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Las mujeres y la ciencia

Esperanza Martínez Romero, FOTO: Expansión

 

La inmortalidad del cangrejo

Por Lorena Durán Riveroll

 

El mejor lugar para una feminista es el laboratorio de otra persona

                                               James Watson (sobre Rosalind Franklin)

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Hace pocos días tuvieron lugar dos conmemoraciones importantes: el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, el 11 de febrero, y el Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo. Ambas conmemoraciones fueron designadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y en ambas se busca visibilizar el largo camino pendiente para lograr la equidad entre géneros a nivel mundial. El primero, en el trabajo científico; el segundo, en la vida diaria.

Hoy quiero escribir sobre una pregunta que me han hecho repetidamente. Quiero pensar que, quienes me han preguntado esto lo han hecho sin dolo. Este cuestionamiento generalmente va de la mano con la idea de que, de alguna manera, las mujeres tenemos menor capacidad que los hombres para las actividades intelectuales y mayor sensibilidad para otras más acordes con nuestro género. Esta pregunta es: Si las mujeres son igualmente inteligentes y capaces que los hombres, ¿por qué hay muchos menos premios Nobel e inventos realizados por mujeres? ¿Por qué, en el caso nacional, hay muchas menos mujeres científicas y en el Sistema Nacional de Investigadores?. Y la respuesta no es tan sencilla como argumentar diferencias fisiológicas relacionadas con la inteligencia y ligadas a los cromosomas (las cuales han sido desestimadas en cientos de estudios científicos). La respuesta es, y sigue siendo, histórica y social.

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Ali Guaneros/NASA, FOTO: El Universal

Hoy, en La Inmortalidad del Cangrejo, hablaré sobre los motivos históricos que han impedido que las mujeres tengamos pleno acceso a la actividad científica, y cuyos resultados seguimos viendo hoy.

Las científicas en números

De acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), para el 2013 solo un poco más del 25% de las personas involucradas en investigación en el mundo son mujeres, y esos datos no han cambiado mucho. En los Estados Unidos y Europa Occidental, las mujeres investigadoras eran entonces el 32% del total, mientras que en Etiopía tan solo el 13%.

Hasta la preparatoria es muy común encontrar altos porcentajes de mujeres interesadas en las ramas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés, Science, Technology, Engineering and Mathematics). Sin embargo, conforme aumenta el nivel escolar, este porcentaje disminuye.

Uno de los motivos está relacionado con la edad reproductiva y el cuidado de los hijos (y, frecuentemente, de los padres). A menudo, el tiempo que las mujeres dedican al cuidado de la casa y la familia les impide dedicar tiempo a sus trabajos, justamente en el momento y la edad en que sus pares masculinos están enfocados en la construcción de sus carreras.

FOTO: Internet

La riqueza invisible producida por las mujeres

De acuerdo con el Centro de Investigación en Política Pública y con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las mujeres dedican, en promedio, unas 50 horas a la semana a la tareas domésticas, mientras que los hombres no dedican ni 20. Es decir, cada semana, las mujeres dedican ¡más de siete horas al día a estas actividades! Y, prácticamente en todos los casos, este trabajo es sin salario (datos aquí).

El trabajo doméstico incluye tener una casa habitable, ropa limpia, comida preparada con alimentos comprados en diversas tiendas y mercados, cuentas de luz, agua y gas pagadas, trastos limpios, cuidado de los hijos (que es otro tema completo: ayuda con las tareas, llevar y traerlos de las escuelas, las actividades vespertinas, su cuidado si se enferman y un larguísimo etcétera). ¿Qué pasa si nadie hace este trabajo? Simplemente no se puede realizar ningún otro.

Según datos del 2009, en México, el trabajo doméstico representó casi el 22% del Producto Interno Bruto (PIB) (info aquí). Esto es 17% más que la industria manufacturera y 24% más que el comercio. Además, el 80% de esta riqueza fue producida por mujeres. Pero el trabajo doméstico y la atención de los hijos no es lo único que afecta el equilibrio entre hombres y mujeres en la ciencia. Existen otros factores ligados a la percepción de las mujeres por los demás.

