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Fuerza vecinal contra la delincuencia

FOTOS: Internet

Ius et ratio

Por Arturo Rubio Ruiz

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Por encima de pandemias y huracanes, la principal preocupación de los habitantes de la zona urbana, es la inseguridad que se ha incrementado en constante escalada durante los últimos años, en una tendencia que pareciera es irreversible.

Colonias y fraccionamientos son el campo de acción en el que impunemente operan los amantes de lo ajeno, sin que existan programas oficiales eficientes, que brinden a la ciudadanía la certeza y tranquilidad que demandan. Tal parece que la lucha contra el robo es una batalla perdida, y no se vislumbra, no al menos en un futuro inmediato, una solución a esta problemática, en particular, al robo a casa habitación.

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En teoría, si mejoramos la prevención, abatimos la comisión, pero siendo tan sencilla la premisa, su implementación es compleja, pues impone la participación decidida de autoridades y particulares.

En este apunte, haremos de lado la responsabilidad de las autoridades encargadas de la seguridad pública, y centraremos nuestra atención en la responsabilidad que impone a los particulares, la participación en labores de prevención del delito.

En la experiencia exitosa de participación ciudadana en labores preventivas, destaca la organización vecinal. En la medida en que los vecinos se organizan y participan en ejercicios colectivos de prevención y vigilancia, se abate considerablemente la estadística de robos en la zona. Pese a lo exitoso del modelo, el mismo no se replica con la frecuencia que la lógica sugiere.

Y es que en opinión de los expertos, los mexicanos experimentamos, en términos generales un debilitamiento de la cohesión social, en gran parte, generado por el círculo vicioso que se forma de la constante interacción de la percepción de inseguridad, la falta de espacios públicos adecuados para una sana convivencia, la apatía y escepticismo con que el ciudadano enfrenta las expectativas de participación en ejercicios comunitarios.

Un ejemplo gráfico del debilitamiento del tejido social, es el hecho de que el grupo, formado por coincidencia casual, lejos de unirnos, nos aísla. Somos entes solitarios perdidos en la multitud, lo que nos convierte en presa fácil de los depredadores. Aun sabiendo que la unión hace la fuerza, poco o nada hacemos por integrarnos, agruparnos, asociarnos para hacer frente al enemigo común, representado por la delincuencia.

Para revertir el grave problema de la escalada delictiva, hablando en concreto del robo a casa habitación, es necesario emprender una campaña intensiva de fomento a los factores que alimentan la unión vecinal, como punto de partida para integrar organizaciones vecinales funcionales y proactivas.

ELEMENTOS DETONANTES DE LA UNIÓN VECINAL

Para los expertos en el tema, son cinco los componentes fundamentales de la vinculación vecinal:

  1. Confianza: A través de ejercicios de convivencia y sana recreación, alcanzar niveles de confianza interpersonal que nos lleve esperar una actitud positiva y reciprocidad entre vecinos.
  2. Identidad, presencia y permanencia: Por encima de posibles diferencias culturales, económicas o educativas, fomentar ejercicios de identidad y coincidencia, que permitan alimentar expectativas positivas. Hacer de cada barrio o colonia una comunidad que se identifique y cuyos integrantes tengan la disposición necesaria para colaborar en labores de grupo, de manera regular y sistematizada, integrando en la habitud y cotidianeidad, ejercicios de participación por el bien común. Es conocernos, apoyarnos y permanecer codo a codo, ante la problemática que como grupo nos afecte.   
  3. Espíritu de colaboración: Afrontar las labores colectivas con entusiasmo, alimentando el ánimo y motivando a los más renuentes, que por definición, son la constante en estos ejercicios.
  4. Redes personales de apoyo: Toda comunidad tiene un espacio propicio para el intercambio de bienes y servicios.
  5. Servicio comunitario: Fomentar la generosidad entre los miembros de la comunidad, sin convertir en caridad la aportación, para sumar esfuerzos y compartir beneficios en forma grupal.

Si trabajamos en estos rubros, fortaleciendo el tejido social, generaremos una invaluable alternativa de participación en labores de prevención del delito.

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.




Carnaval La Paz sin incidentes graves; 32 detenidos por riñas menores

FOTOS: Ayuntamiento de La Paz

La Paz, Baja California Sur (BCS). Con total tranquilidad transcurrieron este fin de semana las actividades del tradicional Carnaval La Paz en su edición 2019 “Grandes Navegantes”, luego de ayer en punto de las 13:00 horas se procediera al cierre de las vialidades aledañas a la zona del malecón costero, para el primero de los tres desfiles de carros alegóricos, estimando la asistencia de 20 mil personas en el cuarto día de fiestas carnestolendas, informa en un comunicado el Ayuntamiento de La Paz.

