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El virus que está amenazando a Dios

FOTO: Archivo

Colaboración Especial

Por Pablo Chiw

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). En este mundo que usted y yo habitamos, Dios se llama dinero. Hablamos del Dios neoliberal, aquel que decide el futuro de las naciones, que quita y pone gobiernos a voluntad. Ayer Haití, antier Nicaragua, anteayer Chile, y así continua en la cronología histórica de las democracias aniquiladas. Dios se llama dinero y el virus le ha desafiado.

El poder de Dios no ha podido

Los países más poderosos, los laboratorios más sofisticados, las supercomputadoras, los millones de dólares, las mentes más brillantes, vacunas, medicamentos y respiradores han sido insuficientes para derrotar al virus. El poder de Dios no ha podido comprar la cura, y el virus amenaza seriamente con volverse El Alfa y El Omega. Dios está en peligro.

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Son malas noticias

Somos, prácticamente, esclavos del poder. Hemos soñado apasionadamente la caída de uno de los dioses más mezquinos que la humanidad se ha inventado; ver a ese Dios caer debería ser motivo de celebración, pero son malas noticias.

Las tribus mundiales del precariado moriremos primero

Somos cuerpos desnutridos, infancias que bebieron más Coca-cola que leche materna, bolsillos que alcanzaron para dos hates callejeros, pulmones expuestos a emisiones prohibidas por normas internacionales, somos carnes predispuestas a la diabetes, la hipertensión y el cáncer. Sistemas inmunes tan deprimidos como los niños que nos quedamos completamente solos mientras papá y mamá trabajaron turnos de doce o catorce horas para traer al hogar la mirada caída y un salario mínimo dictaminado por la miserable voluntad de Dios. ¿Qué esperanza tiene tu sistema inmune frente a un organismo que ni Dios dinero ha podido detener?

Nuestro enemigo, el virus

Hablamos de una criatura infecciosa, insidiosa y hasta ahora indetenible. El virus penetra en el territorio más íntimo, se alimenta de nuestras entrañas, de nuestros tejidos. Aquí adentro confabula, se esconde y se transforma para seguir conquistando al estilo inglés nuestros territorios. Un ente que muta, tal como el T-1000 en la historia del Terminator, un exterminador implacable vestido de policía de Los Ángeles que se vuelve líquido como el mercurio y desarrolla dentro de sí, nuevas armas para asesinar.

De la misma manera, el virus cambia sus formas, hace con su materia instrumentos precisos para aumentar la velocidad de su propagación, proteínas que le sirven de picos, va aferrado, escalando, avanzando sobre la cajuela de un vehículo que acelera con la esperanza de escapar.

Nuestras armas no funcionan

Históricamente, hemos confiado en nuestros sentidos para protegernos. ¿Cuántas veces hemos visto de reojo aquel coche que estuvo a punto de arrebatarnos la vida? ¿Cuántas veces hemos olido el gas que nos hizo cerrar el tanque y abrir las ventanas? ¿Cuántas veces hemos recibido el disparo de adrenalina que nos hizo saltar la barda o pelear cual animal salvaje? En esta ocasión, no tenemos vista, olfato, tacto, gusto, ni audición para protegernos. Nuestros sentidos no son defensa frente al coronavirus, quien piense lo contrario avanza entre la suerte y la muerte, de hecho, quien piense lo contrario, en realidad no está pensando.

Si nuestra única defensa es pensar, estamos perdidos

De hecho, existe una rama de la psicología que se llama Psicología de la Irracionalidad, en resumen, estudia los motivos por los cuales, las personas tenemos esa marcada tendencia a tomar decisiones absurdas. Voy a simplificar al máximo la explicación con una analogía. El tanque de gasolina de un Sedán, generalmente, tiene la capacidad de contener unos mil pesos de gasolina, o sea, 50 litros: ¿cuánto le pones regularmente?

