Sobre Emilia Pérez, Audiard y el cine de ficheras

IMÁGENES: FimAffinity.

El librero

Ramón Cuéllar Márquez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Ya vi Emilia Pérez, una opereta, o sea, “musical”. Y en efecto, es verdad todo lo malo que se dice de ella. El director Jacques Audiard toma la historia a partir de un párrafo del libro titulado Écuote, escrito por Boris Razon y publicado en 2018; Audiard contó en una entrevista con W Magazine: “A mitad de camino de la novela, hay un personaje que es un capo de la droga que desea hacer la transición para convertirse en mujer. El autor, que es amigo mío, no desarrolló ese personaje. Le pedí los derechos para expandirlo yo mismo”.

Y ya dentro de esa idea, Audiard se metió de lleno a investigar todo sobre México, sus costumbres, sus tradiciones, su situación económica y política, su historia, su gente, sus ciudades, las relaciones familiares, el español mexicano y sus giros dialectales, un largo proceso de informarse para sustentar su historia…

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¡Neeeeh, no es cierto!, no hizo nada de eso, que si lo hubiera hecho, otro sería el relato. El recién fallecido David Lynch contó alguna vez que cuando hizo la película Dune en México, se vino a vivir un año y medio para conocerlo todo, que se reflejara su trabajo, y eso que se trataba de una película de ciencia ficción. Sobra decir que se enamoró de nuestra tierra.

Pues don Audiard no hizo eso: se quedó en Francia, armó todo allá, se imaginó cómo sería México y sus fuentes fueron las opiniones de la gente y de los medios corporativos, es decir, todo lo malo que se decía. ¿Y qué es lo que hace? Contrata a actores y actrices que poco o nada tienen que ver con México —solo una es mexicana, Adriana Paz—, que hablan un pésimo español o de plano tienen la pronunciación española o de otros lugares de Latinoamérica; el español mexicano que se supone hablan, no tiene contexto, no se oye natural y se pierde entre las malas actuaciones porque no saben lo que están diciendo (se nota con claridad en Selena Gómez, a quien no se le entiende nada de lo que dice y que es la peor actuación de todas, aunque ya es famosa su frase: “me duele la pinche vulva nada más de acordarme de ti”… ¿Juat?).

Luego está el tratamiento del tema o temas, porque tiene varios, que se conectan narrativamente de una forma poco verosímil. ¿Un narco que quiere transformarse en mujer?, ¿en serio?, ¿ese narco de machistas, de violentos, de psicópatas, de insensibles? El modo en que lo arriba el cineasta podría haber sido más profundo, pero no se toma en serio cómo es que un narco llega a ese punto, el personaje es débil, fofo, no convence. El personaje, El Manitas, para conseguir “su sueño” de convertirse en mujer se mete al narcotráfico, pero jamás nos enteramos de los resortes emocionales, de las motivaciones, de lo que padeció. No es creíble, podría serlo, pero no de la manera en que Audiard lo plantea, que se lo toma a la ligera y de manera poco seria.

El tutifruti de temas provoca confusión porque no se sabe de qué quiere hablar: por un lado, el asunto trans, por otro lo familiar y ya muy forzado el asunto de los desaparecidos (que es donde radica su sesgo con tintes de propaganda: retrata a México desde la visión de un francés europeo que no sabe nada de nuestro país, que además no filmó una sola escena aquí; ni siquiera los planos de la CDMX son de él). Es decir, el director tiene un cliché de lo que es México, un México de oídas, lleno de prejuicios y convenciones políticas de derecha que reproducen los corporativos mediáticos. Ni siquiera se tomó la molestia de googlearle un poco más.

Ante la lluvia de críticas que ha recibido, pidió perdón por los “errores” que se le han señalado, pero eso sí, la película está siendo premiada absurdamente, que incluye 13 nominaciones a los Óscares, aunque no lo crean. Es hasta hoy 23 de enero de 2025 que se estrena en México; tuvo que pasar casi un año para que llegara, después de haber recorrido festivales de cine. La cosa es: ¿por qué? Con Coco, por ejemplo, se hizo un intenso trabajo de investigación (cosa que Audiard no hizo) y se estrenó acá antes que en ningún otro lugar el 20 de octubre de 2017. Y fue un buen resultado, a pesar de esos giros tipo Disney y Hollywoodense.

