1

América vs América: Un documental de Netflix

Kinetoscopio

Marco A. Hernández Maciel

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Apenas el sábado pasado, 17 de septiembre, se disputó una versión más del partido de futbol entre los clubes más importantes del fútbol mexicano: Las Águilas del América vs. Las Chivas Rayadas del Guadalajara. El resultado, después de un claro dominio americanista durante los 90 minutos de juego, fue acorde a lo mostrado en la cancha: 2 a 1 a favor del equipo águila, que más allá de unas Chivas que se mostraron voluntariosas y dinámicas, el juego de conjunto y la calidad individual de las Águilas definieron el partido. Y claro, no puede faltar la polémica que todavía hoy se sigue comentando en redes sociales sobre ese remate de cabeza que el portero más amado y odiado del momento, Guillermo Ochoa, salvó en una atajada espectacular sobre la línea de gol, argumentando los chivistas un gol claro y legítimo, y los americanistas celebrando la sublime jugada del guardameta. Es claro que el balón nunca entró, aunque Jose Ramón Fernández, el antiamericanista número uno de México, proclame el fraude histórico que siempre ha beneficiado al equipo propiedad de Televisa, y con ello siga incendiando las redes sociales, las discusiones familiares y las apuestas en la oficina.

Y aunque el partido ya terminó, la cosa sigue, y sigue, y sigue y sigue. ¿Cómo se explica este sentimiento de identificarte con un equipo de futbol? ¿En qué momento sus triunfos y derrotas se convierten en nuestros triunfos y derrotas? ¿Hasta qué grado el resultado de tu equipo puede modificar tu vida? ¿Hasta qué punto un equipo de futbol puede ayudar a construir una sociedad, una economía, un proyecto político o un país?

También te podría interesar: Los Anillos de Poder

Puede parecer exagerado este último cuestionamiento pero el documental que ya se encuentra disponible en Netflix, narrado por el comediante Carlos Ballarta, va mucho más allá de lo estrictamente deportivo para tratar de explicar la popularidad de este equipo y como, desde su adquisición en los años sesenta por parte del dueño de Televisa Emilio Azcárraga Milmo, fue parte de un plan económico y político que le sirvió para forjar el imperio televisivo y también obtener poder político con los gobiernos de la época.

Basado en sus exitosas telenovelas, el documental explica como Televisa aplicó este modelo melodramático para crear al club América como el villano antagonista del equipo más querido del pueblo, el Guadalajara y así construir una rivalidad que al final resulta beneficiosa para sus planes, de que cuando las cosas van mal, hay que seguir entreteniendo al pueblo, dicho de manera casi literal por uno de los directivos del club durante la década de los ochentas.

Ahora, si bien resulta interesante ese contexto político y económico, durante los seis episodios que tiene esta docuserie no hace mucho esfuerzo por ir más profundo en esos temas y le da el espacio más importante a los protagonistas y sucesos deportivos que marcaron la historia del club.

Y ahí están todos, Arlindo, Zague, Borja, Reinoso, Roca, Tena, Bacas, Aguirre, Zelada, Brailovsky, Zaguinho, Hugo, Villa, Lara, Terrazas, Cuauhtémoc, Biyik, Benhakker, Hermosillo, Diez Barroso, Lapuente, Carrillo, Azcárraga, Peláez, el Piojo Herrera, Solari, Roger Martínez, Aquino y hasta Jose Ramón Fernández. Si, porque hasta el más acérrimo antiamericanista es parte fundamental de la grandeza del equipo. Mediante entrevistas a cada uno de ellos e imágenes de archivo que aprovechan el vastísimo catálogo de Televisa, esta producción hará retumbar varias fibras sensibles de los americanistas de antaño, y servirá para enseñar un poco a las nuevas generaciones como es que un equipo de futbol puede generar tantas pasiones, todo esto sin dejar de lado la situación actual del equipo y regalándonos a todos aquellos que somos apasionados, un probadita de lo que sucede en la intimidad de los entrenamientos y los momentos antes y después de un partido.

Una serie obligada para americanistas que los antis seguramente también encontrarán interesante, que incluso aquellos que se dicen ajenos al futbol, les puede ayudar a dimensionar el impacto que el deporte más popular del mundo tiene en sus seguidores.