Pensar es cansado y lo evitamos a veces, a toda costa. Ser racional implica seleccionar las fuentes más confiables de información, asimilarla y actuar en correspondencia. Vamos, significa atreverse a ser impopular.

El terror a la impopularidad

Dentro de nosotros, alguien observa, evalúa que tan cool somos, hacemos o nos vemos. Estar en gracia frente a los demás es más importante que estar vivos. No exagero. Sabemos que los cascos salvan vidas, aún así, galopan galanes en sus potros de hierro, sin casco, sin protecciones y en chanclas: irracionalidades a exceso de velocidad.

Si a nuestra cotidiana irracionalidad, le agregamos nuestra emocionalidad, entonces estamos fritos. Algunos estudios señalan que nuestra inteligencia cae entre diez y 15 puntos cuando experimentamos emociones intensas, para las personas con inteligencia promedio significaría pasar a la categoría inferior.

El miedo a ser impopular, también es una emoción, dejarse el cubrebocas cuando todo el mundo lo ha desechado, nos arroja al abismo de lo impopular, de los inadaptados. Yo nunca quise ser el pendejito con casco cuando andaba en la bicicleta, ni la única que no tomaba cuando entré a la Universidad. Pero, una descalabrada o una resaca de aquellas, no se compara con perder la funcionalidad de los pulmones. Se trata de pensar, no de imitar, recordemos: el enemigo es el virus y es mortal.

Cuando te toca, te toca

Aunque no lo creas, las frases preelaboradas juegan un rol importantísimo en la vida de las personas a la hora de tomar decisiones complicadas. Mejor dicho, las frases preelaboradas sustituyen el proceso racional para tomar decisiones. ¿Cuántas veces has visto a alguien resolver un dilema con alguna de las siguientes frases?

“De algo nos vamos a morir”

“Cuando te toca, ni aunque te quites, cuando no te toca, ni aunque te pongas”

“Sale peor si te preocupas”

“No pasa nada…”

Nuestras mentes odian asumir la responsabilidad de los actos propios, cuando el deseo quiere lo que el yo consciente rechaza, entonces las frases preelaboradas se convierten en un bastón que sostiene y legítima al deseo, brincándose la determinación responsable del yo y con ello, la culpa.

Mi consejo: se impopular si quieres vivir

Toma una decisión racional basada en fuentes legítimas, si decidiste asistir a un lugar define lo que harás y lo que no harás, si decidiste no quitarte el cubrebocas mantén tu decisión, aunque nadie más lo haga. Si notas que hay demasiadas personas en un espacio y no se puede respetar la sana distancia, entonces retírate. Si vas a un encuentro donde habrá personas que desatarán en ti una respuesta emocional, entonces recuerda que tu inteligencia pudiera reducirse, mantente firme en tus protocolos. Si vas a tomar alcohol recuerda que será mucho más difícil mantenerte y mucho más fácil mandar tu seguridad al carajo abrazándote de un “cuando te toca te toca weeeey…”

Si estás en el trabajo, invierte en un cubrebocas de buena calidad, determina cuales son las principales actividades que implican mayor riesgo y busca una forma para anularlo. Si el cliente deja la propina en la mesa, se consciente que puede estar infectada, mejor deja un botecito y que allí se contengan las propinas, para luego desinfectar apropiadamente.

El Dios Mezquino

El Señor del Capital es mezquino, ya se dijo dispuesto a sacrificar nuestras vidas con tal de salvar la economía, su economía. Ninguno de estos señores te donará un pulmón, de la misma manera en la que nunca te han repartido las ganancias al final del año. Sólo quiero que sepas, que tú vales más que el sueldo miserable que ni siquiera te alcanza para consumir holgadamente en su negocio. No le debes lealtad a una empresa que no cuida el aforo, que te paga un salario mínimo, que te pide que arriesgues tu vida cuando ni siquiera te tiene en el Seguro Social. Si algo se va a perder, que sean ganancias, pero no más vidas.

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.




