Hoteles pioneros en el Turismo Carretero sobre la transpeninsular 

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Explicaciones Constructivas

Noé Peralta Delgado

 

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Este año se cumplen 50 años de la inauguración de la carretera Transpeninsular Benito Juárez ó también oficialmente denominada carretera Federal Número 1 de la República Mexicana; y con este festejo viene mucho de la historia de la península de Baja California, que con la creación de esta verdadera columna vertebral dio origen a la comunicación a todo lo largo de esta región con el resto de México.

El año de 1973, pasará a la historia de los habitantes de la península, porque fue el año donde cualquiera que quisiera, pudiera transitar los poco más de 1,700 kilómetros que tiene de longitud, y ser un detonante en todos los aspectos económicos para estas hermosas tierras que los españoles denominaron las Californias, en su intento de colonización a través de los misioneros jesuitas.

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El gobierno federal del presidente Luis Echeverría Álvarez, en el periodo de 1970-1976, se propuso en su inicio dotar a la península de Baja California, de una carretera pavimentada que pudiera permitir el tránsito de automóviles y los tractocamiones para abastecer a sus poblados de insumos.

Lo que pocos saben es que, junto con la inauguración de la carretera pavimentada, el gobierno inició al mismo tiempo la construcción de hoteles en lugares estratégicos, para que los conductores pudieran descansar o comer los alimentos en los recorridos tan distantes, pero sobre todo impulsar un turismo carretero como pasa en las carreteras del oeste de la unión americana.

Esta inversión se hizo con recurso federales propios, de la recién creada dependencia llamada Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR), y que después de hacer un análisis de distancias y puntos estratégicos se crearon 5 hoteles en igual número de lugares, 2 en el territorio Norte y 3 en el territorio Sur de la Baja California.

De norte a sur, se construyeron en Ensenada, Cataviña, Guerrero Negro, San Ignacio y finalmente en la capital histórica de la Californias, el puerto de Loreto. Todos estos hoteles siguieron un modelo arquitectónico semejante a los moteles que se construyen en su momento en los estados de la unión americana que tiene paisajes solitarios de caminos, incluso viene a nuestra memoria películas clásicas como Psicosis, donde el malvado Norman Bates aprovechaba su hotel para sus crímenes.

Cataviña

Ensenada

Guerrero Negro

Loreto

San Ignacio

Pero volviendo a cadena de hoteles creada por Fonatur, tenemos que poco después de la inauguración de la carretera transpeninsular, se inició la construcción (creemos que al mismo tiempo) de los 5 puntos escogidos para los hoteles, y que según investigamos en la página del INAI referente a Fonatur, el 9 de octubre de 1969 se fundó la empresa gubernamental llamada Terrenos Recreo S.A. la cual se le entregó el dominio de los terrenos donde estaría ubicados los hoteles, mientras que su operación y mantenimiento se le entregó ahora si, a una dependencia nueva denominada Nacional Hotelera de Baja California S.A. y que se creó mediante acta protocolizada y escritura pública número 28436 de Notaría Pública número dos del Distrito Federal el día 31 de agosto de 1977. Ya durante los cambios de sexenios como siempre sucede, la operadora de administración y mantenimiento fue cambiando de nombre, hasta llegar el día 8 de mayo del 2008 que toma su nombre actual denominado Fonatur Mantenimiento Turístico S.A. de C.V.

En la década de los ochentas y los noventas, fue su esplendor y su apogeo de la cadena hotelera que fue llamada Hoteles La Pinta, y eran un referente de viaje que se hacían en el largo y solitario trayecto de la carretera transpeninsular; incluso se construyeron pequeñas estaciones de servicio de gasolineras con pequeñas tiendas de abarrotes. Muchas anécdotas se platican de personas (sobre todos lugareños) que transitaban y con sueño por el largo manejo de sus automóviles, dormían al aire libre afuera de las gasolineras, porque no tenían para pagar una habitación del hotel, mucho menos para el restaurant, y temprano con unos burritos paseados en el estómago emprendían su camino.

Hotel Cataviña

Ya con el inicio del siglo XXI, empezó la decadencia de los emblemáticos hoteles, debido al gran crecimiento de población en la península y con esto la demanda aumenta de manera exponencial, haciendo con esto que la iniciativa privada empezara a construir también hoteles y restaurantes. Podemos decir como sucede casi siempre, que la competencia no se la da al gobierno, y precisamente fue esto lo que llevó a la decadencia, ya que no se modernizaron sus instalaciones y las administraciones no ponían su granito de arena en la administración, por lo que pasaban los años y la cadena de hoteles La Pinta se iban quedando rezagados en modernidad, publicidad y mercadotecnia.

La competencia les llegó a todos los puntos de hoteles, con excepción de Cataviña, que al estar totalmente aislado en medio del desierto central de Baja California y sin una población importante, resistió otro hotel que le compitiera, pero si le afectó un mucho, que con vehículos modernos ya no era necesario hacer paradas en medio de las soledades del desierto y los conductores hacen esfuerzo para llegar a su destino: al norte San Quintín y al sur Guerrero Negro.