Elementos de las diferentes áreas de la Dirección General de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal (DGSPPPyTM) se distribuyeron a lo largo de los 2 kilómetros que abarcó el área destinada a las celebraciones carnestolendas, dando paso al despliegue operativo de seguridad, integrado además por personal de la Policía Estatal, la Secretaría de Marina (Semar), la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y así como cuerpos de auxilio estatales y municipales.

Durante estos días en los que se han llevado a cabo las festividades, los elementos policiales han efectuado el control de 32 personas adultas y seis menores de edad por haber cometido faltas administrativas al Bando de Policía y Buen Gobierno, principalmente por alterar el orden público, así como por riñas provocadas por el consumo desmedido de alcohol, siendo trasladados los mayores a las celdas preventivas de la corporación municipal, mientras que los menores se canalizaron al Unidad de Prevención del Delito de la propia corporación municipal.

Asimismo, se logró la recuperación de un teléfono celular el cual había sido arrebatado a un menor de edad dentro del núcleo del Carnaval, ubicando al presunto responsable en las calles de Melchor Ocampo e Ignacio Ramírez; haciéndole entrega del aparato a su propietario; hasta hoy las actividades del Carnaval La Paz 2019 han transcurrido sin incidentes mayores, cumpliendo así los objetivos trazados en el Operativo de Seguridad, concluye el comunicado del Ayuntamiento.




Diferencias entre Criminalística y Criminología. ‘Las olvidadas’ del Sistema Penal (I)

FOTOS: Internet.

Ius et ratio

Por Arturo Rubio Ruiz

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Víctima, pericia y criminología: tres protagonistas del sistema penal que han sido olvidadas en el devenir de su implementación. Dividiremos este artículo en tres partes, de tal suerte que nos resulte posible exponer a profundidad la importancia de cada uno de estos temas. Iniciaremos con la no tan conocida y muchas veces confundida: criminología.

Tal vez debido a su similitud fonética, derivada de la raíz etimológica que comparten, es frecuente que la criminología se confunda con la criminalística. No es raro escuchar que operadores del sistema e incluso magistrados judiciales homologuen el uso de ambos términos en su discurso. Tal vez sea esa imprecisión conceptual —que gravita en el profano— la culpable de que la criminología sea hoy por hoy la gran ausente en los programas de seguridad pública que se intentan implementar en Baja California Sur.

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Nos esforzaremos por aclarar las diferencias entre ambos conceptos. La criminalística se encarga de aplicar distintas técnicas y conocimientos obtenidos de las ciencias exactas en el esclarecimiento de un hecho que reviste las características de delito; con los objetivos específicos de elucidar: tanto forma, tiempo y lugar como la mecánica de un evento, y cuando el acervo evidencial así lo permite, determinar quién lo cometió. El criminalista, quien interviene con el fin de aplicar su experticia después de que se cometió el evento, trata de responder a las interrogantes planteadas.

La criminología es la ciencia que se encarga del estudio del fenómeno criminal con atención al autor y sus motivaciones a través del método deductivo de investigación; esta disciplina encontrará gran apoyo en la psicología, sociología, antropología y otras ramas de las ciencias humanas, conexas y complementarias

Frente a un hecho delictivo, la criminalística, con base en las ciencias exactas y mediante una metodología de corte predominantemente inductivo busca responder a las preguntas: ¿quién?, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde se perpetró el delito? y, ¿qué mecánica operativa se desplegó? De manera complementaria y en ocasiones paralela busca responderá a la interrogante: ¿por qué?

El gran aporte que la criminología hace a la seguridad pública estriba en  que nos ayuda a comprender el fenómeno delictivo a partir del aspecto conductual. Si sabemos qué es lo que motiva la conducta delictiva, estaremos en condiciones de preverla. Si entendemos la importancia de aplicar esta disciplina específicamente al campo de la prevención, estaremos en condiciones de avanzar en el combate a la delincuencia al atacar sus causas con antelación funcional, y no tendremos que limitarnos —como lo hacemos actualmente— a combatir sus consecuencias.

En los 12 años que llevamos trabajando en la preparación, implementación y consolidación del sistema penal acusatorio, nos hemos centrado en los llamados juicios orales, cuando irónicamente lo que se busca es resolver la problemática de los conflictos sociales relacionados con los hechos delictivos, sin tener que llegar a la etapa de juicio. Tenemos edificios inteligentes, y una enorme y costosa reingeniería de la maquinaria burocrática involucrada en los procesos de investigación, persecución y sanción del delito, no obstante, hemos descuidado en todo el trayecto a la actividad que considero es la más importante: la prevención. Al enfocarnos en programas genéricos, importados y mal adaptados que tal vez pudieron haber sido exitosos en sus lugares de origen, como Querétaro, Sonora o Guanajuato, pero que en nuestra entidad no han sido eficaces, erramos la receta; Baja California Sur no se parece a ningún otro Estado de la República.