Trastornos de ansiedad, principales afectaciones por pandemia en BCS: Psicóloga

El Beso de la Mujer Araña

Por Modesto Peralta Delgado

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Ataques de pánico, ansiedad generalizada y miedo a contagiarse de COVID-19, son algunas de las principales afectaciones que ha atendido Salud Mental, de la Unidad de Especialidades Médicas (UNEME), a partir de la contingencia creada por la presente pandemia en BCS.

Sobre estas afectaciones psicológicas, derivadas principalmente por los encierros y paralización de actividades para evitar la propagación del coronavirus en La Paz y otras ciudades de Baja California Sur, CULCO BCS realizó una entrevista con la psicóloga Gladys Alvarado Ojeda. Además, le preguntamos por las posibles explicaciones, a nivel psicológico, del porqué aún hay personas que parecen no atender las medidas para evitar contagios masivos.

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Alvarado Ojeda es psicóloga clínica por la Universidad Internacional de La Paz, y actualmente atiende por diversas herramientas en línea a quienes solicitan ayuda. Salud Mental de la UNEME, pertenece a la Secretaría de Salud, y está ubicada en Avenida los Deportistas entre Luis Donaldo Colosio y Dátil, frente al Ayuntamiento de La Paz. La responsable de las unidades es Martha Zaida Diego González.

Hemos de suponer que a partir de la pandemia COVID-19, han atendido a más personas en BCS. ¿Cuántos pacientes han atendido en comparación con el año pasado? El número de personas atendidas en el año 2019 fue de 3556 en total, actualmente en el primer trimestre del año se atendieron 893 y se está haciendo la contabilidad del segundo trimestre ya que la metodología para cuantificar es diferente en línea.

De manera general y respecto a la presente contingencia, ¿cuáles son los principales síntomas, afectaciones o diagnósticos de salud mental de quienes buscan su servicio? Se han manifestado con más frecuencia trastornos de ansiedad en sus diferentes manifestaciones (ataques de pánico, ansiedad generalizada, miedo a enfermar o contagiarse) dificultad para lidiar con el estrés, incertidumbre ante la pandemia y confinamiento. Depresión y relaciones en situación de violencia.

¿Cuáles han algunos de los casos más críticos? Hablando de situaciones críticas en los casos que he atendido, en lo personal me  conmueve bastante cuando me enfrento a niños que se encuentran en situaciones vulnerables, abandono de sus padres por ejemplo, ya que muchos se quedan al cuidado de sus abuelos quienes tienen dificultades o limitaciones físicas, económicas y no cuentan con herramientas o recursos personales para apoyar por completo a estos niños tan vulnerables y que presentan situaciones emocionales a veces muy complicadas, desafortunadamente esto es muy frecuente.

¿Cuáles son algunas de las principales acciones que realizan con los pacientes? ¿Qué retos les ha significado que toda la atención sea en línea o por teléfono? Tomando en cuenta la situación actual se ha diversificado el trabajo de atención presencial a la modalidad por línea: videollamadas o llamadas telefónicas; talleres y pláticas de psicoeducación a través de la plataforma Zoom y a través de Facebook; se ha observado que las personas responden positivamente a este tipo de servicio y se ha llegado a mayor cantidad de población; hemos visto la importancia y la necesidad de actualizarnos en las nuevas tecnologías y manejo de herramientas digitales como apoyo a  nuestro trabajo en línea. Lo más complicado ha sido la falta de equipos modernos pues la tecnología ha superado a los equipos con los que contamos. No sabemos la fecha exacta de la consulta presencial, pues se están tomando en cuenta las necesidades de protección tanto para el personal como para los pacientes (protocolos e instalaciones). De igual manera aunque se inicie a atención presencial, continuaremos con atención en línea pues ha dado buenos resultados y nos permite llegar a más personas.

