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Yaroslabi Bañuelos, cosechando poesía a mitad de la pandemia

FOTOS: Cortesía.

El Beso de la Mujer Araña

Por Modesto Peralta Delgado

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). A pesar de ser un año terrible para la humanidad, el 2020 ha sido de mucha proyección para Yaroslabi Bañuelos. Publicada en varias revistas nacionales e internacionales —en países como España y Venezuela—, ha logrado posicionarse como una de las más destacadas poetas sudcalifornianas; y ahora con mayor razón, al tener entre sus manos su primer libro: Otro agosto habita el aire, recientemente publicado por el Instituto Sudcaliforniano de Cultura tras haber obtenido el Premio Estatal de Poesía 2019.

A propósito de su ópera prima y de sus varios textos publicados, CULCO BCS entrevistó a quien un tiempo también fue colaboradora de este medio digital —de hecho, su artículo Erotismo y literatura: poemas para erizar la piel, publicado en 2016, sigue siendo el segundo más leído en la historia de nuestra revista. Además del Premio Estatal de Poesía 2019, Yaroslabi Bañuelos obtuvo el primer lugar de los Juegos Florales Nacionales Carnaval La Paz 2019, los XLVI Juegos Florales Margarito Sández Villarino y el Primer Concurso Municipal de Poesía “Letras Nuevas”.

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Háblanos de Otro agosto habita el aire que recién acaba de salir del horno…  Escribí “Otro agosto habita el aire” en 2019, en un momento de mucha energía creativa, ya que acababa de confeccionar otros dos poemarios: “Mariposas de un mal verano” que obtuvo los Juegos Florales del Carnaval La Paz y “Mejibó” que logró los Juegos Florales Margarito Sández Villarino de San José del Cabo; sin embargo, este será mi primer libro de poemas publicado. Para mi sorpresa, “Otro agosto habita el aire” obtuvo el Premio Estatal de Poesía Ciudad de La Paz, en el primer “intento” de participación en una convocatoria, lo cual me dio muchísima felicidad porque eso me permitiría publicar mi trabajo y compartir con más personas mis poemas. Se trata de un poemario que escarba en la memoria familiar, va construyendo algunas escenas de la infancia e invitándonos sorbos de melancolía con cada recorte del pasado. A lo largo del libro podemos encontrar la presencia de varias mujeres, que al mismo tiempo es una sola, cuya tristeza se multiplica de forma hereditaria. Asimismo, hallamos el rastro de un padre distante, de un abuelo desconocido, los ecos de la casa primera y las vetas de nostalgia que pueblan el verano.

Tienes unos poemas realmente exquisitos, con imágenes que se captan pronto y nos enganchan como lectores. ¿Cuándo y cómo inicias en la poesía,  y qué autores te inspiraron? Durante mi infancia fui una niña muy callada e introvertida, tenía pocas amigas y casi siempre estaba sola; por ejemplo, en la hora del recreo, en educación física o en los momentos de juego, por lo que contaba con mucho tiempo para leer, inventar historias y escribir pensamientos que me molestaban cuando me sentía angustiada. Me gustaba tener pequeños diarios o cuadernos donde anotaba mis intentos de poemas. En esa época recuerdo haber descubierto a Neruda, Ernesto Cardenal, Amado Nervo y las rimas de Gustavo Adolfo Bécquer, ya que eran los autores que encontraba en los libros de la biblioteca escolar, aunque esto es un decir, porque en ese tiempo en mi primaria no teníamos una “biblioteca” como tal y ésta era más bien unas cuantas jabas pintadas de rojo y llenas de libros, en su mayoría infantiles, pero también se encontraban cosas interesantes. Así fui creando poco a poco una conexión íntima con la lectura, y la poesía se fue convirtiendo en un hogar a donde siempre regresaba cada vez que la tristeza se transformaba en una nube de pájaros negros.

En la adolescencia seguí escribiendo algunos versos, sin embargo, fue después de los veinte que la escritura se volvió algo más serio y empecé a escribir con mayor constancia y disciplina, también empecé a leer poesía de autoras y autores que antes desconocía, siento que eso me abrió más el panorama literario. Por otro lado, respecto a las escritoras o escritores que me inspiran, considero que mis poetas indispensables son Wisława Szymborska, Olga Orozco, Alejandra Pizarnik y César Vallejo; también tengo mucho aprecio y admiración por la poesía de Roque Daltón, José Watanabe, Balam Rodrigo, A. E. Quintero, Eduardo Lizalde, Efraín Bartolomé, Elisa Díaz Castelo y Rosario Castellanos.

