fortalecen el vínculo con el público asistente. Un vínculo maniqueísta, lleno de trucos y artilugios que hacen muy difícil diferenciar entre la ilusión y la realidad. Cualquier ilusión se vende al mejor postor. Al que cae y al que se deja seducir.

La mayoría de los vendedores de ilusiones provienen de familias que, desde hace mucho tiempo y por generaciones, se han dedicado a viajar en caravana, llevando su empresa de pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad y de feria en feria. Cada año recorren el país buscando las fiestas, costumbres y tradiciones más importantes para poder instalar sus puestos e ilusionar a niños, jóvenes y adultos.

Entre las ilusiones con las que nos pueden persuadir se encuentra la inigualable Atila la mujer águila; Tamara la mujer tarántula;, Katara la mujer lagarto; las ratas de dos colas, patos de tres patas, cerdos de dos cabezas; juegos de aros con cajas de cigarros y billetes amarrados; el juego de la caña de pescar y la botella; las canicas; los peces con premios; los dardos y los globos; los rifles de balines con la mira chueca; las cobijas del tigre y la virgencita; los trastes de peltre; las gorditas de nata, los tacos al pastor, las pizzas, los “jates”, los algodones con pintura y azúcar, las papas fritas, los changuirongos, las palomas, los vasos locos y la cerveza. Ante esta variedad de ilusiones muchos caemos, año con año, y formamos parte de una de las dinámicas culturales más imprescindibles para el ser humano: la fiesta, el guateque, la juerga, la verbena y la diversión.

No obstante, este año será distinto. Por primera vez en mucho tiempo el Carnaval de La Paz fue suspendido en nuestra ciudad. La pandemia obligó a nuestras autoridades a cancelar este festejo por una cuestión de salud pública. Los eventos de mucha aglomeración, hoy en día, son totalmente inviables. Sin embargo, no es la primera vez que sufre alguna modificación. Dentro del imaginario colectivo siempre lo recordamos y asociamos con el malecón de nuestra ciudad, sin embargo, no siempre ha sido así. Durante las últimas décadas esta tradición ha sufrido algunos cambios de sede importantes. En una ocasión, se desarrolló dentro de las instalaciones del Estadio Arturo C. Nahl. En otro momento se llevó a cabo en la ex pista aérea —donde actualmente se encuentra un parque deportivo a espaldas de una tienda comercial sobre la avenida Forjadores. No obstante, su itinerancia tuvo poco éxito y se terminó regresando al malecón.

Para algunas personas el carnaval no es un sinónimo de algarabía. Sobre todo para los comerciantes locales y, en general, para la sociedad que vive y colinda sobre esta zona costera. El exceso de basura que se genera, los olores fétidos por el desborde del agüita amarilla, las batallas campales y el exceso de ruido, han incomodado, por muchos años, a los ciudadanos que habitan esos alrededores. Sin embargo, este año tendrán un momento de paz, tranquilidad y calma. Sólo se oirá el eco de los recuerdos y las historias del carnaval: la tradicional voz del señor de las cobijas, las ambulancias, la música y el bullicio que se escuchaba año con año, en los tiempos previos a la pandemia.

Los invito a que lean el siguiente artículo, ya que estaré presentando el resto de mi trabajo de fotografía documental sobre el Carnaval de La Paz, titulado Vendedores de ilusiones. Trabajo que llevo desarrollando desde hace 10 años y el cual he tenido la oportunidad de exponer en algunas galerías de La Paz, de Tlaxcala, la Ciudad de México y en la galería electrónica de la agencia y revista Cuartoscuro.

Continuará…

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Guillermina Sáenz, enamorada del escenario desde hace 33 años

FOTOS: Cortesía.

