El COVID-19 y la contaminación del aire en La Paz

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FOTO: BCSicletos

Hilo de media

Por Elisa Morales Viscaya

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). En las últimas semanas en la ciudad de La Paz, así como en el resto de México y gran parte del mundo, se ha establecido una jornada de sana distancia y aislamiento social, como medida para combatir el contagio del coronavirus COVID-19; entre las medidas implementadas, se ha restringido la movilidad de la población y se han suspendido gran cantidad de actividades públicas, laborales y sociales, permitiéndose únicamente aquellas que representan una actividad esencial para la subsistencia, lo que ha reflejado una disminución en la cantidad diaria de vehículos que circulan por la ciudad.

En ese tenor, y siendo que desde el año pasado se denunció que  el 70% de las emisiones de GEI proviene de la utilización de automóviles, el colectivo BCSicletos realizó un estudio comparativo de datos de la calidad del aire en la ciudad de La Paz que fueron obtenidos por su programa de monitoreo, para conocer los impactos en la contaminación debido al aislamiento social por la pandemia del COVID-19.

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BCSicletos Colectivo de Ciclismo Urbano, es una AC que opera en la ciudad de La Paz desde el 2009, y se define a sí mismo como un grupo de ciudadanos profesionales que desarrollamos y ejecutamos estrategias para resolver las problemáticas de la movilidad en la ciudad de La Paz; entre sus objetivos, que podemos encontrar declarados en su sitio web, destaca la meta de mejorar la mala calidad del aire de la capital sudcaliforniana.

Para lograrlo, desde hace cuatro años el colectivo monitorea la calidad del aire a nivel de calle con una metodología única en el país, para poder contar con información certera sobre donde se encuentran las zonas más contaminadas.  Alex Águila, coordinador de programas de dicha organización, explicó en entrevista para La Jornada, que este monitoreo se lleva a cabo a través de un sistema móvil, basado en el uso de bicicletas, que registran los niveles de contaminación emitidos por los autos, especialmente el monóxido de carbono, el dióxido de nitrógeno y las partículas menores a 10, 2.5 y una micras.

Por otra parte, a través de un comunicado de prensa, el colectivo informó que los datos correspondientes al monitoreo realizado con una estación fija en el barrio El Manglito, muestran una caída clara en la concentración de partículas con tamaño entre una y diez micras (PM1-10) a partir del día 13 marzo, fecha en la que inició el confinamiento social y la campaña Quédate en Casa.

Asimismo, detallan en el comunicado, mediante el procesamiento de datos generados durante recorridos de una ruta fija de 11km, entre el 24 de febrero y 28 de abril y, utilizando un monitor de diseño propio; se pudo observar que las concentraciones de Monóxido de Carbono (CO) y Dióxido de Nitrógeno (NO2) no alcanzaron los límites máximos registrados en meses anteriores, mostrando una baja de concentración de agentes contaminantes provenientes de vehículos automotores.

Esta disminución de contaminantes es relevante incluso en el contexto de prevención de la enfermedad del COVID-19, dado que hallazgos tempranos indican que los contaminantes relacionados con los automóviles, en especial el dióxido de nitrógeno, tienen una correlación directa con el aumento en el riesgo de muerte por dicha enfermedad.

Con estas observaciones, concluyen, se puede hablar de un beneficio en la calidad del aire por la disminución de circulación de vehículos en vialidades principales de La Paz, sin embargo, sigue teniendo una concentración importante de contaminantes en el aire que respiramos.

Dióxido de Nitrógeno y COVID-19

Investigadores de la Universidad Martin Luther Halle-Wittenberg en Alemania, presentaron un estudio preliminar en la revista Science of the Total Environment que indaga en la relación entre la exposición a largo plazo al dióxido de nitrógeno (NO2) y la muerte por coronavirus, concluyendo que “los resultados indican que la exposición a largo plazo a los óxidos de nitrógeno puede ser uno de los factores más importantes en la mortalidad causada por el virus COVID-19 en estas regiones y tal vez en todo el mundo”.

De igual manera, la Harvard TH Chan School of Public Health de Boston analizó la calidad del aire en 3.000 condados de EEUU, que abarcan el 98% de la población del país concluyendo que un incremento de solo un microgramo por metro cúbico de partículas de grosor 2.5 basta para producir un aumento del 15% en la tasa de mortalidad del COVID-19”, afirman los autores.

En relación con las partículas en suspensión, un grupo de médicos italianos de la Universidad de Bolonia, publicaba el pasado 20 de marzo un comunicado señalando que se podía relacionar la rápida propagación del coronavirus en el norte de Italia, especialmente en Padania, con alta contaminación por partículas del área.

Lo cierto es que el dióxido de nitrógeno (NO2) es un contaminante del aire que daña el tracto respiratorio humano. Las consecuencias que tiene sobre la salud de las personas están relacionadas con enfermedades respiratorias y cardiovasculares y los datos revelan que las regiones con niveles de contaminación permanentemente altos tienen significativamente más muertes que otras regiones.

No obstante, los propios investigadores señalan que “se trata de trabajos preliminares y este tipo de estudios, basados en correlaciones entre unos indicadores y otros, no es posible certificar de forma rotunda la relación de causalidad. Sería necesario añadir más evidencias para ello y examinarse para otras regiones y ponerse en un contexto más amplio”. La correlación entre la polución y el mayor porcentaje de posibilidad de muerte por COVID-19 aún está siendo investigada en diversos lugares del mundo.

Calidad del aire en La Paz

De acuerdo al ProAire BCS 2018, las fuentes móviles son las responsables de la emisión del 93% del monóxido de carbono (CO) y del 41% de los óxidos de nitrógeno, por lo que es de esperarse que al verse reducida la cantidad de vehículos en circulación, los niveles de concentración de estos contaminantes en la capital sudcaliforniana disminuyeran.

Esto fue comprobado en el último monitoreo realizado por BCSicletos, en cuyo reporte señalan haber observado que, al respecto de los niveles de óxido de nitrógeno, el promedio máximo corresponde a 0.73ppm; es decir, 0.03ppm menos que en noviembre del año pasado; en cuanto al Monóxido de Carbono, se registró un promedio máximo de 46.3ppm, lo que significa 18.4ppm menos.

Desafortunadamente, concluye el citado reporte, “si bien hubo una reducción en las concentraciones de los agentes tóxicos que fueron monitoreados, también es cierto que todavía no se alcanza a tener un aire limpio de acuerdo a estándares nacionales o internacionales. En La Paz, seguimos respirando un aire con alta presencia de CO y NO2 proveniente de fuentes móviles”.

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.

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Elisa Morales Viscaya

Nacida en La Paz de los ochentas. Maestra en Administración de Empresas por el Instituto Tecnológico de La Paz; Licenciada en Derecho por la Universidad Autónoma de Baja California Sur; editora y reportera web en CULCO BCS. Escritora por afición y ciudadana del mundo.

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