FOTO: Internet

El sexismo en la ciencia

En un estudio del 2012, un equipo de psicólogos de la Universidad de Yale exploró el sesgo de género al reclutar estudiantes para labores de investigación. Los investigadores enviaron currícula falsa a una oferta de empleo para responsable de un laboratorio. Las diversas solicitudes contenían datos idénticos, salvo por un detalle: a la mitad le pusieron nombre femenino y a la otra mitad, nombre masculino. Los miembros de la facultad que participaron en la selección calificaron a los solicitantes masculinos como significativamente más competentes y, por lo tanto, mejores para el cargo que las solicitantes femeninas, aunque los datos eran idénticos. La publicación científica con los resultados de este estudio se encuentra aquí.

Contrario a lo que se podría esperar, el género de los reclutadores no afectó las respuestas: mujeres y hombres investigadores que revisaron las solicitudes calificaron como menos capaces a las mujeres que solicitaron el puesto. Esto nos muestra que los sesgos y prejuicios contra las mujeres en actividades STEM se encuentran anclados tan profundamente en la cultura, que es demasiado común que estas cosas sucedan, independientemente del género de quien ejerce esta discriminación.

Acoso y hostigamiento sexual en las carreras científicas

El acoso y el hostigamiento sexual en las universidades y centros de investigación en el mundo, no solo en México, parece algo muy reciente, pero este comportamiento se ha normalizado desde siempre. Afortunadamente, cada vez escuchamos más sobre estos casos y la búsqueda de justicia, sin embargo, pocos son realmente atendidos. En nuestro país existen decenas de denuncias, y la mayoría de ellas han sido desestimadas.

Comentaré dos casos: El 8 de marzo del 2020, un grupo de mujeres de Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (Langebio) del CINVESTAV, un reconocido centro de investigación, denunciaron al investigador Jean-Philippe Vielle Calzada por una serie de conductas inapropiadas. En la queja se relata (con pruebas) cómo el investigador trataba de besar a sus alumnas y colaboradoras, cómo las tocaba sin su consentimiento, las presionaba para tener relaciones románticas con él, les hacía propuestas sexuales, y les enviaba poemas y regalos. Y si ellas no aceptaban sus avances, tomaba fuertes represalias que a menudo las obligaban a renunciar a sus carreras. Aquí está el reportaje de la revista Science sobre el caso. A pesar de que existen pruebas y testigos, la respuesta de las autoridades ha sido nula. Incluso, hace pocos días, el caso fue archivado por las autoridades mexicanas con el pretexto de que, cuando ocurrieron los hechos, estaban vigentes otras normas. Esta información se encuentra aquí.

Mi caso personal, que puede leerse aquí, ha sido un proceso largo y desgastante. Viví este infierno de hostigamiento sexual y laboral junto con mis estudiantes cuando trabajaba en la UNAM. No es de sorprender que, al finalizar sus tesis de licenciatura, mis estudiantes mujeres, brillantes, capaces y con un futuro muy prometedor, decidieron no continuar por el camino de la investigación: no querían pasar por lo que yo había pasado.

FOTO: Internet

En estos dos casos y en miles más, los hombres que han acosado y hostigado continúan en sus puestos, protegidos por el silencio y el miedo. Decenas de mujeres tienen historias que contar sobre ellos, pero no lo harán. El infierno al que nos someten es un mensaje muy claro para ellas: si hablas, así te va a ir.

El acceso de las mujeres a la ciencia

Antes del siglo XX, el acceso de las mujeres a las universidades era algo poco común. No era que ellas no quisieran aprender más, simplemente no se les permitía. Las razones eran variopintas, y muchas veces, de risa loca: argumentaban que el esfuerzo mental necesario para la educaciónsuperior podría desviar la energía del sistema reproductivo femenino, y dañaría su fertilidad. También se discutía que el solo hecho de tener mujeres cerca podría distraer el trabajo intelectual de los hombres.