¿Cómo es que un producto tan deficiente y con tantos fallos argumentales que rayan en lo inverosímil no se estrenó primero en México —porque se supone que es sobre México—, y lo más absurdo: recibiendo tantos premios que no tienen ninguna justificación? A mí me parece que eso se llama propaganda.

Esta vez los premios Oscar se convertirán en los Premios Razzie a lo peor del cine. Bueno, no es que antes no premiaran lo peor, es que ahora es descarado y propagandístico (¡13 nominaciones al bodrio de Emilia Pérez!). Oh, es cierto, Hollywood y su cine es propaganda siempre…

Resulta una falta de respeto para nuestro país, para las mujeres trans, para la familia mexicana y para el tema tan delicado de los desaparecidos. Una trivialidad, en suma. Audiard retrata algo que no es, que apenas lo toca de rozón, de oídas, repleto de prejuicios de lo que somos y no somos, que reproduce esos prejuicios que Estados Unidos se ha encargado de difundir de México y de Latinoamérica a través de sus series de televisión, con un total menosprecio a nuestras culturas, nuestras lenguas, nuestras tradiciones y nuestra forma de organizarnos como naciones, ese Estados Unidos que nos mira hacia abajo, nos caricaturiza, nos racializa y rechaza como los racistas y clasistas que son. Cualquier película del cine de ficheras es más lograda y respetable. Me cae.

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Invitan a «Alicia en el País de las Maravillas», obra de teatro con personas con discapcidad de BCS

FOTO: ISIPD.

La Paz, Baja California Sur (BCS). El Gobierno del Estado, a través del Instituto Sudcaliforniano para la Inclusión de las personas con Discapacidad (ISIPD) en coordinación con el Colectivo de Instituciones a Favor de las Personas con Discapacidad en BCS (CIFPD), invita al público en general a la presentación de la obra de teatro musical Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas en el Teatro de la Ciudad, el próximo 29 de enero a las 17:00 horas, entrada libre, informó Jorge Alberto Vale Sánchez, titular del Instituto.

Señaló que este evento, no sólo busca entretener, sino también fomentar la inclusión y reconocimiento de los derechos humanos para todas las personas con discapacidad en el Estado, reflejando el compromiso del CIFPD en promover el Modelo Humanista Mexicano, que prioriza este ejercicio, sin distinción.

Vale Sánchez agregó que la obra musical será una oportunidad única para que las personas con discapacidad participen activamente en la cultura. Las y los derechohabientes de Casa de Día para Personas con Discapacidad estarán en el escenario, acompañados por solistas del Coro del Estado, demostrando que, con el apoyo adecuado y una metodología empática, pueden contribuir al desarrollo cultural y artístico.

«Al asistir a esta función, la ciudadanía disfrutará de una experiencia mágica, además de apoyar una causa noble: la inclusión y el respeto hacia todos los miembros de nuestra comunidad», dijo, a través del boletín de prensa del Gobiero del Estado.

Por último, el Director del ISIPD recordó que la entrada al evento es totalmente gratuita, invitando a las infancias a acudir disfrazadas de su personaje favorito de la famosa historia escrita por Lewis Carroll.




Presentan memorial sobre la historia de la Constitución de BCS

FOTO: Congreso de BCS.

La Paz, Baja California Sur (BCS). En el marco del cincuentenario de la promulgación de la Constitución del Estado, se realizó la publicación de la versión digital del Memorial del Proceso Legislativo de la Conversión de Territorio Federal a Estado Libre y Soberano de Baja California Sur (1928-1975), recopilado y elaborado por el Instituto de Estudios Legislativos del Congreso del Estado con la colaboración de la Universidad Autónoma de Baja California Sur.

