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Borat: siguiente película documental. Comedia incómoda para combatir a la postverdad

FOTO: Internet.

Kinetoscopio

Por Marco A. Hernández Maciel

 

La Paz, Baja California Sur (BCS) . 90 minutos de momentos incómodos, revelaciones hilarantes y conclusiones preocupantes. Eso es lo que ofrece “Borat: siguiente película documental: La Entrega de un Prodigioso Soborno al Régimen Estadounidense para Beneficiar a la Alguna Vez Gloriosa Nación de Kazajistán (Borat Subsequent Moviefilm: Delivery of Prodigious Bribe to American Regime for Make Benefit Once Glorious Nation of Kazakhstan)”, que acaba de ser estrenada el pasado 23 de octubre por la plataforma de streaming de Amazon Prime.

Sacha Baron Cohen encarnando de nueva cuenta a Borat (y una serie de disparatados personajes en los que se cuenta una muy prominente figura política del país del norte) se integra en el mundo y habitantes de la posverdad, interactúa con ellos y se vuelve ácido, incómodo, hilarante, brillante y estúpido. En este filme, que además de protagonizar también funge como productor, Baron Cohen nos lleva junto a su personaje en un viaje que tiene como propósito entregar un regalo a una importante figura política para que Kazajistán vuelva a tener los favores de la nación más poderosa del mismo. Ese regalo es nada más y nada menos que la hija de Borat, Tutar, interpretada por la sobresaliente Maria Balakova.

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De esta forma vemos a padre e hija recorriendo varias ciudades de Estados Unidos que se encuentran desiertas a causa de la pandemia del COVID-19, en busca de lograr su propósito, mientras se infiltran eventos como una convención del Partido Republicano hasta vivir varios días con una familia de la ultraderecha norteamericana, para concluir en un día de campo que resulta tan revelador como aterrador. Y mientras Borat, un personaje misógino y antisemita se codea sin problemas entre ellos, nos revienta en las narices algunos de los absurdos gigantescos que vivimos en la llamada Era de la Información que, gracias a la polarización y a la manipulación de las redes sociales, mutó de manera grotesca hacia la Era de la Posverdad.

Pero no conforme con ello, Baron Cohen no tiene contemplaciones y se lanza con todo hacia Donald Trump y consigue un momento inaudito tomando como presa a Rudy Giuliani, aquel célebre alcalde de Nueva York que afrontó la crisis de las Torres Gemelas y que es amigo personal y abogado del actual presidente estadounidense. Y es en esa sola escena, donde logra poner en jaque a todo un sistema político basado en las mentiras y la manipulación. Al exponer a una sola persona de esa manera, y recordar el contexto que durante todo el filme se va construyendo, es donde uno se da una idea de como fue que llegaron ahí, cómo fue que les toleraron tanto, de como la verdad ha perdido valor y los hechos se someten a los dichos y las leyes se someten a las ocurrencias.

Ahora, no hay que desestimar el gran trabajo que entrega Maria Balakova como Tutar, hija de Borat.  La actriz de nacionalidad búlgara es un tremendo descubrimiento que se desenvuelve con soltura tanto en escenas con guion como en aquellas que demandan improvisación pura, al grado de opacar varias veces a Baron Cohen. De hecho, llega un punto en que Borat se vuelve predecible y es el personaje de Tutar quien permite que la película no se atasque, situación que Baron Cohen entiende perfectamente al dejarle las riendas de esa escena que se convierte en la cumbre de este mockumentary (falso documental). No sería extraña una nominación al Globo de Oro como mejor actriz de comedia, y en un año tan insólito como este 2020, hasta una nominación al Oscar.

La gran virtud de la incomodidad es que nos hace movernos, no nos permite quedarnos en un solo lugar. Y ese es el gran logro de Sacha Baron Cohen, ser tan incómodo que no podemos quedarnos indiferentes a su mensaje, que no podemos obviar lo que vemos y que nos haga pensar, aunque sea un poco, en cual de todas las verdades estamos viviendo. Algo de risa incómoda para hacer vibrar los muros de la posverdad y no quedar atrapados en una realidad que nunca ha estado ahí.

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Trampas en el ajedrez

IMAGEN: Internet

La demencia de Atenea

Por Mario Jaime

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). En la guerra todo es válido. Si el ajedrez resulta un microcosmos de la guerra, entonces cualquier ventaja por grotesca e inmoral que parezca sirve para alcanzar el objetivo. Semejante ética utilitarista se presenta en nuestra época con más descaro debido al aspecto económico de las competencias. En el ajedrez, las trampas van más allá de sacrificios o celadas sobre el tablero.

Engañar es la estrategia común del tramposo. Odiseo, prototipo del bribón genial, pudo dar mate a Troya con el caballo.  En nuestro siglo, las engañifas son menos clásicas pero igual de espectaculares. Vivimos en una sociedad agónica, rodeados de apariencias. Lo que los esteroides son al béisbol, los ordenadores son al ajedrez.

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En el 2006 un ajedrecista indio, Umakant Sharma, fue suspendido por la FIDE por 10 años. Descubrieron que el pícaro utilizaba un pequeñísimo bluetooth para redes inalámbricas. Por esta especificación industrial enviaba instrucciones para que un ordenador calculase los movimientos necesarios y así vencer. Sharma logró en sólo 18 meses calificar para el campeonato nacional de la India. Estos procedimientos son comunes en los foros ajedrecísticos en la red, donde desaforados jugadores con ratings altísimos, juegan con un programa independiente. En el caso del indio se comprende, hay jugosos patrocinios si logra ser profesional. Pero en el caso de los nerds cibernautas, el ego enfermizo puede ser el motor digno de un psicoanálisis.

En septiembre del 2010, tres jugadores franceses hicieron trampa en la olimpiada de Siberia. El gran maestro Feller, de 19 años, estaba detrás del tablero imaginándose variantes mientras su compinche Marzolo seguía el desarrollo en la red y con el uso de un programa establecía el siguiente movimiento. Cuando lo tenía, enviaba el mensaje codificado al tercer implicado, un tal Arnaud. Este se sentaba en un tablero escogido previamente en el salón de competencia. Cada tablero representaba un escaque.  Cuando Feller miraba en que tablero se sentaba Arnaud, entendía que jugada debía realizar.