En México, la primera mujer que obtuvo un título universitario fue Margarita Chorné y Salazar, en 1886. Ella era hija de un dentista, quien le enseñó su profesión y la Universidad únicamente le otorgó el título. La primera mujer que realmente accedió a la educación universitaria en América Latina fue la mexicana Matilde Montoya, a quien incluso al terminar sus estudios se le negó la presentación de su examen de grado por ser mujer. Solo con apoyo del general Porfirio Díaz pudo graduarse, en 1887. La historia completa se puede encontrar aquí.

Otras universidades famosas, como la Universidad de Cambridge y la Escuela de Medicina Harvard tomaron más tiempo. No fue sino hasta 1921 que la primera otorgó un grado a una mujer. La segunda se negó a admitir mujeres hasta 1945, aunque se habían hecho intentos y exámenes de admisión a mujeres desde unos 100 años antes.

Susana López/UNAM FOTO: CIENCIA UNAM

A pesar de todo, sí existen algunas (pocas) historias de mujeres científicas de tiempos pasados que han sido reconocidas. El caso más famoso es el de la física Marie Curie, pero ellas a menudo eran tratadas como extrañas, forasteras en un mundo al que no pertenecían. A Marie Curie incluso le negaron ser miembro de la Academia Francesa de las Ciencias en 1911 por ser mujer. La matemática Emmy Noether consiguió un puesto en la universidad de Gotinga, en Alemania, durante la primera guerra mundial, y un profesor se quejó diciendo: ¿Qué pensarán nuestros soldados cuando regresen a la universidad y encuentren que ahora deben aprender a los pies de una mujer?. A pesar de esto, ella dio clases extraoficialmente por cuatro años, aunque nunca recibió paga por ello. Lise Meitner, física de origen austriaco, cuando finalmente consiguió un trabajo en la Universidad de Berlín, fue obligada a trabajar en un pequeño cuarto en el sótano y tenía prohibido subir a donde estaban sus colegas hombres. Y bueno, es conocida la historia de Rosalind Franklin y cómo sus análisis de difracción de rayos X fueron la base del trabajo de James Watson y Francis Crick, quienes se quedaron con todo el reconocimiento hasta hace muy poco. Un interesante artículo al respecto se puede leer aquí.

Finale presto

Esta pregunta se hace todo el tiempo (aquí le preguntan lo mismo a Neil deGrasse Tyson). Es válido preguntarnos por qué hay tan poca representación femenina en ciertos sectores, como la investigación científica. Es válido, es pertinente y es urgente. Sin embargo, la próxima vez deberemos todxs, como sociedad, por qué hemos permitido esto y qué estamos haciendo para cambiarlo. Sí, el cambio se está dando, pero demasiado lentamente. Urge proveer de espacios seguros y oportunidades a las científicas, pero también es urgente que no pasen inadvertidas las prácticas discriminatorias y violentas que por siglos nos han mantenido lejos de las universidades y los laboratorios. Urge establecer programas de atención accesibles a todas y que de verdad sirvan para algo. Estamos siendo testigos de un cambio, pero podemos (y debemos) ser parte de él.

Recomendación de lectura: Esta columna fue inspirada en el libro de Angela Saini, (2017). INFERIOR. Beacon Press, Boston 213 p.

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.




El conflicto de la falta de mujeres casaderas en las misiones de la Antigua California

FOTOS: Internet.

Tierra Incógnita

Por Sealtiel Enciso Pérez

La Paz, Baja California Sur (BCS). Mucho se ha especulado sobre los motivos que desencadenaron el decaimiento de la población de los naturales de la California durante la época jesuítica. De acuerdo a los últimos estudios sobre el tema, se sabe que las constantes epidemias fueron diezmando a la población de nativos. Fue tanta la mortandad que algunas de estas enfermedades acababan con miles de pobladores en menos de tres o cuatro meses. Sin embargo otra causa del decremento en la población fue la disminución de mujeres, lo que ocasionaba la imposibilidad de encontrar pareja para los jóvenes habitantes de las misiones.