FOTO: Roberto Galindo

Desobediencia civil

Al preguntarle también sobre qué factores se puede deber que todavía algunas personas no crean en esta enfermedad, y el que aún muchas no lleven a cabo las medidas recomendadas para evitar contagios, Gladys Alvarado señaló que, desde el punto de vista de la psicología podrían existir dos factores opuestos: la negación y el miedo a lo desconocido.

Uno de los mecanismos de defensa a nivel inconsciente para defendernos del peligro es la negación, por ejemplo la negación del peligro, el pensar esto no va conmigo, esto no me va a pasar a mí, cuesta trabajo percibir una amenaza que no es directamente observable, no hay aún estudios en concreto del comportamiento del virus, se dicen muchas cosas y para mucha gente esta información es contradictoria, entonces se activa el mecanismo de defensa y es común que nieguen una realidad que todavía no es  aceptada y procesada. La negación de la realidad intenta liberarnos de la angustia y convencernos de que lo que está sucediendo no existe o que es algo que le puede pasar a los demás y no a uno mismo.   En algunas personas hay un efecto contrario ante el miedo a lo desconocido y sentir angustia y ansiedad por lo que suelen actuar con imprudencia e irresponsabilidad. Un dato importante que se ha observado de manera general es que quienes tienen mayor nivel de estudios, suelen tener mejores medidas de cuidado y protección.

Según la página oficial coronavirus.bcs.gob.mx del Gobierno del Estado, a la mañana de hoy 19 de agosto se contabilizan en total 6,407 casos de COVID-19: 310 fallecidos, 3,529 recuperados, 2,568 activos y 191 sospechosos en los cinco municipios de BCS. La Paz concentra el mayor número de casos con 151 defunciones, 1496 recuperados y 1488 activos; le siguen Los Cabos con 98 muertes, 1053 recuperados y 867 activos; Mulegé: 20, 520 y 58, respectivamente; Comondú: 37, 271 y 113; y Loreto: 4 fallecimientos, 189 recuperado y 42 casos activos

 

Si una persona de cualquier parte del Estado necesita atención psicológica —especialmente, aunque no sólo por la pandemia en BCS—, UNEME autorizó publicar el teléfono (612) 1211444, en La Paz, para mayor información y citas. En Los Cabos, el teléfono de atención es (624) 1424496.

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.




Baja California Sur en la etapa más crítica de la pandemia

FOTOS: Roberto E. Galindo Domínguez

La Última Trinchera

Por Roberto E. Galindo Domínguez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Con más de dos mil contagios acumulados, alrededor de mil enfermos activos y menos de mil pacientes recuperados de la COVID-19, Baja California Sur enfrenta el momento más crítico de la pandemia causada por el nuevo virus SARS-CoV2, en cuanto a la dispersión de la enfermedad. Y por si fuera poco, todo parece indicar que con las recientes reaperturas laborales y de actividades sociales en el espacio público la escalada de contagios no disminuirá pronto. Más aún, cuando muchos sudcalifornianos no respetan las nuevas normas de convivencia social, que implican la sana distancia entre los ciudadanos así como el uso de cubrebocas y el estornudo de etiqueta, entre otras.

En los niveles de gobierno estatal y municipales no están funcionando las acciones para contener los brotes infecciosos, tan es así que en Mulegé y Comondú aumentan precipitadamente el número de contagios y en Loreto, que durante un par de meses permaneció libre del virus, solamente en lo que va de junio y julio ya acumula más de ciento veinte casos. En Los Cabos el incremento en los contagios parece disminuir en cuanto a la velocidad de propagación y ya ha sido superado por La Paz, que actualmente acumula el mayor número de casos de enfermos activos, pacientes recuperados y decesos.

