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Pide Diputado local reductores de velocidad en El Pescadero

FOTO: Archivo

La Paz, Baja California Sur (BCS). Durante la sesión de la Diputación Permanente, el Diputado Carlos Van Wormer Ruiz presentó un exhorto a la mesa directiva para llamar al Centro SCT en el Estado y a la Guardia Nacional para que sean instalados reductores de velocidad a la entrada y salida de El Pescadero, así como en el interior, a fin de evitar accidentes y muertes en la comunidad.

A través de un boletín de prensa del Congreso del Estado se informó que, el Diputado expuso que los reductores de velocidad permitirán y obligarán a los conductores que circulan por la carretera Transpeninsular en el tramo de Cabo San Lucas – Todos Santos y viceversa a disminuir la velocidad para que de esta manera se reduzcan los índices de accidentes tipo atropellamiento y con ello evitar que haya personas lesionadas o fallecidas.

La petición del Legislativo también exhorta al Coordinador Estatal y al Comisario de Seguridad en Carreteras en Baja California Sur, ambos de la Guardia Nacional, para que haya una coordinación con ciclistas que entrenan en la carretera, a fin de que se establezcan horarios para que los ciclistas que entrenan para competencias, sean escoltados durante su recorrido por patrullas que permita su protección y evitar accidentes con fatales consecuencias.

“No es nada más dar boletas de infracción o levantar a los muertos, también es trabajar con la comunidad, cuidar a la ciudadanía que es su trabajo, lo que queremos es que la Guardia Nacional provea la protección a ciclistas y conductores, y que se nos avisen cuando van a entrenar”, expresó Van Wormer.

Y es que pobladores manifestaron al Diputado que en últimas fechas se han presentado diversos atropellamientos, debido a las altas velocidades con la que los vehículos y camiones circulan por el tramo, con saldo de personas lesionadas e inclusive pérdidas humanas, lo cual sin duda alguna ha llenado de luto y de tristeza a muchas familias residentes de El Pescadero o vecinas de Todos Santos, al igual, en ocasiones ciclistas han sufrido diversos accidentes con consecuencias fatales, concluye el boletín de prensa del Congreso de BCS.




Los topes en la ciudad ¿solución o molestia innecesaria? (II)

FOTOS: Internet.

Explicaciones Constructivas

Por Noé Peralta Delgado

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Cuando vamos en nuestro vehículo por las calles de la ciudad, y más cuando llevamos prisa para llegar a nuestro destino, yo creo que no hay quien se acuerde de los molestos topes viales (que su nombre en el ámbito de la ingeniería civil, se les denomina reductores de velocidad) que abundan en las avenidas, que aparte si no les ponemos cuidado al cruzarlos, llegan a dañar nuestro vehículo; pero ¿qué tan necesarios son?,  ¿por qué los gobiernos los usan tanto?  Y ¿realmente solucionan el problema, a costo de las molestias que ocasionan?

La construcción de reductores de velocidad en carreteras o caminos que comunican poblaciones, y que no se encuentran debidamente señalizados, han ocasionado accidentes donde el conductor y el vehículo llevan las consecuencias.

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Aquí en el estado de Baja California Sur y en casi toda la República Mexicana, se han instalado topes en carreteras cuando existe una localidad o cuando hay un cruce necesario de personas a ambos lados de la vía de comunicación; en una mayoría de los casos se puede decir que dichos reductores de velocidad  cumplen con las medidas reglamentarias para suavizar y frenar de una manera no tan brusca el vehículo automotor. Incluso se debe colocar de manera preventiva rayas amarillas perpendiculares a la orientación de conducción, y son de muy buena ayuda el uso de vialetas o botones reflejantes, que tienen la finalidad de avisar al conductor con anticipación al llegar al tope principal y no ocasionar algún accidente que lamentar.