El Beso de la Mujer Araña

Por Modesto Peralta Delgado

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). En 2001, Guillermina Sáenz actuó en Sor Pita Amor y su cruz, con textos de Alfonso Reyes y otros autores, siendo uno de los trabajos que considera más importantes en su trayectoria artística, aunque —por supuesto— con más de 30 años de carrera sobre los escenarios tiene bastante para presumir en su desarrollo profesional que ha cubierto las facetas de directora y maestra de teatro, participación en medios y conductora de eventos como el tradicional Carnaval La Paz. Su voz, ya es una voz familiar para nosotros.

Guillermina Rosario Sáenz Spíndola nació el 31 de diciembre de 1953 en La Paz, BCS, aunque toda su educación la cursó entre el Estado de México y el entonces Distrito Federal. Justo así: DF se titula la obra donde hizo su debut como actriz en 1987, y también con la obra El espejo, ambas de Emilio Carballido. De allí hasta 2008, de forma casi ininterrumpida, ha estado sobre las tablas del escenario y pasado a la dirección y la dramaturgia. Para CULCO BCS, la teatrera de corazón concedió una entrevista sobre algunos aspectos de su amplia trayectoria.

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Con tan larga trayectoria, compártenos ¿cuáles han sido los momentos más importantes en tu carrera? Desde el momento en el que se da la tercera llamada y se levanta el telón, es un momento mágico, es el dar todo en el escenario. Hay tres trabajos que han sido importantes para mí como actriz: “Pita Amor y su Cruz”, con textos de Cristina Pacheco y Carlos Fuentes, y versos de Pita Amor y de Sor Juana Inés de la Cruz; “Cada quien su vida”, de Luis G. Basurto; y “Diatriba de amor contra un hombre sentado”, monólogo de Gabriel García Márquez.

En su currículum, Sáenz Spíndola cuenta su participación en los grupos de teatro Eclipse (de 1987 a 1991), Cachoras urbanas (1992 – 1994), La palomilla (1993), Hilo negro (1994-1995), Amigos (1996-1997) y Altaira desde 1998 a la fecha. Ha sido dirigida por Alfonso Álvarez Bañuelos, Alfonso Winston Virgen, Fernando Vega Villasante, Alejandro Moreno Abaroa y José Luis Orozco. Y desde 1998 hasta la fecha, ha incursionado en innumerables talleres y cursos de artes escénicas con maestros como Emilio Carballido, entre muchos otros.

En el escenario has interpretado desde una monja hasta una mujer de la vida galante. De una manera general, ¿cómo concibes el papel de la mujer en la dramaturgia mexicana? El papel de la mujer en la dramaturgia mexicana ha sido algo muy importante desde el gran contenido de los temas en cada época de la literatura, pues vemos que en todos los tiempos la mujer, rompiendo tabúes, ha tenido que luchar para escribir realidades de una cultura, de un tiempo, de costumbres y gritos para hacerse presente. Con respecto a que aspectos habrán de dejarse atrás y que tipos de personajes abordar más, soy de la opinión de que ningún aspecto debe dejarse atrás, ambas (Pita Amor y Sor Juana) son personajes vitales en la intelectualidad femenina de hispanoamérica. La monja valiente que aún caída en desgracia, siguió adelante y lo único que la logró vencer fue la muerte. La otra, desafió la educación mojigata y los pecados religiosos; vivió y trascendió en el México falócrata, un espacio empeñado en minimizar cualquier manifestación cultural y más aún si provenía de una mujer; por eso fue mejor considerarla loca.

Háblanos de tu experiencia como maestra de teatro. Como experiencia ha sido maravillosa y enriquecedora, mi mayor satisfacción ha sido representar a Baja California Sur en tres encuentros nacionales de teatro infantil durante tres años consecutivos. La formación de chicos, adolescentes y jóvenes estudiantes formando el grupo de teatro Ollín, y que tres de los integrantes se encuentren estudiando la carrera de actuación en la Ciudad de México. Para todos los chicos que quisieran iniciarse en el teatro, deberán de tener el gusto, la disciplina y el amor por la actuación.