Veselin Topalov y Vladimir Kramnik se enfrentaron por la corona mundial en el 2006. Kramnik ganó las dos primeras partidas de manera contundente. Después de la cuarta partida, Danailov, el entrenador de Topalov dio una conferencia de prensa donde acusó al ruso de haber visitado el baño durante 25 ocasiones por partida. El búlgaro sospechó que allí, de alguna forma, se comunicaba con sus asesores debido a que el área del excusado era la única que carecía de vigilancia por medio de cámaras. Topalov se negó a darle la mano a Kramnik, no debido a desacuerdos higiénicos. El comité organizador decidió que los dos ajedrecistas usarían el baño de mujeres en lugar de uno individual. Aceptaron que Kramnik efectuaba varias visitas al baño durante las partidas pero no podían negarle el acceso ni vigilarle detenidamente en sus procesos fisiológicos. Como respuesta, el incontinente se indignó y perdió la quinta partida al no presentarse. El presidente de la FIDE tuvo que negociar durante varios días con los equipos correspondientes y restringió los viajes al baño. Al final, Kramnik ganó el match y la corona mundial. A este vulgar episodio en la historia de los campeonatos se le conoció como el Toiletgate.

Victor Korchnoi expresó su indignación sobre esta controversia y dijo que en el lugar de Kramnik él hubiera abandonado el match. Pero al buen maestro se le olvida que en una ocasión enrocó a su rey después de haberlo movido. Si fue treta o simple desliz, sólo él lo sabe, pues esto se descubrió en el análisis posterior a la partida.

Además, el propio Korchnoi fue víctima de varios complots por parte del gobierno de la Unión Soviética para que este desertor jamás fuese campeón del mundo. En su match contra Karpov en 1978, los grandes maestros utilizaban la Enciclopedia yugoslava como fuente de consulta de las nuevas aperturas. El gobierno de la URSS publicó líneas falsas en dicha enciclopedia para que el equipo de Korchnoi creyera en ellas, mientras que advirtió al equipo de Karpov de la trampa.

En medio de las partidas, Karpov comía deliciosos yogurts. El equipo de Korchnoi acusó al equipo soviético de mandar mensajes cifrados que se decodificaban mediante el color y el tamaño del yogurt.

Los árbitros pusieron un tablero de madera entre las piernas de estos dos señores después de que en el primer match se daban patadas bajo la mesa, como buenos deportistas.

Las marrullerías son legendarias. El rey Cnut o Canuto II, vikingo que reinó sobre Inglaterra, Suecia, Noruega, Polonia, Dinamarca y ordenaba a las mareas, protagonizó una leyenda ajedrecística. Jugaba este rey con su cuñado Ulf, traidor e intrigante, una partida de ajedrez durante un banquete. Lo imagina el lector, los salones poblados de bebidas espirituosas entre robustos barbados de espada y sueños rubios; mientras afuera se desatan ventiscas con hedor a lobos. Ulf, capturó una pieza de Canuto. El rey, sin inmutarse volvió a colocar la pieza en el tablero como si nada hubiera pasado.  Ulf reclamó, Canuto suplicó continuar la partida perdonando su error. Ulf se levantó arguyendo trampa, Canuto se levantó indignado. Ulf volcó la mesa, el tablero y las piezas espetándole de cobarde, Canuto le acusó de traidor.

En la saga correspondiente los diálogos son más o menos así:

Canuto – No huyas, tú, Lobo cobarde (Ulf significa lobo).

Ulf – Habrías hecho un largo viaje en el río Helga si yo no te hubiese salvado, cuando los suecos te apalearon como a un perro. En ese entonces no me llamaste cobarde.

El día de Navidad de 1026, Ulf fue ejecutado por no aceptar un simple undo por parte de su monarca. Esta fecha puede ser apócrifa. En La saga de Olaf de Snorri Sturluson (1178-1241), se narra cómo Canuto mandó a un mercenario Noruego para que asesinara a Ulf en la iglesia, durante una fiesta religiosa durante la primavera. El noruego atravesó a Ulf frente a los fieles. La sangre manchó el templo. Luego, Canuto lavaría su pecado patrocinando ciertos monasterios.  Cosas de vikingos.

El Rey Canuto y el traidor Ulf  pelean por una partida en Roskilde, Dinamarca 1026
Arte de Morris Meredith Williams (1913)

No se puede tocar una pieza y mover otra. Un fenómeno interesante es, que cuando uno llega a tocar la pieza, la posición se ilumina y en el movimiento nos damos cuenta de nuestro error fatal. En partidas amistosas, reculamos a carcajadas y reclamaciones de nuestro rival, para mover otra pieza. Pero en torneos oficiales hacer esto es una blasfemia y conlleva a una descalificación. Para soslayar la tentación, un ajedrecista puede decir J’ adoube (Yo ajusto) en voz alta y tocar sus piezas para colocarlas bien sin estar obligado a moverlas. El primero en escribir sobre la regla de pieza tocada es jugada fue Luis Ramírez de Lucena en su libro Repetición de amores y arte de ajedrez de 1495. El límite entre ajustar y hacer trampa es difuso. En 1967 el gran maestro yugoslavo Milan Matulovic jugaba con las blancas contra Istvan Bilek en el torneo de Sousse. En el umbral del movimiento 37, Matulovic se encontraba ante el ataque de la dama y una torre negra. La posición era:

Así que el bueno de Milan movió Tb1. Pero el demonio del error le abrió los ojos y cuando pulsó el botón del reloj, se percató de que esa posición le llevaría a una derrota. Así que rápidamente escupió la frase: Ich spreche j’adoube (He dicho; ajusto) y serenamente regresó su torre a d1 y movió su rey, Rf1. Bilek saltó. Reclamó como poseso. Acusó a su rival. El árbitro tuvo miedo. En lugar de obligar a Milan a conservar su primer movimiento dejó las cosas como estaban. El yugoslavo alegó que ajustaba. ¡Pero lo dijo después de mover! Clamó Bilek.

  • Usted no me escuchó — se defendió el tramposo.

