Crianza sin límites y la producción de futuros delincuentes

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Colaboración Especial

Por Pablo Chiw

 

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). El problema es muy claro, tenemos hijas e hijos tiránicos frente a padres y madres incompetentes, asustados, desprovistos o necesitados de un afecto sumamente narcisista. Se ha romantizado tanto la idea de una infancia espectacular o perfecta, que la idea disciplinar resulta proto-fascista.

Existe un error estructural a la hora de definir cuál es el sentido de la crianza ¿se trata de socializar o de viralizar públicamente mi grandeza como papá o mamá? Hay un costo social brutal en cualquier camino que elijas, me explico.

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Imagínate que estás en el supermercado, al llegar a las cajas, tu infante toma un chocolate con 23 sellos de la secretaría de salud, cómo amas a tu peque sabes que ni aunque fuera tu peor enemigo le comprarías esa basura, sin embargo él la quiere. Estás en la encrucijada y él lo sabe, si dices no, te arma un berrinche monumental y tu imagen pública y autopercibida de padre/madre perfecta se derrumba, si accedes, salvas tu imagen, el infante sigue feliz contigo y posiblemente nadie te juzgará por su dieta, el único problema será que tú no mandas en esta relación.

Hay tantos posts sobre la crianza amorosa, que hemos llegado a creer que maternar o paternar debe ser siempre bonito, hay incluso competencias de pares en redes sociales para posicionarse como papá-mamá amorosa, progre e inclusiva. Pareciera que entre más likes obtengo mejor papá soy.  Evidentemente, esto es una peligrosa fantasía, la crianza tiene un pilar fundamental del cual, últimamente, hemos estado prescindiendo: FRUSTRAR EL DESEO. Si, así como lo lees, tienes que frustrar a tus hijes y enseñarles a sobrellevar todos los sentimientos e impulsos que se derivan de la frustración como la ira y el enojo. ¿Por qué? Porque vivimos en una sociedad altamente reglamentada.

Esperar, aguantar, callar, tolerar, reprimir, respetar, aceptar, acceder, reconocer, controlar, renunciar son habilidades fundamentales para la vida en sociedad ¿qué va a ocurrir con el niño al que nunca le enseñaron a reprimir su deseo?

Es más grave de lo que puedes imaginar y es una responsabilidad compartida, familia, escuela, comunidad y Estado deben participar a la hora de socializar a nuestra infancia. Cuando no logramos socializar correctamente entonces lo que existe es un comportamiento antisocial  y volviendo a la pregunta, un niño que nunca aprendió a reprimir su deseo se convierte en un adulto incapaz de ponerse límites a la hora de desear ¿cómo podría contenerse alguien que nunca construyó los recursos para hacerlo? Lo que antes eran actos de mal comportamiento infantil ahora fácilmente pueden llegar a entran en la categoría de criminalidad.

Te lo digo como psicólogo clínico que cada semana tiene que trabajar con criminales norteamericanos en libertad condicional ¿cuál es el gran problema de estas personas? Su incapacidad para controlar impulsos y aceptar los límites, dos cuestiones que debieron aprender en la infancia y adolescencia. ​Pongamos el ejemplo de Jimmy: a los 23 años viaja legalmente armado por la autopista y un desconocido se mete en su carril, Jimmy se enoja porque el desconocido no prendió su direccional. -Una persona que tiene un control medianamente aceptable de impulsos pudiera haberse inmutado, algunos disgustado, incomodado, ofendido, pero hubiese seguido su camino, a lo mucho hubiera sonado el claxon o le hubiera mentado la madre- pero Jimmy no tiene suficiente control de impulsos y fue incapaz de controlar el sentimiento, lo cual le llevó a acelerar y perseguir durante 15 minutos a un desconocido hasta encajonarlo debajo de una luz roja. Jimmy se bajó del auto, sacó la pistola de sus pantalones y la puso sobre la cabeza de la mujer que acompañaba al desconocido, mientras insultaba repetidamente al conductor que se limitaba a gritar no quiero problemas, no quiero problemas.

Jimmy pasó un tiempo en prisión y ahora trabaja en mi grupo para aprender a controlar sus impulsos, si a Jimmy le hubieran enseñado correctamente a respetar las reglas sociales, no hubiera perdido la libertad y no habría víctimas de sus comportamientos inmaduros y digo inmaduros con plena consciencia del uso de la palabra, gran parte de la criminalidad está relacionada con la no maduración en el control de impulsos, mucho de lo que conocemos como crímenes pasionales son en realidad berrinches infantiles protagonizados por adultos inmaduros, obvio que si el berrinche de un niño de 5 años es terrible, cuando lo ejecuta a los 40 años es devastador.

Por eso te digo, un pilar fundamental de la crianza es el desarrollo de la tolerancia a la frustración y para esto hay que frustrar el deseo del infante , hay que aprender a decirles NO , hay que aceptar que en muchas ocasiones vamos a caer de la gracia de les hijes, hay que aprender que la crianza implica disciplinar, poner límites y definir consecuencias . Y mientras que no utilices métodos violentos como los golpes, el terror psicológico o los insultos, entonces no estás violentado; estás criando.

Existen múltiples directrices que podemos seguir a la hora de criar; que la consecuencia sea proporcional a la ofensa, que el método se coherente con el valor que se busca instaurar, que el retardar el placer sea parte de la rutina, que se integre la reparación de los daños y que quien cría entienda que no siempre gozará del afecto infantil, no siempre nuestros peques estarán felices y amorosos con nosotres, en muchas ocasiones estarán resentides, molestes, irritades con nosotres y esto es absolutamente normal, como adulto hay que saber lidiar con la pérdida temporal de la expresión amorosa del infante.

Hay cuidadores que son incapaces de renunciar al afecto de sus hijes y por este motivo son incapaces de frustrarles, les comprarán todos los dulces, les darán todo el dinero, recogerán ellos mismos el desorden y los platos rotos de sus berrinches y no les frustrarán ni con el pétalo de un límite, eso es negligencia y es una forma de abuso.

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.

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Colaboración Especial

Por Pablo Chiw

Licenciado en Psicología por la Universidad Autónoma de la Laguna, especialista en Psicoterapia Clínica por la Universidad Diego Portales; Maestro en Liderazgo Educativo por la Universidad Mundial; Maestro en Ciencias Sociales por la Universidad Autónoma de Baja California Sur; y actualmente Estudiante de Doctorado gracias al apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología en el posgrado de Desarrollo Sustentable y Globalización de la UABCS.

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