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BCS supera los mil casos de COVID-19

FOTOS: Roberto E. Galindo.

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Según la página oficial coronavirus.bcs.gob.mx del Gobierno del Estado, hoy se ha llegado a mil 022 casos de COVID-19 en Baja California Sur. Debido al impacto que ha generado la pandemia, publicamos un resumen de los datos relacionados al respecto, donde al día de hoy 16 de junio se contabilizan en total: 58 fallecidos, 454 recuperados, 510 activos y 55 sospechosos en los cinco municipios de BCS.

La Paz concentra el mayor número de casos con 29 defunciones, 158 recuperados y 176 activos; le siguen Los Cabos con 18 muertes, 219 recuperados y 134 activos; Mulegé: 6, 44 y 100, respectivamente; Comondú: 5, 33 y 63; y Loreto: cero fallecimientos, ningún recuperado y 37 casos activos, siendo éste el último municipio en mantenerse en ceros durante los primeros meses de la contingencia por coronavirus.

En todo México se reportan 150,284 casos confirmados de COVID-19, con un total de  17,586 muertes y 53,217 sospechosos. A nivel nacional, de aparecer en los primeros lugares al inicio de la cuarentena, BCS actualmente se encuentra entre los últimos cuatro estados con más casos de contagio —primer lugar Ciudad de México con 37,503 casos y último Colima con 298—, y en el penúltimo lugar en cuanto a fallecimientos —primer lugar Ciudad de México con 3,831 y último Colima con 37. Cabe anotar que según la misma fuente, al día de hoy a nivel mundial se contabilizan 7 millones 941 mil 791 casos con un total de 434 mil 796 muertes.

Hipertensos y diabéticos encabezan lista

En Baja California Sur, las muertes por COVID-19 arrojan las siguientes cifras y estimaciones: 58.7% han sido mujeres y 41.3% hombres. 37 casos han sido pacientes con más de 70 años, 26 cuyas edades iban de 60 a 69 años, 17 de 50 a 59, 11 de 30 a 39, y 2 casos de 20 a 29 años. Cabe aclarar que en el total de casos —fallecidos, recuperados y activos— el 53% que han portado la enfermedad han tenido entre 30 y 49 años. Oficialmente, se informa que ningún infante ha fallecido por coronavirus en la media península.

En cuanto a comorbilidad en casos de COVID-19, es decir, factores asociados de los pacientes que han fallecido por coronavirus en BCS se destaca que el 67% tenía hipertensión y 52% diabetes; en menor proporción, pero importante mencionarlo están: tabaquismo 13%, EPOC 9%, inmunodepresión 7% y asma 4%.

Medidas y flexibilidad

Las vacaciones de Semana Santa de este 2020 se adelantaron cuando el peligro del coronavirus iniciaba, dando arranque la cuarentena el 20 de marzo, poniendo como medida prioritaria y principal el Quédate en casa. Así se hizo en prácticamente todo el mundo, en México, y BCS no fue la excepción, entrando en una cuarentena que por estas fechas ya lleva 3 meses. La intención ha sido que el pico de número de infectados no saturara los servicios hospitalarios, de manera que los contagios se diera en forma de “aplanar la curva”.

Luego de casi 3 meses de contingencia por el coronavirus, siguen implementándose medidas para evitar contagios como quedarse en casa, guardar una sana distancia y lavarse constantemente las manos, sin embargo, este lunes 15 de junio se han vuelto flexibles las medidas de confinamiento, no sin controversia, pues evidentemente los casos por COVID-19 aumentan. Desde el Gobierno Federal, y luego el estatal se ha ido conminando poco a poco a regresar a varias actividades; en La Paz, por ejemplo, el Ayuntamiento abrió el malecón —sólo a vehículos— y, con ciertas restricciones, también se han abierto las playas.




La pandemia en La Paz (I)

FOTOS: Roberto E. Galindo Domínguez

La Última Trinchera

Por Roberto E. Galindo Domínguez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Estas fotografías son un testimonio de la ciudad durante la Jornada Nacional de Sana Distancia, de las calles a través de su gente, de aquellos que por alguna razón salieron, de esos que no tienen una casa donde quedarse. Son testigos del miedo y de las ganas de vivir que se mezclan en el espacio público cuando un virus es la amenaza más letal sobre la Tierra. Son el recuerdo de los que ya se fueron para los que aún estamos.