¿Usualmente cómo “nace” y escribes un poema? Soy de la idea de que para armar un poema las herramientas principales son el trabajo, la paciencia, la honestidad (con una misma/uno mismo y con el propio poema) el autoconocimiento, y, por qué no, también la autocrítica. No creo que un poema brote sólo con la chispa de la inspiración en un momento de suerte, puede pasar, pero no siempre es así, porque, además, ese poema nacido de una luz espontánea aún necesitaría tiempo para “reposar” y ser examinado lejos del calor y la pasión de ese instante creativo. En mi caso, suelo dedicar al menos varias horas al día a la escritura, no sólo de poesía, ya que mi trabajo como editora conlleva escribir y leer bastante. Tal vez por eso jamás pienso que un poema está terminado “a la primera”, disfruto mucho releer el texto, jugar con las palabras, modificar detalles que antes no percibía, hasta que me siento complementen en paz y en sintonía con el poema.

Hay algunos temas recurrentes en ti: la casa, la familia, la comida. Tu “Retrato de la abuela” es sublime. ¿Qué personas y espacios marcaron tu vida para hacerles estos homenajes? Más que personas o lugares siento que fueron ciertos instantes los que se adhirieron a mi memoria de niña; recuerdos habitados por aromas, sabores, voces, miedos, oscuridades, imágenes de aves, flores y tormentas, incluso momentos que nunca pasaron, o tal vez sí. Lo que quiero decir es que no es sólo un poema para mi madre o mi abuela, si no para cualquier mamá, abuela o hija que se construya con el olor de las madreselvas o el sabor de las mandarinas. Alguna vez le compartí un texto a un alumno de un taller de escritura creativa y me dio una retroalimentación muy bonita, la cual siempre tengo presente, me comentó que el poema le había recordado a una tía muy querida, a su comida y al rancho donde ella vivía; esa es precisamente mi única aspiración, que un día mis palabras puedan significar algo para alguien. Ya lo dijo Violeta Parra: «Y el canto de ustedes que es el mismo canto, y el canto de todos, que es mi propio canto…».

Sin embargo, además de “Otro agosto habita el aire”, tienen otros trabajos como “Luto” o “Epitafio” en donde tocas el feminicidio. ¿Cómo experimentas esa relación entre el dolor y la rabia y su encuentro en los versos? En estos momentos es inevitable callarse la rabia por tantas injusticias y la poesía, aunque no tiene la obligación de nada, puede crear un puente con el compromiso social, la dignidad, incluso, con la protesta. La poesía da testimonio del dolor, de la pérdida y de lo que sucede más allá de nosotros mismos. En lo personal, a veces teclear versos es mi única forma de fructificar la tristeza o la indignación; creo en la poesía como una forma de intensificar la consciencia, de curar las heridas invisibles, de salvarnos un poco cada día.

Yaroslabi Bañuelos nació en La Paz, BCS, en 1991. Es psicóloga, poeta y editora. Fue becaria del Programa de Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico 2016-2017. En 2018 y 2019 obtuvo la beca “Inés Arredondo” para asistir al Encuentro Internacional de Literatura 13 Habitaciones Propias. Sus poemas han sido publicados en distintos espacios impresos y digitales como Punto de Partida, Punto en Línea UNAM, Revista Este País, Revista Primera Página, Materia Escrita, Revista El Septentrión, Carruaje de Pájaros, Revista Levadura, Luz Cultural y Letralia.

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.




Punto de Partida, 53 años de reunir y promover a jóvenes escritores y poetas

FOTOS: Internet.

El librero

Por Ramón Cuéllar Márquez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). La revista literaria Punto de Partida ha sacado su número 217 (bimestre septiembre-octubre) y con ello cumple 53 años de poner en activo a jóvenes interesados en la literatura y en la difusión de sus obras. Es una de las ediciones, junto con Tierra Adentro, que sirve de ventana a la creación literaria y a las artes plásticas.

Fundada en 1966 con su primer número en el bimestre noviembre-diciembre, dio inicio a una larga vida, tradición en apoyo a aquellas primeras letras que convivían y conviven en las distintas carreras de todas las escuelas y facultades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), especialmente la Facultad de Filosofía y Letras y sus carreras dedicadas a la literatura. Muchos fuimos impulsados y apoyados, más o menos, con publicaciones y con los tradicionales premios de poesía, cuento, ensayo, más los que se han incluido con el tiempo. Sin duda todo un aporte a la cultura universitaria, pero también a las letras de México.

