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El arranque de las campañas electorales y la tercera ola Covid-19

FOTOS: El Sudcaliforniano

La Última Trinchera

Por Roberto E. Galindo Domínguez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). El cuatro de abril arrancaron las campañas electorales rumbo a las próximas elecciones del 6 de junio, en las que en la entidad se disputarán la gubernatura y las presidencias de los cinco municipios, así como diputaciones locales y federales. De los arranques de campañas vale la pena mencionar el del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) por ser el puntero en las encuestas de preferencias para todos los cargos de elección; el de la alianza entre el Partido Revolucionario Institucional (PRI) con el Partido Acción Nacional (PAN) y el -casi extinto- Partido de la Revolución Democrática (PRD), que, aunque a varios puntos de distancia, es la segunda opción entre los sudcalifornianos; y, finalmente, el del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), éste no por su relevancia en la contienda electoral, por que no la tiene, sino por que es liderado por la exalcaldesa de Los Cabos, Armida Castro, reconocida traidora a la Cuarta Transformación (4T).

En cada uno de los arranques se dijo, al estilo y modo de los candidatos, que obviamente ellos, los seleccionados por la militancia, o los impuestos por las cúpulas políticas e impulsados desde el gobierno estatal, e incluso aquellos que chapulinearon con todo y sus allegados, que ellos son la mejor opción de transformación; que “puro pa´adelante”, que ahora si ya viene “el mejor futuro” pero en esta ocasión “unidos contigo”, y que por ser mujer lo merece todo: poder y gloria, que seguirá combatiendo a los hombres malos surfeando en la ola feminista.

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Pero más allá de las frases hechas y las promesas a cumplir o a defraudar, todas las campañas fueron una repetición de otras temporadas electorales. Quizás, la novedad fue el estilo clasista del mitin en auto de los prianredistas, que lograron apantallar con el despliegue en el espacio, igual que las desnutridas manifestaciones motorizadas del grupo FRENAA, pero que sumaron alrededor de los mismos convocados por la que, como hace docenas de artículos dije, era la menos morena de Morena, verde candidata tucanera.

Lo más grave de los arranques de campaña no fue la aceptación de la chapulina que se quitó la piel morena traicionando a la militancia; ni la detonación de cartuchos políticos quemados como Ricardo Barroso pidiendo perdón por haber aumentado el IVA y haciendo el oso con su antiguo “enemigo”, el panista Pancho Pelayo; menos la clara segmentación del grupo del candidato a gobernador Víctor Castro, más notoria con la ausencia del soldado desertor de la 4T, Rubén Muñoz, el presidente municipal de La Paz, que perdió la candidatura a una diputación federal por no dejar el cargo a tiempo, con tal de aprobar a la mala un desarrollo inmobiliario. Lo más grave fue que los prianredistas de los autos en el mitin se bajaron y se juntaron, que los de Morena en la gran explanada no se separaron, así como los pocos verdes que entre el tráfico y los turistas del malecón se amontonaron sin compasión. Se nos viene la tercera ola covideana tras las convivencias de la Semana Santa y los valemadristas arranques de campañas electorales de todos los partidos.

 

Polilla Política: Lo dijo Arturo Rubio Ruiz, Rubén Muñoz se quedó como el perro de las dos tortas, sin gubernatura y sin diputación por impulsor inmobiliario en contra de la población.

 

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital

 




Febrero: el mes más mortal para BCS

FOTO PORTADA: Internet

La Última Trinchera

Por Roberto E. Galindo Domínguez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Desde que se registraron los dos primeros decesos por coronavirus en Sudcalifornia, que fueron dados a conocer el 31 de marzo del año pasado por el gobernador Carlos Mendoza, ya se han acumulado más de mil 200 muertes en la entidad. Hoy, los muertos de cada día ya no son noticia, sino cuando se rebasan ciertas cifras; así lo fue al alcanzar los 100 decesos, luego, al rebasar las 500 defunciones, y a principios de enero la nota en los medios fue que habíamos perdido a mil compatriotas sudcalifornianos.

En febrero, los contagios por la Covid-19 comenzaron a disminuir tras la etapa más crítica que nos ha tocado sobrevivir, pero aún no se aminoran las fatalidades, pues siguen muriendo muchos de los pacientes que se infectaron durante la parte final del año pasado y aquellos que se contagiaron en enero. Si tomamos en cuenta que desde que se reportó la primera muerte y hasta el 31 de diciembre se dieron 813 decesos, enero, con sus 214 muertes, parecía el mes más trágico para la entidad, pero desafortunadamente el 23 de este mes se superó esa cifra.