Señoras y señores: ¡América y ya!

__

AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.

 

 

 

 




A 30 años de “Cuna de lobos”, una de las telenovelas más exitosas de México

cuna_de_lobos

María Rubio inmortalizó a Catalina Creel, considerada por muchos como “la madre de todas las villanas”. Fotos: Internet.

Colaboración Especial

Por Luis Fernando Azcárraga de la Peña

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Cuna de Lobos cumple este mes de octubre 30 años, gozando de ser una de las telenovelas más recordadas en México; Catalina Creel, una psicópata de la alta sociedad a la que nadie logró vencer —sólo sí misma en un insospechado suicidio—, ha sido una de las villanas más consagradas de la televisión mexicana, catapultando a la propia María Rubio, quien quedó desbancada por 8 años sin volver a protagonizar un personaje y jamás a otro con un impacto similar. Recordamos que en 1986, el desenlace de este melodrama escrito por Carlos Olmos paralizó el tráfico y algunas actividades en la Ciudad de México.

Además, la intrincada historia de poder dejó un sabor agridulce con uno de los pocos, o tal vez el único, final abierto, ésto en los últimos segundos de la telenovela. Luego del digno final que tuvo la villana, el personaje del hijo por el que se echó andar toda la historia cierra el capítulo a todo cuadro con la frase “Yo no soy Braulio, soy el pequeño Edgar”, esperando la continuidad que, ¡afortunadamente nunca llegó! Y hasta la fecha, mientras la enorme cantidad de telenovelas son refritos de otras anteriores, esta historia no la han vuelto a refritear. Pareciera que nadie pudiera llenar los tacones —o el parche— de la inolvidable Catalina Creel. Nunca se olvidará tampoco que en el capítulo final se acercó a los 100 puntos de rating: algo inusual en una telenovela —impensable ya en la actualidad, con las producciones de Televisa o TV Azteca.

Cuna de Lobos causó un gran impacto desde el primer capítulo, donde el esposo de Catalina Creel —interpretada por la primerísima actriz María Rubio, ya retirada del medio artístico— le descubre un gran secreto, a ella no le convenía que se revelara y para adueñarse del imperio farmacéutico de su esposo, decide envenenarlo; la sorpresa se la llevó luego la mujer al leer el testamento en el que se dispone que el heredero será el primer hijo de cualquiera de sus dos hijos, José Carlos (Gonzalo Vega) o Alejandro (Alejandro Camacho), pero la esposa de Alejandro que es Vilma (Rebecca Jones) es infértil, y éste urde un plan: enamora para embarazar a Leonora (Diana Bracho), y al momento de dar a luz, la criatura le es arrebatada para quedársela Alejandro y Vilma, todo esto en complicidad con doña Catalina. Los máximos horrores que se pueden cometer por un hijo, son la constante en la trama, y su éxito fue visible también en otros países.

Así, todos los elementos de cóctel estaban servidos para crear un thriller que dejó personajes entrañables, con giros inesperados dentro de un melodrama y que desde el principio se alejó de una trama tradicional. En su momento, fue todo un fenómeno de gran popularidad. La historia consta de 170 capítulos de media hora, que fue como originalmente se transmitió desde el 20 de octubre de 1986 hasta el 5 de junio de 1987; ahora estaríamos hablando de 85 capítulos de una hora.

cuna_lobos_promo

Esta telenovela estuvo conformada por un elenco de lujo: Gonzalo Vega, Diana Bracho, Alejandro Camacho, Rebecca Jones, la primera actriz Carmen Montejo, Lilia Aragón, Carlos Cámara, Humberto Elizondo y Rosa María Bianchi —como dato curioso: todas las victimas de esta telenovela, en otras posteriores, se las cobraron ¡encarnando a otros excelsos villanas y villanos!

Esta joya de la televisión mexicana cumple 3 décadas de su estreno y no podíamos dejar de recordarla. Estamos seguros que muchas personas aún recuerdan la entrada con las escenas de lobos y la música original del hijo de Carmen Salinas: Pedro Plasencia. Cuna de lobos fue una producción de Televisa, producida y dirigida por Carlos Téllez.