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El encanto del maltratador

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Sexo + psique

Por Andrea Elizabeth Martínez Murillo

La Paz, Baja California Sur (BCS).  La mayoría de nosotros hemos estado o conocemos alguna relación de pareja que no es del todo sana. En ellas, comúnmente se escuchan las frases de: estás loco/loca, estás exagerando, eres muy sensible, por todo te enojas, eso no es verdad, estas recordando mal, entre muchas otras que nos hacen dudar de nosotros mismos y de la forma en la que vemos la realidad. Frecuentemente, estas frases van acompañadas de bloqueos en redes sociales, ser cortantes y sarcásticos en las conversaciones, desaparecer por días o semanas, hasta gritos, jaloneos o incluso golpes, y, después de cierto tiempo, esa misma pareja se presenta en las redes más enamorados que nunca y derrochando miel en sus estados y publicaciones, pero ¿por qué una persona que se encuentra en una relación tormentosa se queda ahí?

Cuando una persona violenta inicia una relación, no se muestra violenta de inmediato — aunque para un buen observador sus acciones son muy claras—. En cambio, suelen ser personas encantadoras, románticas hasta el extremo y poco a poco van creando la ilusión de que nadie más importa, solo los dos que consuman ese amor perfecto y que no había sentido con nadie más… hasta que la víctima comete un error y sale a flote la verdadera personalidad del maltratador.

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No te pongas esa ropa, ¿para qué quieres ir al gimnasio?, ¿a quién le quieres gustar?, yo te amo, haría todo por ti, ¿por qué tú no puedes hacer esta pequeña acción por mí?, si supieras el pegue que tengo, te estas imaginando cosas, yo nunca dije eso, estas exagerando… son frases típicas, que, al principio de la relación, la víctima no percibe como negativas, y justifica las acciones con el pensamiento de: me está cuidando, sólo quiere lo mejor para mí, no puede ser tan malo si se preocupa tanto por mí… aunque, en muchas ocasiones, dentro de la consciencia algo no cuadra del todo.

Y es que el modus operandi de estos maltratadores es siempre el mismo, enamorar a la víctima mientras se encargan de hacerla dudar hasta de su sombra, para crear a una persona dependiente y que busque constantemente su aprobación.

Según la Dra. Robin Stern, en su libro Efecto Luz de Gas — o Gaslight en inglés —existen tres tipos de maltratadores:

 

Algo que tienen en común los tres tipos de maltratadores es que siempre son el centro de atención. Tus necesidades no importan o quedan en segundo término, ya que cómo han sufrido tanto, te necesitan desesperadamente. Lo que te obliga a posponer tus necesidades para cuando haya tiempo. También comparten el chantaje emocional cuando perciben que los puedes dejar, son capaces de llorar, hacerse bolita en el piso, rogarte, destruir tus artículos personales o amenazarte de muerte si los dejas.

Otras señales de que estás conviviendo con un maltratador son:

  1. Dicen mentiras descaradas
  2. Niegan que alguna vez dijeron algo, a pesar de que hay pruebas
  3. Utilizan lo cercano e importante como municiones.
  4. Sus acciones no coinciden con sus palabras.
  5. Dan refuerzos positivos para confundir.
  6. Tratan de ponerte en contra de los demás.
  7. Le dice a los demás – y a ti mismo – que estás loco y/o mentiroso.
  8. Por lo general, su ex´s están locos y los dañaron terriblemente.

Todo lo anterior va creando en la persona que lo padece una severa desconfianza de sí mismo y de los que lo rodean, ya que el abuso ha sido sistemático y casi imperceptible desde sus inicios, por lo que se normaliza con el tiempo. Se vive añorando los buenos momentos y soportando todos los malos. Por otro lado, se mantiene viva la esperanza del cambio, mi amor lo hará cambiar, pero este cambio nunca llega del todo, pareciera haber avances, pero son solo ilusiones.

Otro factor importante es la falta de una red de apoyo. En ocasiones, el maltratador logra alejar a la pareja de todos, hasta de su familia y amigos más cercanos, por lo que, en el momento de querer huir, se tiene la sensación de no tener a donde ir, por lo que se terminan quedando y dándole más poder al maltratador. La presión social juega un papel fundamental también, si el maltratador es carismático y adulado por todos a su alrededor, no faltan comentarios del tipo que suertuda(o) eres, debe de ser increíble vivir con él(ella), mira cuánto te ayuda, no te puedes quejar y muchas más, lo que refuerza el pensamiento de que no estoy valorando lo que tengo y debe de haber algo mal en mí.

Por muy sutil que sea este tipo de manipulación, no estamos indefensos ante él. Existen formas de afrontar estos ataques, pero lo más importante es que seas capaz de identificar la situación en la que te encuentras, por esto, siempre confía en tu intuición, si sientes que algo no está bien, piensa en eso detenidamente y examina que te lleva a sentirte así. Resiste la tentación de querer agradar o convencer al otro para obtener su aprobación. Los maltratadores se aprovechan de la falta de amor propio de sus víctimas para engañarlas y aprovecharse de sus debilidades. Mantén tus límites personales, que cosas no vas a tolerar, y se claro sobre ellas y las consecuencias ante su transgresión. Por último, pero no menos importante, busca ayuda profesional, acude con un psicólogo para tomar terapia o un psiquiatra para manejar la ansiedad que te pueda estar generando vivir este tipo de relación.

Si te has identificado viviendo alguno de los dos lados de una persona maltratadora, te dejo algunos centros de atención donde podrás exponer tus dudas sobre el tema:

Bibliografía

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