Volver a empezar, de Alejandro Barañano

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FOTOS: Internet

Colaboración Especial

Por Elizabeth Acosta Mendía

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Volver a empezar pertenece a la clase de libros que se fijan para siempre en nuestra mente, y cuyas escenas más inquietantes irrumpen en momentos de la vida que por algún hilo severo, se relacionan con aquellos. En este libro de Alejandro Barañano, no hay el más leve intento de costumbrismo fácil, va de lleno a los hechos y sorpresas que hacen del ser humano un patético títere que se debate en las redes de su destino, de ahí que su lectura se convierte en un desafío que va mudándose en placentera y provechosa curiosidad y en creciente disfrute.

El autor nos ofrece sus experiencias de cómo podemos aprender a perdonar, mostrando un sencillo pero efectivo guión que como lectores nos permite ir avanzando a medida que reflexionamos,  buscando con este ejercicio suscribir las acciones cotidianas de nuestro entorno, en un marco de viaje a lo largo de nuestras vivencias inexplicables, de algunos momentos pasados de nuestra vida cotidiana.

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Volver a empezar refiere la vivencia en la que una persona con determinada experiencia nos apoya a tratar ciertas metas personales, a través de ciertas guías de vivencia personal que el autor nos brinda; este conocimiento puede aplicarse en distintas áreas, desde el bienestar personal hasta en un aspecto educativo, religioso, romántico y deportivo.

Este libro, de reciente publicación, no es un consejero psicológico, es una visión personal del autor, que practica técnicas sencillas con el fin de buscar alternativas de solución a nuestros problemas en la vida diaria, bajo la premisa de modificar creencias, limitantes y reconstruir la personalidad del lector. Es una lección de casos y experiencias que nos guían a través de su contenido, para así poder comprender ciertos aspectos personales, y conductas, que nuestro entorno diario nos lleva a experimentar en diferentes tipos de personalidades: en nuestro trabajo, amistades, familiares y ambientes diversos, mismos, que tenemos que tratar a diario sin pedirlo, y que participan en la sociedad convulsa que se vive hoy en día.

Esta obra busca estimular a las personas comprometidas en diferentes escenarios artísticos, administrativos, legales, religiosos, etcétera, y le va dando esencia, la cual se basa en ese compromiso de buscar ser mejores personas, comprometidas con valores y ética; personas que sientan, además, un llamado en su interior a realizar el ejercicio de la reflexión y autoanálisis en primera persona, porque estamos en un buen tiempo de volver a empezar, a un llamado histórico de su tiempo y de su espacio para dar una respuesta trascendente a nuestro circulo de personas, con las que diariamente convivimos, con el simple objetivo de ofrecer espontáneamente ese don de la amabilidad, y el trato humilde a nuestros semejantes.

Los contenidos en cada capítulo del libro son ricos en sabiduría como La Personalidad y Guerrero de Vida, y aquí retomo lo expresado por el autor en su página número 47, citó la reflexión diciéndonos: “que el valor que le damos a los sueños es el valor que tiene cualquiera de nosotros al fijarse metas, ya que si una persona tiene bien claro lo que quiere, y hasta dónde quiere llegar, tiene que hacer un plan de vida, dentro de ese plan irán apareciendo poco a poco cada una de las cosas que se tienen que hacer en el largo camino a recorrer”.

De esto, un ejemplo: en el libro de Tiempo de Gobernadores del autor Rubén Muñoz Álvarez, publicado en el año 2003, hace 18 años , aparece en su biografía una entrevista al Lic. Ángel César Mendoza Arámburo, quien platicaba que estudió en la secundaria “José María Morelos”, en el espacio físico donde hoy se ubica el Cinema La Paz o centro de diversiones, en la calle Belisario Domínguez y 5 de mayo, y cada día al cruzar la calle frente a la Casa de Gobierno construida en el Siglo 19 (la cual su puerta principal de frente daba  a la secundaria Morelos) comenta que diariamente se repetía en su mente Algún día yo seré Gobernador de Baja California Sur varias veces. Otro ejemplo más: en una foto muy conocida en la casa de Gobierno de El Caimancito, se encuentra posando el matrimonio formado por el ciudadano Alberto Andrés Alvarado Aramburo y su esposa Teresa Soto de Alvarado, con su primer hijo de meses de edad y al reverso de la foto la dedicatoria a su esposa “Un día no muy lejano viviremos en esta Casa Presidencial El Caimancito”.

Estos son  ejemplos claros de perseverancia y voluntad que permiten probar la capacidad de responsabilidad que cada ser humano posee. Así, nos comenta el autor en este capítulo, es necesario reconocer que gran parte de lo que nos sucede es el resultado de nuestras decisiones y conductas. Cuando no lo aceptamos y culpamos a los demás, a la vida o a la suerte, no resolvemos los problemas y nos reconocemos víctimas, incapaces y vulnerables. Esta actitud nos paraliza y nos lleva a tomar decisiones equivocadas.