 

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Sudcalifornia enfrenta la etapa más crítica del ascenso de la pandemia, y aquí cabe preguntarnos ¿cuál es la estrategia para contrarrestar los efectos del coronavirus a nivel estatal? Ya que mientras los comunicados del gobernador Carlos Mendoza resaltan que Baja California Sur se encuentra en los últimos lugares de casos de contagios a nivel nacional, omite decir que la entidad se ubica en los primeros lugares de tasa de incidencia de acuerdo a su reducido número de población en comparación con el resto de las entidades federativas; también omite mencionar que nuestra entidad se encuentra en los primeros lugares de incremento en el porcentaje de contagios; es decir, en la etapa de la curva de mayor y más rápido ascenso. Y aquí las predicciones de los especialistas estatales de que ese momento sería a mediados de junio ya quedaron rebasadas por mucho y, ahora con el regreso al espacio público, el panorama inmediato no es nada halagador.

Y es que con una campaña mediática que invita a la población a escuchar menos noticias, pero que la bombardea con los halagadores discursos del Gobernador sobre la parcial situación de Sudcalifornia frente a la pandemia, se crea en el escucha una sensación de falsa seguridad ante una crisis que muchos son incapaces de visualizar. Además, el súpersemáforo de seis colores -reinventado a partir del federal de cuatro- que el Gobernador implementó para controlar el proceder de los sudcalifornianos sólo ha servido para dos cosas: para tener un semáforo más fregón que el del gobierno federal y para que la mayoría de los sudcalifornianos se pase las tonalidades rojas y naranjas como se pasan los altos de los cruceros, sin detenerse y constantemente.

En la calle se observan negocios abarrotados, clientes sin cubrebocas y sin guardar la sana distancia, trabajadores de la construcción dando la faena como si no hubiera crisis sanitaria, parroquianos en los bares, perdón por la confusión, restaurantes, sin la más elemental distancia y gesto de sanidad para con el prójimo. Y lo mismo sucede en mercados, cafeterías, fondas y en la tiendita de la esquina.                                                                                         

En cuanto al gobierno municipal de La Paz, baste decir que Rubén Muñoz ha dado positivo a SARS-CoV2, seguramente a pesar de haber observado estrictamente los mismos lineamientos que él y el Gobernador nos impusieron; aunque se habla en los medios y en los pasillos de las dependencias que ha realizado reuniones públicas y privadas sin observar las normas de distanciamiento, seguramente falsos comentarios de sus adversarios envidiosos. Pero lo que sí les puedo asegurar es que la incompetencia de la autoridad municipal es de tal magnitud que ante la imprudencia de los paceños, incapaces de visitar las playas en orden y ejerciendo las nuevas normas de convivencia, no pudieron garantizar un aforo reducido y como consecuencia las playas, tras una fugaz reapertura, han sido cerradas nuevamente.

Es así que nuestras autoridades estatales y municipales demuestran no tener ninguna estrategia particularizada para la entidad ni los municipios y sólo parecen replicar las instrucciones federales con más adornos y con más restricciones, pero en ninguno de los dos casos son capaces de hacer que tales medidas sean observadas por la mayoría de la población. Y aquí cabe resaltar que la incompetencia y la ignorancia de muchos sudcalifornianos nos está ayudando a incrementar los contagios y los decesos; pero no se preocupen conciudadanos, aún tenemos libres el 75% de las camas para hospitalización, las regulares y las intensivas, así que dense gusto en el intercambio de saliva y gases respiratorios a menos de dos metros de distancia, pues muchos más aún pueden ser entubados y entonces sí, sálvese el más sano.

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Teorías conspirativas sobre el coronavirus. La otra pandemia

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Hilo de media

Por Elisa Morales Viscaya

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). La del COVID-19 es la primera pandemia de la era digital. Esto ha traído innegables ventajas ante la contingencia como la posibilidad de mantener la educación a distancia, el e commerce, la posibilidad de trabajar desde casa para un sector de la población y el seguimiento casi al minuto de la evolución de esta emergencia sanitaria. Sin embargo, con la misma facilidad y rapidez con que se transmite la información, se difunden las llamadas Fake News en torno al coronavirus, así como teorías de conspiración que aumentan el desasosiego social.

