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El orgasmo

FOTOS: Internet.

Sexo y psique

Por Andrea Elizabeth Martínez Murillo

La Paz, Baja California Sur (BCS). Cuando se habla del placer y de su goce, es común pensar en el placer sexual, tema tabú, que se habla en susurros, pero que no pasa desapercibido. Reprimido por la religión, estudiado por todos los investigadores sexuales, hasta el día de hoy no se han develado todos sus secretos, pero, ¿qué es lo que sabemos de él?

Definir lo que es un orgasmo siempre ha sido un proceso complejo, en su origen lingüístico, la palabra griega orgasmos se define como “hincharse de humedad, estar excitado o deseoso”, también se puede encontrar una definición más técnica, como en el Informe Kinsey: “La descarga explosiva de tensiones neuromusculares en el máximo de la respuesta sexual”. Desde la parte psicológica, se trata de la percepción subjetiva del pico de reacción física al estímulo sexual. Suele ser una experiencia de muy corta duración, apenas unos segundos y sin embargo, en las búsquedas de Google, es de las más populares, de hecho, al entrar en Google Trends, en Baja California Sur, se mantiene en 77/100 la frecuencia de búsqueda de esta palabra.

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Pero, ¿por qué genera tanta curiosidad?, pese a ser una reacción natural del cuerpo, existe un alto porcentaje de personas que no logran desencadenar esta respuesta, en su mayoría mujeres. Y, aunque se han escrito múltiples libros y artículos detallando técnicas para alcanzar el orgasmo femenino, hay mujeres que simplemente parecen no encontrarlo. De hecho, la incapacidad de alcanzar el orgasmo durante el coito, constituye la queja más común de las mujeres que buscan ayuda de los terapeutas sexuales, y es aquí, donde el bloqueo psicológico aparece como responsable de tal dificultad.

Y es que el orgasmo no es solo una reacción del cuerpo, es su respuesta última a un proceso complejo de excitación, deseo, estimulación psicológica, emocional y física, por lo que solo estimular como loco el clítoris no hará que una mujer se venga. A diferencia de los hombres en quienes es más sencillo estimular el pene para que alcancen el orgasmo.

No es que sea más difícil — biológicamente hablando — que una mujer alcance el orgasmo, el detalle es que se nos ha enseñado a genitalizar el placer, esto implica que la mayoría de las personas piensa que el placer sexual solo se consigue estimulando los órganos sexuales pélvicos — vulva, vagina, pene, testículos y, con suerte, las mamas — y listo, cuando en realidad, todo nuestro cuerpo puede ser estimulado y por ende desencadenar en un orgasmo.

Ahora, la cualidad de un orgasmo, es decir, la intensidad, duración y placer total pueden variar de un coito a otro. Los factores tales como la ansiedad, culpa, depresión, ira, indiferencia hacia la pareja sexual o el desagrado por el escenario que los rodea, pueden afectar la calidad del orgasmo y si son lo suficientemente intensos, bloquear la respuesta del todo. Es más frecuente que el hombre ignore estas percepciones con mayor facilidad que la mujer, lo que le permite alcanzar el orgasmo sin tantos problemas.

Otra diferencia encontrada entre la vivencia del orgasmo entre los sexos, es el multiorgasmo. Los hombres no tienen la capacidad de experimentar orgasmos múltiples. Solo alrededor del 6 al 8% de los hombres puede tener más de un orgasmo durante cada experiencia sexual —considerando que no ha tenido ningún tipo de entrenamiento — , y por lo general, este porcentaje se encuentra entre los más jóvenes.

Por otro lado, las mujeres, pueden tener múltiples orgasmos en una sola actividad sexual; Kinsey y colaboradores informaron que el 14% de las mujeres tienen orgasmos múltiples de manera regular, y Masters y Jhonson demostraron que, si el estímulo sexual que provocó el primer orgasmo en la mujer continúa, pueden surgir un segundo, tercer y hasta más orgasmos.

La duración del orgasmo también es variable, mientras que en lo hombres tiene una duración de 4 a 8 segundos, en la mujer puede durar hasta 15 segundos y algunas mujeres experimentan el orgasmo prolongado. Otra curiosidad del orgasmo femenino es que se ha encontrado que existen mujeres que se desmayan en el momento de sentirlo — los poetas franceses de cierta época se referían a ello como petite mort, o pequeña muerte—, la experiencia no es desagradable, pero podría resultar desconcertante para la pareja no acostumbrada al fenómeno.

