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Ante el COVID-19, dinero para todos. Ingreso Básico Universal (III)

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Agenda Comunitaria

Por Frank Aguirre

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Esta es la tercera y última entrega sobre el Ingreso Básico Universal (IBU), al cual es importante saber que también se le conoce como renta universal o renta básica universal.

Durante las últimas semanas, en España, los partidos de izquierda han tenido fuertes discusiones para poder legislar a su favor. En Finlandia existe un derivado de ésta idea (del Ingreso Básico Universal) desde hace décadas, se utiliza como seguro de desempleo, y se entregan 800€ (unos $20,000) al mes si no tienes trabajo o no encuentras una labor que te guste. Ha habido años en los que el 25% de la población vive de éste seguro ¿cómo lo hacen?

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Su sistema de recaudación es eficiente, la distribución de impuestos es equitativa y estratégica, y la tasa de impuestos es de las más altas en europa. En México, recientemente Muñoz Ledo (presidente de la Cámara de Diputados Federales) impulsa la iniciativa para que todos los mexicanos tengan derecho a un salario mínimo, un ingreso periódico pagado por el Estado a cada ciudadano sin ninguna condición de por medio.

¿Cuál es la meta del Ingreso Básico Universal? 

Con ésta propuesta, desarrollada por la política de izquierda, se buscaría primeramente sacar a la sociedad mexicana de la desigualdad, la explotación, de carencias y privaciones de derechos civiles, y, a la vez, garantizar una sociedad post trabajo, una en la que la clase trabajadora elija a quien intercambiarle su fuerza de trabajo y no al revés. Cambiar la asimetría de poder entre mano de obra y capital y liberar al trabajador de la coerción laboral remunerada (bajo salario, horas extras no remuneradas, explotación laboral, ausencia de seguridad social), incrementando el poder de los trabajadores sobre su propia fuerza de trabajo, transformando el poder político al obtener ellos la ventaja de la mano de obra.Otra meta al alcance con el IBU es poder reducir la semana laboral -a tres días-, producir una economía sustentable y, como dicen Srnicek y Williamsen, “inventar el futuro”:

Un IBU transforma la precariedad, reconoce el trabajo social, permite la movilización más sencilla del poder de clase y amplía el espacio para experimentar con las formas en que organizamos comunidades y familias.

En otras palabras, el IBU contribuye a reducir la pobreza, mejora la salud pública, reduce los costos sanitarios y la deserción escolar, los delitos menores, y permite invertir mayor tiempo con la familia y amigos, y menor burocracia estatal.

¿Qué beneficios tiene?

El derecho a ser flojo: la autorrealización se ha centrado, desde el siglo pasado, en ser productivo económicamente y en mantener una ética laboral en la cual la remuneración debe estar ligada al sufrimiento -la gente debe padecer el trabajo antes de poder recibir un salario-. Un IBU permite que el trabajo y el sufrimiento dejen de ser glorificados, y en cambio dignifica el tiempo libre y las ganas de laborar (hacerlo en algo que realmente nos interese y nos haga plenos).

Al sumarle a esto menos semanas laborales, contando con el ingreso económico suficiente, se pueden invertir horas en actividades anheladas/deseadas que pudieran brindar al beneficiario nuevas y mejores oportunidades laborales, como estudiar una o dos carreras, posgrados o nuevos idiomas, aprender nuevas habilidades tecnológicas o incursionar en el arte.

Por último pero no menos importante, uno de los beneficios que brinda el Ingreso Básico Universal es reconocer las contribuciones de las trabajadoras domésticas no remuneradas, convirtiéndose en una propuesta primordialmente feminista. La independencia económica que surge a partir de obtener un ingreso suficiente produce ciertas libertades para las mujeres, permitiéndoles implementar distintas formas, estructuras y dinámicas familiares, más comunitarias y alejadas del modelo heteropatriarcal de la familia nuclear privatizada. Así como reconfigurar las relaciones de pareja y evitar las relaciones disfuncionales, que se basan en la limitación de los medios económicos a las mujeres (violencia económica y dependencia estricta a la pareja por falta de oportunidades e ingresos propios).