Más allá del teatro

Guillermina Sáenz también ha tenido algunas apariciones en televisión, incluso en cine, y por supuesto, ha sido la conductora de espectáculos como el Carnaval La Paz y las Fiestas de Fundación de La Paz. Acerca de esta última festividad, donde ha estado a cargo de la escenificación El desembarco de Cortés, le preguntamos sobre su visión de estos episodios históricos. Con mi trabajo intento valorizar la identidad de la indianidad de California, y como ya te lo comenté no solamente producto de mis lecturas y admiración por mi tierra, sino conjugando mi poco saber con personalidades que seguramente tú bien ubicas como han sido y son el profesor César Piñeda Chacón, el licenciado Moisés Coronado, Juan Ramos Cepeda, Enrique Hambleton Von Borstel, Gilberto Ibarra Rivera, Harry S. Crosby, Fernando Vega Villasante, Leonardo Reyes Silva, Armando Trasviña Taylor, Pablo L. Martínez, Miguel León Portilla, Francisco Javier Carballo, Carlos Lazcano y José Alberto Pelaes Trasviña, entre otros.

Por último, precisamente este año, derivado de la contingencia por el COVID-19 se interrumpió dicha representación teatral en mayo, sin embargo, entre los planes de la artista —a reserva, claro, de lo que las autoridades determinen por la vigencia de este problema de salud pública—, estarían la posibilidad de preparar el Festival de Día de Muertos en noviembre y una pastorela mexicana para cerrar este 2020.

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Venados Muertos, el nacimiento de una nueva banda de rock sudcaliforniana

De izquierda a derecha: Lalo Arroyo, Alan Flores, Carlos Ibarra, Javier Lucero, Geovani Vizcaíno e Iván Gaxiola. FOTOS: J.R. Fernández.

El Beso de la Mujer Araña

Por Modesto Peralta Delgado

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Con apenas un año de formarse, los Venados Muertos es una banda de rock que promete una interesante proyección de la música que se hace en Sudcalifornia. Actualmente —y de manera intensa— promocionan Veneno, Expansión y Causa & Herida, la última canción es la que da título a su debut que se conformará por doce rolas de su inspiración. Las redes sociales y el Internet han servido para difundir su propuesta, empezando a tocar en vivo en algunos tokines, y próximamente, en el Carnaval La Paz 2020.

El grupo se integra por Carlos Ibarra, de 36 años, en la voz, quien realiza un Doctorado en Ciencias Sociales en la UABCS y Universidad de Granada; Javier Lucero, de 30, ingeniero informático, en el teclado y la guitarra electroacústica; Alan Flores, reportero de 29 años, en el bajo; Eduardo Arroyo Hampl, de 25 años, dedicado de lleno a la música; Iván Gaxiola, de 35, escritor, en la guitarra eléctrica; y Geovani Vizcaíno, optometrista de 37 años, quien toca la guitarra electroacústica. Todos ellos, en entrevista para CULCO BCS, hablaron de sus expectativas, de su diferencia y similitud con otras bandas locales y de los planes que tienen en el corto plazo.

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El proyecto tiene ya algunos años —abre Geovani la entrevista—, y se ha ido transformando en ese tiempo. Comenzamos Carlos y yo haciendo maquetas con sintetizador y algunos instrumentos que rayaban más en la electrónica; posteriormente, se incorporó Javier; luego, por invitación, llegó Ivan; después Alan; y finalmente, Lalo. Desde entonces estamos básicamente alineados como Venados Muertos. Ha sido una serie de cambios desde que se inició el proyecto. Básicamente así con esta alineación tenemos 8 ó 9 meses, y vamos por nuestro primer aniversario trabajando el cancionero que tenemos.