Si bien en condiciones normales el orgasmo es producido por estimulación genital, se han reportado personas que lo han alcanzado con la estimulación de distintas partes del cuerpo o con diferentes estímulos, tal es el caso de los orgasmos con el pensamiento, producidos mediante imágenes mentales y en ausencia de estimulación física; los hay también por medio de la meditación, orgasmos durante el parto, en algunos casos durante ataques epilépticos, en los más extremos, se han reportado personas con lesiones en la médula espinal que sienten orgasmos genitales mientras duermen, a pesar de que la lesión bloquea las sensaciones genitales conscientes.

Ya que cada parte del cuerpo puede ser sensible y receptiva al placer, es muy importante que aprendamos a conocer el mapa erótico de nuestro cuerpo, que no se reduce ni a zonas ni a prácticas concretas, sino que incluye varios elementos como el ritmo, el grado de presión, extensión, textura, entre otras. Este autoconocimiento ayuda al encuentro y la comunicación cuando se comparte el erotismo con otra u otras personas.

Si bien es importante la búsqueda del orgasmo, es necesario tomar conciencia de nuestro cuerpo y de la importancia de conocer qué nos gusta, cómo nos gusta y en dónde nos gusta, para poder autoestimularnos o pedirle a nuestra pareja sexual que nos estimule de la forma adecuada.

 

 

Bibliografía

  • Basson R, Berman J, Burnett A, Derogatis L, Ferguson D, Foucroy J, et al. Report of the international consensus development conference on female sexual dysfunction: Definitions and classifications. J Urol. 2000;163:888—93.
  • McCar, J, P. McCary, S, Álvarez-Gayou, J, Del Rio, C, Suárez, J. (1996). Sexualidad humana de McCary. Manual Moderno.
  • Komisaruk, B, Whipple, B, Nasserzadeh, S, Beyer-Flores, C. (2011). Orgasmo: Todo lo que siempre quiso saber y nunca se atrevió a preguntar. Ebook.
  • Parra, N. (2018). Deseo, Placer y satisfacción. Colección Derechos Sexuales y Reproductivos de las Mujeres Jóvenes. Vol. 2. Recuperado de https://www.researchgate.net/publication/324983855_Deseo_Placer_y_satisfaccion_Coleccion_Derechos_Sexuales_y_Reproductivos_de_las_Mujeres_Jovenes_Vol_2

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.




Sexo en solitario: el tabú de la masturbación

FOTO: Stephanie Sarley

Sexo y psique

Por Andrea Elizabeth Martínez Murillo

La Paz, Baja California Sur (BCS). ¿De dónde nace el miedo al placer? Desde pequeños nos han enseñado que las conductas recatadas, la inocencia y falta de deseo sexual son cualidades que se deben de enaltecer, sin embargo, ¿por qué el goce sexual tendría que ser un defecto?, esto aplica tanto para mantener relaciones sexuales como para la autoestimulación, más conocida como masturbación.

La masturbación ha sido considerada como un tabú para muchas personas históricamente, incluso la religión la ha tachado de ser un pecado por separarse de lo que ellos creen es el objetivo central de la sexualidad humana: la procreación.

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Si bien la biblia no tiene un pasaje específico en contra de la masturbación, se suele asociar con la historia de Onán — Génesis 38:9-10—, donde él se niega a cumplir con su deber de proveer un heredero para su hermano fallecido vertiendo en la tierra su esperma. El pasaje está más asociado al coitus interruptus que a la masturbación, pero se ha utilizado como referente.

Sin embargo, en la historia de la humanidad no estuvo siempre prohibida, en la antigua Grecia, en el siglo II d.C. el médico Galeno consideraba la masturbación como una manera de liberarse del exceso de esperma, lo que conllevaba a mantener la salud del cuerpo, o sea predicaba la masturbación terapéutica; por aquel entonces, se defendía la masturbación, pero no en exceso sino conforme a la necesidad que dictara la propia naturaleza y se consideraba que era más eficaz para la salud que el coito, ya que este tampoco era adecuado en cualquier momento ni para todos los hombres.

Conforme la Iglesia Católica fue expandiendo su influencia y poder, fueron prohibiendo cosas y acciones que consideraban paganas, esto dio como resultado que para el siglo IX, Agustín de Hipona enseñara que la masturbación y otras prácticas sexuales sin penetración eran pecados peores que la fornicación, la violación, el incesto o el adulterio.