Entre las más retorcidas de estas contamos a las teorías de conspiración médicas, notoriamente perversas ya que contribuyen a sembrar la desconfianza en el personal médico que se convierte en el “enemigo” que comete “infamias” ordenado por un “maligno” poder superior –el gobierno, la industria farmacéutica o la mafia. Si bien algunas de estas teorías de conspiración pueden parecer graciosas de manera superficial, lo cierto es que sembrar desconfianza en el personal médico y servicios hospitalarios puede terminar de manera trágica, siendo que en México se han reportado incluso ataques al personal de salud.

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Me quieren robar el líquido de las rodillas

En mayo, fue viral en redes sociales una cadena mencionando que el COVID-19 es falso y en realidad los médicos están matando a los pacientes para robarles el líquido de las rodillas para venderlo a la mafia por millones. Este rumor fue tan sonado que incluso el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se pronunció al respecto en su conferencia matutina del 4 de mayo.

Lo cierto es que esta cadena tiene su origen en San Luis Potosí, donde en el año de 2017 una mujer interpuso una denuncia por negligencia médica asegurando que en el hospital le habían extraído el líquido de sus rodillas y esto le hizo perder la movilidad de las articulaciones. Denuncia que no prosperó por falta de pruebas, pero su historia revivió adaptada a la pandemia del 2020.

Esta teoría conspirativa es falsa e inverosímil. El llamado líquido de las rodillas es en realidad líquido sinovial, y todas las articulaciones como rodillas, codos y dedos lo tienen; si bien este líquido sí es muy importante ya que permite la movilidad y evita el desgaste de las articulaciones, el doctor Víctor Manuel Rodríguez, profesor adscrito al Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UNAM, explicó al medio Animal Político que se realiza su extracción como una práctica médica común para realizarle análisis cuando hay una alteración en una articulación “pero no existe, bajo ninguna circunstancia, la posibilidad de usar ese líquido para nada más. Una vez que se extrae no se puede usar para otra cosa más que para el estudio”, comentó al medio de comunicación.

Agregó que, cuando el paciente está muerto, la extracción del líquido sinovial no tiene ningún sentido porque el líquido ya no sirve. Además, dijo que cada persona produce su propio líquido y  no existe la necesidad de ponerle líquido a nadie.

Los matan y dicen que fue COVID-19

En redes sociales se puede encontrar quienes afirman que el coronavirus no existe, e incluso que los médicos están inyectando a los pacientes para matarlos y contarlos entre los fallecidos por COVID-19. Esto surgió a partir de que el 1 de mayo se viralizó el video de una familia en Ecatepec, Estado de México, en el que se observa como agredieron al personal del hospital y gritaban que “los están matando”. Además, los acusaban de “inyectar algo” a los pacientes para provocar su muerte.

El principal argumento en que se sostiene esta teoría conspirativa es que los pacientes llegan “bien” al hospital y en cuestión de pocos días o incluso horas después de su internamiento, les informan de su fallecimiento. Además, suelen sostener que su presencia en el hospital se debía a una dolencia no respiratoria, por lo que les sorprende y no creen en el diagnóstico final que señala el coronavirus como causa del fallecimiento.                                                         

Los hechos ocurridos en Ecatepec llamaron al secretario de salud, Hugo López-Gatell a realizar las aclaraciones pertinentes. En conferencia del 3 de mayo, señaló que “la pérdida de oxigenación en la sangre puede ser muy acelerada, de tal suerte que una persona puede ser vista en este momento como capaz de realizar todas sus actividades, puede caminar, puede platicar, puede moverse, no se siente mal y en pocas horas, pocas horas es dos, tres, cuatro, seis horas, puede estar en una situación extremadamente grave y necesitar intubación para tener soporte de respiración artificial, esto es lo que técnicamente se le llama ventilación mecánica invasiva, y esto puede conducir también a la pérdida de la vida”.