Sobre el nombre, Iván Gaxiola contestó: la historia así trillada, es que se iba a llamar diferente la banda, se iba a llamar “Matavenados”. Pero buscando que fuera original el nombre, resultó que ya había otra banda que se llamaba así, y pensando en qué otro nombre podía ser —y sinceramente comenzó como una broma—, que ya que no seríamos “Matavenados”, pues ya de una vez damos el paso y matamos al venado ¡y que sea “Venados Muertos”! Funcionó muy bien, la idea de muchas de las rolas es esta pugna entre la naturaleza o lo natural y el progreso, y en este caso la parte de “Venados” es la parte natural y “lo muerto” para nosotros sería en buena medida el progreso; así el nombre tiene un juego tipo oxímoron de alguna manera en cuanto a significado y tiene estas dos vertientes.

Desde La Paz hacia Tijuana

El grupo de rock sudcaliforniano ha tocado con las bandas Adhumacen, Palomazo Cósmico y Melvit, que venían de Tijuana. Una de las expectativas a corto plazo sería llevar su música, como dice una de sus letras —Veneno— “desde La Paz hacia Tijuana”. Todo comenzó para sobrevivir emocionalmente —contó Carlos Ibarra. Vivimos entumidos dentro de esta pinchi constante repetición y de ahí por eso creo que nos identificamos un poco en eso, y de ahí ya se puso la cosa seria, comenzaron las presiones, y justamente esa pregunta cayó sola: ¿qué sigue? Y estamos como planeando, primero es empezar a movernos, sonar aquí, localmente, pero a la vez estar moviendo en redes nuestro material para tratar como de ir creciendo e ir generando un pequeño público y después subir a Tijuana (…) El primer paso yo creo sería eso, llegar al norte.

Estoy seguro que todos congeniamos en que lo que queremos es seguir tocando y poder vivir de ello, o al menos vivir con ello de aquí hasta que seamos un venado bien muerto, literal —añadió Iván. Creo que es eso, en eso nadie tendría duda: lo que queremos es que este proyecto pueda ser tan sólido, tan redituable emocionalmente, intelectual y económicamente para vivir de o con ello el resto del tiempo que nos queda.

Somos un chingo

Al preguntarle por las posibles diferencias que Venados Muertos tendrían con otras bandas locales, Alan Flores bromeando y en serio contestó que la diferencia es que somos un chingo, somos seis cabrones, y es una diferencia muy objetiva. Técnicamente siempre es algo difícil a la hora de subir al escenario, es difícil porque somos seis y no cabemos. Geovani dijo: creo que es una combinación interesante de estilos diferentes que cada quien trae, como somos seis personas aporta cada quien un pedacito de pastel y se forma algo que no vas a encontrar en otra parte, la suma de ingredientes que cada quien le da un estilo especifico y esa mezcla no suena a nada de lo que vas a escuchar.

La diferencia comparada con los grupos locales, es demasiado subjetivo, la verdad, porque podrías hablar del género, pero hablar de géneros en la música, actualmente, creo que es algo rebasado (…) Lo importante es la similitud que tenemos con las bandas de aquí. Y tiene que ver con el hecho de que ya no hay una visión tan limitada pensando en que ya no te vas a quedar aquí tocando únicamente, todas las bandas que escuchaste (en el playlist “Indie Baja California Sur” en Spotify) están pensando en lo que hay afuera, están grabando, están componiendo con la calidad de lo que está afuera y no pensando en aquí adentro. Creo que lo más relevante seria eso, la similitud de tener el deseo, de tener la disciplina, respondió Iván.

En Víctimas del poder, por mencionar una de sus canciones que ya están en Youtube, es clara la crítica social en sus letras. Carlos, Iván y Alan, quienes han destacado en la nueva camada de comunicadores en los medios sudcalifornianos. Al cuestionar si creen que exista alguna influencia del periodismo en su creación artística, Alan Flores, dijo que en ese ambiente se contactaron, pero en vez de fundar un medio, crearon una banda de rock.