Profesaba que, al ser actividades sexuales no reproductivas eran pecados antinaturales, porque eran anticonceptivos. Al contrario de las otras que podían conducir al embarazo, considerados pecados naturales, y por esto eran menos graves que los pecados antinaturales. Además, a esto se le suma que al llegar a la Edad Media, se agudizó su prohibición cuando la Iglesia Católica comenzó con Las Cruzadas, en donde se necesitaban más soldados para recuperar el territorio santo, lo que llevo a que la masturbación se ratificara como pecado.

Al mismo tiempo, el teólogo y filósofo Alberto Magno — siglo XII— concluyó que el semen provenía del cerebro debido a la similitud entre ambos —por la materia gris, por lo que si un hombre se masturbaba quedaría mentalmente perturbado. Por lo que la masturbación además de ser pecado pasa a ser una enfermedad. Esto da pie a que se le comience a estudiar desde otra perspectiva.

A finales del siglo XVI y durante el siglo XVII se publicaron diversos panfletos que exponían los daños físicos y mentales que traía la masturbación. Para mediados del siglo XVII, en 1758 un médico suizo llamado Tissot llegó a afirmar que la masturbación era la más mortífera y siniestra de las prácticas sexuales y que al daño físico y psíquico se le aunaba un daño moral, con el castigo divino consiguiente. También afirmaba que la pérdida de una onza de semen por vía masturbatoria era tan debilitante como la pérdida de 40 onzas de sangre. Estas ideas fueron seguidas por el psiquiatra alemán Krafft-Ebbing, que en 1886 difundió la idea de que, en la base de ciertos cuadros psicóticos, estaba la práctica masturbatoria.

Desde el siglo XIX la medicina y la psiquiatría culparon a la masturbación de ser el origen de la depresión y la psicosis delirante. Sin embargo, el problema era cuando la persona se auto proporcionaba el placer, ya que cuando Sigmund Freud inventa la histeria como enfermedad mental, las mujeres de la época victoriana acudían al médico a tratarse la histeria por medio de masajes clitoreideos, ya que se creía que el orgasmo — conocido como paroxismo histérico— curaba la histeria, debido a que se consideraba que el deseo sexual reprimido era una enfermedad. Esto dio pie a que se inventara el vibrador y que gran parte del siglo XX se vendieran junto con las secadoras para cabello o planchas para el hogar.

Es hasta mediados del siglo XX donde los vibradores adquieren mala fama, básicamente por dos razones, la primera se debe a que la Asociación Psiquiátrica Americana quita a la histeria como enfermedad mental, y que la industria de las películas pornográficas mostraban a actrices utilizando el vibrador como juguete sexual. Los vibradores, que se vendían como utensilios de terapia, cayeron en desuso al descubrirse que la histeria ya no era una enfermedad, estas terapias se volvieron solo sesiones de masturbación, esto va de la mano con verlos reflejados en la pantalla grande del cine porno, lo que causo que las personas vieran a los vibradores como objetos de perversión sexual y fueran retirados del mercado.

Para 1948, el científico Alfred Kinsey publica los resultados de más de 15 años de investigaciones sobre la conducta sexual humana. Una de las contribuciones más importantes de ese trabajo fue precisamente considerar a la masturbación como algo normal y debilitar el estigma que la rodeaba.

Los resultados eran reveladores: el 97% de los hombres y el 62% de las mujeres se habían masturbado alguna vez en su vida y habían alcanzado el orgasmo. Lo curioso, es que la sociedad norteamericana acepto fácilmente que los hombres en su mayoría se masturbaran, pero no perdonó que mencionara que lo hacían también las mujeres.

Como se ha visto, la guerra contra la masturbación es amplia y en muchas ocasiones sin sentido. Tenemos el ejemplo de John Harvey Kellogg, que inventó su famoso cereal para evitar que los hombres se masturbaran, pensaba que una comida simple y sana era capaz de reprimir los impulsos. Otro ejemplo son los mamelucos o pijamas de cuerpo entero, en donde se dejaba el cierre por la parte de la espalda para que los niños no tuvieran acceso a la zona genital. O de manera más drástica, los aparatos que no permitían al pene erectarse, se colocaban por las noches a manera de cinturón y eran sumamente dolorosos.

En la historia de la sexualidad humana, del goce y del placer, no podemos obviar que las religiones han jugado un papel muy importante para satanizar la mayoría de las prácticas sexuales y, si tomamos en cuenta que el Estado y la religión tienen relativamente poco tiempo de estar separados, no es de extrañar que muchos políticos de derecha sigan navegando con valores morales impuestos por determinada religión y quieran gobernar a un pueblo multicultural, solo con su visión del mundo.