Así pues, señala el autor, reconocer que cometimos un error es un acto de valor y honestidad (tan escasa hoy en día), nos da la oportunidad de corregir y aprender. Negarlo, no elimina el error, sólo lo aumenta. Así mismo, el libro que hoy presentamos nos señala cómo vamos dejando las cosas para después y no lo sabemos, cuando decimos “quisiera” o “algún día” o “en el futuro”, para nunca actuar.

Poner una fecha nos obliga siempre a  recordar  que “algún día iré a Europa” y hacer la diferencia entre un sueño y una meta realizable, pues esta última tiene un límite. Así de sencillo, no hay que buscar más fórmulas mágicas, por ello —señala el autor— cada vez que logres metas trazadas, sean estas cualesquiera que sean, reconoce este logro con humildad y plena consciencia de ti mismo, entonces  estarás en el camino correcto. ¡Volver a empezar!

Otro de los capítulos que se brindan en el libro, a mi gusto y selección, es Amarse uno mismo, donde el autor destaca por su lenguaje de lección chamánica, vuelta palabra y amuleto transformado en canto y poesía. Alejandro Barañano, un emisario de palabras mágicas, el nemoroso guía de la palabra escrita en el molde de su imaginación creadora de esta obra, dice en su página número 55, que un ingrediente fundamental para poder amar a otra persona es primero amarnos a nosotros mismos. Nadie puede dar lo que no tiene, así que si no sentimos amor por nosotros, no podemos amar a los demás y dice textualmente: “significa darnos la oportunidad de descubrir el gran potencial y la grandeza de ser que llevamos dentro. Significa, ser honestos con nosotros mismos y comprometernos con nuestra vida. Significa, tener en cuenta nuestras necesidades, respetarnos, aceptarnos y querernos por el solo hecho de quienes somos. Significa dejar de juzgarnos, criticarnos, de compararnos con los demás, dejar de exigirnos ser diferentes de quienes somos y romper con la idea aprendida de que tenemos respecto a nosotros”.

Cuando aprendemos a amarnos, buscamos nuestro bienestar y somos capaz de proporcionar bienestar a otras personas, “desde aquí elegimos para relacionarnos con personas que también se aman y establecemos relaciones saludables que nos permiten ser quienes somos, crecer y madurar,  de acuerdo con nuestro propio proceso. Aquí aprendemos a perder el miedo. En este sentido nos atrevemos a ser quienes somos despojándonos de las máscaras que nos hemos colocado para  agradar a los demás y conseguir su amor”.

Por eso, Volver A Empezar te motiva a empezar ahora, hacer cosas lo mejor que puedas para, una vez retomado el camino correcto, volver a empezar. Más allá de los encantos primordiales que animan sus reflexiones con este libro, Alejandro nos ofrece, como la poesía, un tiempo para volver a empezar hecho remolinos de arena, un espacio de reflexión que late en su osamenta. Por ello, su obra prima es una celebración, una fiesta, la de la luz, que es agua, engaño, extravío. La de la lengua, que es un signo de fulgor y júbilo, que nos alienta a seguir con vida. De esto se trata precisamente este libro: de dar fe de estar vivos, de cantar en el remolino del mundo, de bailar sin tregua en el vacío.

Por eso me alegra que Volver a empezar se haya publicado y que conviva con nuevos lectores. Ya era tiempo, porque de eso se trata: de animar a las personas a ser mejores con palabras, de ofrecer un oasis de vida en medio de la oscuridad, lo que ha logrado con creces después de 5 años esta publicación; Alejandro, es vida hecha palabras, verso hecho luz, eterno en su fugacidad, veraz en un júbilo compartido. Con un lenguaje sencillo de precisa reciedumbre, de exacta luminosidad,  es un referente para nuestra vida diaria en su urdimbre de palabra e imagen. Texto medular que nos cambia, que nos transfigura, que nos levanta en su vuelo creador, lúcido e imponente.

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.

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Colaboración Especial

Elizabeth Acosta Mendía

Maestra en Ciencias en Economía por la Universidad Autónoma de Baja California Sur, y Licenciada en Administración de Empresas por el Instituto Tecnológico de La Paz, originaria de La Paz, BCS. Obtuvo el Premio Nacional al Mérito Archivístico Individual “Ezequiel  A. Chávez” en 2013, otorgado por el Archivo General de la Nación, como testimonio especial a la gestión realizada al frente del Archivo Histórico del Estado de Baja California  Sur, del que fue Directora. Ha sido profesora investigadora en la UABCS. Entre sus obras se encuentran: “Historia Económica de la Zona Libre en la Península de la Baja California” y “Paisajes y personajes en María Auxiliadora”, entre otros.

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