En materia de prevención del delito necesitamos un traje a la medida, ajustado específica y sistemáticamente a cada problemática que la geografía criminal del Estado nos presenta. No basta separar los programas en urbanos y rurales. Los programas genéricos no funcionan porque no se toman en consideración las peculiaridades socioculturales, económicas y poblacionales de las distintas demarcaciones. Tenemos que reconocer la importancia de prevenir; si queremos hacerlo de manera exitosa es necesario incorporar a los profesionales de la criminología en los procesos de investigación y dictaminación del fenómeno delictivo: sus causas, sus detonantes. De otra manera, los esfuerzos aplicados a la seguridad pública, específicamente en la materia, seguirán ociosos, costosos e ineficaces.

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Seguridad Pública de La Paz presenta programa de prevención del delito

FOTOS: Ayuntamiento de La Paz.

La Paz, Baja California Sur (BCS). A través de juegos y actividades recreativas enfocadas en la población infantil y juvenil, en donde se les informa de manera didáctica acerca de la seguridad pública, al tiempo que se les proporcionan herramientas para que puedan prevenir el delito, la Dirección General de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal cumple con los objetivos requeridos por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Púbica, por medio de la aplicación del Programa FORTASEG LUDO-SEG, informa el Ayuntamiento de La Paz.

Lo anterior fue dado a conocer por Godofredo Contreras Figueroa, encargado de Despacho de Seguridad Pública Municipal, quien mencionó que el Programa LUDO SEG consiste en tres ejes rectores prioritarios: prevención de violencia y delincuencia en jóvenes, cuyo objetivo es tener un desarrollo físico y mental fomentando los valores con el fin de prevenir conductas antisociales a través de promover la valoración y respeto por la naturaleza, realizando actividades al aire libre como kayakismo, karate, senderismo y campamentos, entre otras.

Un segundo eje consistente en prevención de violencia y delincuencia en niñez y adolescencia, la cual se realizó en siete planteles educativos, y consistió en sensibilización ante conductas antisociales y delincuenciales; así mismo, señala el comunicado de prensa del Ayuntamiento de La Paz, un tercer eje como participación ciudadana, consistente en el establecimiento de un modelo de prevención del delito cuya característica principal es la unión de vecinos en forma coordinada y responsable buscando un cambio en la manera como los ciudadanos se relacionan entre sí y con una estrecha vinculación con la autoridad, logrando en este eje la conformación de doce comités de vecinos vigilantes.

Ante padres de familia, niños y jóvenes, autoridades y representantes de colonias donde se llevaron a cabo las actividades, el responsable del Programa LUDO SEG, Roberto Pacheco Petit, Jefe de la Unidad de Prevención del Delito y Proximidad Social, por su parte, mencionó que a la fecha han sido beneficiados un total de 2520 niños y jóvenes, tanto en las actividades realizadas en instituciones educativas como en aquellas desarrolladas en colonias y comunidades del municipio de La Paz, con lo que se supera la meta requerida por el SNSP.




Participación ciudadana en Seguridad Pública en BCS

FOTO: Luis Roldán.

Ius et ratio

Por Arturo Rubio Ruiz

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). De acuerdo con el Foro Latinoamericano de Profesionales en Seguridad, la seguridad pública es un servicio que debe brindar el Estado para garantizar la integridad de todos los ciudadanos y sus bienes. Implica que todos pueden convivir en armonía, cada uno respetando los derechos individuales del otro. El Estado es el garante de la seguridad pública y el máximo responsable de evitar las alteraciones del orden social.

Las fuerzas de la seguridad pública de los tres órdenes de gobierno, deben prevenir la comisión de delitos y reprimir éstos una vez que están en curso o se han producido, perseguir a los delincuentes y entregarlos a la Justicia, que será la encargada de sancionarlos.

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La seguridad pública depende, entre otros múltiples factores, de la eficacia de la Policía, de la correcta procuración y administración de justicia, de las políticas estatales y de las condiciones sociales que se generen a partir de la participación o apatía ciudadana en las labores de prevención del delito, teniendo como objetivo la tranquilidad y armonía social que se obtiene a través de la labor de prevenir, contener, combatir y sancionar las conductas socialmente lesivas.