Además de lo anterior, el doctor Víctor Manuel Rodríguez Molina, explicó que el SARS-COV-2 también produce que nuestro sistema inmunológico intente defenderse del ataque del virus, lo que puede provocar una reacción inmunitaria que puede dañar otros órganos. “Esto no es culpa de nadie es una respuesta del organismo.

Si además tienen alguna otra enfermedad, la respuesta del mismo organismo puede acrecentar el daño” explica, por lo que los pacientes pueden morir en cuestión de horas por lo que a simple vista es otro padecimiento, pero desencadenado como una reacción al coronavirus. Por lo que sí, ese infarto es parte de la estadística de fallecimientos por COVID-19, porque lo provocó.

Se cura con miel y limón

O con gárgaras de bicarbonato, o tragando ajos enteros o bebidas calientes. Circula en redes sociales una gran cantidad de remedios caseros que curan o previenen el coronavirus, señalando la falta de reconocimiento de estas medidas por parte de los médicos a intereses económicos de la industria farmacéutica, dado que estos remedios caseros serían mucho más baratos. Este fenómeno se ha dado a nivel internacional, lo que incluso obligó a la Organización Mundial de la Salud a emitir un comunicado al respecto para desmentir estos supuestos remedios.

Aunque algunos de estos supuestos remedios no hacen daño a quien los practica, la viralización de estas prácticas banaliza la pandemia y genera que la población relaje las medidas sanitarias que de verdad pueden llegar a prevenir la propagación del virus. Aunque también se ha dado el caso que algunos remedios caseros incluyen componentes peligrosos para la salud que pueden provocar la muerte de quien los toma.

A estas teorías conspirativas se suman muchas más, que junto a las noticias falsas significan una segunda pandemia a la que nos enfrentamos, debido a la facilidad y rapidez con la que se propagan, y al impacto que pueden generar. El tema es tan importante que incluso la OMS ha acuñado el término infodemia para referirse a ellas, dado que en el contexto actual la desinformación representa un problema que agrava la pandemia, al tener la capacidad de poner en riesgo la salud e integridad de las personas.

Cada uno de nosotros tiene el poder de parar la difusión de estas teorías conspirativas. Simplemente, si no se puede verificar la fuente de la información o no se tiene la certeza de su confiabilidad, es necesario evitar compartir el contenido. Así se rompe la cadena de desinformación y contribuimos a que menos personas puedan verse afectadas.

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100 días de encierro. Crónica del hartazgo

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Hilo de media

Por Elisa Morales Viscaya

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Desde que comenzó la cuarentena en México —oficializada como Jornada Nacional de Sana Distancia (JNSD)—  el 23 de marzo, han pasado ya cien días. Aunque las medidas de restricción de movilidad han variado según la autonomía estatal, lo cierto es que en mayor o menor medida, todos hemos sufrido un cambio de rutina que para muchos ha sido duro de sostener.

Para los mexicanos, todo comenzó el 28 de febrero, cuando el gobierno de la Ciudad de México confirmó al primer enfermo por COVID-19 en el país: una persona de género masculino que había viajado a Italia, donde se contagió. Desde ese momento, las autoridades y medios de comunicación comenzaron a monitorear y comunicar diariamente el avance de la pandemia en este país. Tuvimos el primer fallecido por esta enfermedad el 18 de marzo.

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En una primera instancia, la JNSD implicaba la suspensión temporal de las llamadas actividades no esenciales, dando inicio como un adelanto del periodo vacacional de Semana Santa para las escuelas y muchas oficinas de gobierno. Al día siguiente de iniciada, el gobierno federal decretó el comienzo de la fase 2 de la pandemia, tras registrarse los primeros contagios locales. En aquel entonces, se dijo que el confinamiento concluiría el 19 de abril. Las primeras preocupaciones de la población no se hicieron esperar, el turismo y la aviación fueron los sectores golpeados inmediatamente.