Carlos: Sí es una válvula de escape, pero también es una herramienta para sobrevivir y le ponemos un plus para dar un mensaje. Iván alguna vez contestaba algo sobre que al final estamos comunicando algo, somos comunicadores y estamos proyectando un pedacito de una expresión súper local que se está generando aquí y trae un poco de conciencia. Quizá le jugamos al puritano, hay una queja, crítica social, lamentos, mi hermano sobre una canción me dijo “eso suena como un lamento”. Es como una combinación de este tipo de sensaciones. Por su parte, Iván opinó que hacer música de alguna manera es también una manera de ser reportero o periodista, o de ser escritor; y si eres escritor, es también una forma de ser reportero, al fin de cuentas a través de tu experiencia estas canalizando el mundo, y lo estas narrando y entonces de alguna manera es como si cada canción fuera un reportaje o nota y todos nos fuéramos a nuestras fuentes y trajéramos un poco y dijéramos algo. Y queda plasmada. Entonces no sé si fuera influencia o un mismo hecho que trasciende géneros de música, literatura, etcétera. Como un todo que se manifiesta en diferentes expresiones.

Lo que sigue

Causa & Herida de Venados Muertos contendrá un total de doce canciones. En este mes de febrero seguirán grabando, incluyendo lo que sería su primer video oficial, si bien están en línea otros no oficiales: Veneno, Expansión y Víctimas del poder; otros temas prácticamente listos de su álbum debut son Las huestes de dios, Maniquí, Lamentando y Equilibro —todas las letras son de Carlos Ibarra, con excepción de la última, compuesta por Iván Gaxiola.

El 12 de febrero invitan a escucharlos en un evento en El Sonido a partir de las 17:00 horas, y para esta fecha ya se ha confirmado su participación en el templete juvenil del Carnaval La Paz 2020 el 26 de febrero a las 18:00 horas y la tarde del 29 de febrero en el programa de Cultura La cultura es tuya.

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Gabriel Larios Heredia. 20 Años de ser el fotógrafo de los artistas de BCS

Gabriel Larios Heredia. FOTO: Alejandra Amaya / INTERIORES: Gabriel Larios Heredia, excepto donde se indica.

El Beso de la Mujer Araña

Por Modesto Peralta Delgado

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Artistas como Pablo Milanés, Óscar Chávez, Cecilia Toussaint y Eugenia León, o grupos de la talla de Jaguares, Panteón Rococó y La Maldita Vecindad, son sólo algunos de los muchos cantantes que Larios Heredia ha fotografiado a lo largo de 20 años de trayectoria detrás de la lente. Por supuesto, ésto por dar nombres de algunos famosos que han estado en los escenarios de La Paz, pero su trabajo ha ido mucho más allá, captando los momentos emblemáticos de cuántos eventos artísticos y culturales de La Paz nos podamos imaginar. Si estás en alguno, es muy probable que, de pronto, veas entrar a un hombre alto, de cabello recogido, vestido todo de negro, que sin decir palabra, dispara su cámara y se va. Es él: Gabriel Larios Heredia.

Voy a confesar un crimen periodístico: esta es la segunda entrevista con el fotógrafo porque perdí el audio de la primera. Mi teléfono ha sido intervenido más veces que un enfermo desahuciado y perdí muchos archivos, así que tuvimos que repetir la entrevista y volver a bucear las fotos en mis carpetas. Como quiera, hasta ahora, luego de meses, publicamos esta entrevista con uno de los artistas de la lente más queridos y reconocidos en la capital sudcaliforniana. Seguramente se está riendo al momento de leernos, pues si algo lo caracteriza también, es su carácter campechano y sencillo.

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Gabriel Larios Heredia nació en La Paz, BCS, el 26 de enero de 1980. Al parecer, desde la cuna estuvo rodeado de cámaras, pues culpa a su abuela de haberlo involucrado en el mundo de la lente, además de sus tíos. Sobrino de la destacada actriz, Dolores Heredia, recuerda que en sus años mozos ella quería dedicarse a la fotografía y él al teatro, pero los caminos de la vida les cambiaron las cartas, y claro, cada quien ha destacado en su trabajo. Y lo disfrutan. “Mi tía es una gran fotógrafa, ganó concursos de fotografía, esto es algo que mucha gente no sabe, y creo que esto es como un vínculo muy padre que tenemos porque compartimos muchas imágenes, todo el tempos compartimos fotos. Yo no pude estudiar teatro y ella no pudo estudiar fotografía de manera formal, pero sí nos tenemos este vínculo muy curioso”.

