Juan Rodríguez Cabrillo, más que una leyenda 

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Tierra Incógnita

Sealtiel Enciso Pérez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). El siglo XVI fue prolífico en exploraciones en esta nueva tierra que fue bautizada por Colón como el Nuevo Mundo, y la cual se presentaba frente al imperio español como un espacio para descubrir las riquezas que guardaba. Sin embargo, conseguir este propósito no fue fácil, y se pagó su precio con la vida de grandes exploradores que, en aras de cumplir los mandatos reales, fueron hasta los confines más lejanos sin importar el precio que tuviera qué pagarse.

 Uno de estos grandes exploradores fue el capitán Juan Rodríguez Cabrillo, el cual, teniendo toda una vida hecha en Guatemala, establecido ya con su familia, decide acudir al llamado del virrey de la Nueva España, Don Antonio de Mendoza, para realizar la que sería reconocida como la expedición más importante y mayores alcances, del siglo XVI, hacia las costas del noroeste, a través de la Mar del Sur.

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 El lugar de nacimiento de Rodríguez Cabrillo se ha ido esclareciendo con el pasar del tiempo. En un principio, y durante varios siglos, se tomó por cierto que era nativo del reino de Portugal, información expresada por Antonio de Herrera y Tordesillas en su obra Historia General de los Hechos de los Castellanos en las Islas y Tierra Firme del Mar Océano. Sin embargo, a mediados de los años ochenta el historiador Harry Kelsey empezó a dudar de ello, y fue el primero en plantear la posibilidad de que Cabrillo hubiera nacido en el reino de España, no obstante, no pudo establecer con seguridad el lugar de ello. No fue sino hasta el año 2015, que la doctora Wendy Kramer, historiadora canadiense, hurgando en documentos del Archivo General de Indias, localizó un escrito en el cual nuestro explorador declaraba ser nativo de la Villa de Palma de Micer Gilio (actual Palma del Río) en Andalucía, España. El conocer a ciencia cierta el lugar de nacimiento y nacionalidad de Cabrillo en nada demerita sus obras, pero ponen relevancia la labor de las y los historiadores, los cuales a través de acuciosas y perseverantes investigaciones arrojan luz a la penumbra que insistentemente se cierne sobre la historia.

 Se cree que nació entre los años de 1498 a 1500, siendo hijo de una humilde familia que se empleaba al servicio de la casa de un rico comerciante de Sevilla. Antes de cumplir los 20 años se encuentra en la isla de Cuba, formando parte del ejército del gobernador Diego de Velázquez. En el año de 1520 es integrado al ejército comandado por Pánfilo de Narváez, cuya misión era detener y llevar, vivo o muerto, a Hernán Cortés de vuelta a la Isla de Cuba para ser juzgado por traición. Como todos sabemos Narváez fue derrotado, y la mayor parte de sus huestes pasaron a formar parte del ejército de Cortés. Se sabe que Rodríguez Cabrillo participó en la conquista de Tenochtitlán, y seguramente fue un militar destacado por lo que posteriormente lo vemos como integrante del ejército de Pedro de Alvarado, durante la conquista de las tierras al sureste de Tenochtitlán, y que dieron origen a los países que actualmente se conocen como Guatemala, Honduras y El Salvador.

FOTOS: Internet

 Fue a partir de 1529 que, Cabrillo renuncia a la vida militar y se establece en el poblado de Cobán, Guatemala, en donde se dedica a explotar unas encomiendas, y minas de oro y plata, las cuales se le habían entregado en recompensa por los servicios prestados a la Corona. Al parecer la vida civil le sonreía a nuestro personaje y es por ello que decide contraer nupcias con la hermana de Diego Sánchez de Ortega, un compañero de armas que había sido su socio desde el inicio. En el año de 1532 viajó a España a casarse con Beatriz Sánchez de Ortega, con la cual regresa a Guatemala, y funda una familia que dio como fruto a dos hijos: Juan y Diego. Se sabe que Cabrillo ya tenía tres hijas de una unión previa. Durante los siguientes años Cabrillo expande su línea de trabajo haciendo comercio de caballos y mercancía con Perú, así como astilleros de los cuales salieron unos magníficos barcos, lo cual se debía a que Cabrillo era un excelente constructor de ellos.

 En el año de 1540, el adelantado Don Pedro de Alvarado fue encomendado por el rey para construir una flota que realizara un viaje de expedición a las islas de Especiería (las Molucas). Aprovechando sus influencias, el Virrey Antonio de Mendoza negoció secretamente con De Alvarado para que durante la primera parte de su viaje explorara la península de California con el propósito de descubrir la forma de llegar a las Siete ciudades de Oro (Cíbola) que según los informes entregados por fray Marcos de Niza, se encontraban en esta región. Pedro de Alvarado acude con su ex compañero de armas, Juan Rodríguez Cabrillo, y además de convencerlo de que forme parte de la expedición, le compra los seis barcos que acababa de construir en su astillero de Iztapa, Guatemala. Una vez preparada la expedición con seiscientos hombres, trece barcos y alimento suficiente para un año, viajan al puerto de Acajutla, y finalmente llegó a Santiago de Buena Esperanza, en la provincia de Colima. 

