Somos legión

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La demencia de Atenea

Por Mario Jaime

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). En el Evangelio de Marcos, Jesús exorciza a un poseído e intenta sacar un espíritu inmundo que parasita el cuerpo del tipo. Jesús le pregunta: ¿cómo te llamas? Y el poseído respondió: Me llamo Legión, porque somos muchos.

¿Somos muchos o soy yo?

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Filosóficamente, el Yo es un pronombre con el cual el hombre se designa a sí mismo.

Como atman (principio de vida, lo que respira) fue definido ya en el Īśa-upaniṣad –texto sagrado hindú– del siglo III a. C. El atman sería la superación de la conciencia en la vigilia que el Ser Mental acepta como sí mismo y que está organizada alrededor de la sensación de un yo central. ¿Existe un yo central?

René Descartes se preguntó: ¿Qué es lo qué soy yo? Una cosa que piensa. El yo es conciencia, relación consigo mismo, subjetividad.

A partir de estas dos concepciones podemos encontrar las discusiones sobre la conciencia individual en el plano principalmente idealista –Locke, Fichte, Schelling, Kant– y algunas veces realista.

Pero, desde un punto de vista materialista y a la luz de los conocimientos que tenemos en la actualidad, ¿existe el Yo? ¿existe el individuo como núcleo esencial en una realidad molecular que evoluciona?

¿Soy uno o somos legión? ¿Qué eres tú, lectorpe? ¿Un individuo o billones de seres que modifican tu conciencia?

Joshua Lederberg –Premio Nobel por describir la transmisión del material genético entre las bacterias–, se preguntó si hay un Yo bacteriano, considerando que el DNA modifica sus características.  Definió al holobionte como “la comunidad ecológica de microorganismos comensales, simbióticos y patógenos que literalmente comparten nuestro espacio corporal”

Rosenberg piensa que el holobionte es un hongo, planta o animal con todos sus microorganismos asociados, es decir, su microbioma. El holobionte es entonces una comunidad biótica que se retroalimenta debido a las actividades y características de sus componentes. ¿Cuáles son sus componentes? Otros seres vivos.

Se calcula una relación de 1:1 entre células de tu cuerpo, lector, y las bacterias que viven en él. Aproximadamente 3.8 x 1013 bacterias respecto a 3 x 1013 de células. Una bacteria por cada célula humana y diez virus por célula humana. Somos un poco más de 50 % bacterias. Cada parte de nuestro cuerpo es un ecosistema, el colón, la nariz, la boca, el estómago, la piel, etc. Y no solo para bacterias sino para ácaros, protozoarios, virus y hongos. Un árbol es un cosmos, desde la raíz hasta la copa, en varias dimensiones y profundidades. Es imposible contabilizar el numero de seres vivos que viven en y de los árboles, miles de especies de artrópodos y vertebrados, más micorrizas que a su vez son holobiontes de hongos que unen a otras raíces, plantas epifitas y miríadas de microorganismos.

Las termitas contienen en su intestino comunidades de protistas que viven dentro de bacteriocitos, células especiales que las albergan dentro de la grasa de los insectos que se transfieren verticalmente mediante los huevos.

Lactobacillus sp. que viven en las vaginas humanas, sintetizan ácido láctico de tal manera que el pH vaginal disminuye, lo que atenúa la colonización de otros organismos patógenos.

Uno de los fenómenos más interesantes es el Microquimerismo, la presencia de células genéticamente diferentes a las células propias, es decir, posee células de otro ser como parte del nuestro.

Las células de la madre pasan al feto por la placenta, pero se han encontrado neuronas del bebé que colonizan el cerebro de la madre también. No solo eso. Algunas células de tu cuerpo, lector, tienen DNA de otros hombres ¡que no son tu padre! Tu madre, al haber tenido relaciones sexuales con otros hombres, ha incorporado células de ellos cuyo genoma también es parte de ti en una cantidad pequeña.

Se estima que en los océanos existen un total de 1030 partículas de virus que a su vez tienen viriontes. La virosfera es un universo casi infinito para nuestra comprensión. Quizá se han estudiado menos del 1 % de los virus existentes. Algunos genes de virus se encuentran en regiones del DNA que producen proteínas esenciales.

A lo largo de la historia evolutiva, estos genes han sido incorporados para el funcionamiento esencial de animales, hongos y plantas.

¿Hay genes de vertebrados que son meros genes de virus?

Aún más, hay tipos de holobiontes que pueden ser vistos como superorganismos con homeostasis, conductas emergentes, jerarquías entre sus componentes y desequilibrios consistentes. Las colmenas de himenópteros, los sifonóforos e incluso el mismo planeta puede verse de esta manera.

Los seres vivos somos asociaciones, sistemas que establecemos relaciones entre sí y construimos nichos ecológicos, nos derivamos, interaccionamos, mezclamos y nos imbricamos en diversas escalas, desde los molecular hasta lo ecosistémico.

¿Tiene sentido real defender una noción del Yo en un mundo real? ¿Somos legión?

 

Referencias:

Bianconi, E., et al. An estimation of the number of cells in the human body. Ann Hum Biol. 2013 Nov-Dec; 40(6):463-71

Berlanga M, Paster BJ, Guerrero R (2007) Coevolution of symbiotic spirochete diversity in lower termites. Int. Microbiol 10:133-139

Cerqueda-García, D., & Falcón, L. I. (2016). La construcción del nicho y el concepto de holobionte, hacia la reestructuración de un paradigma. Revista mexicana de biodiversidad, 87(1), 239-241.

Chan, WF., Gurnot, C., Montine, TJ., Sonnen, JA., Guthrie, KA., Nelson, L. 2012. Male microchimerism in the human female brain. Plos One, 7(9); e45592.

Martone, R. 2012. Scientist Discover Children’s Cells Living in Mothers’ Brains. Scientific American online

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, ésto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.

 

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La demencia de Atenea

Por Mario Jaime

Doctor en Ciencias Marinas. Recibió el Premio Internacional de Divulgación Científica “Ruy Pérez Tamayo” en 2012. Entre sus libros sobre temas científicos destacan “Tiburones, supervivientes en el tiempo” y “Ensayos en Filosofía Científica” en coautoría con David Siqueiros.

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