La diputada Alondra Torres García, presidente de la Diputación Permanente hizo la publicación de la obra de la versión digital en la página web del Congreso de BCS. El documento puede ser consultado en la página web: www.cbcs.gob.mx

La legisladora reconoció que es un gran esfuerzo de recopilación de decretos, debates, iniciativas que culminaron en la publicación de la Constitución estatal. “Es una serie de disposiciones constitucionales y normativas que dieron vida a nuestra Constitución del Estado; nos implica la oportunidad de echar un vistazo la evolución de nuestras historia que servirá para las generaciones venideras” dijo.

El diputado constituyente Eligio Soto López, hizo un recuento histórico desde 1928 cuando se dio la desaparición de los municipios del Distrito Federal, pasando por el decreto del presidente de Luis Echeverría para la creación de los Estados de BCS y Quintana Roo hasta la publicación de la Constitución de BCS en 1975.

“Todo ese tiempo pasó BCS en el olvido, por eso es importante este memorial, nacen los municipios, se decretan las entidades y nace BCS y su Constitución, eso es el memorial” expresó.




Pablo L. Martínez Márquez: Maestro, historiador y cronista de Baja California

FOTOS: Internet.

Tierra Incógnita

Sealtiel Enciso Pérez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). La historia de Baja California Sur no podría entenderse sin el legado invaluable de Pablo L. Martínez Márquez, un hombre cuya pasión por el conocimiento y su compromiso con la educación y la historia marcaron profundamente a su tierra natal. Nacido el 11 de enero de 1898 en el poblado de Santa Anita, en el entonces Distrito Sur de Baja California, Martínez Márquez dejó un impacto imborrable en la cultura y educación de su región.

Desde temprana edad, Pablo demostró una dedicación excepcional a los estudios. Sus padres, José Martínez e Isabel Márquez, lo inscribieron en la escuela elemental del rancho La Playa, donde destacó como un alumno brillante. Más tarde, ingresó en la Academia para Maestros fundada por el profesor Vicente V. Ibarra en San José del Cabo, donde cursó sus estudios entre 1912 y 1915. Incluso, antes de finalizar su formación docente, en 1914 ya había sido designado Maestro de la Federación tras el triunfo del ejército maderista.

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La formación académica de Martínez Márquez no se limitó a la enseñanza básica. Estudió Geografía e Historia Universal, Latín y Raíces Griegas con el sacerdote italiano Celestino Grisciotti. Posteriormente, entre 1922 y 1924, estudió las materias del programa de la Escuela Normal de México bajo la dirección del educador poblano D. Pedro González Orduña. Con una sólida base educativa, inició su labor docente en diversos poblados como San Miguel de Comondú, San José del Cabo, Todos Santos y finalmente en la ciudad de La Paz.

Además de su compromiso con la enseñanza, Pablo L. Martínez tuvo una destacada participación en el periodismo. En 1927 fundó el periódico Labor omnia vincit en La Paz y El luchador en San José del Cabo. Más adelante, colaboró con la revista Adalid, dirigida por el profesor Jesús Castro Agúndez, y entre 1930 y 1933 dirigió el periódico Sudcalifornia.

Su contribución a la educación no se limitó a las aulas ni a las páginas impresas. En 1929 fundó y dirigió la Escuela Secundaria Número 14, que posteriormente llevaría el nombre de «José María Morelos y Pavón». Esta institución representó un paso crucial para que los jóvenes sudcalifornianos pudieran continuar sus estudios más allá de la primaria.

En 1937, Martínez Márquez se trasladó a la Ciudad de México, donde continuó su labor intelectual. Fue durante el mandato del general Agustín Olachea como gobernador de Baja California Sur cuando Pablo inició su trayectoria como historiador con la publicación de su obra Efemérides californianas. Este libro fue el primero de varios más que contribuyeron a la construcción de la memoria histórica de Baja California.

Legados históricos

Entre 1950 y 1952, dirigió en la capital del país la revista Baja California, en colaboración con Alfonso Landera Quijada. Más tarde, en 1953, se trasladó al Estado de Baja California por invitación del gobernador Braulio Maldonado Sández. Fue en esta etapa cuando publicó su obra El magonismo en Baja California (1958), donde defendió el papel de los hermanos Flores Magón en el levantamiento armado de 1911.

