
Las pinturas rupestres de la cueva El Ratón, en San Francisquito de la Sierra

FOTOS: Noé Peralta Delgado.
Explicaciones Constructivas
Noé Peralta Delgado
Ciudad Constitución, Baja California Sur (BCS). El arte rupestre se refiere a las manifestaciones artísticas que se daban en la era prehistórica de la civilización humana; entendiéndose que la prehistoria es el periodo de tiempo donde aún no existían sociedades de humanos como organización. La palabra rupestre se acuñó derivado del latín rupestris, que significa “sobre roca”. En todo el mundo, cuando aparecieron los primeros homínidos, estos se sentían atraídos por dejar plasmados en cuevas y cavernas, todo lo que miraban a su alrededor de su vida cotidiana. Utilizando materiales del lugar, fabricaban pinturas principalmente de color rojo y negro, para elaborar vistosos murales sobre roca.
En México también se dibujaron murales prehistóricos sobre cuevas, siendo las más espectaculares por su tamaño y belleza las que se encuentran en el Estado de Baja California Sur, sobre todo en los municipios de Comondú y Mulegé, siendo éste último donde mejor están conservadas y desarrolladas actualmente como atractivo turístico.
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En el periodo de Semana Santa de este año, tuve la fortuna de regresar después de muchos años, al pequeño pueblo de San Francisco de la Sierra, enclavado en las alturas de la sierra de San Francisquito, precisamente. En la actualidad, existe un recién pavimentado camino de acceso al pueblo de manera que, en menos de una hora, se puede llegar desde la carretera transpeninsular, desde el km. 117 del tramo Santa Rosalía a Guerrero Negro. El pueblo de San Francisco de la Sierra tiene una población de 1,136 habitantes (según censo 2020) y está en las coordenadas geográficas de 27°35’51” Norte y 113°00’54” Oeste.
Estando investigando sobre el pueblo y su fama a nivel mundial por las pinturas rupestres elaboradas por los antiguos californios, se tiene que el fundador del poblado fue don Buenaventura Arce, que era un soldado que cuidaba de las misiones, hasta que durante la expulsión de los jesuitas en el año de 1767, según se sabe, fundó el rancho de San Francisco en la cumbre de la sierra, y que con toda su descendencia se logró formar un pueblo. Muy posiblemente este personaje sabía de la existencia de los murales rupestres, pero no fue hasta su nieto Cesáreo Arce (Tacho Arce), quien las dio a conocer hacia el exterior. Ya en el siglo XX fue el escritor y fotógrafo estadounidense Erle Stanley Gardner en 1962 con su revista y fotografías, y W. Crosby a través de su libro The Rock Art, Baja California, quienes le dieron notoriedad a nivel mundial.
Para llegar al pueblo se debe subir desde el desierto de Vizcaíno (200 metros sobre el nivel medio del mar), por una carretera pavimentada en excelentes condiciones, hasta llegar al lugar que se encuentra a 1150 msnm. Esto significa que el ascenso es de casi mil metros de altitud. Esto nos indica porque, en el pueblo se tiene un clima muy agradable, y qué según pláticas con los lugareños, en temporada invernal llega a escarchar el agua de las pilas y tener temperaturas bajo cero.
También es importante aclarar, que la pintura rupestre más famosa a nivel mundial, es el gran mural que se encuentra en la cueva La Pintada dentro del cañón de San Pablo; pero en el lugar se encuentran más lugares qué visitar para admirar estos impresionantes recuerdos prehistóricos.
Para visitar todo el complejo de murales rupestres se ocupa de acampar varios días y sobre todo, tener habilidad para el senderismo extremo y manejo de mulas o caballos. En el pueblo de San Francisco de la Sierra, existen una oficina del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
La única cueva que está totalmente accesible desde la carretera es el sitio denominado cueva El Ratón. Si no se dispone de mucho tiempo, estas pinturas rupestres son totalmente recomendadas; desde el lugar donde se deja el vehículo se camina en escalones muy bien construidos a una distancia de poco más de 100 metros en subida. La cueva está protegida por una malla ciclónica, para que los visitantes tengan que ir forzosamente a comprar los boletos de acceso hasta el pueblo, ubicado a una distancia de 1,400 metros del lugar.
La cueva del Ratón, se encuentra a una altitud de 1,170 msnm y está en las coordenadas geográficas de 27°35’27” Norte y 113°01’27” Oeste. Los murales que se pueden observar están de muy buen tamaño y según el guía de nombre Francisco Arce, nos comentó que le pusieron de nombre Ratón, porque en el mero centro del mural se encuentra un dibujo que asemeja un ratón, pero en realidad es un león americano ó puma.
Investigando en Internet, la Universidad de Barcelona hizo un estudio para hallar la edad, y se encontró que tiene una antigüedad de casi 5 mil años, en contraste con las otras pinturas rupestres que datan de hasta 8 mil años, lo que indica que posiblemente a los nativos se le acabaron las cuevas donde pintar y subieron hasta esta cueva. Las otras cuevas se encuentran muy por debajo de esta altitud, y tienen ojos de agua en donde pudieron vivir por largas temporadas; lo que llama la atención es que esta cueva de El Ratón, no tiene suministro de agua de los cerros, lo que hace suponer que un tiempo hubo un aguaje y aprovecharon los antiguos californios para asentarse en el lugar.
Visitar el lugar y apreciar los grandes murales prehistóricos, es una verdadera experiencia, y más que lo podemos hacer en un solo día llegando desde Guerrero Negro o desde San Ignacio en vehículo; este lugar se llama cueva El Ratón, que es testigo silencioso, de los grandes artistas que rodeados de una absoluta tranquilidad del desierto, y que nos quisieron dejar su mensaje a través de los grandes murales de pintura rupestre. Si tiene oportunidad visítelos y admírelos.
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