Posterior a la rebelión que inició entre los pericúes en el año de 1734, y que después se extendió a casi toda la media península, empezó a ocurrir un decremento en el nacimiento de mujeres. El sacerdote Miguel de Barco —autor de uno de los manuscritos más impresionantes en cuanto a información sobre la California, y que luego fue traducido y concentrado en el libro Historia natural y crónica de la Antigua California por el emérito historiador Miguel León-Portilla—, nos relata que a partir del primer tercio del siglo XVIII se tenían diversos reclamos en las misiones, por parte de los californios quienes ante la imposibilidad de encontrar suficientes mujeres con las cuales establecer una relación formal de pareja, lanzaban duras reprimendas a sus misioneros de no hacer nada por remediarlo.

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Del Barco nos dice en su escrito que muchos de los naturales que habitaban el puerto de Loreto, realizaban viajes hacia el puerto de Guaymas, para convencer a las mujeres casaderas de entre las tribus yakis y coras de que se desposaran con ellos. Para convencerlas se vestían con sus mejores ropas, adquirían hermosos vestidos con lo cual buscaban convencer a las damas de que ellos tenían la posibilidad de darles una “buena vida” y que además, por estar Loreto cercano a Guaymas, podrían tener noticias de sus familiares en la otra orilla. En varias ocasiones esta búsqueda tuvo buenos resultados, logrando traer a mujeres que aceptaran vivir en Loreto y casarse con uno de los habitantes, “portándose con juicio y cristiandad”, a decir de este sacerdote.

Sin embargo no en todas partes de la península se tuvo tanta suerte. El misionero de la Misión de Santiago de Los Coras Aiñiní, le relató en diversas ocasiones el reclamo que hacían sus catecúmenos al no poder conseguir mujeres que estuvieran en edad de formar familia con ellos. Ante esta situación tan desesperada el misionero acudió ante el padre visitador para que éste a su vez acudiera al gobernador de Sinaloa y le expusiera la triste situación que se vivía, al mismo tiempo le solicitara encarecidamente que si como producto del combate contra los grupos de yakis y coras hostiles a la presencia española llegaba a capturar a mujeres en edad casadera y tenían por pena el ser desterradas de aquellas tierras, que se las enviaran a su misión en donde les daría una cristiana educación y se aseguraría que se casaran con alguno de los neófitos de su misión. Lamentablemente, esta situación era difícil de realizar por lo que día a día crecían los reclamos e incluso acusaciones ante las autoridades de los presidios sobre esta falta de “cumplimiento” por parte de su misionero.

También era difícil lograr casamientos entre los integrantes de las diferentes rancherías. Lo anterior se debía al gran amor que tenían tanto los hombres como las mujeres del sitio en donde habían nacido y crecido, por lo que se negaban a casarse ya que con ello iba implícito —sobre todo en la mujer—, el trasladarse hacia la ranchería de su esposo. Recordemos que durante los últimos años de la estancia de los jesuitas en la Antigua California se tuvieron que cerrar varios poblados misionales por la escasa cantidad de catecúmenos. Entre algunos de estos sitios estaban las misiones de La Paz, San José del Cabo, San Luis Gonzaga, Los Dolores Apaté, Ligüí-Malibat y otras. Lo anterior repercutió en que al trasladarse los pocos catecúmenos de una misión a otra, las distancias entre las rancherías se hacían cada vez mayores.

De acuerdo a un censo levantado por los jesuitas a su partida, el total de nativos habitando en las misiones, desde la de San José del Cabo hasta Santa María de Los Ángeles era de poco más de 7 mil individuos, lo que nos da una idea del gran decremento que se dio durante los 70 años de presencia de los jesuitas en la California, en donde a su llegada se contabilizó entre 40 mil a 50 mil californios.

Bibliografía

“Historia Natural Y Crónica De La Antigua California” – Miguel del Barco (Edición e impresión: Miguel León-Portilla).