¿Quién me preguntó? Si hubiera un ingreso básico universal en México, no habría necesidad de pañuelos rojos colocados en las ventanas, repartición de despensas al por mayor, o represión selectiva por parte de algunos elementos policiales.

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.




Ante el COVID-19, dinero para todos. Ingreso Básico Universal (II)

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Agenda Comunitaria

Por Frank Aguirre

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Durante estas semanas estaré publicando este ensayo, en partes, respondiendo todas éstas preguntas con la intención de dar a conocer uno de los puntos de apalancamiento clave que alcanzo a visualizar entre esta catástrofe económica de desempleo, bancarrota, quiebra y cierre de negocios. Aquí la segunda parte de este ensayo sobre #UtopíasPosibles.

¿Cómo funciona el Ingreso Básico Universal?  Existe un sinfín de contingencias no declaradas por las instituciones a las cuales el Ingreso Básico Universal (IBU) puede ayudar a resolver: la pobreza extrema, el hambre, la impunidad (más del 90% de los asesinatos en México no se resuelven), la inseguridad, el despojo. Para que la carencia económica deje de ser un factor que acrecienta estas situaciones, el Ingreso Básico Universal ayuda a que las relaciones de poder se invierten y no sea el dinero una condicionante o una variable dependiente que contribuya a la desigualdad.

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Para evitar el cinismo del clientelismo electoral, el programa federal de IBU debe garantizar una sociedad post-trabajo para todas y todos -una emancipación universal que permita la disolución controlada de las fuerzas del mercado (el petróleo, el outsourcing, “la banca”, y todas esas “instituciones” y transnacionales que nos tienen hoy de rodillas con el desempleo y la pérdida de valor de nuestra moneda frente al dólar)-, y evitar la distribución del estipendio dependiendo el estatus económico; en otras palabras, debe de repartirse a todos por igual sin un estudio socioeconómico de por medio.

Como afirman Williams y Srnicek, para que el IBU sea efectivo es preciso articular tres factores que lo doten de sentido: 

  • Debe ser suficiente: el IBU debe proporcionar una cantidad de ingreso que alcance para vivir, que sea materialmente adecuado; la cantidad exacta puede variar dependiendo las regiones del país. Si la cantidad no es suficiente puede convertirse en un subsidio para las empresas.
  • Debe ser universal: Como no hay estudio socioeconómico de por medio ni ninguna otra medida para recibir el IBU, el suplemento quedaría exento de la naturaleza disciplinaria del capitalismo del bienestar. Así, como evitaría estigmas como lo es hoy el programa de Jóvenes Construyendo el Futuro (una gran iniciativa postcapitalista) al cual algunas personas se dirigen a él de manera despectiva e incorrecta como “el dinero para los NINIS”, Jóvenes Construyendo el Futuro es mucho más que eso, pero ese es un tema para otra columna.       
  • Debe ser un suplemento antes que un sustituto: otorgarse estrictamente sin condición alguna.

¿Es viable en México?

Economistas, sociólogos, politólogos, antropólogos afirman que no, y otros afirman que sí. No soy especialista y quiero dejar esto claro para dar contexto a la siguiente afirmación que voy a hacer, buscando siempre ser lo más mesurado y responsable posible. Para ello voy a describir un ejemplo burdo pero común, para darnos una idea, porque personalmente considero realista la idea del Ingreso Básico Universal.

En La Paz, Baja California Sur, el mínimo que puedes pagar por usar agua al Organismo Operador Municipal de Saneamiento de Agua es de $130. Supongamos, en un escenario hipotético/catastrófico/irresponsable, que solo el 10% de la población paceña paga el agua.

Eso significaría que, al mes, 30,000 personas pagan la cantidad total de $3,900,000 M.N., al año serían (3,900,000 x 12 meses) $46,800,000! ¿neta de donde dicen que no hay dinero… ni para pagar nómina? creo que a veces no dimensionamos la enorme cantidad de dinero que estamos pagando al gobierno federal, al estado y al municipio.

