Agustín Arriola Martínez, un visionario y un político congruente y leal

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FOTOS: Cortesía.

Tierra Incógnita

Por Sealtiel Enciso Pérez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Baja California Sur ha destacado desde sus inicios en la época prehispánica por ser cuna de hombres y mujeres con una sólida formación ética y, sobre todo, leales a aquellas personas con las cuales comulgaban en sus ideas y obras. Tal fue la herencia que ha perdurado hasta nuestros días y de la que hizo gala uno de los sudcalifornianos más destacados del siglo XX, me refiero al señor Agustín Arriola Martínez.

Agustín Arriola nació un 11 de octubre de 1887, en esta ciudad de La Paz, siendo sus padres el señor Agustín Arriola Arqueaga y su esposa Doña Talpa Martínez Talamantes. Durante su infancia, correteó por las calles de esta naciente ciudad en donde practicaba los juegos propios de los infantes de aquellas épocas y acompañaba a su padre, en los recorridos que realizaba a uno de los ranchos que poseían en una zona cercana a esta capital, la cual actualmente es conocida como la colonia El Mezquitito.

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Cursó sus estudios de educación primaria en la escuela “Ignacio Allende” obteniendo notas sobresalientes, motivo por el cual sus padres deciden enviarlo a estudiar a la ciudad de Hermosillo, Sonora, para que inicie la carrera de contador privado y público, de la cual egresó en el año de 1907 siendo reconocido como uno de los mejores alumnos de esa generación.

De regreso a esta ciudad de La Paz, inicia su vida laboral en las oficinas de la prestigiada negociación Rochol y Ruffo en donde laboró por varios años. Fue en ese tiempo que se le plantea la posibilidad de ir a perfeccionar sus estudios en contaduría e inglés en la ciudad de Los Ángeles, California, en la prestigiada escuela The Isaac Woodbury Bussines College.

Vivió en aquella ciudad hasta el año de 1914, en que decide regresar a su estado natal y empieza una nueva faceta de su vida profesional, como docente. Junto a un grupo de destacados profesionales de la educación deciden formar el Instituto Comercial Independencia en esta ciudad capital, el cual se ubicó en las oficinas anexas a la Parroquia de Nuestra Señora de La Paz Airapí (actualmente Catedral). Algunos de los docentes al lado de quienes laboró fuero Bonifacio Díaz, Padre Mauro Esparza, Pedro Peláez, Soledad Casillas Seguame, Isidro Isáis Marc, Alfredo Savín, Ignacio Bañuelos Cabezud y Filemón Cecilio Piñeda.

Arriola Martínez siempre destacó por su carácter firme, el cual lo hacía ver en ocasiones como un tanto impulsivo, de valores sólidos entre los que sobresalía la honradez y el gran amor por su tierra natal. Fue entonces que un año después, en 1915, es electo como síndico del Ayuntamiento paceño, cargo en el cual se desempeñó hasta 1916 en que debido al fallecimiento fortuito y repentino del presidente municipal, Antonio Blanco, debe de ocupar de forma interina esta responsabilidad, tal como lo mandata la ley. Ya para el año de 1918 en que se debía elegir al próximo Presidente Municipal así como a los ediles del Ayuntamiento, es convencido por un gran número de personas influyentes de la ciudad, las cuales lo conocen desde infante y a las cuales les agradaba su carácter de hombre prudente, firme y honrado, para que se postule como candidato a este puesto tan importante. Durante su estancia al frente del puesto de Presidente Municipal realizó mejoras en su administración y llevó cuentas claras y puntuales sobre los gastos que se realizaron, sin dispendios ni gastos superfluos, con lo cual refrendó la opinión que tenía la ciudadanía, no sólo de esta capital sino de todo el territorio, sobre su personalidad.

De acuerdo a información que publicó la Sra. Manuela Lizárraga Alcaraz, menciona lo siguiente sobre esta parte de la trayectoria política de Arriola: Los síndicos y regidores fueron: Antonio Ruffo, Filemón C. Piñeda, Ignacio Bañuelos Cabezud, Fernando Chacón Meza, Isidro Isáis Marc, Bernardo Maldonado y Miguel L. Cornejo. Su labor como Alcalde fue brillante: promovió la apertura de los caminos vecinales de La Paz a La Soledad con Ramales a Toris de la Presa, El Paso de Iritú, Agua Verde y La Palmilla. Apoyó la idea del ingeniero Savín para instalar el primer sistema de drenaje en La Paz.