Bilek tenía una posición ganadora, más no pudo derrotar a su rival. Aceptó una repetición de jugadas que terminó en tablas. Desde entonces, a Milan se lo conoció como J’adoubovic.

Tres años después, nuestro héroe fue acusado de perder a propósito contra Taimanov en el torneo de Palma de Mallorca. Taimanov requería ganar para tener derecho a jugar por la candidatura al campeonato mundial; así que ofreció viles $ 400 a Milan. Aceptó un gambito de dama y el dinero. A Taimanov no le sirvió de nada, pues Bobby Fisher le hizo pedazos 6-0 y Milan se gastó su dinero pero manchó aún más su reputación. Años después, fue encerrado en prisión por haber arrollado con su automóvil a una mujer la cual murió a raíz del accidente. Milan sentenció: ¡Sólo era una Bosnia!

Cuando Judith Polgar tenía 17 años se enfrentó al campeón del mundo Kasparov en Linares. El ogro perseguía a Karpov, que le llevaba 1 punto de ventaja en el torneo. En la jugada 37, la posición era:

El campeón levantó su caballo y lo depositó en el escaque c5, pero no soltó la pieza. ¿O sí? Luego se arrepintió y situó el caballo en f8. La jovencita miró al árbitro Falcón pero no reclamó. Una pequeña frente al inmenso jugador.

Después de la partida Polgar se encara con Gary; le reclama haber soltado la pieza y luego volverla a tomar; lo hizo frente a varios testigos, acalorada por su derrota. Explica que había tenido la sensación de que Kasparov había soltado la pieza unas décimas de segundo pero no se atrevió a reclamar. Le quedaban sólo dos minutos y hacer un escándalo la desconcentraría aún más. Pues el escándalo brota. Aparece un vídeo en el que se aprecia como Kasparov separaba por un brevísimo instante sus dedos de la pieza en c5 antes de volverla a mover. Kasparov alega que sólo se puede saber si la cinta se ralentiza. Un grupo de analistas observan la acción en cámara lenta. Determinan que el hombre soltó la pieza durante 1/25 de segundo. Llaman a un neurólogo. El especialista afirma que a esa velocidad es imposible tomar una decisión de tal magnitud. Gary manotea, Judith declara: este hombre no me impresiona. Esperaba que cada uno de sus movimientos fuese perfecto, pero no fue así. Nunca sentí esa energía tremenda que ha afectado a otras personas.

Las partidas arregladas son muy comunes; desde torneítos miserables donde los jugadores acuerdan tablas para ayudar al compadre hasta olimpiadas internacionales, donde se involucran equipos enteros. Arreglar de antemano una partida me parece indecoroso, sobre todo por el honor que subyace en la esencia del juego. Pero yo no vivo de jugar al ajedrez y, sin duda, mi percepción cambiaría si me viera envuelto en un torneo donde el ajedrez fuera más que un deporte y menos que un negocio.

En 1880 se celebró el quinto congreso americano de ajedrez con sede en New York. Preston Ware Junior, un jugador de Boston, testificó ante el comité del torneo que su último oponente, el inglés James Grundy le ofreció 20 dólares si la partida terminaba en tablas. Grundy era pobre y requería el dinero ofrecido por los patrocinadores. Si empataba en la última ronda aseguraba el segundo premio. Ware estuvo de acuerdo pero Grundy no respetó el trato y derrotó de mala forma a Ware, después de 7 horas y 30 minutos.  Ware se encolerizó y acusó a Grundy, que a la postre se llevaría el primer premio gracias a esta victoria.  El escándalo fue seguido en los diarios durante meses. Ware dijo que había aceptado el soborno por compasión, pues Grundy no tenía dinero para pagar su alquiler y sería echado.

Grundy no era un exactamente un gentleman. Ya Frank Scoff le había acusado de jugar bajo nombres falsos después del affaire. James se inscribía a torneos como Grover y Sloper.

¿Grundy engañó a Ware? ¿Le tendió una trampa para derrotarlo fácilmente o, percatándose del pobre juego del bostoniano, decidió en último momento jugar legalmente? He aquí un problema ético. El farsante decide engañar a su cómplice que, a su vez, se escandaliza por la traición y descubre todo ante las autoridades, aún en perjuicio de su honorabilidad.

Una honorabilidad algo endeble, pues cuatro años antes en Filadelfia, Ware fue acusado por ciertos reporteros de perder a propósito una partida contra un tal Mason a cambio de billetes verdes. Mason estaba en segundo lugar y Wade fuera de competencia, así que el primero aún podía competir por el campeonato. Las sospechas se confundían con el juego mediocre del jugador, que llevaba 25 años como profesional. En una partida anterior contra Elson ya había perdido en la séptima jugada. En la quinta jugada, Ware había jugado como un principiante y se llegó a esta posición:

Ware movió un nefasto Ag4. Elson se comió el peón y entonces la posición fue:

En lugar de capturar al alfil, Ware movió Rd7. No hay mayor descaro para vender una partida. Aunque los reporteros escribieron que fueron testigos de las partidas más finas en la historia del ajedrez norteamericano, el columnista Jeremy Spinrad opina que las partidas de Ware fueron indignas aún para un torneo de escuela primaria. Ware alegó que estaba indispuesto y durante todo el torneo tuvo problemas de salud. Su nivel no era tan prosaico, evidentemente, pues en 1882 en Viena logró ganar una partida a Steinitz.

Elson, por su parte, es tan interesante como Wade. Fue campeón de Canadá, reportero en Londres, superviviente en Sudamérica, marinero de la Armada Real, viajó a la India y fue encarcelado varias veces. En Alemania por apostar y en Francia por falsificar documentos.

Así pues, estos torneos románticos, integraban buen número de falsarios, vividores, hombres de carne y hueso, en una nación semi-salvaje, con la idiosincrasia agonal que caracteriza al país de los hot dogs, las orejas de indio pagadas a dólar y la prosa de Melville.

En 2015, Gaioz Nigalidze, campeón de Georgia, fue sorprendido haciendo trampa durante el Abierto de Ajedrez de Dubai. Jugando contra el armenio Petrosian, se levantaba al baño con frecuencia.  Petrosian solicitó al árbitro que investigara. Se hizo una búsqueda dentro del sanitario y se descubrió un iPod Touch envuelto en papel de baño.