Este ejemplo es solo el agua, con un porcentaje hipotéticamente ridículo en el que poca gente pagaría el servicio ¿cuánto sería el cúmulo total de recaudación real de multas al año? ¿o predial? ¿o de revista del carro? ¿o de licencias de manejo? ¿o de luz? ¿o de licencias de construcción? ¿y de recolección de basura? ¿que tal de ISR? súmale declaración anual de impuestos.

Es un chingo de dinero… ¿verdad que no tiene mucho sentido en la ecuación de la narrativa cuando nos dicen que “no hay suficiente dinero”? Pero si vemos a funcionarios como la diputada local de BCS, Perla Flores Leyva (PES), que gasta del rubro destinado a viáticos y traslado del Congreso para llevarse a su familia a París.

Lo que sucede es que, aun con este nuevo gobierno federal (y en algunos casos Estatal y en otros hasta Municipal), evidentemente sigue existiendo una inequitativa y opaca distribución de la riqueza.

Algunas personas creen que con esto sugiero reformar métodos extraordinarios al sistema de pensiones, implicando moverle a los porcentajes de las cuotas obrero patronales, lo que se traduciría en que muchos trabajadores y patrones entendieran  que se las va “subir el impuesto”, pero no; aunque si esto se hiciera (de subir las cuotas IMSS y damos a la vez el ingreso básico universal), la diferencia de lo que se les estaría quitando de más del IMSS se compensaría con lo que les entrará con el IBU. Lo que sugiero es replantear la absorción del PIB (Producto Interno Bruto) para programas sociales. Aproximadamente, los programas de Andrés Manuel absorben al años el 1.5% del PIB (esto incluye el programa de becas para jóvenes y la duplicación de la pensión para adultos mayores). O sea… un pelo de gato.

Hasta aquí dejo ésta segunda parte, para no redactarte un pergamino, y espero en la próxima y última entrega concluir respondiendo las siguientes dudas ¿Cuál es su meta? ¿Qué beneficios tiene?

¿Quién me preguntó? si quieres hacer algo ahora para mejorar las condiciones de atención frente al coronavirus, checa la convocatoria de los científicos del CICESE que están fungiendo como centro de acopio para equipo médico de protección. Queremos evitar un monclovazo, que no nos pase lo que en Coahuila donde 30 miembros del personal de salud se contagiaron con COVID-19 y hasta un médico murió. Podemos impedir que esto nos suceda en La Paz, nuestro personal de salud no debe de enfermarse si no, ¿quién nos va a atender?

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.

 

 




Ante el COVID-19, dinero para todos. Ingreso Básico Universal (I)

FOTOS: Internet.

Agenda Comunitaria

Por Frank Aguirre

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). La mayoría de los mexicanos no pueden irse a cuarentena a su casa. O mueren de hambre o de COVID-19. Bajo éste escenario de desigualdad ¿qué se puede hacer ante esta inminente ola de infectados que se viene?

Sé que algunos de ustedes me han estado leyendo en mis redes repitiendo una y otra vez el mismo discurso: ¡INGRESO BÁSICO UNIVERSAL YA! Pero ¿Qué es el IBU (Ingreso Básico Universal)? ¿De dónde surgió? ¿Cómo funciona? ¿Es viable en México? ¿Cuál es su meta? ¿Qué beneficios tiene? Durante las siguientes semanas estaré publicando un ensayo, en partes, respondiendo todas éstas preguntas con la intención de dar a conocer uno de los puntos de apalancamiento clave que alcanzo a visualizar entre esta catástrofe económica de desempleo, bancarrota, quiebra y cierre de negocios. Un ensayo sobre #UtopíasPosibles.

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¿Qué es el Ingreso Básico Universal (IBU)?

Para explicarse su significado es imprescindible dejar claro el contexto de dónde surge la idea del IBU.

Primeramente, es un proyecto de izquierda, una aspiración postcapitalista (¡Y no! ¡No se maltripeen con Cuba, Venezuela, la Unión Soviética! O con si Frank se ha chairizado mucho durante este encierro. Si tienes la necesidad de visualizar a qué me refiero con postcapitalismo imagina Islandia, Dinamarca, Suecia, Finlandia), o, en otros términos: una reestructuración de la sociedad en sus aspectos político y social, en la que el recurso básico sería el conocimiento. El IBU surge de un enfoque ambicioso de política universal con el objetivo de pluralizar la economía al perturbar el funcionamiento del poder cotidiano (explotación laboral = utilidades) y promover espacios igualitarios.