Le tocó también a este político el hacer frente a un gran huracán que azotó el municipio en el mes de septiembre de 1918 y coordinó las labores de protección de diferentes localidades de la municipalidad y de esta capital. Una vez pasado este fenómeno natural, ayudó a las víctimas, las cuales fueron muchísimas, y les proporcionó albergue y alimentación lo cual se prolongó durante varias semanas. Su carácter humanitario, previsor y organizado en las cuentas públicas hizo que se llevara esta contingencia de la mejor manera posible, logrando un gran reconocimiento popular.

Para el año de 1920, se encontraba en la presidencia de la nación el general Venustiano Carranza, sin embargo, tenía que hacer frente a una gran cantidad de militares de grandes vuelos que se habían levantado en armas contra él bajo los postulados del Plan de Agua Prieta. Fue en el mes de mayo de ese año, que Carranza cae abatido por las balas de sus enemigos y, en su lugar, es designado como presidente provisional,  por la junta revolucionaria triunfante, el Gral. Adolfo de la Huerta. En su deseo de pacificar al país, De la Huerta empezó a ofrecer a los diferentes grupos políticos de los confines de la nación, el que se realizaran elecciones libres y que fuera a través de ellas que se eligiera a quien los gobernaría, ya sea en Presidencias Municipales o Gubernaturas, cosa que tradicionalmente se hacía a través de designación por parte del Presidente. Es así como en Baja California Sur se recibe con beneplácito esta decisión y se preparan los grupos políticos a participar en el plebiscito.

Después de un corto y apresurado proceso de proselitismo electoral se llevan a cabo las elecciones, siendo Arriola una persona de reconocida trayectoria y grandes dotes como político y administrador, resulta electo por aplastante mayoría. Fue el 21 de septiembre de 1920 en que toma posesión de su nueva encomienda, a la edad de 33 años, y de inmediato pone manos a la obra para resarcir los graves y añejos males de que adolecía la administración de nuestro territorio.

La señora Lizárraga Alcaraz menciona los frutos abundantes que se obtuvieron durante la gestión de este gobernante: Se realizaron las obras y trazos originales de la carretera transpeninsular, mediante camino de terracería desde La Paz hasta El Arco, en la colindancia con el Distrito Norte de la península. Asimismo, hizo el reparto de tierras ejidales de Santiago, Las Cuevas, Todos Santos, y El Pescadero, aplicándose por primera vez la Ley Agraria en la región. Otorgó becas a los primeros estudiantes que viajaron a la Ciudad de México para su formación profesional, y en esa misma ciudad fundó la primera Casa del Estudiante Sudcaliforniano. Adquirió la primera planta eléctrica en La Paz. Alentó la fundación de la Escuela Industrial de Artes y Oficios donde se preparaban los jóvenes de escasos recursos: artesanos, técnicos en fundición, mecánica, carpintería y electricidad. Inauguró la primera escuela de tropa militar en el distrito sur del territorio y durante su gestión se instalaron diversas fábricas de cigarros, fósforos, botones y veladoras, entre otras.

Se inició la construcción de las cortinas en los arroyos El Cajoncito, La Candelaria, y San Bartolo, abriéndose también los primeros pozos de agua potable de la ciudad. Construyó el primer quirófano en el Hospital Juan María de Salvatierra y abrió en Todos Santos la primera planta beneficiadora de pescado de escama. Se fundó la Escuela de Tropa para Militares otorgando las instalaciones para la Zona Militar en Revolución y Degollado, donde es ahora el Mercado Municipal “Francisco I. Madero”. Hizo el represo de El Salto, y se empedraron las calles del primer cuadro de la ciudad. Trajo las primeras comunicaciones telegráficas a la entidad”.

El prestigiado político, profesor e historiador Armando Trasviña Taylor menciona en su libro Agustín Arriola Martínez. Visionario y Magnánimo los siguientes logros de este gobernante: “Reorganizó las oficinas de gobierno, exigiendo responsabilidad y eficiencia a cada empleado. Impuso moralidad en el manejo de los fondos públicos. Expidió la primera Ley de Hacienda para regular las fuentes de ingresos oficiales. Mandó el primer grupo de estudiantes pensionados a la Ciudad de México, egresando profesionistas capaces que antes no había. Fundó la Casa del Estudiante en México, y respetaba las garantías constitucionales. Impulsó los ramos de la ganadería minería y agricultura, construyó diversos edificios escolares en La Paz y las zonas rurales”.