Pese a que Nigalidze negó cualquier responsabilidad, sus excusas no sirvieron de nada ya que al abrir el dispositivo se encontró una aplicación de ajedrez funcionando, así como una sesión abierta de una de sus redes sociales.

En los torneos multitudinarios, las escaramuzas se dan fuera del tablero. Pululan los espectadores haciendo señas, niños con computadoras en el bolsillo, gente contestando su portátil. Los árbitros se desquician ante toda clase de artimañas. Un jugador se levanta del tablero y se va a fumar, dejando a su contrincante en una desesperante posición perdedora. Cuando vuelve se da cuenta de que el otro movió algo genial y ahora él está en serios problemas. Pero como tardó mucho, el tiempo ahora es su enemigo. Se rinde. Por la tarde analiza la partida y se da cuenta de que el astuto realizó una jugada ilegal. Ya es tarde para reclamar al árbitro. Otros jugadores tocan las piezas con sus bolígrafos. Los oponentes le hablan a su rival, algo prohibido en los torneos, miran la hoja de apuntes del otro, al capturar la pieza la dejan caer al suelo, tiran las piezas adyacentes, colocan una pieza entre dos escaques. Un jugador desesperado hace una jugada ilegal para ganar tiempo, el rival detiene el reloj, acude al árbitro. Mientras tanto, el primero logra pensar, el árbitro regresa, ajusta el tiempo, el primero ya meditó su jugada y gana. Un jugador se olvida de presionar el botón del reloj y el otro no le notifica. De pronto, un jugador se percata que el otro tiene 3 alfiles en el tablero, otro mata una mosca con el peón y luego mueve otra pieza, etc.

Los psicólogos sociales han relacionado la trampa con aspectos de la personalidad. Un estudio de Yates en 1979, concluyó que los tramposos suelen tener una baja capacidad para demorar la gratificación pero una alta capacidad para las tendencias sociopátas, sea lo que sea que signifique esto. Otro estudio de Lueger en 1980, concluyó que los tramposos tienen una alta necesidad de aprobación y una baja capacidad de confianza. ¿Por qué no decir simplemente que es la condición humana?

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Centro Mujeres, bastión por los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres en BCS

FOTO Portada: Ye Roy Duarte Ramírez.

FOTOS Interior: Facebook de Centro Mujeres A.C.

Hilo de media

Por Elisa Morales Viscaya

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). El pasado mes de septiembre, Centro Mujeres, asociación civil defensora de los derechos humanos, sexuales y reproductivos de mujeres en Baja California Sur, cumplió 26 años. De acuerdo a lo que se lee en su sitio web, Centro Mujeres fue fundado en 1994 por tres profesionales de la salud en respuesta a la carga de las necesidades de salud de la comunidad insatisfechas y las violaciones a los derechos humanos de mujeres y adolescentes.

Una de las dos directoras y fundadoras del Centro es la doctora Monica Jasis Silberg, quien nos relata sobre sus inicios: Hay que ubicarse en el momento histórico de México, era 1994. Recordemos que en ese año asesinaron a Colosio, también empezaba el año zapatista y con ello empezaban a brotar elementos cuestionadores de lo que estaba haciendo la sociedad con las mujeres y hombres de este país. En ese contexto nace Centro Mujeres, abrazando los principios, también cuestionadores, de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo de El Cairo, los cuales convertimos en principios rectores para el Centro porque ahí es donde primeramente se reconocieron los derechos reproductivos como derechos humanos y luego en 1995 con la Conferencia en Beijing sobre la condición social de las Mujeres se reconocieron los derechos sexuales.

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Yo trabajaba en el sector salud, como jefa de medicina preventiva del Hospital General y observaba que gran parte de los problemas tenían que ver con una falta de conciencia del derecho a la salud que tienen las personas en general y en específico las mujeres. En ese momento en BCS no se conocía el concepto de salud reproductiva, y yo estaba convencida de que con una conciencia de derechos se podía mejorar mucho la calidad de la atención a la salud de las mujeres. Así empezaron a surgir mis expectativas. Pero entonces, me di cuenta que dentro del sistema de salud era muy difícil lograrlo, porque había muchísima resistencia, y además había gente que estaba en contra de los derechos de las mujeres, todavía desafortunadamente dentro del sistema siguen existiendo, pero cada vez son menos.

En ese momento era impresionante: había enfermeras en contra de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, trabajadoras sociales, muchos hombres del sistema de salud, jefes de servicio, en fin, muchos operadores del sistema que, por desconocimiento o valores opuestos, contrariaban el ejercicio de estos derechos. Para mí significaba un trabajo titánico. Comencé a platicar con algunas mujeres que estaban cuestionándose lo mismo que yo. Y decidimos tres compañeras: una psicóloga, una compañera con experiencia en administración de organizaciones civiles, y yo, que soy médica con maestría en salud pública (y más tarde doctorado en investigación), abrir una organización independiente que llamamos Centro Mujeres.

Un parteaguas de los derechos sexuales en BCS

El Centro Mujeres en BCS representó ser, desde el inicio, una especie de catalizador, un parteaguas que, por un lado, captó la expectativa de mucha gente que no veía que en los programas gubernamentales se estuvieran promoviendo los derechos, por el contrario, comentaban y se quejaban que en los programas fundamentales de educación, salud, desarrollo económico, etcétera, había violación de derechos de las mujeres. Lo que sucedió entonces fue que al Centro mujeres se nos fue acercando toda esa gente con expectativas de cambio positivo. Pero también la apertura del Centro causó reacciones negativas entre las personas del estatus quo, que siguen existiendo en Baja California Sur y de, por supuesto, sectores que están contra los derechos, a quienes no les interesa que las mujeres dejemos de ser ciudadanas de segunda categoría, dedicadas solo a servir a los hombres, como amas de casa, solo a la crianza de hijos e hijas.

Por otro lado, en ese entonces nos llevábamos sorpresas. Mucha gente se ofreció a colaborar en nuestro Centro de forma voluntaria, y algunas eran esposas de empresarios que decían “bueno yo opté por estar al lado de mi pareja, pero no se tiene que obligar a todas las mujeres a hacer eso”, o “no quiero que mis hijas sigan mi ejemplo”.