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8M inamovible, la lucha de las mujeres continúa

FOTOS: Roberto E. Galindo Domínguez

Sexo + psique

Por Andrea Elizabeth Martínez Murillo

La Paz, Baja California Sur (BCS). Se acerca nuevamente el 8M, y, aunque ya han pasado varios años de convocatorias masivas para marchar, el COVID-19 nos ha obligado a reinventar y tomar medidas específicas para manifestarnos. Porque no, ni aun con la contingencia sanitaria las mujeres van a callar su voz, el Día Internacional de la Mujer se saldrá a las calles a seguir luchando por el derecho a la no violencia, a la no discriminación, a la equidad y, sobre todo, a seguir vivas.

El Día Internacional de la Mujer, surgió de las actividades de los movimientos obreros a finales del siglo XX en América del Norte y Europa. Desde entonces, el Día Internacional de la Mujer ha adquirido una dimensión global para las mujeres de los países desarrollados y en desarrollo por igual. Es una fecha que busca reivindicar la lucha de las mujeres por la equidad de género y en últimas fechas, dejar claro que, si el estado no nos cuida, nos cuidamos entre nosotras. Al grito de “no se va a caer, lo vamos a tirar”, cientos de mujeres se suman a las actividades relacionadas al 8M ya que, como dice en su página Feminismos Madrid, ante la emergencia social, el feminismo es esencial.

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Y es que no es para menos, mientras el mundo lucha contra la contingencia sanitaria actual otra pandemia se ha acrecentado, los feminicidios y la violencia de género. Según Animal Político, la violencia contra las mujeres, niñas, niños y adolescentes se ha incrementado en un 81%. Por otro lado, el portal Infobae, menciona que la Secretaría de Seguridad Pública y Ciudadana (SSPC) reportó un aumento anual de 0.3% en los feminicidios en 2020, lo que significaría que al menos 1,015 mujeres murieron en un asesinato tipificado como violencia machista o de género, pero de acuerdo con la contabilización que utilizan asociaciones civiles y organismos independientes del Gobierno, casi 11 mujeres son asesinadas al día en México.

En Baja California Sur, tristemente no nos quedamos atrás en cuanto a violencia contra la mujer se refiere, como lo menciona Daniela Reyes para El Organismo: De acuerdo con el reporte 2020 de Impunidad Cero, Sudcalifornia es la entidad con mayor impunidad en feminicidios con un porcentaje del 100%, a pesar de que la entidad es también la que tiene el mayor número de policías ministeriales por cada 100 mil habitantes (39.2) y el mayor número de peritos de investigación en relación a su población (con una tasa del 14.1). Además, supuestamente cuenta con una Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Cometidos contra las Mujeres y con un Protocolo de Investigación del Delito de Feminicidio con Perspectiva de Género.

Impunidad del 100%… ahora las consignas feministas me cuidan mis amigas, no la policía o la policía no nos cuida, viola, mata y asesina, no parecen tan descabelladas. Y es que, hasta para acudir a la marcha del 8M nos tenemos que cuidar, es por esto que salir a la calle no es negociable. Ni con pandemia, ni con la represión, ni con nada en nuestro camino, la lucha de las mujeres por sus derechos no puede parar.

Pese a que este 8M no se realicen manifestaciones multitudinarias, si habrá concentraciones a lo largo del país y también en nuestro estado. Paro Internacional de Mujeres BCS, México, en su portal de Facebook, esta convocando a un plantón separatista en Baja California Sur:

 

Paro Internacional de Mujeres BCS, México

Medidas de seguridad

Desde la organización de Paro Internacional de Mujeres BCS, México, han difundido en redes las distintas medidas que se deberán tomar en las diversas concentraciones. Teniendo en cuenta el uso obligatorio del cubrebocas, manteniendo la distancia de seguridad colocándose en las marcas previamente dibujadas en el suelo e insistiendo a los participantes a llevar gel hidroalcohólico. Sin embargo, dentro de sus recomendaciones mencionan compartir ubicación, estar en comunicación sobre a donde voy y/o con quien, entre otras, lo que hace que recordemos que, tristemente, aún no estamos seguras en las calles.

