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Agenda Comunitaria

Por Frank Aguirre

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Hablemos del proyecto de las playas estultas en La Paz: los bodrios del Gobernador del Estado no tienen límites, sin ninguna necesidad invirtió millones de pesos de las y los sudcalifornianos en modernizar el malecón de la ciudad, siendo una obra innecesaria y criticada por decenas de expertos en arquitectura, urbanismo e ingeniería, debido a la mala calidad del trabajo ahí implementado y con la sospecha de compra de material a sobreprecio.

Ahora quiere continuar construyendo —porque donde hay obra, algo sobra— extensiones de playa para ganarle terreno al mar. Olvida que uno de los grandes atractivos de la ciudad es el respeto de su entorno ambiental. Incluso el malecón de La Paz se ha vuelto en lo últimos años un sitio de avistamiento de tortugas. ¿Qué va a pasar con ésta especie y sus futuros nidos?

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¿Y qué tal la afectación al flujo del mar en la bahía de La Paz? no olvidemos que una de las principales razones por las que nos visitan desde fuera es por el tiburón ballena, atractivo que puede llegar a padecer las repercusiones del anti-desarrollo que se está planteando para las innecesarias playas artificiales en el malecón, ni hablar de los delfines residentes de la Ensenada de La Paz o las tortuguitas que también ahí viven.

Desaladora inútil

En el Diario Oficial de la Federación, hace unas semanas salió publicada la cantidad de millones de pesos que le van a meter a la mentada desaladora que a fuerzas quiere construir el alcalde Rubén Muñoz. Muy preocupado por el desabasto de agua —justifica—, deben buscarse formas alternativas para producirla. Hasta ahí todo bien, ¿quién podría oponerse a que tengamos más agua en La Paz?

El Plan de Infraestructura Hídrica contempla una planta desalinizadora para La Paz. El problema surge cuando esta obra, que cuesta millones de pesos de nuestros impuestos, la quieren regalar a una empresa privada para que la opere. ¿Cómo ven?, los ciudadanos ponemos el dinero y alguien se hace de una feria con lo nuestro, pues aparentemente la empresa a través de una asociación público-privada se va a hacer de la desaladora y le va a cobrar al Ayuntamiento por operarla —o en otras palabras, nosotros le vamos a volver a pagar a la empresa para que nos de agua con un equipo que nosotros compramos.

Lo peor de todo esto, es que este tipo de asociaciones a mediano plazo tienden a aumentar el costo del agua parejito para todos los ciudadanos

Por si esto fuera bastante, existe otro inconveniente. Ya lo han dicho los expertos una y otra y otra vez. La salmuera, la cual se produce al potabilizar el agua de la planta desalinizadora, es un elemento muy corrosivo que por reducir costos terminan aventando al mar, al hacer esto en un lugar muy pequeño —como la bahía de La Paz—, la salinidad aumentaría mucho y todos los organismos que vivan en esa pequeña área van a ser afectados.

Además, incrementar la salinidad del mar con la salmuera generaría que los pozos de agua potable que están siendo penetrados por la infiltración del mar al subsuelo se contaminarían muchísimo más rápido. Entrando en un círculo bien pendejo: falta de agua potable por exceso de salinización en los pozos = desalinizar más agua del mar = más salmuera = mayor infiltración salina = menos pozos con agua potable.

Bueno, bueno y entonces ¿cómo nos hacemos de más agua? La respuesta está en regular el consumo de agua e implementar estrategias masivas para la reducción del desperdicio:

• Fugas: Invertir los millones de pesos que cuesta la desaladora en reparar las fugas sería vital y de mayor impacto. ¡Carajo, más del 50% de la distribución del agua en La Paz se pierde en fugas! Tienen un cagadero con el cierre de calles y cruceros nuevos de cemento hidráulico: que aprovechen de una vez, revisen las condiciones de las tuberías e inviertan en renovarlas con material de mejor calidad.
• Regulación: ¿Por qué el Alcalde no está poniendo orden en los megadesarrollos turísticos en La Paz? El modelo de Los Cabos no funcionó. Subrayo: el modelo económico de Los Cabos no funcionó. No funcionó porque sólo unos cuantos se hicieron ricos, la clase media se estancó, la desigualdad se incrementó y con ella, la inseguridad se disparó a niveles insospechados y comparables con Iztapalapa, Ecatepec o Ciudad Neza.  Estos desarrollos sólo gastan más agua, y producen más contaminación al consumir la energía que se necesita para la desalinizadora, aumentando de tamaño la nata gris que sale todos los días de los cerros.

¿Que es el verdadero progreso? Desarrollo continuo, gradual y generalizado de una sociedad en los aspectos económico, social, moral, científico y cultural.

Si en Baja California Sur hubiera desarrollo y progreso no estaríamos detrás de 9 Estados con menor o igual PIB per cápita, o en el lugar 32 en matriculación a la educación primaria, 31 en paridad de género en nivel secundaria y campeones en deforestación. Asimismo, somos el lugar 30 en continuidad del servicio de agua, sexto en percepción de inseguridad y estamos reprobados en el índice de progreso social en lo que respecta a oportunidades.

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