FOTO: Modesto Peralta Delgado.

Recuerda que por ahí de los 15 ó 16 años, ya tenía la inquietud por la fotografía. La intuición se dejó acompañar por la práctica a temprana edad que tuvo gracias a sus familiares, sin embargo, no es un fotógrafo totalmente autodidacta. Estudió en el Colegio de Fotografía y el Centro Universitario de Medios Audiovisuales de Guadalajara, entre otros. Y luego de los años, pasó de ser alumno a ser maestro, cumpliendo casi 10 años su Taller de Fotografía en el Seguro Viejo. “Además soy pedagogo de carrera, me especialice en Educación para jóvenes adultos, y trato de vincular la parte de enseñanza con la fotografía. Eso me gusta bastante y es algo que he venido practicando ya por más de 10 años, y la verdad es algo que me gusta muchísimo, el poder llevar talleres, cursos a jóvenes, incluso diplomados, algunos trabajos de SEP que hemos tenido, proyectos con universidades que también se han tomado y también es parte de mi trabajo profesional”.

Este 2019 cumple 20 años de dedicarse formalmente a la fotografía. Inició en el Ayuntamiento de La Paz en 1999, y hasta la fecha sigue allí, en el área de Difusión de Cultura Municipal, aunque también cubre eventos del Instituto Sudcaliforniano de Cultura. Hay que destacar que su labor ha sido imprescindible para promover el Carnaval de La Paz, pues varias de las mejores imágenes que vemos de las tradicionales festividades, fueron encuadradas por su cámara. Quizá lo ignoremos —o por mala práctica periodística, algunos se atribuyan sus fotos—, pero lo cierto es que Gabriel Larios Heredia ha tomado miles de fotografías de las fiestas carnestolendas que, finalmente, se han publicado en los diferentes medios de comunicación.

“Yo empecé a trabajar muy joven —dijo. Empecé ya incluso antes de tener mi carrera, hice diferentes proyectos, proyectos que fueron ya pagados como tal. Si tú recuerdas, antes, aquí en Baja California Sur no había tanta fotografía y menos especializada. Yo empecé a trabajar un poco en fotoperiodismo, algo de fotografía documental y me brinque a la fotografía fija en espectáculos, ¡en teatro sobre todo! He trabajado para varias compañías de manera ya personal y bueno, tengo diferentes proyectos que dieron arranque. Gane un concurso por ahí del 97, entonces eso hizo que ya me sintiera como un poquito mas profesional; tuve una exposición en ese mismo año fuera del país y eso como que me daba más fuerza, me sentía como más, pero para el 98 ya estaba un poco de lleno y empecé a documentar el carnaval, entonces las tradiciones locales a través del carnaval y también los viacrucis, estas tradiciones católicas durante Semana Santa, hacía estos trabajos y pues eso ya me daba como que el rollo de iniciar en ese mundo de la foto de manera formal”.

No me resistí a preguntarle a ¿qué artistas de teatro local habían seducido a la cámara fotográfica? Pero no quiso dar nombres. “Híjole, en teatro tengo, ha habido obras muy malas, he visto obras muy malas malas, no por la actuación o contenido o trazo escénico o todo lo que hace tanto el actor como el director, malas por calidad de iluminación, la luminotecnia es algo que a veces dejan de lado, sucede mucho en las academias locales, pero de pronto encuentras escenas muy ricas, compañías de danza sobre todo son las que son mejor iluminadas, tienen una muy buena iluminación; pero creo que en cuanto a actrices o actores, ¡híjole son un montón!”.