Una cosa que fue fundamental en el Centro, es que nosotras decidimos desde un principio trabajar en coordinación con otros grupos de mujeres que ya estaban trabajando años antes en otros lugares del país y del mundo. Una anécdota curiosa de aquel entonces fue que en la UABCS funcionaba el primer nodo de Internet que había en La Paz, y pues, nosotras, conscientes de la necesidad de conectarnos al resto del país y del mundo, solicitamos a la universidad la conexión y, así, Centro Mujeres en 1994 fue la primera organización a quien la UABCS le extendió Internet de forma externa. ¡Nos tocó a ese nivel picar piedra en BCS!

Básicamente así empezó nuestro quehacer, y desde entonces visualizamos que era muy importante participar en la opinión, como organización ciudadana, sobre las reformas o modificaciones de las leyes que incumben a los derechos de las mujeres. Fíjate que, en el estado, por ejemplo, en la época en que nosotras creamos nuestro Centro, era más castigado matar una vaca que violar una mujer: violaban una mujer y los delincuentes salían por fianza, la violación sexual no era considerado un delito grave. Igualmente, se hacían cosas increíbles en este estado como, por ejemplo, carear a los niños y niñas con el abusador sexual, que en general es un adulto con autoridad y poder sobre ellos, representando el careo presencial algo gravísimo, que nosotras logramos que se reforme en el código penal.

Así, poco a poco empezamos a darnos cuenta de la importancia del diálogo con los tomadores de decisiones, hicimos muchos proyectos de capacitación y educación de tomadores de decisiones y logramos muchos avances, de hecho, sin temor a equivocarme, puedo afirmar que los avances en derechos sexuales y reproductivos en este estado en su mayor parte, se lograron por el trabajo de Centro Mujeres. Ejemplos son las reformas respecto del respeto al derecho a la no- discriminación, las cuatro causales legales para interrupciones de embarazo, el aumento de penalidades por violación, por violencia sexual, adoptar careos supletorios, el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, entre otros.

Paralelamente trabajamos con las poblaciones, y tenemos mucho trabajo de éxito porque, en realidad, el trabajo gubernamental de prevención en salud sexual y reproductiva en BCS sigue siendo muy limitado y poco priorizado y en cambio, el trabajo preventivo de Centro Mujeres ha sido constante, reconocido y probado como exitoso.

Retos de las mujeres en el 2020

Una mujer que no tiene la posibilidad de ejercer sus derechos sexuales y reproductivos no puede ser independiente, no podría lograr la libertad ni la felicidad tampoco, porque lo básico que tenemos, es nuestro cuerpo y nuestras decisiones sobre el mismo. Entonces, partimos de ahí, al concientizar y trabajar en la formación de recursos humanos que operan programas y que en general desconocen el marco de derechos humanos, sexuales y reproductivos de las mujeres, hay desconocimiento sobre el derecho de todas las mujeres a gozar la sexualidad, de nuestro derecho reproductivo a decidir si ser madre o no, si cuando, con quien y cada cuanto ser madre. Y cuántos hijos tener.

Sobre todo acceder a la justicia reproductiva: que si nos violan tenemos derecho a acceder a una interrupción legal del embarazo, y si no nos violan y no lo planeamos ni lo deseamos pues tenemos que tener derecho a no ser madres. Es algo que claro, yo te lo digo de manera muy simple, pero eso está en todos los instrumentos legales de México y que México se comprometió a nivel internacional. Entonces, como feministas nos centramos en el principio de autonomía y de que no solo tengamos los mismos derechos en la ley sino realmente que exista una igualdad sustantiva en la práctica, en todos los ámbitos del mundo cotidiano, laboral, etcétera.

Pero aún hay mucha ignorancia y grupos con intereses muy claros a quienes no les conviene que las mujeres seamos autónomas y ejerciendo nuestros derechos sexuales y reproductivos, por ejemplo, ciertos grupos religiosos. Es cierto que el derecho a la libre creencia y religión es fundamental en un estado laico como México, pero esos grupos pretenden imponer sus creencias que no son científicas, sino prejuiciosas contra las mujeres. Aunque siempre han existido, están relacionados a grupos de poder económico y a iglesias, conocemos que son anti-derechos, que operan con base en postulados de origen religioso, muchos de ellos de carácter misógino y en contra de la diversidad sexual, como lo es el frente de la familia natural, por ejemplo.

Centro Mujeres ante la pandemia de la COVID-19

En pandemia se nos presentaron dos problemas fundamentales: por un lado, desafortunadamente el confinamiento ha llevado a las mujeres y a las niñas a tener que convivir 24 horas a veces con sus propios perpetradores de violencia. Esto ha disparado la violencia en todos los países, en todo México y en BCS. Por otro, al no declararse los servicios de salud sexual y reproductiva como servicios esenciales, ha provocado que las mujeres no fueran a los servicios de salud a realizarse las revisiones como los Papanicolaou, las revisiones mamarias, las mamografías, revisión de la salud sexual, en general, todo lo que tiene que ver con prevención, que ya de por si cada año hay que hacer un llamado para que acudan a los servicios de salud.  

Entonces en Centro Mujeres hicimos un trabajo colaborativo en red con organizaciones gubernamentales a nivel nacional, y con ellas pudimos lograr que sí se declararan servicios esenciales los servicios de salud sexual y reproductiva -porque además la OMS ya los había declarado como tales y solicitado a los sistemas de salud de los países que así lo hicieran.

Y, por otro lado, en la colaboración que mantenemos como parte del Sistema para el Manejo y Prevención de la Violencia, tuvimos una participación importante. En ese sistema se decidieron hacer algunas promociones de tipo digital en redes sociales con números de teléfono a consideración de las mujeres por si sufrían violencia durante la contingencia.

 

Nosotras fuimos fundamentales en cuestionar ¿cómo va a llegar esta información a las mujeres? ¿Quién tiene acceso a la promoción digital? Por la obviedad, desde nuestra comprensión de que las mujeres más vulneradas no tienen acceso al internet. Entonces propusimos diversas alternativas: que hubiera carros con megáfonos con información en las colonias populares, que en las despensas que se estaban entregando se incluyera la información dentro de la despensa alimentaria, entre otras. En sí, hicimos una serie de propuestas que se retomaron por parte de las instituciones del estado, y eso favoreció a que las denuncias y llamadas y quejas de las mujeres más necesitadas pudieran llegar a los lugares donde pueden atenderlas.