Recomendaciones para antes de salir

Seguridad Autocuidado
Dile a alguien de confianza a donde irás Cubrebocas
Escribe en tu brazo tu contacto de emergencia Gel antibacterial
Comparte tu ubicación al llegar Bloqueador, gorra
Lleva tu INE o alguna identificación Agua, snacks
Teléfono cargado y con saldo Ropa cómoda

Durante

  • Cuida la sana distancia
  • Ubica las cruces en el piso, elige una y párate sobre ella
  • Dile a alguien si te sientes amenazada
  • Mantente acompañada
  • Intégrate a las actividades programadas

Después

  • Dile a alguien de confianza que el evento terminó y avísale a donde te diriges
  • Acompáñate de otras mujeres
  • Evita intervenciones al espacio público
  • Avisa cuando estés en casa

Es importante remarcar que, si quieres participar en la manifestación pero tienes síntomas o malestar, has estado en contacto directo con alguien infectado o el aforo está completo, participa desde casa sacando un distintivo morado por tu ventana o puedes hacer una foto del lugar para visibilizar que somos más de las que estamos en las plazas, también podrías seguir las publicaciones de tu contacto/colectivo feminista más cercano. El @8mbcs ya está activo y puedes seguir las publicaciones desde casa.

 

Bibliografía
• ONU MUJERES. (2013). Día Internacional de la Mujer 2013. Recuperado de: https://www.unwomen.org/es/news/in-focus/international-womens-day/2013
• Público. (2021). El feminismo en el punto de mira: un 8M marcado por la pandemia y la crispación. Recuperado de: https://www.publico.es/sociedad/8m2021-feminismo-punto-mira-8m-marcado-pandemia-crispacion.html
• Huffpost. (2021). Cómo se va a celebrar el 8M de 2021. Recuperado de: https://www.huffingtonpost.es/entry/como-se-va-a-celebrar-el-8m-este-ano_es_603e2779c5b617a7e410a211
• Paro Internacional de Mujeres BCS, México. https://www.facebook.com/8Mbcs
• Reyes, D. (2021). BCS con más casos de feminicidios sin resolver en todo México. El Organismo. Recuperado de: https://www.elorganismo.com/bcs-con-mas-casos-de-feminicidio-sin-resolver-en-todo-mexico/?fbclid=IwAR12iOSXl4zSFYCEZVTS8SwW4PBKbnsiqV_3Iv-Ub1DxkLsP-iz8pR26zus
• Infobae. Feminicidios y violencia machista, los enormes retos que enfrenta México en 2021 en materia de género. Recuperado de:
https://www.infobae.com/america/mexico/2021/01/08/feminicidios-y-violencia-machista-los-enormes-retos-que-enfrenta-mexico-en-2021-en-materia-de-genero/

 

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Mujeres ¿machistas?

FOTO: Internet

Sexo + psique

Por Andrea Elizabeth Martínez Murillo

Sé una dama, me dijeron. Tu falda está muy corta. Tu camisa es muy pequeña. No enseñes demasiado. Cúbrete. Deja algo a la imaginación. No los provoques. Estás demasiado vestida. Estás muy desvestida. No seas muy gorda. No seas muy delgada. Come más. Adelgaza. Deja de comer tanto… ponte a dieta. ¡por dios! Te ves como un esqueleto. ¿Por qué no comes? Te ves demacrada. Te ves enferma. A los hombres les gustan las mujeres con carne en sus huesos. Sé talla cero. Sé talla doble cero. Sé nada. Sé menos que nada…

“Be a lady they said”

Camille Rainville

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). “El peor enemigo de una mujer es otra mujer”, reza el comentario que seguramente hemos escuchado en algún momento, así, como si fuera una verdad innegable y absoluta; se repite sin conciencia, remordimiento y, sobre todo, sin preocupación alguna sobre lo que pueda pensar quien lo escucha.

Surge entones la pregunta, como mujeres, ¿quién nos enseñó a odiarnos? ¿De dónde viene la aversión, envidia, celos, que por tanto tiempo se nos han vendido como naturales?