 




El regreso a nueva normalidad: el gobierno federal propone y el estatal dispone

FOTOS: Internet

La Última Trinchera

Por Roberto E. Galindo Domínguez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Baja California Sur inicia el camino hacia la “nueva normalidad” con la reactivación económica de dos sectores laborales, el minero y el de la construcción, habrá que ver si del automotriz el último elemento de la cadena de producción, que es la venta al público, se reabre también. A estos sectores se les adjuntan los que están relacionados a ellos de manera directa, es decir, la producción de insumos, materiales, herramientas y partes; todo esto ha sido dicho por las autoridades federales y por las estatales, pero no han especificado a detalle cuáles rubros son los implicados.

Dentro de la gran confusión que prevalece ante el inicio de la “nueva normalidad” se encuentran los trabajadores a pequeña escala, aquellos que son independientes, cobran a destajo y que no se vuelven obreros asalariados. En esta misma situación se encuentra su posible contratante, quien es un particular y no se dedica a la construcción como negocio o medio de vida. En suma, todos aquellos albañiles, plomeros, electricistas, herreros y ayudantes que trabajan en remodelaciones y/o chambitas en casas de particulares; pues ni la autoridad federal ni la estatal y/o municipal han aclarado o detallado normas para ellos. Y es que, cuando apenas se puede tener el dinero para adquirir los materiales y pagar a un albañil ¿cómo espera la autoridad que el particular implemente todas las normas, incluido un supervisor para ese otro trabajador, así como áreas de desinfección, comedores, señalizaciones, etc.?

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La realidad es que, durante todo este tiempo, muchos trabajadores como los mencionados han seguido laborando por diversas partes de la ciudad y a discreción, y es que ellos pertenecen a un sector vulnerable que vive al día con lo que gana cada jornada de trabajo y ante setenta días de interrupción de actividades -desde el 23 de marzo-, tal vez dejaron de salir a laborar una quincena, tal vez algunos interrumpieron sus actividades hasta la primera fecha planteada para levantar la jornada de sana distancia -el 19 de abril-, pero después de eso muchos no han dejado de salir a buscar el sustento.

Apenas se dio el arranque del regreso a la “nueva normalidad” y ya se observan pequeñas construcciones y/o remodelaciones en las que los trabajadores no portan cubrebocas, no guardan la distancia y en las que no se aprecia ninguna señalización ni tapete sanitizador a la entrada del lugar; si esto se da con ese desorden, los otros sectores laborales que no tienen permitido volver a actividades van a incomodarse y con razón, primero porque también necesitan trabajar y segundo porque los que ya lo hacen de forma desordenada nos ponen en riesgo al resto de la sociedad.

Por otro lado, y lo más grave, es que se inicie el regreso a la “nueva normalidad” cuando el gobernador en varias ocasiones señaló que la autoridad federal erraba en la estrategia y hasta festejó que la reapertura se diera hasta el 1 de junio y no el 18 de mayo (parece no haber entendido cuáles municipios si podían hacerlo el 18 de mayo y cuales no), aún cuando él mismo señaló que el pico de contagios estaba contemplado por nuestros especialistas, los estatales, para mediados de junio. Lo anterior es de suma importancia, pues aunque la autoridad federal dio el banderazo al inicio del regreso a la “nueva normalidad” en algunos sectores laborales, también ha señalado que los gobiernos estatales y/o municipales son, en última instancia, las autoridades sanitarias que pueden decidir implementar o no el levantamiento de las restricciones de la Jornada Nacional de Sana Distancia, no así evitar las restricciones impuestas por el gobierno federal.

De aquí en adelante veremos si las estrategias estatal y municipales de Baja California Sur son efectivas para contener el desarrollo de la pandemia, a pesar de que durante las últimas semanas ni los llamados federales a quedarse en casa, ni las medidas coercitivas impuestas por el gobernador lograron contener la movilidad sudcaliforniana.

Es así que la decisión del inicio del camino a la “nueva normalidad” con los sectores minero, de la construcción y el automotriz la toma el gobernador después de que durante las últimas tres semanas de mayo se dio un incremento entre el 9 y el 11% de movilidad entre los sudcalifornianos, y cuando apenas el 29 de mayo se registraron 32 infectados por el SARS-COV2 y hoy, que tecleo este texto, miércoles 3 de junio, se da la cifra del registro de ayer: 37 contagios nuevos, con mucho la más alta registrada desde mayo; todos los demás registros para ese lapso no pasaron de 17 nuevos contagios, promediando alrededor de 10 por día e incluso con algunas jornadas sin nuevos infectados. El gobierno federal restringe y propone, es el estatal el que dispone.

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.




