Una vez infiel, siempre infiel ¿Será?

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Sexo + psique

Por Andrea Elizabeth Martínez Murillo

La Paz, Baja California Sur (BCS). En la actualidad, los límites de la infidelidad son muy difusos, hay personas que creen que un mensaje de texto es prueba suficiente, mientras que otras consideran que solo el contacto físico aplica, sin embargo, ambos parten de la ruptura del acuerdo de exclusividad.

Muy popularizada es la creencia general de que los infieles nunca cambian, sin embargo, aunque hay investigaciones que muestran que los infieles tienen más predisposición a serlo en sus futuras relaciones, ¿será posible que estos se reformen en algún momento?

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Durante mis días de estudiante en la universidad, una profesora comentaba que, si algún día éramos infieles, nunca se lo confesáramos a nuestra pareja en turno, básicamente por dos motivos: el primero, que todos podíamos cometer una equivocación y el segundo, que nuestro impulso de sinceridad se debía a motivos egoístas y no estábamos pensando en nuestra pareja — si de verdad nos arrepentíamos, lo podíamos hacer en silencio— ya que solo generaríamos malestar; sin embargo, si volvíamos a ser infieles por segunda o tercera vez, mejor termináramos nuestra relación y analizáramos lo que nos llevó a ser infieles.

Entonces, ¿qué es lo que nos lleva a ser infieles? Pese a que el concepto de infidelidad varía de persona a persona, tradicionalmente en las relaciones de pareja monógamas, la fidelidad se basa en la exclusividad sexual y afectiva para con la pareja, y, “meter” a un tercero a esta dinámica se considera infidelidad.

Además, hay que considerar que estas situaciones ocurren por múltiples motivos, muchos de ellos no tienen relación con la pareja en sí, si no con uno mismo. El aburrimiento, la inseguridad, falta de intimidad con la pareja, la monotonía, falta de interés, hasta el narcisismo, son algunos ejemplos del porque uno puede ser infiel. En un estudio realizado en 2013 por Medina (et al), menciona que las infidelidades por parte de las mujeres tienden a ser porque se sienten solas, incomprendidas y porque sentían que les hacía falta amor y atención en la relación; mientras que los hombres lo hacen por sentirse aburridos, incómodos o confundidos en su relación de pareja.

Otro estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences en 2014, la aplicación Ashley Madison —famosa por ayudar a casados a encontrar relaciones extramaritales— concluyó que los hombres cercanos a cumplir una fecha importante como 40 o 50 años, son más propensos a buscar una aventura “para darle sentido a la vida”, mientras que en el caso de las mujeres no había mucha diferencia.

Regresando a lo que mi profesora mencionaba, lo que ella quería darnos a entender es que el acto de infidelidad en sí a veces no era el problema, si no lo que había llevado a la persona a cometerlo. Aunque a menudo la infidelidad implica sexo, rara vez se trata solo de eso. Es por esto que, para saber si un infiel lo seguirá siendo, debíamos de considerar la motivación interna que hacía que buscara a alguien más.

Aunque suene controversial, Adrián López comenta que la infidelidad ofrece la oportunidad de aprender una importante lección sobre uno mismo. Ese dicho de que “un traidor es siempre traidor” no se sostiene si alguien que ha engañado reflexiona sobre sus acciones, piensa en el impacto que estas han tenido en los demás y trabaja para cambiar la forma en la que aborda las relaciones en el futuro: si condujo a una ruptura o no.

Como dice Silvia Olmedo en su blog: Lo cierto es que no todas las personas que ponen los cuernos una vez se convierten en infieles seriales, y, además, una pareja puede sobreponerse al engaño si los dos ponen de su parte. Se debe de considerar las causas que llevaron a una persona a ser infiel —en caso de querer perdonar y continuar la relación— y, por otro lado, una infidelidad no siempre es culpa de la otra persona, muchas veces tiene que ver con motivos personales que — muy probablemente— nunca se comentaron o, cuando se hizo, no se recibió la respuesta esperada.

Por otro lado, en caso de decidir continuar con la pareja que fue infiel, recomiendo ampliamente no hacerlo si no se está dispuesto a perdonar o, aunque se quiera, no logra hacerlo al final, ya que es sumamente probable que en cada discusión o de manera frecuente se recrimine la infidelidad y se vuelva a revivir el dolor que causó. También creo que es importante platicar en cualquier punto de la relación, sobre todo al inicio, qué acciones considero como infidelidad, y establecer las consecuencias de quebrantar dicho acuerdo, ya que en la mayoría de las parejas monógamas no se establecen acuerdos verbales y solo se da por hecho que la otra persona sabe lo que yo considero como infidelidad — esto aplica para cualquier cosa que genere malestar, la comunicación es la base directa para que una relación funcione—.

 

Referencias
Medina, J., González, B., Maya, M., Aguilar, Y., Arratia, N. y Torres, M. (2013). Las causas que llevan a la infidelidad: Un análisis por sexo. Universidad Autónoma del Estado de México. Recuperado de: http://www.psicologia.unam.mx/documentos/pdf/actas_ip/2013/articulos_c/AIP_Facultad_de_Psicologia_UNAM_33_1271_1279_Las_causas_que_llevan_a_la_infidelidad.pdf
López, A. (2019). Por qué la gente es infiel, según un terapeuta. Alma, Corazón, Vida. Recuperado de: https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2019-11-11/gente-infiel-razones-segun-terapeuta_2304667/
Olmedo, S. Blog personal. https://silviaolmedo.com/

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.

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Sexo + psique

Andrea Elizabeth Martínez Murillo

Psicóloga y Sexóloga. Nació en la ciudad de La Paz, BCS, el 2 de noviembre de 1988. Licenciada en Psicología por parte de la Universidad de Guadalajara, Jalisco, en 2012 y futura maestra en Educación Sexual por parte de Centro de Educación y Atención en la Salud y la Sexualidad (CEASS) en Guadalajara, Jalisco. Ha sido docente de Bachillerato desde 2015 y responsable de dos planteles de Educación Media Superior. Ha impartido talleres a estudiantes y docentes por todo el estado a la par de trabajar la parte clínica de la psicología.

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