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La Última Trinchera

Por Roberto E. Galindo Domínguez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). El intelectual Enrique Servín Herrera fue encontrado sin vida el miércoles 9 de octubre en la ciudad de Chihuaha, lugar donde nació 61 años atrás. Fue un gran defensor y divulgador de las culturas indígenas y, desde hace algunos años, trabajaba como jefe del departamento de Culturas Étnicas y Diversidad de la Secretaría de Cultura de su Estado.

Servín, abogado y antropólogo, era un amante de las palabras en diversas lenguas, políglota capaz de traducir más de una docena de idiomas y estudioso de muchos más, fue uno de los pocos mexicanos considerados sabios en la actualidad. Se dedicó, en los últimos años, a salvar de la extinción los idiomas de diversos grupos indígenas. En vida se hizo acreedor a los premios y reconocimientos: Chihuahua de Poesía, el Nacional José Fuentes Mares, el L. Gaboriau otorgado por el Banff International Literary Translation Centre y el Internacional de Mito, Cuento y Leyenda Andrés Henestrosa, entre otros.

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La abrupta partida de Servín, al ser asesinado en su domicilio, ha dejado consternado al medio cultural nacional, pero principalmente al de Chihuahua y al de Baja California Sur. Participante incansable en congresos nacionales e internacionales de literatura donde presentaba su poesía o sus investigaciones, se convirtió en un asiduo integrante del Encuentro Literario Lunas de Octubre, que se celebra anualmente en Sudcalifornia, y a unas semanas de la edición XVI, varios de los que asistimos al evento regularmente esperábamos verlo, escucharlo y pasar con él algunos minutos. Este año, además de ser ponente, estoy seguro que su mayor colaboración sería como asistente, era uno de los pocos participantes que casi siempre se veía desde temprano en todas las presentaciones, aunque los ponentes fuéramos unos completos desconocidos en la literatura. Ver un auditorio casi vacío cuando presentabas de mañana, pero con la presencia del maestro Servín, hacia la diferencia, no es que fuera el único de los grandes ­­—aunque recuerdo pocos— que se asomaba por ahí muy temprano, pero sí el más regular.

Paloma Vergara, coordinadora de Las Lunas de Octubre, dice que Enrique siempre fue uno de los más entusiastas participantes de Las Lunas, y que desde el 2006, primer año en que asistió al evento, solamente no se presentó a una edición, y eso por causa de una enfermedad. Vergara señaló que Enrique año con año apartaba de octubre los días necesarios para venir a Baja California Sur, así tuviera que negarse a otros congresos o a cualquier evento y que, en este año, como en otros, fue el primero en comunicarse con ella para confirmar su participación. Es así que éstas hubieran sido las treceavas Lunas de Octubre del poeta.

El maestro Servín iba a ser el encargado de inaugurar el encuentro de este año, su conferencia versaría sobre una de sus pasiones: la literatura mexicana en lenguas indígenas. Y aún, con su partida, en estas Lunas él estará presente, pues con el homenaje: Hasta siempre Enrique, se dará paso al encuentro literario, la cita es el jueves 24 de octubre a las 17:00 horas en el Pabellón Cultural de la República en Cabo San Lucas. En estas Lunas yo, como muchos otros, quería conversar con él. Enrique te preguntaba, averiguaba sobre ti y te escuchaba con atención. De inmediato se bajaba del pedestal en el que tú lo habías puesto y a ras de mesa, o en cualquier pasillo, conversaba contigo de cualquier cosa, haciéndote sentir en confianza. Hasta siempre maestro.

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