De inicio el gobierno federal manejaba un mensaje positivo, casi rayando la inconsciencia cuando el 19 de marzo el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) muestra una estampa como “escudo protector” ante la pandemia; el mismo fue captado en diversas ocasiones rechazando gel antibacterial o no respetando la “sana distancia” durante sus apariciones públicas. El mensaje era claro.

En esta primera etapa comenzaron los actos de pánico en algunos sectores de la población, entre los que fueron virales las compras masivas de papel higiénico y productos desinfectantes, iniciando la psicosis del desabasto en la población, que significó que personal médico tuviera serias dificultades para adquirir equipo de protección sanitaria y desinfección.

El 30 de marzo se catalogó al COVID-19 en México como emergencia sanitaria, la JNSA se alargó por primera vez al 30 de abril, para postergarse hasta el 30 de mayo. El 21 de abril inició la fase 3 del coronavirus en nuestro país, con un incremento notable en el número de contagiados y fallecidos.

Sin embargo, a pesar de que la pandemia se recrudecía, también fue en esta temporada que comenzó a ser evidente que un buen sector de la población no estaba dispuesta a sacrificar ciertas cosas no esenciales, con pandemia o sin ella. La escasez de cerveza, por ejemplo, fue un factor que desató aglomeraciones en los sitios que vía redes sociales informaban que aún contaban con este dorado líquido. Incluso, en su desesperación, murieron más de 130 personas por consumir bebidas alcohólicas adulteradas.

De igual manera, las fechas especiales de la temporada como el Día del Niño y el Día de las Madres, fueron motivo suficiente para que muchas personas decidieran dejar de lado las precauciones para organizar reuniones y festejos, aunque estuviera indicado no realizarlos. Por supuesto, esta conducta masiva derivó en un repunte de los casos de contagio por COVID-19.

Para el 30 de mayo, la JNSD oficialmente concluyó, aunque algunos municipios llamados “de la esperanza” —aquellos que no presentaron contagios—, dejaron la cuarentena y pudieron regresar a sus actividades cotidianas días antes, el 18 de mayo.

A partir del 1 de junio, México implementó un sistema de semáforo en los estados y municipios de acuerdo a su índice de contagios, este semáforo señala quienes pueden volver a las actividades y quiénes no.

BCS a la alza

Baja California Sur el 1 de junio regresó la actividad minera y de la construcción, con medidas sanitarias específicas, dando el primer paso hacia la “Nueva Normalidad”, aún a pesar que los contagios de coronavirus, lejos de disminuir, aumentaban. Para el 16 de junio, el Comité Estatal de Salud autorizó la reapertura de las actividades económicas no esenciales, incluyendo la apertura de playas y algunos espacios públicos, con un límite de aforo.

De nueva cuenta, tal como sucediera en abril y mayo, un amplio sector de la población decidió no cumplir con las medidas de seguridad y, en consecuencia, para el 18 de junio el número de contagios aumento al 100% en BCS, y el de fallecimientos un 34%.

El pasado fin de semana, en redes sociales se viralizó la evidencia fotográfica de que el límite de aforo de las playas no es respetado. En la vía pública se aprecian muchas personas circulando sin cubrebocas, y al asistir a los comercios muchos nos hemos visto en la necesidad de recordarle amablemente a otras personas que guarden su 1.5 metros de distancia.

Foto: Bismarck Moyrón

FOTO: Bismarck Moyron

A 100 días de iniciado el confinamiento, un sector de la población está en la calle sin protección y no por motivos prioritarios de trabajo, salud o alimentación. Todavía, circulan memes ridiculizando el hecho de que la curva no llega al famoso pico, cuando lo cierto es que no se alcanza este punto álgido de contagio porque a cada semana continúan en aumento los casos. Y aumentan porque seguimos repitiendo los errores de marzo, minimizando la pandemia. Repetimos los errores de abril y mayo, aglomerándonos e ignorando las medidas de seguridad sanitaria.

¿Qué más tiene que pasar para que tomemos conciencia?

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