 

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Esta terrible situación se debe a la relajación de las normas gubernamentales que activaron los semáforos color naranja en la entidad hasta finales de diciembre de 2020, cuando ya la curva de contagios marcaba una tendencia ascendente que no aminoraría hasta las primeras semanas de febrero de 2021. Inclusive, nuestras autoridades no atendieron el llamado de la Federación que nos ubicó en semáforo naranja desde el 25 de octubre, fecha en la que ya se notaba un ascenso sostenido en el número de infectados. El incremento de contagios y muertes también ha tenido mucho que ver con nosotros como sociedad, pues en la temporada navideña fue notoria la realización de reuniones familiares y fiestas en todo el Estado, había mucha gente en las calles y en los negocios, personas sin guardar la sana distancia, esa que es la primer regla para evitar los contagios y la que más hemos roto. Usar el cubrebocas ayuda, pero no es infalible, aun con la boca y la nariz cubiertas puedes infectarte o infectar, y más si ese acercamiento se da en un lugar cerrado.

Sin embargo, la responsabilidad de los contagios no sólo es del ciudadano que es cliente y asiste a los negocios, que también es contribuyente y paga sus impuestos. Es verdaderamente estúpido que en las instalaciones gubernamentales donde se realizan los pagos de predial, agua y otros servicios, se mantengan las puertas y las ventanas cerradas y sólo un acceso se tenga abierto o se cierre y se abra cada que ingresa o sale una persona, pero así es; de ese diminuto tamaño es el sentido común de nuestros administradores. Y ellos no son los únicos que demuestran incompetencia. También, diversos negocios mantienen aforos controlados pero con todo cerrado, ventanas y puertas, prefiriendo usar un sistema de aire acondicionado, aun en invierno, con lo que no sólo ponen en riesgo a los clientes sino también a sus empleados. Situaciones de este tipo se dan en bancos, empresas de paquetería, supermercados y ferreterías, entre otros.  Los dueños o los administradores parecen no entender que el coronavirus incrementa su capacidad de contagio en lugares poco ventilados.

Hoy volvemos al semáforo amarillo, después de transitar durante más de dos meses por un naranja de dos tonalidades. Febrero está en su recta final y al día 23 acumulaba 218 terribles decesos, con lo que lo hemos convertido en el mes más negro en la historia reciente de las tragedias que han asolado a Baja California Sur. Mientras la muerte entierra a febrero nos queda la reflexión: si el gobierno hubiera activado los semáforos naranjas antes de las fiestas decembrinas y si como sociedad hubiéramos sido más responsables, sin duda se habrían evitado tantas muertes en enero y hoy no hablaríamos del febrero sudcaliforniano más mortal.

 

Polilla política: Las vacunas ya están compradas, llegando y siendo aplicadas. Los gobernadores panistas dicen que pueden adquirir 20 millones de dosis, pero una vez que consigan el dinero para comprarlas. Huele a negocio y a desesperación electoral.

La información fue tomada de la página de la Secretaría de Salud del Gobierno de BCS. Los gráficos fueron elaborados por Luis Eduardo Chávez Gamboa.

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Anuncia Ayuntamiento de La Paz nuevas medidas para evitar más contagios de COVID

IMAGEN: Archivo

La Paz, Baja California Sur (BCS). Este lunes se llevó a cabo la Cuarta Sesión Extraordinaria Virtual del Consejo Municipal de Protección Civil, con el objetivo de revisar la condición actual en el municipio de La Paz respecto a los casos positivos de COVID-19, y a su vez, actualizar las medidas sanitarias en la entidad, en donde se aprobaron las siguientes medidas:

1. La reducción de horario hasta las 23:00 horas, para todas las actividades económicas, productivas, turísticas, gastronómicas y sociales del municipio de La Paz.
2. Reducción del horario para la venta de alcohol hasta las 22:00 horas en restaurantes y a las 21:00 para tiendas de autoservicio.
3. Uso obligatorio del cubrebocas en el transporte público de La Paz, y en el tránsito vehicular en el municipio.
4.  Establecer la supervisión de los protocolos en el transporte público del municipio de La Paz.
5.  Supervisión y suspensión de todo evento de carácter social que sean reportados a Seguridad Pública o al 911, así como, quedan prohibidos todos los eventos en centros de esparcimiento social y festejos familiares.
6. Control de aforos en tiendas de autoservicios, no mayor al 30% de la capacidad del establecimiento.
7. Permanece el aforo al 30% en las playas del municipio y espacios públicos.