También nos dimos cuenta que nadie atendía a las mujeres migrantes jornaleras, porque estaban confinadas en los ranchos agrícolas, de los que no entraba ni salía nadie. Ellas no tenían acceso ni siquiera a poder comprar toallas higiénicas. Para esto decidimos hacer paquetes de higiene personal específicos para las mujeres, los cuales contenían preservativos, cubrebocas lavables, toallas higiénicas, información para prevención de violencia y de embarazos no-deseados, así como todo lo que tenía que ver con salud, champú, desodorantes, jabones. Pudimos entregar en total 5250 paquetes higiénicos, en nueve ranchos agrícolas y en dos comunidades de migrantes en Vizcaíno, Todos Santos, La Paz, El Carrizal, Melitón Albañez, el aeropuerto de La Paz, ampliación Marques de León y nos queda pendiente Los Planes.

En esta pandemia también hemos sido instrumentales para la atención de mujeres víctimas de violencia. Se empezó a correr la voz sobre nuestro Centro como referencia y, en lugar de que las mujeres que sufrían violencia contactaran los teléfonos de emergencia que ponía el gobierno, algunas se contactaban con Centro Mujeres a través de las redes sociales. Entonces, como formamos parte del Sistema Estatal de Prevención de Violencia, pudimos lograr que tanto el Instituto de la Mujer, la Procuraduría de Justicia y el DIF pudieran intervenir en varios asuntos de violencia contra niñas, adolescentes y mujeres, darles refugio etcétera. Aunque no es lo que hacemos normalmente, porque no somos un centro de servicio sino de capacitación, de prevención, de trabajo, de programas interactivos y de incidencia política con tomadores de decisiones, pero en el caso de contingencia por pandemia es muy importante ponerse al servicio de las comunidades con quienes trabajamos.

Resistencia gubernamental

Si antes los retos más fuertes eran durante el trabajo con funcionarios e instituciones  gubernamentales, con operadores de los programas y con directivos de los programas, ahora es mucho más difícil porque pudiera haber más oportunidad para la simulación. Y eso es verdaderamente lamentable, ese es el reto más importante para quienes trabajamos en colaboración y coadyuvancia, poder lograr que el gobierno deje de simular, que los operadores realmente respondan a sus obligaciones con la referencia a disposiciones legales y normativas nacionales e internacionales: ahí hay muchas carencias y encontramos una gran resistencia para la formación e inclusive para la comprensión del trabajo en equipo con las organizaciones de la sociedad civil especializadas como Centro Mujeres.

Es un trabajo muy intenso el que realizamos, los objetivos que escogimos son para toda la vida porque los tomadores de decisiones cambian, los gobiernos cambian, y a veces tenemos que remontar, es como volver a empezar, y eso es algo que requiere de mucha energía, visión, entereza y convicción en lo que hacemos, y sobre todo mantener nuestra independencia. Tenemos la libertad de poder trabajar desde lo que estamos convencidas que somos, personas libres y autónomas a quienes se debe respetar los derechos y crear las condiciones para ejercerlos.

Sobre el reconocimiento

En octubre del 2002, Mónica recibe el premio “Matilde Montoya” que otorga la Academia Nacional de la Mujer en el seno de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, por su ejercicio en la profesión: Si, y aquí en el 2008 me entregaron el premio mujer destacada, pero, mira yo no lo hago por los premios, porque en realidad muchas veces me enfrento al prejuicio de que “si no naciste aquí…” y esas cosas hacen que no te incluyan en alguna lista, aunque yo tengo 30 años viviendo en Baja California Sur y llegué a residir al país en el 76, así que pues, nadie me quita lo bailado, lo hecho, y voy a seguir haciendo más allá de los premios o las menciones.

Así como mucha gente nos conoce y nos reconoce, hay otra que no nos reconoce, por una cuestión de no valorar el trabajo tan profesional que hacemos, sin improvisación. Yo tengo muchos años en esto. Provengo de la ciencia dura y de las ciencias sociales, igual las otras compañeras de CM, entonces decimos: Conocemos el impacto de nuestro trabajo por tantos años, pero si alguien da poca valoración a nuestro quehacer, igual vamos a seguir porque es la labor que hemos decidido y en el que estamos involucradas también por una cuestión ética.

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El cáncer de México

La Última Trinchera

Por Roberto E. Galindo Domínguez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). En el mundo real mexicano los superpolicías son los corruptores más avezados y, junto a los altos mandos militares, son los traficantes de drogas más empoderados, con el aparato político, judicial y legislativo de su lado. Es así que en el México del engaño y la simulación, ese que nos heredó la clase política de altos vuelos dirigida por el Partido Acción Nacional (PAN) y por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), hoy batalla el hombre que sin tapujos y durante años nos dijo que el nuestro era un Narcoestado y que la corrupción era el cáncer de México.

Una vez más, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no se equivocó: el nuestro es un país enfermo de corrupción y crimen, dañado en su sistema político, legislativo y judicial y hoy sabemos que también en la parte neurálgica de los cuerpos policiacos y militares.

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Las detenciones en Estados Unidos, hace unos meses de Genaro García Luna, el segundo al mando en cuestiones de seguridad durante el sexenio de Felipe Calderón y ahora del General Salvador Cienfuegos, el más alto mando de la Secretaría de la Defensa Nacional durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, son apenas una muestra del iceberg de corrupción mexicano, pues es seguro que hacia abajo se tengan muchos otros delincuentes entre los cuerpos policiacos y militares; pero también es seguro que ellos tuvieron a quién rendirle cuentas hacia arriba, y los mandos inmediatos superiores de estos dos criminales fueron los presidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. En este asunto sólo hay dos opciones: o los expresidentes fueron muy estúpidos y absolutamente incompetentes durante sus mandatos, o fueron y son parte de ese engranaje de corrupción política que ha asolado a nuestra nación por décadas.