Nacer en medio de la pandemia. Ser madre en tiempos del COVID-19

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FOTOS: Internet

Hilo de media

Por Elisa Morales Viscaya

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Lo último que pensó Claudia —mamá primeriza de 37 años—, al saber de su embarazo, es que su bebé nacería en medio de una emergencia sanitaria por una pandemia. Tuve a mi bebé un domingo 29 de marzo, ya estaba en la semana 41 y se tomó la decisión de inducir el parto para no estar en la siguiente semana en el hospital, ya que comenzaban a haber los primeros casos. No funcionó la inducción así que se tomaron medidas más drásticas y decidieron realizarme la cesárea cuanto antes, para que no tuviera que permanecer en el hospital durante más tiempo

Durante mi estancia en la clínica —la 1 del IMSS en La Paz, BCS– , las enfermeras murmuraban entre ellas de la situación que se aproximaba y lo temerosas que se sentían. Escucharlas me provocó temor de estar ahí expuestos mi bebé tan pequeño y yo. Al salir del hospital nos acompañó una enfermera a la salida y las indicaciones fueron que no tocáramos nada, así que preferí caminar —a pesar de haber tenido una cesárea hacía menos de 24 horas—  antes de sentarme en una silla de ruedas, por temor al contacto. Recuerdo que en el último pasillo, para salir, lo primero que vi al fondo fue a unos doctores vestidos de blanco con caretas y todos cubiertos. Fue impresionante, el área de los contagiados estaba ahí mismo, a unos cuantos pasos del área obstétrica.

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De finales de marzo a la fecha, el mundo se encuentra suspendido. Las actividades económicas y sociales que no se consideran indispensables, están detenidas. La interacción social, familiar y educativa, pendiente. Pero no todo puede esperar. En México, entre abril y junio de 2020 habrá 235 mil nacimientos, calcula el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva (CNEGSR) de la Secretaría de Salud. ¿Cómo están afrontando las mujeres embarazadas este reto extraordinario?

Al platicar con mujeres de diferentes edades y semanas de gestación (SDG), todas ellas coincidieron en que la pandemia del COVID-19 ha alterado, principalmente, su calendario de citas de control y seguimiento. Muchos hospitales públicos han cerrado el servicio de atención preventiva, lo que ha obligado a mujeres en gestación a llevar sus seguimientos en clínicas con médicos privados. Dulce, de 22 años con 31 SDG, dijo que estos últimos 2 meses que debo ir a cita, he acudido a particular pues mi clínica cerró las consultas de medicina familiar. Estoy a pocas semanas de pedir la licencia de maternidad y no sé cómo le vaya a hacer pues no me dan información de cuándo puedan regresar a actividades normales. Por su parte, Edelmira, de 31 años y 38 SDG, contó que el control del embarazo lo realizaba a través del ISSSTEen La Paz–, pero a partir de que inició la cuarentena la atención de especialidades de no-urgencia se canceló, por lo que tuve que realizar el seguimiento con un especialista particular. Quien no tenga acceso a ello por razones económicas o de cualquier tipo, se queda sin atención regular. Existe el servicio de urgencias, pero no de prevención.

Pero la contingencia sanitaria no sólo ha impactado el aspecto clínico de las mujeres gestantes, quienes destacan el aislamiento social como uno de los aspectos que más han resentido en esta pandemia al no poder llevar sus embarazos, partos y puerperios cobijadas de su familia y amigos. Mis papás son de edad avanzada, con diabetes e hipertensión y son considerados dentro del sector vulnerable, por eso nos hemos mantenido sin verlos prácticamente desde que empezó la cuarentena y, por la relación que mantengo con ellos, realmente es un apoyo que me hace mucha falta, obvio nos comunicamos por teléfono y redes sociales, pero nunca será lo mismo, detalla Edelmira.

Claudia: Una vez fuera del hospital solo tuve contacto con un miembro de mi familia, mi madre, quien estuvo a mi lado cuidando de nosotros. Por culpa del COVID mi bebé solo conoce las paredes de su hogar y a 3 personas —su papá, su abuela y a mí, su mamá—, los planes de mi familia de viajar a conocerlo quedaron inconclusos por la emergencia sanitaria. Mi bebé ya casi cumple 2 meses y nadie lo conoce en persona, solo ha recibido “amor virtual” por parte de mi familia y amigos. Hay días difíciles por el cansancio físico y mental de la soledad que siento, porque aunque sé que estamos rodeados de amor, también es bueno tenerlos cerca y sentir su presencia físicamente.

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Esta soledad se convierte en algo aterrador cuando acompaña el momento propio del parto, Ángeles, quien tuvo recientemente a su hijo en una clínica del IMSS, considera que su peor momento fue cuando no tenía quien la acompañara a tener a su bebé: no había nadie en la sala de espera, todo mundo afuera, solo las embarazadas podían estar ahí y solo para esperar que las atendieran. Y los familiares afuera.