Además, se propuso ante el consejo, enviar la consideración al Comité Estatal de Seguridad en Salud, para que se permita la apertura de casas de empeño y centros de lavado de autos, bajo la estricta supervisión de Protección Civil para los protocolos de funcionamiento.




¿De regreso al rojo? En BCS falló la estrategia de contención

FOTO PORTADA: SSA BCS

La Última Trinchera

Por Roberto E. Galindo Domínguez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Sudcalifornia inicia el año con una tasa de contagios de la COVID-19 superior a la que presentó durante la etapa más crítica de la pandemia del año pasado, que se dio entre julio y agosto, cuando estuvimos en semáforo rojo; poco después del confinamiento y cuando sólo se permitían las actividades socioeconómicas denominadas como esenciales.

En la primera quincena de enero la propagación de la enfermedad se aceleró, y aunque el gobierno estatal elevó a los municipios de La Paz, Comondú y Loreto a nivel naranja 5 y Los Cabos y Mulegé a naranja nivel 4, todo parece indicar que en breve será irremediable el regreso al confinamiento casi total del nivel rojo 6. Esto no es un planteamiento nuevo, lo expuse en diciembre pasado en esta columna tras un análisis de los datos que provee la Secretaría de Salud Estatal sobre la pandemia.

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Que fallara la estrategia del gobierno en la contención del virus era previsible desde finales de octubre, cuando tras alcanzar el nivel más bajo de contagios y decesos que hasta ahora ha presentado Sudcalifornia, se dio paso a un incremento en el número de infectados, que aumentó durante noviembre  y diciembre. El 25 de octubre, cuando la federación nos ubicó en nivel naranja, el gobernador Carlos Mendoza rechazó tal acción y mantuvo a la entidad en semáforo amarillo; y a pesar del aumento sostenido en el número de pacientes infectados con el coronavirus, las autoridades prolongaron la relajación de las normas de sana distancia hasta la tercera semana de diciembre, cuando selectivamente elevaron del nivel amarillo 3 al naranja 4 a La Paz y a Comondú, dejando a los otros municipios en semáforo amarillo. Sin embargo, continuaron con el discurso basado en la tasa de letalidad; repitieron por radio, televisión y en redes sociales que en Baja California Sur mueren menos personas por la COVID-19 que en el resto del país, pero omitiendo el hecho de que es la segunda entidad con más contagiados por cada cien mil habitantes, sólo detrás de la Ciudad de México.

Así mismo, hay otra similitud entre Baja California Sur y la capital del país: la Ciudad de México es la segunda entidad con la menor tasa de letalidad con un 4.9%, en tanto que Sudcalifornia tiene un 4.6%, porcentajes que rondan la mitad de la media nacional que se ubica en 8.5%. Cabe resaltar que la capital del país tiene el mayor número de muertes ocasionadas por el nuevo coronavirus, su tasa de mortalidad es de 214 decesos por cada cien mil habitantes. La explicación a la similitud entre ambas entidades referente a la tasa de letalidad es sencilla: son las que más pruebas para detección del coronavirus realizan en el país, y a mayor número de pruebas se detectan más contagiados, incluidos los asintomáticos o los que presentan síntomas leves de la enfermedad; con lo que la letalidad disminuye, pues significa el número de fallecimientos directamente relacionados con el número de infectados. Y como ya vimos, con respecto a la Ciudad de México, una menor tasa de letalidad no refleja la gravedad de la situación por la que atraviesa, ésta sólo puede ser valorada cuando el daño causado por el coronavirus se explica a partir de las defunciones en relación a la población total.

Es cierto que Sudcalifornia es una de las entidades con menos muertes causadas por coronavirus, al 17 de enero acumulaba 915 casos y se encontraba en condiciones muy similares a Colima (839) y Campeche (988). Si nos conformamos con este referente, perdemos de vista un enfoque global que puede explicar lo verdaderamente crítica que es la pandemia en nuestra entidad. Si tomamos en cuenta la tasa de mortalidad que sufre Baja California Sur —dato que no aparece en la página COVID BCS—, y que hasta la fecha el gobierno estatal no ha mencionado, tenemos que con una población de 804,708 individuos se dan 113.70 muertes por cada cien mil habitantes, lo que nos ubica por encima de la media nacional que es de 108.20 y muy lejos de Chiapas, que con más de 5 millones de habitantes presenta una tasa de mortalidad de 21.95.                                                             

