Familias homoparentales en BCS (I). La historia de dos papás y un niño

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FOTOS: Modesto Peralta Dlegado.

Por Modesto Peralta Delgado

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Si algo repitieron —y mucho— las familias conformadas por homosexuales con hijos en La Paz, BCS, entrevistadas por este medio, es que son iguales en varios aspectos a las denominadas tradicionales, encabezadas por un varón y una mujer. “Incluso podemos a llegar a ser tan cotidianos y aburridos como cualquier otra, no tenemos nada extravagante”, dijo Arturo, quién vive bajo el mismo techo hace dos años y medio con su novio Ebenezer, papás de “Emmanuel”, de 8 años. Ellos tienen 6 años de relación, y con planes de boda, serían la primera pareja de varones en contraer matrimonio en La Paz.

En exclusiva para CULCO BCS, ésta y otras familias fueron entrevistadas en el marco del Mes del Orgullo Gaya nivel mundial, el 28 de junio es el Día del Orgullo Gay, aunque en México este año celebrará al día 23. Este medio contactó otros casos fuera del municipio de La Paz, sin embargo, por razones personales no aceptaron, lo que no significa que este tipo de grupos familiares no existan en diferentes ciudades del Estado. Este texto es l primera de dos partes que integrarán un amplio reportaje sobre las familias homoparentales en BCS. Esta es la historia de ellos, publicada también en el marco del Día del Padre, día en que “Emmanuel” entregó dos regalos hoy domingo 17 de junio.

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Arturo Villagón tiene 33 años y es administrador de una empresa que se dedica al mantenimiento de inmuebles; su pareja es Ebenezer Lössel, también de 33, coordinador de créditos en un banco. Arturo se reservó de contar las circunstancias en torno al nacimiento de su hijo, aunque aseguró que lo ha tenido “amorosamente y con cuidados desde el primer día que nació” con el consentimiento de la madre biológica —no viven juntos pero conviven a diario—, “con plena autorización de ella; el niño convive con su madre todos los días, respeta a su madre, pero él es consciente de que él vive en una familia con dos padres“.

¿Cómo es un día cotidiano? Ebenezer contestó que “Tan normal como cualquier otra. Nos levantamos los tres. Arturo hace el desayuno, levanta al niño; yo tiendo la cama; discutimos para que haga la mochila; nos ponemos a desayunar; dan 15 para las 7 y el niño tiene la obligación literal de abrir el portón de la cochera; salimos a trabajar. Dan las 2 de la tarde, pasamos por él, vamos a la escuela, comemos también en la casa; Arturo se dedica a hacer la comida, él a hacer la tarea. ¿Qué te digo? Tan normal como cualquier otra familia, con las mismas prisas, discusiones, los mismos cariños y amores que cualquier otra”. Además de visitar a sus respectivos padres, todos juntos suelen frecuentar a tres familias de amigos heterosexuales con hijos pequeños que se reúnen para carnes asadas; o bien, van de vacaciones a Los Cabos, al cine a ver películas infantiles o a comer hamburguesas o pizzas. “La vida de uno gira alrededor de la criatura (…) Dejamos de lado, en ocasiones, los intereses personales de adulto para que el niño se sienta bien”.

“Emmanuel” va en tercer año de primaria y, a pregunta expresa sobre si alguna vez ha sufrido bullying por tener dos papás, enfatizaron que no, “¡jamás! —dijo Arturo. Es un niño muy normal, incluso es muy amiguero, creo que es de los populares del salón, tiene muchos amigos, y realmente es un niño muy activo y está plenamente consciente de la familia en la que vive, de cómo es su entorno y nunca hemos tenido ningún problema”. La relación con las familias de cada uno también transcurren sin ninguna particularidad. “Un día íbamos al cine y volvíamos, y mi sobrina más pequeña de 5 años me preguntaba ‘Oye, Tío, ¿por que mi tío Eber es mi tío?’, y le dice su hermano de 10 años “¡Porque están casados! ¡¡Son maridos!!’. Y ella a sus 5 años con cara de ‘¡Ah, sí cierto’. Esa es la facilidad que tienen los niños para acercar a las familias diversas; es uno que está grande el que empieza a buscarle morbo a cuestiones que no van”.