Quiero dejar algo bien claro: no estoy proponiendo volver al pasado, al contrario, con esto quiero afirmar al igual que Srnicek y Williams que la izquierda no puede, ni permanecer en el presente, ni regresar al pasado.

El Ingreso Básico Universal es el otorgamiento de una cantidad de dinero con la que se pueda vivir, sin ningún estudio socioeconómico de por medio.

¿A quién chingados se le ocurrió que dar dinero a todos es una “buena” idea?

No me malinterpreten, no es una idea descabellada, ni mucho menos “imposible”, “idealista”, o que no alcance el dinero de las arcas públicas para implementarlo – más adelante comenzaremos a hacer números para ver su viabilidad institucional y económica, y responder a la duda ¿puede la República mexicana aventarse el tiro de establecer un programa que entregue tanto dinero a todos los mexicanos?-. Para empezar, este es un proyecto olvidado de los años sesenta y setenta. Tuvo su auge en Estados Unidos durante la posguerra (después de la Segunda Guerra mundial); incluso Nixon (presidente del gabacho de 1969 a 1974) y Carter (también presidente de E.U. de 1977 a 1981) intentaron se aprobara una legislación al respecto. Los suizos organizaron un referéndum sobre el IBU en 2016, y hay otros países donde ya se está experimentando con el mismo, como India y Namibia.

Aquí en México, Ricardo Anaya (candidato a la presidencia 2018 por el PAN/PRD/MC) la tenía como iniciativa para conectar con la juventud, una reforma al estado de bienestar mexicano.

La idea de proponerte, querida y querido lector, que el gobierno nos dé una feria a todos por igual por el simple hecho de ser mexicanos, surgió en mí primeramente por hacer conciencia de clase y entender que nuestro país no va a poder aspirar en los días siguientes a tener un lockdown (un encierro total por parte de todos los ciudadanos, en sus casas).

Si tuviéramos un IBU, sin pedos y sin remordimientos pudiéramos estar en redes sociales exigiendo al vecino, a los que aún deambulan por el centro, a los que se siguen trasladando todos los días en pesero porque no tienen para comprar un carro, que se regresen a sus casas, que no sean inconscientes, que sean “solidarios”, que podemos evitar el contagio masivo. Pero la realidad es que la desigualdad social, el vulnerable sistema de pensiones, el abandono de la política pública de vivienda y la endeble Ley del Trabajo no nos está permitiendo acabar con la pandemia como los médicos quisiéramos.

Si hay un aprendizaje de ésta crisis, es que acabando la pandemia debemos exigir reformar la Ley del Trabajo, modernizar el sistema de pensiones, mejorar la transparencia de las arcas de dinero público y presionar para que se redistribuyan de manera más equitativa los impuestos o ¿en serio usted tiene la ingenuidad de creer que no podemos costear estipendios para toda la población, pero sí podemos subsidiar los viajes a París a la familia de la diputada Perla Flores, pagarle millones de pesos a los senadores, condonarle impuestos millonarios a la morenista Yeidckol Polevnsky y perdonar los millonarios desvíos de recursos públicos al Gobernador Carlos Mendoza Davis?

Nos vemos en la próxima entrega de Dinero para Todos (Ingreso Básico Universal), para profundizar las metas y los beneficios del IBU. Por mientras te recuerdo ¿qué se puede hacer ante esta inminente ola de infectados que se viene? donar alimentación a los más necesitados (como cuando es huracán), exigir la moratoria en renta y cancelación del pago de la luz; si puedes, continúa pagándole a tu trabajadora doméstica aunque no vaya a casa, y no visites a tus papás y abuelos hasta que pase la contingencia (o visítalos con una ventana de por medio).

Palomilla, saldremos de ésta, pero neta nos tenemos que poner las pilas porque ahora si nos necesitamos bien cabrón. Unidad, Comunidad y Cooperación. ¡Ingreso Básico Universal Ya!

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.