Delincuentes defienden a violadores de la Constitución

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La Última Trinchera

Roberto E. Galindo Domínguez

La Paz, Baja California Sur (BCS). Chalecos México, organización  pro-panista y de tendencia fascista, así como cuarenta organizaciones civiles más, se ufanan, en un comunicado emitido tras la violenta marcha que hicieron el domingo 28 de mayo pasado en la Ciudad de México (CdMx), de que ellos lograron desalojar al plantón de personas, en su mayoría de la tercera edad, que protestaban de manera pacífica afuera de las instalaciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN); y lo hicieron con actos violentos, esos que los han caracterizado desde que el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) alcanzó la presidencia de la república en 2018 con el respaldo en las urnas de más de treinta millones de mexicanos.

La violencia física, es el último recurso en la disputa por una nación y debe serlo en la competencia por cualquier cosa, es el más temible, el menos deseable y el que sin duda generará más violencia; pues el país está dividido, y no precisamente polarizado; pues polarización es cuando fuerzas más o menos equiparables en número se oponen, pero en este caso queda claro, de acuerdo con las últimas encuestas de diarios como Reforma y El Financiero y encuestadoras como Covarrubias y Asociados, Buendía y Marquez, Enkoll, y Demotecnia, que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y su proyecto de nación cuatrotransformacionista tienen un respaldo ciudadano de alrededor del 70%.

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Es así que no hay polarización en este país, sino una minoría rijosa, agresiva, violenta e intolerante, magnificada por la cantaleta de la mayoría de los consorcios de comunicación de radio, televisión y prensa escrita; que por cierto hoy guardan silencio ante la violencia generada por la derecha; minoría privilegiada por los sexenios prianistas y neoliberales, que ante el justo proceder de la Cuarta transformación (4T) es capaz de golpear ancianos, destruir un memorial para los bebés quemados vivos, asesinados — destrozaron las cruces con sus nombres—, en la Guardería ABC y romper propiedad privada en un desalojo delincuencial bajo la consigna de la corte no se toca, igual que antes gritaron el INE no se toca y el Conacyt no se toca.  En suma, para ellos, la injusticia y la corrupción no se tocan.

Esa oposición minoritaria, violenta e intolerante, logró convocar a tres mil conservadores —les falta músculo para enfrentar a treinta millones— que envalentonados fueron a agredir ancianos que defendían bebés afuera de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, fueron a violentarlos mediante actos delincuenciales, para defender a los más grandes violadores de México: a los magistrados del supremo poder judicial, que operan en contra del pueblo y de la 4T; esos adalides de la justicia, que a pesar de haber jurado respetar y proteger a La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, sin pudor la violan una y otra vez cada que reciben su quincena, así como todas las retribuciones y lujos económicos como pago por el ejercicio de su profesión.

Son esos magistrados y jueces que se pasan por el arco del triunfo el artículo 127 Constitucional, que en su fracción II a la letra dice: Ningún servidor público podrá recibir remuneración, en términos de la fracción anterior, por el desempeño de su función, empleo, cargo o comisión, mayor a la establecida para el Presidente de la República en el presupuesto correspondiente. Sinvergüenzas que en realidad reciben hasta cuatro o cinco veces más que el monto que gana el presidente de México. Estamos hablando de alrededor de 700 mil pesos mensuales, en un desprecio por la Ley y el proyecto de nación que la mayoría de los mexicanos hemos escogido.

En un país en que opositores delincuentes defienden a magistrados violadores, siendo todos ellos miembros del conservadurismo intolerante, es una fortuna que haya una mayoría ciudadana cada vez más politizada y consciente de la opresión de clase de que ha sido objeto por parte de la minoría conservadora y violenta a la que pertenecen Los Chalecos México y las organizaciones opositoras al Obradorismo.

Polilla política: No le rasquen los huevos al tigre social, porque no le gustan las cosquillas; y sabe que de chalecos a chaquetas hay poca deficiencia.

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.

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La Última Trinchera

Roberto E. Galindo Domínguez

Sudcaliforniano por decisión. Escritor. Maestro en Apreciación y Creación Literaria (Casa Lamm) y en Ciencias en Exploración y Geofísica Marina (Instituto de Geofísica-UNAM). Licenciado en Diseño Gráfico (Facultad de Artes Plásticas-UNAM), en Arqueología (ENAH) y en Letras Hispánicas (UAM). Investigó barcos hundidos y restos culturales sumergidos (INAH). Fue profesor en la ENAH y la UnADM. Tiene un libro y ensayos científicos en publicaciones nacionales e internacionales. Escribe en “Contralínea” y “El Organismo”. Ha colaborado en “Gatopardo”, “M Magazine” y otras revistas. Red Voltaire Internacional (París) seleccionó y publicó 29 de sus textos. Doctorante en Investigación y Creación de Novela (Casa Lamm). 

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