 Durante los preparativos finales, Pedro de Alvarado es convocado para ayudar a sofocar a los indígenas que se levantaron en armas en una guerra que se conoció como La guerra del Mixtón. Durante una de las acciones de batalla De Alvarado fue herido, y muere en el mes de julio. Al año siguiente, en agosto de 1541, Rodríguez Cabrillo regresa con su familia a Santiago de Guatemala. Durante ese año continúa con sus labores administrando su astillero, minas y encomiendas. Se sabe que participó en la organización de las expediciones de Hernando de Alarcón y Francisco de Bolaños, de las cuales obtuvo excelente información de los mapas y diarios de navegación que hicieron durante sus travesías.                       

El virrey Antonio de Mendoza tenía urgencia de saber la veracidad de la existencia de las míticas ciudades de oro, así como el paso del extremo oriente o estrecho de Anián, convoca a Juan Rodríguez Cabrillo para que sea el capitán de esta empresa. El 27 de junio de 1542 parte del puerto de Barra de Navidad a la cabeza de tres barcos: El San Salvador, el Victoria y el San Miguel. Durante este periplo, Rodríguez Cabrillo reconoció la ruta que unos años antes ya habían surcado Francisco de Ulloa, Bolaños y Alarcón, en lo que se denominó la península de California. Sin embargo, a comparación de los anteriores viajes, tuvo la ventaja de tener unos excelentes barcos y un muy buen clima, por lo que pudo llegar hasta regiones aún inexploradas por mar, me refiero a las costas de los que hoy es el estado de California en Estados Unidos. Durante su estancia en estos sitios pudo describir con detalle las costumbres, vestimenta y cultura de los nativos que habitaban estas regiones. Los mapas que se elaboraron en este viaje nos dieron cuenta de lugares que hoy son de gran importancia, y pese a que la mayoría de los nombres que se les impusieron han ido cambiado con el tiempo, gracias a estos mapas, se pudo identificar cuáles fueron, y otorgarle a este explorador el reconocimiento de haber sido el primer europeo que llegó hasta estas latitudes. 

Lamentablemente para nuestro explorador, este viaje no finalizó con el éxito que él hubiera deseado. Según testimonios de marineros que participaron en la expedición, durante diciembre de 1542, mientras algunos hombres desembarcaron para hacer aguada, fueron atacados por un grupo de guerreros nativos. Cabrillo intentó ir en su ayuda, pero al saltar del barco se fracturó una pierna. Al poco tiempo se le infectó la herida y muere el 13 de enero de 1543. Hasta el día de hoy se desconoce el lugar de su sepultura. Antes de morir, le cedió el mando de la flota a Bartolomé Ferrer, dándole órdenes de que continuara explorando y recopilando información, principalmente sobre las ciudades de oro y el estrecho de Anián. Sus hombres continuaron la exploración llegando hasta el paralelo 40º 26” norte, donde nombra a este sitio como el Cabo Mendocino en honor al Virrey Antonio de Mendoza y Pacheco. Ante la imposibilidad de continuar navegando por encontrarse la gente enferma y casi haberse agotado el bastimento, deciden regresar, llegando al puerto de Barra de Navidad el 14 de abril de 1543.

Los resultados de esta expedición no fueron los esperados por la Corona española puesto que ambicionaban una respuesta positiva en el hallazgo de las míticas ciudades y el estrecho de Anián. En ningún momento los expedicionarios encontraron señales de estos sitios con lo que demostraban su inexistencia, por lo menos hacia los puntos en que ellos habían llegado. Sin embargo, para efecto de reconocer las costas noroccidentales del nuevo continente que deviniera en una futura colonización, y sobre todo referenciar puntos que ayudaran a alcanzar la codiciada ruta hacia las Islas de Especiería, había sido un éxito, puesto que los navegantes regresaron con mapas que 236 años después sirvieron a las expediciones que se enviaron para poblar lo que con el tiempo se denominó la Alta California. 

 

Bibliografía:

Kramer, W. 2019. Juan Rodríguez Cabrillo. El español que exploró California (1497-1543). De Palma del Río a Guatemala. Editorial CIRMA. 237 p.

 Lazcano Sahagún C. 2011. La Bahía de Santa Cruz. Cortés en California. El vigía. Consulta aquí.

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Tierra Incógnita

Sealtiel Enciso Pérez

Profesor de Educación Primaria, Licenciado en Educación Especial y Maestro en Ciencias de la Educación. Labora en la Secretaría de Educación Pública y comparte su tiempo con su pasión por la historia de la California del Sur. Administra el grupo de Facebook “Conociendo Baja California Sur”. Nació el 22 de septiembre de 1969 en Puerto Vallarta, Jalisco, pero radica en Sudcalifornia desde hace 44 años. Actualmente, es Director de la Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular No. 17 y Maestro de Comunicación del Centro de Atención Múltiple “Gilberto Vega Martínez” en La Paz. Escribió la antología (Ebook) “Piratas, Corsarios y Filibusteros en la Antigua California”. Mención Honorífica en el VII Premio Estatal de Periodismo “Jesús Chávez Jiménez”, en Entrevista, por su trabajo “Graciela Tiburcio Pintos, la leyenda de la biología de las tortugas”.

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