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Mira cómo se viste, siempre he me llevado mejor con los hombres, las mujeres hacen mucho drama, ¿así cómo quieren que la respeten?, ella se lo estaba buscando, entre otras frases, son dichos comunes que las mujeres hemos repetido como método de desaprobación ante tal o cual conducta. Sentirnos superiores a otras mujeres por tener más atención masculina o por pertenecer a su círculo selecto, en muchas ocasiones ha constituido el centro de lo que creemos deberíamos de ser o aspirar; ahora bien, esto pertenece a lo que hace poco publicaba Elisa Morales sobre el pacto patriarcal: serie de acuerdos implícitos entre hombres… una alianza basada en la complicidad y el silencio, donde los hombres se protegen, legitiman y excusan sus actitudes y acciones misóginas, sexistas y homofóbicas; pues bien, las mujeres hemos aprendido a sobrevivir en este pacto patriarcal y muchas lo hicieron sumándose a él.

Lo anterior tiene nombre: misoginia. Definida como la aversión/odio a las mujeres por el hecho de ser mujeres. Son aquellas actitudes con las que crecimos gracias a la sociedad heteronormativa y patriarcal en la que vivimos desde hace cientos de años. De aquí se desprende todo un sistema de creencias con prejuicios arraigados hacia la mujer y lo femenino. De esta forma, hemos interiorizado la desvalorización de la mujer, lo que da pie a la misoginia interiorizada, que se definiría como la creencia involuntaria de que los estereotipos y mitos dañinos en torno al ser mujer, son verdaderos.

Este sistema de creencias nos ha obligado a apegarnos a modelos de belleza irreales y hasta peligrosos como la delgadez extrema, la palidez de la piel como algo esperado, ciertos rasgos físicos, entre otros. Ha generado que las mujeres odiemos a otras mujeres, sobre todo, a nosotras mismas. De esta forma, se nos ha impuesto un modelo en donde todo lo relacionado con la feminidad es malo, inútil, engorroso y, desde luego, menos valioso que lo masculino. Lo que nos ha llevado a tratar de ganar cualidades, comportamientos, hábitos y estatus que nos alejen del resto de las mujeres y nos acerquen al ideal masculino.

Así, hemos odiado a nuestras compañeras de la escuela o trabajo, a las exnovias de tu pareja, a la novia de tu ex, a las amigas de tu pareja, a la novia de tus amigos por ser *coloque aquí el insulto estereotipado* zorras, putas, fáciles, y la lista puede seguir interminablemente. Lo que hay aquí, es la intención de diferenciarse de lo que significa ser mujer y ponerse en un pedestal al que otras mujeres solo puedan aspirar, pero no acercarse.

Con la intención de explorar este tema, la neurocientífica Berit Brogaard, no solamente concuerda en la hipótesis de la existencia de mujeres misóginas, sino que la estudia a tal profundidad que desarrolla hasta cuatro perfiles diferentes de mujeres misóginas:

  1. Puritano. Considera que la mujer ideal es aquella que se dedica a la labor doméstica, es cariñosa, abnegada, amable, subordinada al hombre y sexualmente pura antes del matrimonio. Se ha apropiado de la frase, detrás de un gran hombre, hay una gran mujer y pone su vida y sus emociones detrás de las necesidades del hombre (padre, pareja, hijos). Critica a cualquier mujer que no quiera ser madre, ama de casa o no atienda al marido.
  2. Autocrítico misógino. Critica a la mujer que sale de los estándares de feminidad, aquellas mujeres que son muy grandes, toscas, directivas, de carácter fuerte, competitivas y duras; en fin, aquellas mujeres que han desarrollado características socialmente atribuibles a los hombres, ya que consideran que las mujeres deben ser débiles, sumisas y tiernas.
  3. Egoísta misógina. Se define como aquella mujer que considera a las mujeres — incluida ella misma— como promiscuas, manipuladoras, irracionales, poco inteligentes, y que tiende a negar su desprecio por sí misma pero lo refleja en las demás.
  4. Diablesa misógina. Aquella mujer que se ve a sí misma como superior a las demás. Considera a las mujeres como manipuladores, incompetentes, poco inteligentes, pero ella está exenta de esta categoría. Se percibe como poseedora de virtudes masculinas estereotipadas como la inteligencia, fuerza de carácter y racionalidad.

