A botepronto
Por Gladys Navarro
La Paz, Baja California Sur (BCS). Este día a mí me sirve para deprimirme más porque muchos de los “logros” que tenemos hoy las mujeres son letra muerta, o sea, están en la basura. Diagnósticos van y vienen, compromisos firmados, tratados, discursos. Buena parte queda en la foto y con ello en el recuerdo. Hace días que reflexionaba sobre ello pensé en que de plano andaba muy pesimista, sin esperanza pues. Pero estoy segura que no soy la única, y espero que al menos desde la desesperanza logre transmitir alguna reflexión que les interese y les o nos motive para un ejercicio de autocrítica desde cualquier posición en la que nos encontremos. Hace unos días escuchaba a la doctora Lorella Castorena abordar el tema de los avances en materia de derechos de las mujeres y frente al auditorio en su mayoría compuesto por mujeres, algunas de ellas en el servicio público, dijo algo en lo que coincido plenamente: la simulación que nos atrapa. Esa de la que podemos llegar a formar parte y entonces ni lograr avances para las mujeres ni para los hombres, ni para las niñas, ni para los niños, ni para nadie. Es así. Mucho podemos hacer las mujeres por cambiar las desigualdades empezando por aquellas tomadoras de decisiones, que dejen, pues, la simulación. Seguro habrá esfuerzos muy notables por marcar la diferencia, pero sabemos perfectamente que muchas hacen lo contrario a trabajar por lograr condiciones de igualdad y el respeto a los derechos, vamos, siquiera a ser escuchadas. Se me viene a la mente, por ejemplo, los Congresos (¿el local acaso?) ¿Nuestro Congreso se destaca por las voces críticas de las mujeres? ¿Le han negado el voto al gobernador en alguna de sus iniciativas? ¿Se han opuesto a algunas de sus “líneas”? Con alguna excepción, creo que no. Lo siento, es la realidad. Y de parte del gobernador ya ni hablemos, los discursos sobre la importancia de la mujer, la participación, los derechos y toda esa palabrería es letra muerta, insisto, cuando tan solo revisamos la integración de su gabinete, por ejemplo, y vemos que no ha decidido integrar a ninguna mujer en los principales cargos. ¿De verdad no encontró ninguna mujer con el suficiente perfil para ser Secretaría General, de Finanzas, Desarrollo Económico, Seguridad, Medio Ambiente…? Si es así, qué triste de veras, dirían algunos. Pero no lo creo. Obedece a esa cultura machista. Así de simple. Y bueno, ya que andamos de este lado, este día me sirve para pensar justamente en la actuación de los varones, en cuánta solidaridad práctica nos falta de los hombres. Los varones deberían entender que no somos un sector vulnerable, ni compadecerse, ni hacer un reconocimiento frívolo, tendrían que asimilar que somos la mitad de la población, que contamos y que se requiere que ellos también le entren a los temas de género y a la formación de las nuevas generaciones con una nueva cultura, la de la igualdad y el respeto. Se requiere que lo hagan por que se lo deben a sus madres, por sus esposas, y por sus hijas y todas las mujeres de las que están rodeados. Porque sólo por nacer, las niñas ya llegan a este mundo con grandes desventajas (más las que arriban a esta isla querida tan olvidada de todos). Dejemos, pues, mujeres y hombres la simulación y trabajemos juntos para ver si logramos dejarle un mundo mejor a los niñas y niños. Una como sea… Comentarios: abotepronto@gmail.com