Es por esto que en la actualidad se busca reivindicar a la masturbación, para empezar desde la forma de nombrarla: la palabra masturbación provendría del vocablo latino manus stuprare, algo así como cometer estupro contra uno mismo utilizando las manos, por lo que desde su origen tiene una connotación negativa. Es por esto que se propone nombrarla como autoerotismo, y se busca que cada persona aprenda a conocer su cuerpo tal como es, sin tabúes o miedos irracionales.

Hoy sabemos que el autoerotismo tiene múltiples ventajas, como ayudar a inducir el sueño, previene los cólicos menstruales, ayuda al sistema inmunitario, ayuda a reducir el estrés, genera sensaciones de bienestar, entre otras. Pero lo más importante es que, a medida que una persona conozca su propio placer y las formas de llegar a él, podrá verbalizar con seguridad qué le gusta y qué no, además de no ser dependiente de otro para darse placer.

 

Bibliografía

  • Burgos, G. (2012). La masturbación. De Vecchi Ediciones. México
  • Espitia, J. y Torres, Y. (2017). La masturbación, una práctica común en adolescentes. Psicología y Sexualidad.

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¿Podemos leer un cuerpo como se lee un texto?

“Mi cuerpo y tu cuerpo”. FOTOS: Amelia Guillén Mansilla.

Sexo + Psique

Por Amelia Guillén Mansilla 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Dentro de los objetivos de la existencia humana,  están la buena salud, la educación y la obtención de conocimientos; y en la esencia de la salud sexual está el placer como factor de bienestar irrenunciable, aunque el disfrute erótico frecuentemente ha sido negado, condicionado y patologizado. Es importante darnos cuenta que existimos y que también existen los demás, y un mundo en el cual nos relacionamos. Dentro de la danza de los sexos, ¿cómo saber si somos compatibles?, ¿qué hacer si no lo somos? Frente a una combinación de emociones, personalidades e incluso creencias familiares y culturales, ¿cómo comprender lo que ambos amantes aportan a la relación y trabajar sobre eso? ¿A qué se enfrentan las parejas en estos  momentos de cambios tan grandes y rápidos?  ¿Cómo se encuentra tu vida amorosa?

Hasta el siglo XX, en nuestra cultura mexicana había referencias claras respecto a cómo debía ser la vida sexual y la relación de pareja. Si bien, muchas de esas creencias eran falsas o incorrectas, se transmitían de boca en boca, a pesar de no tener ningún fundamento.

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Estas referencias ya no son la única voz dogmática que te guían.  Ahora, desde la cultura y las instituciones, vale tanto ser homosexual como heterosexual; tener hijos biológicos o con material genético ajeno; o que la familia conyugal ocupa un pequeño porcentaje entre las formas de crianza. También cambian los conceptos y los roles entre los sexos.

¿Cómo pensar el encuentro amoroso en una época como la nuestra, que carece de las normativas que regulaban anteriormente el encuentro entre los cuerpos? ¿Es pensable un encuentro en el amor que no esté enmarcado por los funcionamientos de los prejuicios? ¿Es posible “curarse” de los sufrimientos del amor cuando aparecen la desesperación y el dramatismo?

Es conveniente interrogarnos. Necesitamos conocer cómo se organizan nuestros pensamientos y nuestras acciones, que nos han llevado a aislarnos y ser el eterno soltero; o bien, a relacionarnos con otra persona, con la cual, a pesar de desearlo, no logramos sentir la conexión, la intimidad del placer y la satisfacción. 

El amor requiere una participación consciente, una perfecta armonía entre mi Ser; recordar que tengo un cuerpo, con capacidad motriz, sexual, emocional y cognitiva.; y una vez que consciente, y vuelva a integrarme, estaré listo para ir hacia el otro, a quien tendremos que reconocer que existe y validarle todas sus potencialidades. Donde un Yo y un Tú formarán un Nosotros.  

Por lo tanto, requeriremos organizar nuestro “discurso”, porque es en las palabras desde donde se estructuran nuestros pensamientos y se pone en función todo nuestro cuerpo. Pero en la familia hemos perdido la voz y por lo tanto el voto. Los demás han venido decidiendo sobre nuestros cuerpos. Quién puede recordar todas las frases que escuchó haciendo referencia a un acto que tendrías que realizar para que otro te validara como persona; o bien, evitgar un acto porque de igual manera serías juzgado por la mirada inquisidora del Otro. Y lo coloco con mayúscula porque son las autoridades que nos educaron y que se quedaron convertidas en mandatos resonando en nuestra mente y corazón, dándole forma a nuestro cuerpo y por lo tanto, aquello que nos permitiremos experimentar.