Miedo al contagio

El 13 de abril, ​​​​​​​el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López Gatell, informó de 20 embarazadas infectadas con COVID-19 en México, de las cuales cuatro fallecieron. Aunque la cifra parece pequeña, muchas mujeres embarazadas están cambiando sus planes de parto por miedo al contagio en los hospitales públicos, donde se está atendiendo a los pacientes por COVID-19, sobretodo en aquellas que han registrado contagios al mismo personal médico, y defunciones por esta pandemia. Génesis, de 24 años y 12 SDG, lo tiene claro: de mi primer bebé me alivié en hospital público y en esta ocasión también me gustaría, pero como está la cosa tendré que sacar debajo de las piedras para poder parir en un hospital privado. Mi miedo es que en un hospital público hay demasiada gente y no quiero exponerme ni exponer a mi bebé.

De hecho, durante esta pandemia, los nacimientos han sido el servicio que más ha pedido el gobierno a hospitales privados dentro del convenio de subrogación de servicios médicos firmado con la Asociación Nacional de Hospitales Privados y el Consorcio Mexicano de Hospitales. El director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo, dijo en la conferencia matutina de presidencia del 28 de abril que en una semana habían derivado 159 pacientes, de los cuales, 127 fueron partos, embarazos y puerperios, y 22 cesáreas. Es decir, el 94% de lo que el sistema público ha enviado al privado. Sin embargo, esto no se ha concretado en todo México.

Edelmira: En cuanto al parto, estamos en espera —e incertidumbre— de ver la situación de la contingencia en la ciudad, y las condiciones de saturación y servicios del hospital en el momento que llegue la hora de que nazca. Si las condiciones son adecuadas acudiremos al ISSSTE, pero si existe algún problema o riesgo deberemos buscar alguna alternativa con un servicio de atención particular y asumir el costo de ello, que es considerable. Creo existe un programa de acuerdos entre los servicios hospitalarios de seguridad social, pero tengo entendido que aún no se han habilitado para la ciudad de La Paz.

Gestación en la crisis

Esta incertidumbre sobre las condiciones y riesgos de contagio al momento del parto son una constante, sobre todo en quienes no cuentan con el recurso económico para afrontar el gasto de una clínica particular. Al respecto, Jazmín, de 15 SDG, dijo me estresa el hecho de que con lo mal que está la economía me tendré que aliviar en el IMSS y me da mucho miedo que para ese entonces aún allá COVID ya que la clínica que me toca es donde tienen a los infectados por la pandemia.

A causa de la misma emergencia sanitaria se ha desatado una crisis económica para muchas familias que han reducido sus ingresos o incluso perdido sus empleos, como la familia de Oralia. La verdad si tengo miedo, mañana cumplo 36 semanas y me tocará atenderme en hospital público pues particular no podemos permitírnoslo, ya que a mí esposo lo descansaron desde hace 2 meses sin sueldo.

Me siento feliz –por mi embarazo— pero también triste al ver a mi esposo sin trabajo, ha llevado solicitudes de empleo a tiendas, fábricas, supermercados y en ninguna hay respuesta. Dimos por hecho que las cosas materiales son para sacarnos de un apuro y así nos hemos mantenido adelante en esta pandemia, vendido aparte extras que teníamos, señaló Génesis.

Y es que no solo se ha complicado el servicio hospitalario, a causa de la pandemia en muchos lugares trabajan con plantilla mínima por las restricciones de movilidad, lo que limita la generación de empleo, y muchas otras actividades permanecen cerradas, como oficinas de gobierno. Esto dificulta también los procesos administrativos que conlleva el tener un recién nacido en casa, como le sucede a Claudia: Mi hijo ni siquiera tiene nombre oficialmente ya que todo permanece cerrado y no lo he podido registrar, tampoco he podido darlo de alta en el seguro porque el acta es un requisito, tampoco tiene un lugar en una guardería por los mismos motivos. Hasta el día de hoy no he podido llevar a mi hijo al pediatra para una revisión y aclarar tantas dudas que tengo.

Ya la propia experiencia del embarazo, parto y puerperio suponen una alteración en la vida de la futura madre, que hace frente a cambios físicos y emocionales inherentes a su condición con la carga de estrés que esto supone, en algunos casos más o menos, dependiendo de su situación particular en lo económico, laboral, familiar y de salud. Ahora, vivirlo en medio de una contingencia sanitaria mundial, una pandemia que dicta un distanciamiento social, que ha resultado en pérdidas de empleo, que anticipa devaluaciones y obliga al encierro, sin contar las restricciones en los hospitales y clínicas a las que una mujer embarazada suele acudir al menos una vez por mes, es un reto inmenso.