Por su fuera poco, Larios Heredia también ha surtido de imágenes a medios nacionales e internacionales, con asuntos que no tocan el arte y la cultura, sino el acontecer de la media península. “Soy parte de la agencia Cuarto Oscuro, entonces mis fotos se van como representante de BCS. Mis fotos salen en todos los medios, desde MVS a Aristegui Noticias, CNN, entonces, pues sí salen a nivel nacional, sobre todo cuando son temas, por ejemplo, en el caso de temas como los huracanes o alguna situación o algún evento de importancia que sucede en BCS, no nada más nota roja —eso ya no lo hacemos—, pero sí eventos de importancia y trascendencia que tienen esos rollos, sí aparecen mis fotos”.

La insoportable levedad de la fotografía digital

Gabriel era la persona indicada para hablar, desde un punto de vista profesional como el suyo, el tema de la fotografía digital. Que, ¡es cierto!, hoy en día, facilita a cualquier ser vivo tomar fotografías, pero ¿qué desventajas vienen con esta actual ventaja a la mano desde cualquier dispositivo? ¿Hasta donde es útil y termina siendo una actividad frívola? ¿Terminará siendo desplazada la fotografía como un arte y se volverá un recurso facilote para algunos? Me puse filosófico. Y me contestó que:

“No, yo creo que más allá de desplazar se crea una difusión mayor de la fotografía. Claro se pierde por un lado, se puede perder la apreciación, porque vemos tanta fotografía y pensamos qué lugares bonitos o personas bonitas, Son fotos buenas; fotos de un lugar o de un amanecer y atardecer que se ve bonito, o de una persona guapa, dices Ah. que buena foto! Entonces nos podemos confundir en esa parte, eso sí. Pero en cuanto al fomento de la fotografía, creo que los dispositivos móviles son mucho muy buenos, porque te abren a la posibilidad de tener una cámara en la mano todo el tiempo; entonces, si eres observador y disfrutas de la fotografía puedes hacer muchos cuadros muy buenos y además compartirlos, porque ahora con redes sociales puedes compartir de manera inmediata todo lo que estás viviendo. De hecho, la comunicación visual, actualmente, es muy amplio el margen que te da para hacer muchísimas cosas, y es muy interesante cómo los jóvenes tienen ya esa facilidad de comunicarse. Yo lo compartía con mi abuela, a ella le mostraba una vez mi programa de edición, como se dictaba una fotografía actualmente en una como portátil y cómo vas cambiando, vas generando diferentes contrastes, colores, formas, iluminaciones y tamaños, y ella me decía ¡Eso yo lo tenía que hacer a mano, dentro de un cuarto, a mano, directamente sobre el papel, sobre los aditivos! Es una cosa impresionante esos cambios, yo ahora gracias a la tecnología puedo tener el contacto con miles de fotógrafos a nivel mundial y veo como los jóvenes, gracias a ellos, a mis alumnos, les digo que practiquen, que hagan la fotografía, las bases estéticas van a ser las mismas, las de composición son las mismas para la fotografía, entonces el disparo lo controlas, si claro con un dispositivo que es mucho más sencillo, se vuelve de una manera automatizada, pero el concepto es tuyo, tu estas contando la historia desde tu perspectiva y eso es lo interesante”.

Entonces ¿qué haría a una foto, una buena foto? —me enterqué—: una buena foto tiene que tener ¿qué? “Una buena foto tiene que tener, principalmente, un contenido estético, principalmente, esa fuerza, ese mensaje que va a tener y ese mensaje se lo da el autor, no importa con que la tomó, si con una cámara en negativo, digital, profesional, un dispositivo móvil. El chiste es que tengas el contenido, esa fuerza, y ese mensaje lo va a tener la persona que hace la foto, definitivamente, tu puedes hacer el ejercicio de pararte en el mismo lugar con 20 personas y las 20 van a tener ideas distintas de la foto, eso es lo padre de la fotografía”, concluyó nuestro fotógrafo de las estrellas, pequeñas, medianas y grandes, que logra captar con su cámara.

FOTO: Modesto Peralta Delgado.

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