Frente extremista

En Baja California Sur existe el Frente por la Familia Natural, presidido actualmente por Alan Loubet, cuyas campañas han causado polémica debido a su posicionamiento en contra del matrimonio igualitario y la adopción de hijos por parejas del mismo sexo, entre otros temas; en sus conferencias han sostenido que hay cura para la homosexualidad y que los menores bajo la tutela de dos mujeres o dos hombres sufrirían graves daños. Al cuestionarles a Arturo y Ebenezer su opinión sobre este tipo de posicionamiento —o la de todos que crean que un menor de edad podría ser inducido a la homosexualidad siendo criado por gays—, consideran que es una postura extremista e ignorante.

“Realmente creo que son opiniones de grupos extremistas. Nunca, al menos en nuestra situación, nunca hemos tenido algo que ver con eso. Realmente me sorprende cuando veo las noticias o un reportaje sobre los posibles daños que pueda tener algún niño y creo que no existe. Obviamente, hay problemas como en cualquier otra familia con niños, tenemos nuestras complejidades en el día a día, pero nunca, creo, que es hacerle daño a un menor. Más en una condición como las familias homoparentales, o sea, es tan difícil ser un padre biológico y llevar la crianza de un hijo, ¡ahora imagínate una familia homoparental, es todavía mucho más complicado!, no solamente por el tema del tabú, también por la estigmatización. Precisamente eso que dice el Frente nos estigmatiza y nos señala, entonces, aún así somos más cuidadosos (…) buscar siempre cuidar la rectitud y todo para que la sociedad no tenga donde rascarle, decir ‘No es que a ese niño lo cuidan dos hombres, de seguro le hacen esto’. Somos muy cuidadosos con todo y jamás pensaríamos hacerle un daño a un niño”, declaró Arturo.

Ebenezer abundó en que “como cualquier otra familia, de manera personal, como papá tenemos los mismos cuidados y sobre todo los mismos miedos (…) Como cualquier papá siempre aspiramos a que el niño se desarrolle sanamente física y emocionalmente (…) Uno de mis principales miedos es que este tipo de Frentes, los cuales yo respeto, porque al final del día yo sé que su opinión se basa mucho en ocasiones en la ignorancia precisamente, de conocer familias como las de nosotros y es por eso que nos abrimos, precisamente, para que conozcan familias como la que yo tengo, como la que tenemos, para que sepan que es normal, para que sepan que un niño se desarrolla igual (…) Somos tan básicos y tan tradicionales que una de las llamadas familias tradicionales“.

Activismo inconsciente

La pareja señaló que aunque respetan a la comunidad LGBT, no se consideran precisamente activistas, sin embargo, creen que en el día a día, sin ocultarse, y en el hecho mismo de aceptar esta entrevista, aportan algo. “Yo creo que ese más que nada es un activismo inconsciente que hacemos todos los días, y no hemos tenido la necesidad de marchar, creo que el activismo lo hacemos todos los días (…) No me veo yo en la necesidad de etiquetarme”, contó Arturo, quien sonrió al decir que nunca tuvo necesidad de salir del clóset porque nunca estuvo, que él y sus papás asumieron que era gay y que en ese sentido no vivió un drama por aceptar su orientación sexual.

“Así como los amigos o la familia asumen que uno es gay, los amigos asumen que uno es familia —completó Ebenezer—, porque toda nuestra dinámica es así. Cada mes recibimos invitaciones para piñatas, y ahí vamos a la piñata, llevamos regalo y ¿quién dice algo? Nadie (…) Pienso yo que mostrarnos al mundo es simplemente saber que hay otros moldes que funcionan tan bien, o tan mal, o tal igual que el molde tradicional”.

Por último, una curiosidad que expresaron durante la entrevista fue que a pesar de que ambos son de diferente religión —Ebenezer pertenece a la iglesia evangélica y su novio fue criado en la católica—, su hijo cree en ‘Diosito’ y no entran en controversias de este tipo: “al niño le hemos tratado de inculcar el respeto al ser humano en general, no es una cuestión de doctrina religiosa, yo creo que las religiones al fin y al cabo, el común denominador es el amor y es lo que le inculcamos al niño: amar a los demás, respetar a los demás, tratar bien a los demás, como desearías que te trataran”.

(*) El nombre del menor ha sido cambiado.

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Escritor y periodista. Nació en Ciudad Constitución, BCS, el 26 de febrero de 1978. Licenciado en Cs. de la Comunicación, por la UABC, en Mexicali, BC, en 2002. Autor de “Prólogos a la muerte”, Premio Estatal de Cuento “Ciudad de La Paz” en 2013, y de “Caperucita Roja, muy roja”, Estatal de Dramaturgia en 2015. Fue reportero web y editor de medios digitales. Es director y fundador de CULCO BCS. Premio Estatal de Periodismo 2017 en la categoría de “Entrevista”.

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