Lo anterior deja en claro que la estrategia del gobierno panista para la contención del virus ha fallado, y no es sólo culpa de las autoridades, aquí tiene que ver mucho el comportamiento de la sociedad, que relajó aún más las ya distendidas normas de nuestro gobierno estatal, que en varias ocasiones ha sobreseído el semáforo Covid federal que es más estricto. Si como autoridad le dices a tu gobernado, por todos los medios posibles, que en Baja California Sur tiene el doble de posibilidades de no morir por la COVID-19 que en el resto del país, enfatizando el dato de la menor letalidad y omitiendo el de la mortalidad, se le genera al ciudadano una falsa percepción de seguridad que es muy grave, pues como ya vimos abonó a la relajación de los protocolos de convivencia establecidos para evitar la propagación de la enfermedad y por ende a elevar una de las tasas de contagios más alta del país, así como a incrementar la ya de por si elevada tasa de mortalidad en Sudcalifornia, y esto, como ya vimos, a pesar del particularizado semáforo de seis colores y de que “se hagan pruebas y más pruebas” para la detección del coronavirus.

Si la anterior modificación en los niveles del semáforo, llevada a cabo en diciembre, no dio resultados positivos, no deberíamos esperar que la aplicada en enero cumpla su cometido. Ojalá me equivoque, y la tardía reacción de las autoridades se conjuntara con una mayor sensatez de los ciudadanos, con una mayor observancia de las normas de distanciamiento social y que, en consecuencia, sea posible disminuir el número de contagios y muertes, pero hasta ahora todo indica que la situación se agravará lo que resta de enero y gran parte de febrero.

Polilla política

En la guerra contra la COVID-19, omitir información y privilegiar discursos triunfalistas tendrá un costo político para cualquier autoridad, pues los muertos no se pueden ocultar.

 

*Los datos se recabaron de las páginas: https://datos.covid-19.conacyt.mx/#COMNac y https://coronavirus.bcs.gob.mx/casos-covid-19/ con corte al 17/01/21. Los gráficos presentados son de la autoría de Luis Eduardo Chávez Gamboa, realizados con base en los datos de nuevos contagios y decesos que proporciona la Secretaría de Salud Estatal; en éstos se puede apreciar claramente la trayectoria de la curva que promedia contagios y defunciones a nivel estatal y municipal durante todo el periodo que abarca la pandemia.

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Vuelven a cerrar malecón, cines y gimnasios en La Paz; anuncia Ayuntamiento nuevas restricciones

IMAGEN: Cortesía

La Paz, Baja California Sur (BCS).  Dada la determinación del Comité Estatal de Seguridad en Salud respecto a que en el Sistema de Alerta Sanitaria de Baja California Sur (semáforo COVID), La Paz pasó al nivel 5 (estado crítico) por el aumento de casos positivos en la entidad, el XVI Ayuntamiento de La Paz anunció que a partir de hoy estarán restringidas las siguientes actividades económicas no esenciales:

– Actividad peatonal del malecón (es decir, solo se permite la circulación vehicular)
– Actividades religiosa y de culto
– Paseos en lancha (restricción)
– Pesca deportiva (restricción)
– Cines, autocines y teatros
– Bibliotecas, museos y galería de arte
– Establecimientos de lavado de autos, muebles, etc.
– Agencia de actividades turísticas, ecoturísticas y campamentos
– Salones de Belleza
– Mueblerías, electrodomésticos, y similares
– Tiendas de electrónica
– Joyerías
– Comercio de artículos de perfumería y cosméticos
– Reparación de calzado
– Comercio al por menor de accesorios para celulares
– Gimnasios y centros deportivos
– Florería
– Tiendas de regalos
– Papelería
– Comercio al por menor de artículos de mercería y bonetería
– Talleres de impresión y similares
– Fabricación y venta de textiles
– Sastrería, talleres de costuras y similares
– Comercio al por menor de saldos nuevos, electrodomésticos, electrónica y enseres domésticos
– Comercio al por menor de artículos y aparatos deportivos
– Comercio al por menor de sombreros
– Comercio al por menor de artículos de pesca
– Librerías
– Café Internet
– Comercio al por menor de revistas y periódicos
– Venta de billetes de lotería, pronósticos deportivo y otros boletos de sorteo
– Comercio al por menor de instrumentos musicales
– Música instrumental (solo restaurantes, no para fiestas)
– Comercio al por menor de lencería y juguetes sexuales
– Estudio fotográfico y videograbación
– Casa de Empeño