Por supuesto que los corifeos de ese régimen podrido que se niega a desaparecer, los comentaristas chayoteros y los intelectuales de poca monta y mucha plata, esos que ya conoce usted: Ciro Gómez Leyva, José Cárdenas, Carlos Loret de Mola, Héctor Aguilar Camín y muchos más de las grandes cadenas de radio y televisión, hoy salen a cuadro e inundan los micrófonos diciendo que la detención del General Salvador Cienfuegos es un duro golpe para la administración de AMLO. No señores, esa detención y la de Genaro García Luna son una vergüenza para México, pero también son la constatación de lo que AMLO nos ha dicho durante años: México padece el mal de la corrupción. Esas dos detenciones son un duro golpe a la credibilidad de los gobiernos federales panistas y priístas, son la muestra del grado de corrupción política al que de milagro hemos sobrevivido, pero sobre todo son la muestra irrefutable de la necesidad de transformar al país, de desarmarlo en todas sus estructuras políticas, policiales y militares y de refundarlo desde sus cimientos.

La detención de estos dos criminales nos indica la pertinencia y la necesidad de impulsar a la Cuarta Transformación del país hasta sus últimas consecuencias y por los sexenios que sean necesarios, claro no con el mismo presidente, para eso tenemos políticos y políticas de mucha honestidad y probidad moral que podrán continuar la lucha contra el cáncer de la corrupción.

 

Polilla política: Los reflectores han estado sobre el PAN con sus gobernadores gritones, en Margarita Zavala y su cancelado partido político, en el movimiento Frenaaa y en la izquierda que está enfrascada en la lucha por el control de Morena. Mientras tanto, el priísmo se ha mantenido discreto y de pronto resurge victorioso en las elecciones de Coahuila e Hidalgo.

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La polémica “Ley antichancla”. ¿Castigo o disciplina?

FOTO: Internet

Hilo de media

Por Elisa Morales Viscaya

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). A finales del pasado mes de septiembre, con 92 votos a favor, el pleno del Senado aprobó la prohibición legal expresa a todo tipo de maltrato, humillación o castigo corporal hacia las niñas, niños y adolescentes, a través de una reforma a la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y al Código Civil Federal para prohibir cualquier tipo de violencia como método disciplinario, a la que se le conoce como ley “antichancla”.

“Queda prohibido que la madre, padre o cualquier persona que ejerza la patria protestad, tutela o guarda, custodia y crianza de niños y adolescentes utilice el castigo corporal o humillante como forma de corrección o disciplina de niñas, niños y adolescentes”, señala la reforma propuesta.  Aunque aún falta ver cómo pasa por la Cámara de Diputados, lo cierto es que parece que la llamada Ley antichancla será decretada, y por lo pronto la noticia de su aprobación unánime en el Senado generó inmediatamente reacciones encontradas en redes sociales, pues no existe un consenso general sobre si es correcto o no “nalguear” o “darle cocos” a los niños como medida disciplinaria o “para educarlos”.

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Una nalgada ¿a tiempo?

El castigo corporal, en sus distintos niveles de intensidad y frecuencia, es una de las dinámicas en la relación entre padres e hijos que a pocos les será ajena. Pero para muchos, precisamente en estos niveles de intensidad y frecuencia es donde se debe marcar la línea, considerando que dar una nalgada a tiempo –a tiempo para ¿qué?– no constituye un acto violento; que no es maltrato pues, sino disciplina.

Esto no es sorprendente, el castigo físico y humillante contra niños es un acto normalizado en la crianza, un estudio publicado por UNICEF, reporta que el castigo físico es la forma de “disciplina” más utilizada en el mundo y que el 80% de los niños de 2 a 14 años ha recibido algún tipo de castigo físico.

En el propio dictamen se hace notar que, según cifras de la UNICEF, uno de cada 15 niños y niñas han recibido alguna forma de castigo severo como jalones de orejas, bofetadas, manotazos o golpes a manera de método de disciplina.

Sin embargo, en las últimas décadas numerosas investigaciones y estudios científicos, psicológicos y neurológicos, han comprobado que ejercer este tipo de castigos no sólo no es efectivo, sino que, por el contrario, desencadena una serie de traumas o actitudes perjudiciales para el desarrollo de un niño, e incluso, el castigo físico, aun cuando sea ocasional, está relacionado con los mismos daños a los niños que el abuso físico.

“A mí me pegaron y no me pasó nada”

Así, aunque existe una amplia evidencia de que el castigo físico pone a los niños en riesgo de sufrir daños físicos y emocionales, así como problemas de salud mental, de conducta y cognitivos, muchos adultos niegan sus repercusiones, minimizando el problema a través de la individualización, y escuchamos que “a mí me pegaron y gracias a eso soy una persona de bien”, o “yo a mis hijos si les di sus nalgadas a tiempo y están sanitos”.

Habría quizá que cuestionar aquella afirmación de que “a mí me pegaron y estoy sano”: en México, en 2016 se reportó una tasa de 5.1 suicidios por cada 100 mil habitantes, es decir, cada hora y media una persona se quita la vida por depresión y ansiedad. Se estima que uno de cada cuatro habitantes de entre 18 y 65 años de edad sufrirá algún padecimiento mental. Datos de la encuesta “Estrés, causas y consecuencias en la salud” realizada por la Universidad del Valle de México, arrojó que casi tres cuartas partes de la población mexicana sufre de estrés. Y esto es lo que se reporta oficialmente, recordemos que existe un severo estigma sobre la salud mental.

Somos una sociedad con un alto porcentaje de adultos con problemas psicológicos y emocionales, que están a cargo de niños, niñas y jóvenes, a los que pretendemos educar con las mismas pautas violentas que forman parte de las condiciones que abonaron a predisponernos a padecer estos  problemas mentales. Y no lo queremos reconocer. Y nos aferramos a ello. ¿Porqué?

Aquí no hablamos de malos padres y madres, que disfruten golpeando o humillando. Hablamos de crianzas reales llevadas por personas reales, y una de las inquietudes más formuladas al respecto de la prohibición de realizar castigos físicos a los menores, es que eso impactará en niños y jóvenes sin disciplina, que los dejan hacer lo que les dé la gana, y acusan a esta nueva pauta de educación sin golpes de ser la causante de desmoronamiento social y pérdida de valores.