Su legado histórico alcanzó su máxima expresión con la publicación de Historia de Baja California, resultado de una extensa investigación entre 1954 y 1959. Este libro se convirtió en una referencia obligada para quienes desean comprender la evolución histórica de la península. Otra obra de gran relevancia fue la Guía familiar de Baja California, donde detalló el origen de los principales apellidos sudcalifornianos.

El 9 de enero de 1970, Pablo L. Martínez Márquez falleció en la Ciudad de México a los 72 años, víctima de una neumonía agravada por un estado avanzado de inanición. Sus restos fueron trasladados a San José del Cabo y, en 1990, fueron llevados a la Rotonda de los Sudcalifornianos Ilustres, donde hoy descansan como un símbolo de su legado.

El impacto de Pablo L. Martínez Márquez va más allá de sus libros o su labor en las aulas. Fue un visionario que entendió la importancia de preservar la memoria histórica de su tierra y garantizar el acceso a la educación para las futuras generaciones. Su vida y obra son un ejemplo de compromiso, perseverancia y amor por su comunidad. Sin duda, Martínez Márquez es y será recordado como uno de los grandes pilares culturales e históricos de Baja California Sur.

Bibliografía:

Sudcalifornianos Ilustres De La Rotonda. Vida y Obra De Manuel Márquez De León, Rosaura Zapata Cano, Domingo Carballo Félix, Jesús Castro Agúndez, Agustín Olachea Avilés, Ildefonso Green Ceseña y Pablo L. Martínez – Leonardo Reyes Silva

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Hernán Cortés: Explorador, conquistador y fundador de la Nueva España

FOTOS: Internet.

Tierra Incógnita

Sealtiel Enciso Pérez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Hernán Cortés, Marqués del Valle de Oaxaca, es una de las figuras más significativas en la historia de la exploración y la conquista del Nuevo Mundo. Nacido en 1485 en Medellín, Badajoz, Cortés fue un hombre visionario, cuyo genio militar y político sentó las bases para la construcción de una nueva nación: México. Su vida fue una combinación de astucia, ambición y determinación que lo llevó a enfrentarse a desafíos sin precedentes y a dejar una huella indeleble en la historia.

Hernán Cortés nació en el seno de una familia hidalga, aunque con recursos limitados. Su padre, Martín Cortés de Monroy, y su madre, Catalina Pizarro Altamirano, pertenecían a linajes respetados pero de modesta fortuna. Desde joven, Cortés mostró un carácter inquieto y una inclinación por la aventura. A los 14 años, fue enviado a Salamanca para estudiar leyes, pero su espíritu rebelde y su desinterés por la carrera jurídica lo llevaron a abandonar los estudios tras dos años. A pesar de no obtener el título de bachiller, Cortés adquirió conocimientos fundamentales en latín, leyes y gramática, habilidades que serían clave en su posterior éxito como líder y estratega.

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Tras regresar a Medellín, su vida tomó un giro inesperado. En busca de aventuras y nuevas oportunidades, Cortés decidió embarcarse hacia el Nuevo Mundo en 1504, a la edad de 19 años. Fue recibido en La Española, donde comenzó su carrera como colono y administrador, actividades que le proporcionaron una comprensión profunda de las dinámicas sociales y económicas en las colonias.

Primeros años en América

Durante 14 años, Cortés residió en La Española y posteriormente en Cuba. Allí, su talento administrativo y su habilidad para manejar situaciones complejas lo llevaron a ganar notoriedad entre los colonos. Participó en la conquista de Cuba bajo el mando de Diego Velázquez y fue designado secretario del tesorero de la expedición, encargándose de la administración del Quinto Real. Durante este periodo, acumuló riqueza y experiencia, estableciendo plantaciones y explotando minas de oro. Sin embargo, sus ambiciones lo llevaron a desear más que una vida de hacendado en las colonias.

En 1518, Diego Velázquez eligió a Cortés para liderar una expedición hacia el continente americano. Aunque su designación generó controversia debido a su falta de experiencia militar, Cortés demostró ser un líder visionario y estratega excepcional. Esta decisión marcaría el inicio de una de las epopeyas más extraordinarias de la historia: la conquista del Imperio Mexica.