Hablando de nuestra sexualidad, es la  manera como me relaciono con mi cuerpo y con los cuerpos de los demás;  si bien tiene bases biológicas comunes, es única, cambiante y relativa.  Tenemos por costumbre usar la palabra sexo para múltiples aplicaciones; sin embargo buscando una educación sexual, a la cual todos tenemos derecho. Se pretende por acuerdos internacionales que la palabra sexo se reconozca por  igual en todas las sociedades como las características biológicas que se pueden observar anatómicamente.

Sin embargo, en nuestra sociedad nadie habla de los cuerpos que se quedaron en el “intersexo” donde no se desarrollaron algunos de los procesos que determinarán su función de reproducción. Ya existen muchos estudios sobre los “trastornos del desarrollo sexual” y algunos autores consideran que se podría llegar al 10% de la población mundial con estos trastornos, que por lo general se definen con esterilidad. La estadística se va logrando gracias a que muchas personas se sienten cómodas con sus cuerpos y aceptan hablar del tema. La sexualidad como parte de las ciencias de la salud sigue recibiendo pocos estímulos para la investigación y divulgación de la misma.

Hablando de nuestra sexualidad, es la  manera como me relaciono con mi cuerpo y con los cuerpos de los demás;  si bien tiene bases biológicas comunes, es única, cambiante y relativa.  Tenemos por costumbre usar la palabra sexo para múltiples aplicaciones; sin embargo buscando una educación sexual, a la cual todos tenemos derecho. Se pretende por acuerdos internacionales que la palabra sexo se reconozca por  igual en todas las sociedades como las características biológicas que se pueden observar anatómicamente. Recibe su influencia desde el periodo prenatal, será entre la quinta y novena semana de gestación donde se realizan estos procesos que definen las estructuras del sexo de una persona. Son los procesos anatómicos: genéticos con sus estructuras cromosómicas gonadales donde la glándula llamada gónada se convierte en ovario o en testículo. Dando procesos neuronales y hormonales. Mientras se definen los órganos sexuales internos y en seguida los órganos sexuales externos. Pero bien, se dará la asignación del sexo como hombre o mujer hasta el nacimiento de ese ser humano y no sabremos mucho sobre los procesos funcionales, hasta la pubertad donde se verán los siguientes cambios del desarrollo del sexo.  Sin embargo, en nuestra sociedad nadie habla de los cuerpos que se quedaron en el “intersexo” donde no se desarrollaron algunos de los procesos que determinarán su función de reproducción. Ya existen muchos estudios sobre los “trastornos del desarrollo sexual” y algunos autores consideran que se podría llegar al 10% de la población mundial con estos trastornos, que por lo general se definen con esterilidad. La estadística se va logrando gracias a que muchas personas se sienten cómodas con sus cuerpos y aceptan hablar del tema. La sexualidad como parte de las ciencias de la salud sigue recibiendo pocos estímulos para la investigación y divulgación de la misma.

La sexualidad es uno de los aspectos más importantes de la identidad, es todo lo que la persona cotidianamente experimenta con respecto al placer y todo lo que puede decir acerca de su sexo, género y orientación sexual cuando responde la pregunta: ¿quién soy yo? Y que ésta se construye a lo largo de la vida en la interacción que tenemos con otras personas y es el producto de cada una de las experiencias que tenemos en el medio en el que vivimos.

Recuerda que cada cuerpo es una historia, como un libro abierto. El amor entrena en este arte de la lectura de los cuerpos.  Y tú, ¿te atreves a amar y disfrutar tu historia? ¿Le permites a los demás que pueden leer tu cuerpo como un texto…?

Sexo + Psique 
Amelia Guillén Mansilla

“Sexo + Psique” Tamaulipeca. Psicóloga clínica con Maestría en Terapia Familiar y de Pareja. Especialista en Sexualidad Humana. Combina sus actividades como catedrática universitaria con conferencias, impartición de talleres y apoyo a diversos grupos de autoayuda, además de brindar terapia en consultorio privado. Porque la salud del cuerpo es el placer más prolongado, se apoya en la Psicología Transpersonal en la búsqueda de la integración del Ser, para recuperar la sensación de placer y satisfacción mientras se vive la vida plenamente en armonía. Ama la fotografía. Disfruta verdaderamente del arte, la cultura y el Internet, y aunque prefiere hablar, hoy se atreve a escribir. ¿Podemos leer un cuerpo como se lee un texto?