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Nadie sabe ser padres en sí, es mi primer embarazo, el primero dentro de mi familia y de la familia de mi pareja, así que sumarle a eso la incertidumbre de una pandemia mundial, obvio da miedo por todo lo que puede pasar. Definitivamente hemos perdido muchos momentos que podrían ser mejores emocional, familiar y económicamente, pero hemos tratado de disfrutar el embarazo y estamos muy felices con ello, la cuarentena nos ha dado el tiempo de preparar la casa donde viviremos y crecer como pareja en todo el proceso, concluye Edelmira.

Génesis comparte estos buenos ánimos: trato de mantenerme tranquila para mi niña, y también para mi esposo. Espero en la vida que todo esto mejore, mi esposo tenía un buen trabajo, y deseo que vuelva a él, que todo mejore para que esta cría nazca con mucha salud y en un ambiente sin carencias.

El COVID me deja cosas buenas como disfrutar de mi hijo sola y ver que soy capaz de sobrellevar situaciones difíciles, finaliza Claudia.

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Ciudadanos siguen luchando desde la retaguardia contra el COVID-19

FOTOS: Cortesía

La Última Trinchera

Por Roberto E. Galindo Domínguez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). A inicios de abril escribí un texto que reseña la iniciativa de algunos ciudadanos para proveer de Equipo de Protección Personal (EPP) a paramédicos de diversas poblaciones y de la Cruz Roja, a bomberos y personal médico del IMSS y el ISSSTE, así como de Protección Civil.

Los artífices de esa iniciativa son Pablo Ahuja, Xchel Pérez, Frida Lara, Maru Brito y Mariana Fontanela, quienes han realizado la colecta de recursos económicos, la compra de los EPP y su distribución. Desde entonces y hasta mediados de mayo lograron lo siguiente:

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Para Equipo de Protección Personal (EPP) se colectó y empleó la cantidad de $171,170.90; las compras de los insumos se realizaron en México. Los donantes fueron ciudadanos de Alemania, España, Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y México. El material se ha distribuido de la siguiente manera.

Además de lo anterior, ante la crisis de hambre que ya se vive en varias zonas marginadas del municipio, ellos han iniciado colectas locales para la compra de alimentos y la dispersión de despensas entre las familias paceñas más necesitadas. En esta parte del combate ciudadano al coronavirus, ha sido fundamental la participación de Lewis Thomas, Jorge Aguirre y Siri Reyes. Hasta principios de mayo colectaron $33,700.00 de residentes de las colonias Centenario y Comitán; con esta ayuda económica han repartido despensas y artículos de higiene personal de primera necesidad entre 84 familias de escasos recursos de la zona, pero éstas no son las únicas que necesitan ayuda.

De acuerdo al desarrollo de la pandemia causada por el COVID-19 en nuestra entidad y tomando en cuenta las proyecciones del gobierno federal, así como las decisiones hasta ahora tomadas por la autoridades sanitarias municipal y estatal, en nuestra entidad la jornada de sana distancia se prolongará hasta mediados de junio y el regreso escalonado a las actividades económicas y sociales se pospondrá hasta nuevo aviso; por lo que aún es fundamental que aportemos donativos para resurtir de EPP a los paramédicos, así como a los bomberos y personal de Protección Civil, pues a nivel hospitalario se cuenta con el abasto de estos insumos provenientes de la federación.

Por otro lado, los esfuerzos municipales y estatales para repartir comida entre la población más vulnerable han sido insuficientes, como ha señalado el gobernador Carlos Mendoza Davis, por lo que tu ayuda es necesaria y si puedes hacer algo por nuestra comunidad realiza un donativo a:

Enlace para depósito vía PayPal:

https://www.paypal.me/xchelapp?fbclid=IwAR0FK4Ey3q-UOvdu9kOXva0gHHf6YpP5e9ECPjHLF0PUU86_tYif4gJ5c-4

A la tarjeta Bancomer 4152313177489122

Ambas a nombre de Xchel Aurora Pérez Palafox

En la lucha contra el COVID-19 no todas las batallas se libran en el frente hospitalario, hoy la lucha que paramédicos, bomberos y personal de protección civil libran en la retaguardia es fundamental; así mismo, muchos paceños combaten desde el aislamiento y el hambre en sus propias trincheras. Hoy más que nunca tu ayuda es fundamental. Aporta desde la distancia. Quédate en casa y no te arriesgues ni pongas en peligro a los demás en el espacio público.

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