La conquista del Imperio Mexica

En febrero de 1519, Cortés zarpó hacia las costas de Yucatán al frente de una expedición conformada por poco más de 500 hombres, 16 caballos, algunas piezas de artillería y cinco barcos. Su fuerza militar era modesta en comparación con los ejércitos que enfrentaría, pero su habilidad para forjar alianzas estratégicas con los pueblos indígenas fue clave para su éxito.

Al llegar a Tabasco, Cortés recibió a Malintzin, conocida como doña Marina, quien se convertiría en su intérprete, consejera y aliada. Malintzin no solo dominaba el náhuatl y las lenguas mayas, sino que también comprendía la estructura política y social del Imperio Mexica. Su papel fue crucial para que Cortés pudiera comunicarse con los pueblos indígenas y comprender las divisiones internas que debilitaban al imperio.

Cortés fundó la Villa Rica de la Vera Cruz como base de operaciones y rompió formalmente con Diego Velázquez al quemar sus naves, simbolizando su decisión de no regresar. Avanzó hacia el altiplano central, donde logró alianzas decisivas con los totonacas y los tlaxcaltecas, enemigos históricos de los mexicas. Estas alianzas proporcionaron refuerzos esenciales para su ejército y debilitaron la posición de Tenochtitlán, capital del Imperio Mexica.

El 8 de noviembre de 1519, Cortés y sus hombres entraron en Tenochtitlán, donde fueron recibidos por Moctezuma, el tlatoani mexica. Sin embargo, la tensión entre ambos grupos creció rápidamente. En mayo de 1520, tras un enfrentamiento entre los españoles y los mexicas, estalló una rebelión que obligó a Cortés a abandonar la ciudad en la conocida «Noche Triste». A pesar de las graves pérdidas sufridas, Cortés reorganizó a su ejército y, con el apoyo de sus aliados indígenas, emprendió una campaña para reconquistar Tenochtitlán.

El 13 de agosto de 1521, tras un asedio de tres meses, Tenochtitlán cayó en manos de los españoles. La victoria no solo fue un logro militar, sino también un triunfo político, ya que Cortés supo aprovechar las divisiones internas del imperio para consolidar su dominio. Con la caída de Tenochtitlán, se inició el proceso de construcción de la Nueva España.

Fundación de la Nueva España

Como gobernador y capitán general de la Nueva España, Cortés emprendió una serie de reformas y proyectos que sentaron las bases para la nueva sociedad. Fundó la Ciudad de México sobre las ruinas de Tenochtitlán, siguiendo un diseño urbano moderno. Estimuló el mestizaje como una forma de integrar a las comunidades indígenas y españolas, y promovió la evangelización con el apoyo de misioneros franciscanos.

Cortés también impulsó la economía mediante la agricultura, la ganadería y la explotación minera. Estableció plantaciones de caña de azúcar y trigo, desarrolló sistemas de riego y promovió el comercio entre las regiones conquistadas. Además, financió expediciones para explorar y expandir los territorios bajo su control, incluyendo las regiones del Pacífico y Baja California.

Últimos años y legado

En 1528, Cortés regresó a España para defender su posición ante la corte y buscar el favor del emperador Carlos V. Aunque recibió títulos nobiliarios y reconocimiento, perdió gran parte de su poder político en la Nueva España. Durante sus últimos años, enfrentó dificultades económicas y conflictos legales, pero continuó participando en expediciones y proyectos.

Cortés falleció el 2 de diciembre de 1547 en Castilleja de la Cuesta, Sevilla. Su muerte marcó el fin de una era, pero su legado perdura como uno de los personajes más influyentes en la historia de América. A través de su genio militar, visión política y ambición, Hernán Cortés no sólo conquistó un imperio, sino que también inició la construcción de una nueva nación que evolucionaría hasta convertirse en el México contemporáneo.

Cortés fue más que un conquistador: fue un arquitecto de cambio, un explorador que supo aprovechar las oportunidades y superar las adversidades para dar forma a un nuevo orden en el Nuevo Mundo. Aunque su figura es objeto de debate, su impacto en la historia es innegable. Su vida y obra reflejan la complejidad de un hombre que, con determinación y visión, transformó el curso de la historia y sentó las bases para una nueva nación.

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