¿Qué es el sexo tántrico y cuáles son sus beneficios?

sexo-tantrico

El sexo tántrico mezcla el placer y la espiritualidad. Foto: Internet.

Sexo + Psique

Por Yaroslabi Bañuelos Ceseña

 

“Quien conoce los corazones

acrecienta las distintas formas del placer”.

El Kamasutra.

“Perderse en el sexo es un placer. Encontrarte a ti mismo en el sexo es una bendición”.

Vatsiaiana.

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). El sexo tántrico es una práctica que tuvo su origen en Oriente hace 2500 años aproximadamente, el cual está basado en las doctrinas budistas e hinduístas que proponen el desarrollo de la consciencia plena para alcanzar la iluminación y liberarse del sufrimiento. En el tantra —enseñanza que sugiere utilizar el deseo como puente para experimentar estados místicos— el sexo se convierte en una experiencia profundamente enriquecedora en donde se integran la mente, la espiritualidad y las sensaciones del cuerpo.

En el sexo convencional usualmente la pareja busca llegar al orgasmo como única meta y, casi siempre, sólo por la vía genital, sin embargo, en el sexo tántrico se busca la unión espiritual y emocional de los amantes, de forma que se logra retrasar el punto máximo de placer; es decir, alcanzar el orgasmo no es el principal objetivo, sino estar más atento a todo lo que se siente física y emocionalmente durante el acto sexual. De manera especial se presta atención a la respiración, al tacto y al contacto visual, lo que genera un estado de meditación en el que la persona está consciente únicamente de la experiencia inmediata que ocurre en el instante.

Algunos sexólogos afirman que el sexo tántrico puede ayudar a mejorar significativamente la relación de pareja tanto sexual como emocionalmente, ya que esta práctica despierta y mantiene vivo el deseo; permite desarrollar una comunicación más sana, respetuosa y fluida entre los amantes; y eleva la capacidad de disfrutar el placer, lo que provoca que los orgasmos sean más prolongados. Aspectos esenciales en una relación de pareja saludable y feliz.

Las principales posturas

  1. Padm: El hombre se sienta con las piernas cruzadas y la mujer se sienta en su regazo, rodeando el cuerpo de él con sus piernas. Para realizar los movimientos sexuales, el hombre apoya las manos sobre los hombros de la mujer.
  2. Unpapad: La pareja permanece sentada mientras ella levanta ligeramente una pierna, sosteniéndola con la mano, y él inicia la penetración.
  3. Vaidhurit: Los dos miembros de la pareja se sientan y se abrazan mutuamente el cuello mientras se realiza una penetración lenta.
  4. Panipash: Él toma los pies de ella y viceversa mientras el hombre realiza la penetración.

Consejos para practicar el sexo tántrico

  • Es importante reservar el tiempo necesario para el encuentro sexual, ya que la impaciencia aquí no tiene cabida y la calma es la que guía cada movimiento.
  • Dedicar algo de tiempo a hacer más agradable el espacio: limpiar bien el lugar, utilizar velas para iluminar la habitación con luz tenue, usar incienso para aromatizar, ambientar con música relajante.
  • Un punto esencial del sexo tántrico es la atención sobre la respiración. La respiración prolongada y profunda se utiliza para sostener las sensaciones orgásmicas y expandir por todo el cuerpo la sensación de placer, en cambio, las respiraciones rápidas y superficiales aumentan el nivel de excitación.
  • Sincronizar la respiración con tu pareja: inhalar y exhalar juntos, tanto en los juegos previos como en el acto sexual. Después pueden intercambiar el orden de la respiración: cuando tú inhales tu pareja deberá exhalar y viceversa.
  • Permanecer en contacto visual, mantener los ojos abiertos mientras estés frente a tu pareja.
  • Es importante aprender la dinámica del “dar y recibir”, para esto se puede incluir en la experiencia tántrica algunos ejercicios como masajes con aceites, caricias suaves y prolongadas, y el sexo oral mutuo.

Cabe señalar que cada pareja es un universo y la dinámica de las relaciones es compleja, por lo que pueden existir prácticas y ejercicios sexuales que no atraiga a todos por igual, sin embargo, el sexo tántrico puede ser buena alternativa para explorar juntos y descubrir sus beneficios.