Violencia sexual infantil

image_pdf

FOTOS: Internet.

Ius et ratio

Arturo Rubio Ruiz

La Paz, Baja California Sur (BCS). Una de las formas más severas de violencia es la violencia sexual infantil, cuyas repercusiones, lesionan física y emocionalmente a nuestra niñez, con consecuencias devastadoras para la víctima, su familia y la comunidad.

La jurisprudencia de la SCJN (RD2027850) establece que la violencia sexual se constituye con las acciones de naturaleza sexual que se cometen contra una persona sin su consentimiento, las cuales pueden comprender la invasión física del cuerpo o actos que no involucren penetración o contacto físico. Los actos de naturaleza sexual pueden abarcar aquellos que se ejerzan con violencia física, pero también otros que se cometan por otros medios y que resulten igualmente lesivos y/o causen un daño o sufrimiento equiparable. La afectación a la sexualidad de la víctima es el bien jurídico tutelado.

También te podría interesar: ONU: Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030

La Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes la define como todo contacto y/o actividad sexual entre un(a) niño(a) o adolescente y una persona que ejerce una posición de poder sobre él o ella, sin su consentimiento o valiéndose de amenazas, violencia física, psicológica u obteniendo su consentimiento por medio de engaño; para estimularse sexualmente o estimular a otras personas. El niño, niña y adolescente no comprende la gravedad del hecho por su inmadurez psicosexual y/o no está en condición de aceptar o negarse libremente.

Dependiendo del tipo de violencia sexual, la frecuencia, la duración, la fuerza ejercida y la relación afectiva del agresor/a con la víctima, la gravedad de los daños puede ocasionar lesiones físicas: lesiones en genitales, ano, boca, cara e infecciones de transmisión sexual y/o emocionales; problemas psicológicos como: depresión, ansiedad, dificultad para relacionarse, problemas sexuales futuros, disminución de la autoestima, odio hacia el propio cuerpo, sentir culpa, miedo a la intimidad, dificultad para poner límites, graves problemas de conducta, intentos de suicidio o agredir o de nuevo ser víctima de violencia sexual.

Entre las herramientas usuales del victimador(a), destacan como las más usuales: amenazas, seducción, engaño, mentira, chantaje, uso de la fuerza, abuso de una posición de confianza, de autoridad o influencia y/o de una situación de vulnerabilidad de la víctima, debido a una discapacidad o situación de dependencia.

Respecto a las conductas sexuales realizables por el violentador(a) es importante precisar que puede existir o no contacto físico, incitación verbal, manoseos o peticiones sexuales, exhibición de genitales, mostrar películas, imágenes pornográficas o de violencia sexual, sexo oral, penetración anal, genital u oral con cualquier objeto o parte del cuerpo.

Después del seno familiar, el campo de acción más frecuente de violencia sexual infantil es el centro escolar, seguido de los centros de formación religiosa, de actividades deportivas o recreativas. El común denominador es la calidad de autoridad que en esos campos ejerce el violentador sobre su víctima.

ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN

En el hogar

  1. Educación sexual: Habla con tus hijos sobre sexualidad, límites personales y consentimiento.
  2. Establece límites claros: Enséñales a respetar su propio cuerpo y el de los demás.
  3. Supervisa: Mantén una comunicación abierta y cercana con tus hijos.
  4. Conoce a las personas que interactúan con tus hijos: Familiares, amigos, cuidadores o profesores.

 En la comunidad

  1. Promueve la educación sexual: En escuelas y comunidades.
  2. Fomenta entornos seguros: Parques, centros recreativos y espacios públicos.
  3. Apoya organizaciones: Que trabajan contra el abuso infantil.
  4. Participa en campañas como el Día Internacional contra el Abuso Sexual Infantil (25 de noviembre).

En las instituciones

  1. Políticas de protección: Implementa protocolos de prevención en escuelas, iglesias y organizaciones.
  2. Capacitación: Entrena a personal y voluntarios sobre prevención y detección.
  3. Supervisión: Monitorea interacciones entre adultos y niños.
  4. Mecanismos de denuncia: Establece procedimientos claros para reportar sospechas.

 En línea

  1. Vigila el uso de Internet: Monitorea actividades en línea de tus hijos.
  2. Habla sobre seguridad digital: Educación sobre riesgos y precauciones.
  3. Utiliza herramientas de seguridad: Software de control parental.
  4. Reporta contenido inapropiado a plataformas y autoridades.

 Señales de alerta

– Cambios de comportamiento.

– Miedo o evasión hacia ciertas personas.

– Conocimiento inapropiado sobre sexualidad.

– Lesiones o marcas inexplicables.

La prevención es clave. La educación, la comunicación y la vigilancia constante pueden ayudar a proteger a los niños contra la violencia sexual. Es importante que todos los padres de familia conozcan el protocolo de actuación para prevenir detectar y actuar en los casos de violencia sexual infantil, y participen en programas de capacitación y acción a nivel vecinal y escolar. Para descargar el protocolo completo haz clic AQUÍ.

—–

AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, ésto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.

Compartir en
Descargar
   Veces compartida: 67

Ius et ratio

Arturo Rubio Ruiz

Abogado por la UNAM. Nació en el Distrito Federal en 1956, pero es paceño por adopción. Tiene estudios de posgrado: dos maestrías y cursa actualmente un doctorado; fue docente en la UNAM en el Estado de México; también cuenta con diplomados en Barcelona y Madrid, en España, y en Buenos Aires, Argentina. Trabajó en la PGJDF, PGR y en el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

Compartir
Compartir