¿Sin golpes = sin disciplina?

Aquí —creo yo— que nos encontramos con el nudo del problema. Tenemos como sociedad a generaciones de madres, padres y abuelos educadas con la chancla y el cinto, con el grito y la amenaza, que perpetúan estas formas de crianza con buena intención, convencidas de que ya que así fueron ellos mismos educados y salieron bien –ya vimos qué tan bien–, entonces, así es como debe hacerse. Y estamos temerosos, también, de que esta prohibición les reste autoridad ante sus educados y no ser capaces entonces de llevarlos por el buen camino.

Sin embargo, eliminar los castigos físicos, dejar de violentar a los niños, niñas y adolescentes, no quiere decir dejar de educar. Los psicólogos contemporáneos hablan de crianza respetuosa, de cero golpes, de disciplina con apego y consecuencias naturales, proponiendo así una nueva forma de establecer límites que mantienen al padre o madre como una fuente de autoridad pero sin insertar violencia, vergüenza y humillación en su relación.

La letra de la ley

De acuerdo a lo manifestado en tribuna por la senadora Josefina Vázquez Mota, presidenta de la Comisión de la Niñez y Adolescencia, con la reforma a la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y al Código Civil Federal se evitarán castigos extremos, los cuales terminan en lesiones de moderadas a graves y hasta la pérdida de la vida. Pero, ¿qué tan viable será la aplicación de la letra de la ley?

Primero debemos aclarar que el dictamen aprobado por los legisladores no es de corte penal, sino preventivo, por lo que no criminaliza a los padres o tutores sino que busca, en palabras de la presidenta de la Comisión de la Niñez, “la intervención pública temprana en la prevención y atención de este tipo de violencia“.

Es decir, la citada reforma no incluye castigo alguno para los adultos que maltraten a los menores, aunque enuncie de forma explícita que “queda prohibido que quienes tengan trato con niñas, niños y adolescentes ejerzan cualquier tipo de violencia en su contra, en particular el castigo corporal y humillante”. Entonces, ¿de qué sirve una prohibición sin penalidad a quien la infrinja?

El licenciado en derecho Gerardo Rodríguez nos aclara al respecto: Sin penas no significa que no tenga consecuencias. Aunque –la prohibición de violencia a menores– no tenga pena de prisión o multa, si en la Cámara de Diputados lo elevan a categoría de delito, puede tener la consecuencia de perder custodia o el acceso al menor, además de hacerse acreedor a una penalidad por responsabilidad civil. Es decir, la ley civil prevé que si cometes un delito contra una persona, aunque no lleven contra ti el juicio penal –como en este caso podría ser ya que no hay un castigo penal que perseguir–, puedes reclamar ante un juez civil la reparación del daño por la conducta que la ley prohíbe y fue ejercida.

Imaginemos la situación –continúa Gerardo Rodríguez–, si la ley se mantiene así de escueta en sus definiciones y conceptos, considerando que lo pasen a la Cámara de Diputados, dónde lo modifiquen y pongan penas, será totalmente valido que por una nalgada, si psicólogos declaran que eso provocó daños en su desarrollo emocional, listo, demandar ante el juez civil por daño moral, por ejemplo aduciendo “humillaciones”, cuyo concepto es extremadamente general. Es un tema que deberá valorarse muy seriamente.

La situación en BCS

La diputada por el PT, Mercedes Maciel Ortiz, presidenta de la Comisión de los Niños y Adolescentes en Baja California Sur, en entrevista para este artículo comentó que, aunque el tema de la prohibición de los castigos físicos a los niños, niñas y adolescentes, aún no ha llegado a Baja California Sur para su armonización por estar pendientes algunos pasos del proceso legislativo federal, se han promovido recientemente reformas a favor de un entorno sano para la niñez como la de fomento a la alimentación saludable, también llamada ley “antichatarra”.

Asimismo, destacó que la actual legislatura sin distingo partidista están de acuerdo en promover la protección a la niñez y sus derechos, aunque reconoce que un sector de la sociedad está en contra de este tipo de reformas: hubo muchas voces, que acusan de que están invadiendo la esfera de la tutela de los padres y no, lo que pasa es que las niñas y niños son seres humanos que deben ejercer sus derechos y hay que respetarlos; necesitamos regular, no es una invasión a la responsabilidad de los padres, es una necesidad de la sociedad hoy que regulemos este tipo de situaciones.

¿Entonces?

La propia Suprema Corte de Justicia de la Nación, ha reconocido que el Estado difícilmente puede tener las herramientas para prescribir detalladamente de qué manera los padres deben relacionarse con sus hijos; sin embargo, sí es positivo que la legislación ofrezca un marco de principios que sirva de guía para las relaciones dentro de la familia, y es muy relevante para la erradicación de la violencia el que el cuerpo de la ley reconozca como inaceptable el ejercicio de la violencia como medida disciplinaria o correctiva en cualquier grado contra los niños, niñas y adolescentes.

Habríamos de recordar aquellos tiempos en que la norma en las escuelas era que el profesor tenía la autoridad y la autorización para ejercer castigos físicos en pos de conseguir el orden en el aula y cuan popularizado estaba el mensaje de que la letra con sangre entra.

Hoy por hoy, es inconcebible que un docente maltrate a sus alumnos, se reconoce que esas técnicas son antipedagógicas y generan daños a los educandos; para lograr el cambio debió modificarse la estrategia de enseñanza y actualmente se prioriza el bienestar de los alumnos. Lo mismo considero que sucederá: en un par de generaciones, la chancla materna provocará el mismo rechazo que nos remiten ahora los reglazos docentes.

Antes de ceder al impulso de aplicar un castigo físico a los niños, niñas y adolescentes, debemos recordar que los niños aprenden de lo que ven hacer a los adultos, no sólo de lo que les dicen, de tal forma que si los adultos con los que los menores están estrechamente relacionados utilizan violencia y humillación en sus relaciones, transmiten un mensaje poderoso y peligroso en el sentido de que ésos son medios legítimos para resolver conflictos o cambiar comportamientos, y llevar a interiorizar —con nefastas consecuencias en las relaciones futuras— que quien mas te quiere, puede pegarte por tu bien.

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