Las especificaciones y los trabajos de los reductores de velocidad en las carreteras de México, están supervisadas y autorizadas por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, que es la dependencia que trata de cuidar las especificaciones más altas, y es por eso que vemos con mucha insistencia que los caminos federales son más seguros en cuanto se refiere al uso de topes. El problema son las vialidades urbanas y los caminos vecinales o carreteras estatales; donde se tiene nula idea de cómo deben de ser los topes, y donde se deben de colocar, por parte de las autoridades gubernamentales.

Por siempre, los gobiernos han buscado solución a la falta de cultura vial por parte de los conductores de vehículos y porque no decirlo, también de los peatones; y es aquí donde los gobiernos y también la cultura de la población pueden evitar medidas tan drásticas para obligar a un vehículo que va a exceso de velocidad a detenerse y respetar los reglamentos de tránsito.

Sin la presencia de los reductores de velocidad, es de pensarse que los choques y atropellamientos serían muy constantes, pero ¿porqué tenemos que acudir a esta medida y hacerla ver como un mal necesario? Según Rene Drucker Colín, un científico, investigador y articulista mexicano: ¨el número de topes es inversamente proporcional al nivel educativo de los ciudadanos. Es decir, entre más topes, menos educación; en este caso, la educación vial es prácticamente inexistente¨

Viendo la otra cara de la moneda, o sea, las desventajas de los topes en las vialidades, se tiene varias a considerar: lo común es que se realizan mal, con materiales de mala calidad y originan que el pavimento donde se colocan, sobre todo si son asfálticos, se vayan deteriorando más rápidamente hasta hacerlos inservibles al rodamiento en poco tiempo, porque los vehículos al momento de frenar a la llegada del tope, van desgastando exponencialmente la superficie de rodamiento del pavimento.

Según estudios recientes de la Universidad Nacional Autónoma de México, los topes generan más partículas de dióxido de carbono, en el momento de que se frena y se vuelve a arrancar el auto; otra desventaja va ligada a los retrasos de los vehículos que llevan emergencia, incluso las ambulancias se ven afectadas en la persona que llevan dentro a prestarles los auxilios médicos; se habla también de los aumentos en los consumos de combustibles, y los desgastes en la suspensión de los vehículos, y podrá haber más inconvenientes.

FOTO: Noe Peralta

La verdadera gran solución al problema de los excesos de velocidad y sus respectivos accidentes, es la educación vial de la población en general, porque se piensa exclusivamente en los conductores y desgraciadamente vemos que también los peatones cometen fuertes imprudencias, cuando sus acciones tienen mucho que aportar para que la cultura de la prevención de los accidentes sea menor.

Si tenemos que convivir con los reductores de velocidad siempre, sería muy importante que las autoridades piensen en el conductor y los vehículos como un problema integral de la velocidad, y en muchas partes urbanas ya se construyen topes adecuados y no tan molestos, porque la función de los reductores de velocidad debe ser precisamente eso: reducir la velocidad, pero de manera amable.

 

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.




Los topes en la ciudad ¿solución o molestia innecesaria? (I)

FOTOS: Cortesía

Explicaciones Constructivas

Por Noé Peralta Delgado

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Cuando vamos en nuestro vehículo por las calles de la ciudad, y más cuando llevamos prisa para llegar a nuestro destino, yo creo que no hay quien se acuerde de los molestos topes viales (que su nombre en el ámbito de la ingeniería civil, se les denomina reductores de velocidad) que abundan en las avenidas, que aparte si no les ponemos cuidado al cruzarlos, llegan a dañar nuestro vehículo; pero ¿qué tan necesarios son?,  ¿por qué los gobiernos los usan tanto?  Y ¿realmente solucionan el problema, a costo de las molestias que ocasionan?

Para entender y analizar el problema de las vialidades en las zonas urbanas, existe una ciencia denominada ingeniería de tránsito o ingeniería de tráfico, que es una rama de la ingeniería civil la cual trata del planteamiento de calles, carreteras, proyectos, con características geométricas y circulación del tránsito vehicular y peatonal, que se debe desarrollar de una forma segura, cómoda y rápida. Al ser esta disciplina muy moderna, y sobre todo estar desarrollada paralelamente y de la mano de la evolución del transporte urbano, tiende a estar encontrando soluciones de acuerdo a las características y condiciones del transporte en el momento.