El detalle aquí es que, no importa que características tengas como mujer, ninguna debería dar pie al odio, exclusión o juicio ajeno. A las mujeres nos han enseñado a estar en constante competencia con nosotras mismas y con las demás, ¿quién es más bella?, ¿quién se liga al mejor partido?, esta competencia es un intrincado mecanismo con el que fuimos educadas para no crear redes de apoyo sólidas y duraderas, comenta Loreto Vega Crecemos entendiendo que la otra es enemiga y para muchas, la forma de ganar esa carrera y diferenciarse es ponerse en el otro lado, junto a lo masculino, y desde ahí criticar y menospreciar a las mujeres como si una no fuera parte de ese grupo.

Creo que es momento de romper esos pactos y costumbres que nos han querido imponer, y comenzar a ver a otras mujeres como iguales. Esto no significa que tengas que amar a todas las mujeres o que todas deban caerte bien, para nada. Implica dejar de odiarlas por lo que son y comenzar a aceptar las diferencias como parte natural del ser humano. Involucra también desarrollar una mirada más cálida con una misma y dejar de seguir modelos que muchas veces ni entendemos y solo repetimos sin pensar. Desarrollar la sororidad, la complicidad o la alianza entre mujeres, volver a crear esas redes de apoyo, soporte y contención. Sabernos acompañadas y no juzgadas… nos da la oportunidad de vivirnos de una manera completamente diferente, más libres, plenas y felices. Esto es un proceso, y es importante saber que, así como lo aprendimos, lo podemos desaprender, y que mejor que hacerlo acompañada.

Referencias
• Brogaard, B. (2015). What is misogyny, anyway?. Psychology Today. Recuperado de: https://www.psychologytoday.com/us/blog/the-mysteries-love/201503/what-is-misogyny-anyway
• Caballé, A. (2019). Breve historia de la misoginia. Ariel. Recuperado de: https://www.legisver.gob.mx/equidadNotas/publicacionLXIII/Anna%20Caball%C3%A9%20-%20Breve%20historia%20de%20la%20misoginia%20(Ariel).pdf
• Massiel, A. (2021). ¿Misoginia en mujeres?. Grupo VivoMultimedia. Recuperado de: https://grupovivomultimedia.com/misoginia-en-mujeres
• Morales, E. (2021). ¿Qué es el pacto patriarcal y por qué debe desaparecer? CULCO BCS. Recuperado de: https://www.culcobcs.com/sociedad/que-es-el-pacto-patriarcal-y-por-que-debe-desaparecer/?fbclid=IwAR0lYoqsauoZBfb-IRduyCoh5b-tydys8RJptUAFGmahCWJSW7jMmif-jbM
• Morales, P. (2020). Mujeres misóginas: “muchas piensan que deben comportarse como una tigresa para proteger su posición contra otras hermanas”. La tercera. Recuperado de: https://www.latercera.com/paula/mujeres-misoginas-muchas-piensan-que-deben-comportarse-como-una-tigresa-para-proteger-su-posicion-contra-otras-hermanas/?fbclid=IwAR3DX9fvKOpb8WJ_TApGbObr647PSsj5resJ_4Cua6gqLU_U-f2RwVEHUJs
• Video: Be a lady they said. Camille Rainville. https://www.youtube.com/watch?v=d2o0CiANBVg

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#8M en La Paz, BCS

FOTOS: Roberto E. Galindo Domínguez

La Última Trinchera

Por Roberto E. Galindo Domínguez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Miles de mujeres marcharon. Hoy, ellas y las cientos de miles de mujeres más que se manifestaron en el país son el movimiento social más grande, el más potente, luchan por sus vidas y por sus derechos; ellas están en la primer línea de protesta ante la violencia y en la última trinchera de la defensa social.