Al finalizar su periodo al frente de la administración del territorio, coincidió con que también a nivel nacional se estaban llevando los procesos para elegir al presidente que sucedería al Gral. Álvaro Obregón. Por todos era sabido que el favorito para ocupar la silla presidencial era un amigo muy cercano a Obregón, el también general Plutarco Elías Calles, al cual sus detractores llamaban el brazo derecho que había perdido Obregón en las batallas. Como único contrincante en las elecciones presidenciales que tuvo Calles, fue el político sinaloense Ángel Flores, quien había secundado el Plan de Agua Prieta y se desempeñaba como Gobernador del Estado de Sinaloa. De acuerdo a los resultados obtenidos en esas elecciones, en los únicos lugares del país donde obtuvo mayoría de votos Flores fue en su estado natal y en el territorio de Baja California Sur.

Al llegar Calles a la Presidencia, de inmediato decide solicitarle a Agustín Arriola Martínez que abandone el cargo de Gobernador, designando al general Miguel Piña Jr.  como su sucesor, regresando a la arbitraria y retrógrada usanza de que fuera el presidente en turno el que designara a los gobernadores de los territorios del país.

Algunos historiadores como los profesores Pablo L. Martínez y Eligio Moisés Coronado sostienen la tesis de que la razón de haber sido removido Arriola de su cargo como Gobernador de este territorio, se debió a las simpatías con las que siempre distinguió al Gral. Flores, y que dieron como fruto el que haya resultado con las preferencias de los votantes calisureños en las elecciones presidenciales, cosa que jamás le perdonó Elías Calles, destituyéndolo de su puesto en cuanto pudo. Sin embargo Carlos Arriola Isáis, nieto de don Agustín Arriola Martínez, dio el siguiente testimonio: No fue destituido del cargo como se cree actualmente, él por su propia voluntad viajó a la Ciudad de México acompañado de otras dos personas del gobierno para entregar su investidura, la cual ya había naturalmente terminado a los 4 años de ejercicio (Agustín Arriola Martínez. Visionario y Magnánimo).

Para finalizar este breve recuento de los hechos y obras de la vida de Agustín Arriola Martínez, mencionaré como cosa anecdótica que una vez que este político paceño dejo la jefatura de Gobierno del Territorio y regresó a hacerse cargo de los ranchos y negocios de la familia en el año de 1924: 2 años después es encontrado muerto, probablemente envenenado, el Gral. Ángel Flores; de seis disparos, de diferentes calibres según la autopsia, cae acribillado 4 años después Alvaro Obregón y, de una hemorragia masiva, fallece 21 años después Plutarco Elías Calles.

Dicen que todo tiene su justo premio, y Agustín Arriola vivió hasta la edad de 84 años, rodeado del cariño y respeto de su esposa Leonor Sepúlveda, su hijo Carlos, y sus cuatro nietos: Carlos, Agustín, Leticia y Leonor; así como de todas aquellas personas que lo conocieron y que disfrutaron de sus charlas y consejos. Fue el 11 de junio de 1981 en que exhaló su último suspiro en su casa de la calle Carlos M. Esquerro, en esta ciudad de La Paz, en donde vivió por muchos años.

Sobrados son los méritos de este gran sudcaliforniano, digno de ocupar un sitio entre sus iguales, los que actualmente reposan en la Rotonda de los Sudcalifornianos Ilustres. El otorgarle este justo reconocimiento engrandecería no sólo a quienes lo hicieran, sino reafirmaría el precedente del justo premio que se le da a la memoria de aquellos hombres y mujeres nativos de esta tierra que dejan un legado que vale la penar rememorar y continuar.

 

Bibliografía:

“47 ANIVERSARIO LUCTUOSO DE DON AGUSTIN ARRIOLA MARTINEZ…PRIMER GOBERNADOR NATIVO DE SUDCALIFORNIA, ELECTO POR EL PUEBLO.” – MANUELA LIZÁRRAGA ALCARAZ. BLOG. https://lapazqueseperdio.blogspot.com

“AGUSTÍN ARRIOLA MARTÍNEZ. VISIONARIO Y MAGNÁNIMO” – ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR

AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.

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Tierra Incógnita

Sealtiel Enciso Pérez

Profesor de Educación Primaria, Licenciado en Educación Especial y Maestro en Ciencias de la Educación. Labora en la Secretaría de Educación Pública y comparte su tiempo con su pasión por la historia de la California del Sur. Administra el grupo de Facebook “Conociendo Baja California Sur”. Nació el 22 de septiembre de 1969 en Puerto Vallarta, Jalisco, pero radica en Sudcalifornia desde hace 44 años. Actualmente es Director de la Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular No. 17 y Maestro de Comunicación del Centro de Atención Múltiple “Gilberto Vega Martínez” en La Paz. Escribió la antología (Ebook) “Piratas, Corsarios y Filibusteros en la Antigua California”.

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