En su proceso de ejercicio, la seguridad pública tiene distintas fases tendientes a evitar, combatir y sancionar los delitos:

Prevención: Programas de detección y erradicación de los focos generadores de conductas delictivas.

Disuación: Aquello que no se pudo prevenir, habrá que disuadir a los potenciales delincuentes, para que no lo hagan, trabajando en el ánimo del delincuente, para inhibir su intención criminal. Si pese al esquema de disuasión que se plantea por los cuerpos de seguridad, el delincuente decide llevar a cabo su delito, pasamos a la

Contención: Esquema de protección que pretende evitar la comisión del delito, utilizando para ello, la inteligencia policial, aplicando todas las herramientas tecnológicas que la modernidad y el presupuesto ponen al alcance de las corporaciones de seguridad pública, y —de ser el caso— haciendo uso de la fuerza, de manera racional y proporcional, en los casos que sea estrictamente necesario. Si la contención no es suficiente, entonces viene el

Combate: Aquí se da la flagrancia o cuasiflagrancia en la persecución del delito. Si recabamos en la investigación suficientes datos de prueba, pasamos a la

Persecución: Donde se integran las carpetas de investigación para reunir los medios de prueba necesarios para llevar el caso ante la autoridad judicial, buscando que el delincuente sea castigado, el daño reparado y la víctima protegida, a través de la salida alterna o la sentencia que imponga

Sanción: Al delincuente y en los casos en que se le castigue con penas de prisión, teniendo como objetivo que el reo, al cumplir su estancia carcelaria, alcance la

Reinserción Social: A efecto de que se incorpore a la sociedad de manera armónica, evitando que vuelva a delinquir.

Participación Ciudadana

¿En qué fase del proceso se incorpora la participación ciudadana en el tema de seguridad pública? Resulta determinante en la etapa de prevención, en tres actividades muy concretas, exigible a los particulares, con el apoyo y la directriz del Estado, a través de sus órganos de educación, salud y seguridad pública:

  1. Formativa: En el hogar, hacia el seno del hogar. Vamos a educar a nuestros pequeños con valores, inculcándoles los principios cuyo seguimiento garantizan un desenvolvimiento social saludable, complementando los programas oficiales de educación, salud, esparcimiento, recreación, tanto en los espacios privados como públicos destinados a la convivencia, haciendo énfasis en la cultura, el arte, el deporte y la conciencia ecológica, generando todas las oportunidades necesarias para el desarrollo integral y armónico de nuestra niñez y juventud.
  2. Correctiva: Toca a los padres corregir a los pequeños. Formar y corregir con el ejemplo. Ser congruentes con los valores que inculcamos, vigilar que los espacios de desenvolvimiento escolar social y familiar, se encuentren libres de factores de riesgo que propicien la violencia o las adicciones.
  3. Alertiva: Detectar y evitar los riesgos corremos frente al embate de la delincuencia, a través de organización vecinal, contando con el apoyo de los operadores de proximidad social y prevención del delito, de las instituciones de seguridad pública de los tres órdenes de gobierno, que deben implementar programas permanentes de orientación y apoyo a la ciudadanía. Esta fase es determinante en la prevención del delito, pues la participación activa de la ciudadanía en las organizaciones vecinales es el mejor inhibidor de las conductas delictivas.

Conclusión

Somos parte de la responsabilidad colectiva, específicamente en el campo de la prevención del delito, de la mano de las autoridades. El que el Estado no cumpla con su parte, no nos exime de nuestra responsabilidad en las tareas de prevención del delito, específicamente en ámbito familiar y social, atendiendo nuestra función formativa, correctiva y alertiva.

Sin soslayar nuestra responsabilidad, tenemos el derecho irrestricto de exigir al Estado, el diseño, implementación y seguimiento de programas y acciones eficaces de  prevención, disuasión, contención, combate, persecución y sanción del delito, con el más alto nivel de eficiencia, hasta recuperar la paz, armonía, tranquilidad social que nos han sido arrebatadas.

Es importante que los ciudadanos asumamos un rol proactivo en el tema de seguridad pública, participando en las organizaciones vecinales e incorporándonos a la Contraloría Ciudadana*  de reciente integración en el Estado, o cualquier otro espacio de participación desde la sociedad civil organizada, que nos permita ser severos escrutadores del quehacer público. Necesitamos pasar de simples espectadores vulnerables a celosos escrutadores del quehacer oficial en materia de seguridad pública.

Ya no queremos falsas promesas, ni pretextos, ni reparto de culpas. Queremos resultados, y debemos exigirlos.

*  Contraloría Ciudadana, La Paz, BCS.