También con el nuevo milenio, los hoteles se fueron transformando, pero de nombre, hasta convertirse en hoteles DESERT INN, pero no logró posicionarse en el mercado turístico de la región, por lo que el gobierno federal procedió a vender las instalaciones a la iniciativa privada y de alguna manera deshacerse de ellos para no tener una carga de administración y mantenimiento. Hasta la fecha nomas quedan dos hoteles que no se han podido vender, se desconoce si ha habido posibles compradores ó si el gobierno no les ha dado suficiente oferta de venta. Aquí una breve descripción de la situación actual de los cinco hoteles.

Punto Ensenada, Baja California: este hotel fue vendido a la iniciativa privada, no se halló información sobre el traspaso y es el único que aún sigue conservando el nombre original como hotel La Pinta. Se encuentra en pleno centro de Ensenada en las coordenadas 31.858684° Norte y 116.616657° Oeste, tiene su propia página de internet donde se ve en muy buenas condiciones de mantenimiento.

Punto Cataviña, Baja California: en la búsqueda en internet se halló mucha información sobre el traspaso de su propiedad a la familia Rodríguez dueños del rancho Los Pinos en la localidad de San Quintín. Incluso se habla sobre el caso de venta del hotel a precio de remate durante la administración federal de Felipe Calderón en el año del 2009. Actualmente lleva el nombre de hotel Santa María y está ubicado en un paraje en medio del desierto, llamado el Valle de los Cirios y precisamente en el pequeño pueblo de Cataviña, en las coordenadas 29.728130° Norte y 114.718864° Oeste, su nombre actual es Hoteles Misión Santa María, tiene su propia página de internet y se encuentra básicamente y generalmente en las mismas condiciones que tenía cuando era propiedad del gobierno.

Hotel Cataviña

Punto Guerrero Negro, Baja California Sur: este hotel se encuentra exactamente en el paralelo 28 que sirve de límite entre las dos entidades federativas que conforman la península de Baja California, pero su ubicación se encuentra del lado norte de la línea fronteriza en las coordenadas 28.000674° Norte y 114.013883° Oeste, se llama The Halfway Inn Hotel, no se puedo investigar sobre el traspaso del hotel federal hacia la iniciativa privada, tiene su propia página de internet y se encuentra en las mismas condiciones que tenía cuando era propiedad del gobierno.

Punto San Ignacio, Baja California Sur: el uno de los dos hoteles que aún siguen siendo propiedad federal, se ubica en el oasis de San Ignacio en las coordenadas 27.287125° Norte y 112.900514° Oeste, y es el único que no se encuentra sobre la orilla de la carretera transpeninsular, lo que supone una desventaja significativa para los viajeros, su distancia de la carretera es de 2 kilómetros y se puede decir que es el hotel que tiene menos afluencia de turistas, ya que en el pequeño y antiguo poblado han abierto varios hoteles privados que han mermado su economía de clientes, el general está en igual y buenas condiciones desde hace muchos años, tiene página de internet federal enlazada con el Fondo Nacional de fomento al Turismo.

Punto Loreto, Baja California Sur: es el otro hotel que sigue siendo propiedad federal y el único que está ubicado frente a playa, se ubica en el puerto de Loreto, el cual ha tenido un crecimiento muy fuerte en materia turística, con la creación del centro turístico de Nopoló, razón por la cual este hotel es el que ha tenido más competencia de hoteles de cinco estrellas, se puede decir que es el hotel que tiene más abandono en general y tiene afluencia considerable debido a que las playas de Loreto atraen mucho turismo y la oferta hotelera no es suficiente, por lo que el turista nativo es el cliente más activo de este hotel, está en las coordenadas 26.017855° Norte y 111.343316° Oeste, tiene página de internet federal enlazada con el Fonatur.

La razón de su existencia que es el turismo carretero, fue la mejor idea que se ocurrió, pero los tiempos cambian y la competencia hace que se tengan que actualizar o están destinados al fracaso; por lo que antes de que pudieran desaparecer o pasar a manos privadas y por ende más costosos, aproveche de visitarlos y dese un baño del espíritu bajacaliforniano.

Fuente: Datos de la página del INAI a FONATUR

Escríbenos… noeperalta1972@gmail.com

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, ésto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.

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Explicaciones Constructivas

Noé Peralta Delgado

Ingeniero Civil egresado del Instituto Tecnológico de La Paz en 1995, con Maestría en Valuación Inmobiliaria, por la Universidad Autónoma de Durango. Oriundo de Ciudad Constitución, Baja California Sur, donde nació el 19 de agosto de 1972 y donde actualmente radica; se desempeña como constructor de obra civil y proyectos topográficos principalmente. Tiene en su historial haber fundado el Colegio de Ingenieros Civiles de BCS, sección Comondú, en el año 2005, y participar activamente en cursos y reuniones afines al quehacer de la ingeniera civil. En el trienio 2015-2018, se desempeñó como director de Catastro Municipal en Comondú, donde se especializó en temas relacionados con la tenencia de la tierra, a través del diplomado en catastro multifinalitario en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

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