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En este número 217 se abre la temática del movimiento, que nos sugiere un sinfín de ideas en torno a aquello que no permanece en silencio ni en la quietud. Las ciudades son el centro motor de ese movimiento, con todas sus rarezas, crisis, violencia, cultura, aportaciones, avances en el desarrollo psicosocial, económico, espiritual y político. En sus páginas podemos encontrar a muchos jóvenes, como siempre ha sido su política, con voces nítidas, claras, maduras, que desde sus propias evoluciones nos muestran una capacidad literaria totalmente sólida, lo cual me remite a pensar en que si queremos saber cómo anda la nueva literatura, en definitiva hay que leer a los jóvenes, pues no hay mejor manera de tener un diagnóstico que en sus palabras y voces, que responden a su época con talento y compromiso literario. Muchos hemos participado y muchos continuamos el camino de la Literatura, y otros pocos desistieron, pero la mayoría valoró el esfuerzo de esos primeros pasos, esos pininos.

Llegó a mis manos el número en papel de Punto de Partida y para ser honesto no hay como ver en físico una revista, sin demeritar el enorme esfuerzo que se hace en el mundo digital; de hecho, Punto de Partida también la podemos hallar en la red, todos sus números, desde el primero hasta el más reciente que hoy les comento.

Entre sus páginas descubro con gusto y orgullo un poema —El taxista— de la sudcaliforniana Yaroslabi Bañuelos, una voz fuerte, coherente, que poco a poco destaca por sus esfuerzos y dedicación: leerla siempre es para mí un deleite y la prueba irrefutable de la evolución de una poeta que se consolida por su voz poderosa, y que destaca por su capacidad de enseñarnos que la poesía se muta de poema a poema. Hay que seguirle la pista.

El dossier con que arranca es la puerta que nos recibe con poesía y narrativa de creadores en su elemento, que desde sus visiones del mundo logramos observar que la literatura siempre será un algo vivo; en seguida descubrimos a los premiados del concurso 50, junto con los de arte gráfico, y al final su sección Carrusel.

Me llamó la atención un ensayo extraordinario: Los extremos desconcertantes: Raymond Carver, de Alonso Marín Ramírez, que nos describe el infierno y la gloria—en ese orden— de Raymond Carver, un alcohólico que, superados todos sus demonios y fantasmas, alcanzó el prestigio literario y la fama. Me hace pensar por qué el alcoholismo y las adicciones son un tabú en el mundillo literario y no se habla ni se toca ni con el pétalo de una crítica. Está casi prohibido hacerlo. Quizás por eso el escritor Stephen Vizinczey, autor de En brazos de la mujer madura, afirmaba “En sus diez mandamientos del escritor”: No beberás, ni fumarás, ni te drogarás. Para ser escritor necesitas todo el cerebro que tienes.

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Yaroslabi Bañuelos, ganadora de Juegos Florales de Carnaval La Paz 2019

FOTO: Facebook / Interior: Ayuntamiento de La Paz

La Paz, Baja California Sur (BCS). El Comité de Carnaval, a través del Instituto Municipal de Cultura (IMC) dio a conocer que el jurado calificador de los Juegos Florales del Carnaval La Paz 2019 “Grandes Navegantes”, después de la lectura minuciosa del total de los trabajos participantes, decidió otorgar el premio al poemario titulado Mariposas de un mal verano, informa en un comunicado el Ayuntamiento de La Paz.

El jurado calificador estuvo conformado por Karla Karina Sotelo Martínez, Sandino Gámez Vázquez y Luis Fernando Gómez Cota, reconocidas personalidades en el ámbito literario, quienes dieron lectura a los 30 trabajos inscritos provenientes de todo el Estado y de distintas ciudades de la República Mexicana como lo marca la convocatoria.

En el acta, el jurado señaló: “tomando en cuenta la originalidad de los trabajos, estructura, riqueza de lenguaje y apego a la convocatoria, se decidió otorgar el premio al poemario firmado con el seudónimo Hipatia, el cual resultó de la autoría de Yaroslabi Bañuelos Ceseña.

De igual manera, el jurado señaló que “Mariposas de un mal verano fue elegido con mayoría de votos por su propuesta estética con una originalidad de discurso, una voz poética que sostiene una unidad de sentido e intención, con una descripción de lo cotidiano y lo trascendente desde la introspección y el universo de lo femenino, generando una variada experiencia literaria en el lector”.

Cabe destacar que la premiación de la ganadora de los Juegos Florales del Carnaval La Paz 2019, Yaroslabi Bañuelos Ceseña, se realizará en el marco de la coronación de la Reina de la Poesía Zulema I el viernes 1 de marzo, en el foro principal que se ubicará en el kiosco del Malecón, donde además se contará con la presentación del concierto Hagamos un trío con la participación de Francisco Céspedes, Jorge Muñiz y Carlos Cuevas, concluye así el comunicado del Ayuntamiento.