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Cuando una población crece de manera ordenada (que pocas veces ocurre), es posible ir planeando y proyectando soluciones viales seguras y cómodas para que el conductor y los peatones puedan transitar segura y libremente por las arterias viales; en caso contrario, cuando las localidades crecen exponencialmente y sin una regulación vial, es cuando empiezan los molestos embotellamientos, o tener que recorrer cortas distancias en un largo tiempo por falta de vialidades eficientes para que los habitantes lleguen a su destino de manera apropiada. Las soluciones a veces cuestan mucho dinero, pero los gobiernos están obligados a construirlas porque los retrasos en la movilidad generan pérdidas que a lo largo del tiempo hacen a las ciudades poco competitivas y porque las ciudades deben garantizar a los inversionistas buenas vías de comunicación, para mover su producción y a sus trabajadores.

Una de las soluciones más ambiciosas son los llamados distribuidores viales, que implican una movilidad eficiente sobre todo en los accesos a las ciudades o en cruce de caminos de alto tráfico vehicular; a nivel internacional son bastante comunes en China y Estados Unidos, y forman figuras geométricas muy apasionantes.

Un caso vial muy común, sobre todo en los países en desarrollo, es el exceso de velocidad con que transitan los vehículos, de forma muy imprudente y por tener una mentalidad y una cultura muy pobre en lo relativo en asuntos de educación vial. Un servidor se puso a investigar ampliamente por internet, y no se encontró una reglamentación sobre dónde se deben de colocar los topes viales (al menos en México), sino que vienen las medidas reglamentarias y su señalización, o pintado de aviso, al conductor.

Lo más común es encontrar topes viales en las zonas de escuela y accesos a fraccionamientos privados; pero hay una tendencia, sobre todo en las localidades medianas, de instalar topes donde el cliente pida, y los podemos ver a todo lo largo y ancho de la ciudad, muchas veces sin ningún estudio previo; asimismo, hasta el momento de hacer los recorridos, ninguno cumple con la norma mexicana PROY-NOM-034-SCT2-2010, referente al señalamiento vertical y horizontal en vialidades urbanas, salvo al interior de los grandes centros comerciales, quienes ponen la muestra al gobierno de cómo se deben de construir los topes viales.

Definitivamente para los gobiernos, el tema de los topes viales o reductores de velocidad es una solución muy cómoda y, a la vista de los existentes, también muy barata, pero llegan a formar verdaderas deformaciones en los pavimentos que logran afectar el chasis de los automóviles pequeños, ocasionado demasiadas molestias al conductor. Ha habido casos de ciudadanos en ciudades europeas que se manifiestan contra la construcción de topes sin necesidad, con el argumento (muy válido) que en lugar de salvar vidas estos reductores de velocidad provocan accidentes y daños al vehículo.

En Baja California Sur, no existe un estudio sobre la construcción de los topes y se llega al descaro que, cuando sucede un accidente, lo primero que la autoridad vial acciona es construir topes en el lugar accidentado, sin hacer ningún análisis.

Según la norma mexicana, los topes deben de cumplir ciertas medidas y estar muy bien señalizados con pintura y señalamiento vertical, cosa que no sucede y ocasionan verdadera (y con razón) molestia al conductor.

En países desarrollados existe otro tipo de reductores de velocidad, más armónicos, más seguros para los vehículos y sin perder la funcionalidad de reducir la velocidad del vehículo, eso sí, colocados en zonas donde se requiera y no donde se le ocurra a la autoridad; ya que la educación vial no corresponde exclusivamente al conductor del automóvil sino también al peatón, y a veces se nos olvida que al peatón también tenemos que enseñarlo a que respete los señalamientos, que cruce por las esquinas de calles o lugares de cruce; cuando esta educación vial sea una realidad, tendremos también que los accidentes se pueden prevenir si el peatón pone de su parte.

continuará…

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