María Auxiliadora, el paraíso prometido en medio del Valle de Santo Domingo

FOTOS: Noé Peralta Delgado.

Explicaciones Constructivas

Noé Peralta Delgado

 

Ciudad Constitución, Baja California Sur (BCS). Desde la antigüedad ha habido profetas religiosos, que han conducido a grupos de personas a peregrinar en busca de alguna tierra prometida o un lugar donde puedan ser felices, lejos de la maldad de las ciudades. Todavía en pleno siglo XX existieron líderes religiosos que «guiaron» a sus seguidores a buscar la paz espiritual en lugares remotos, y el caso más común el pastor norteamericano Jim Jones, quien fundó en medio de la selva guyanesa el utópico pueblo de Jonestown, cuya tragedia está ampliamente documentada.

México no fue la excepción, y aunque la historia fue muy diferente, si existió un pueblo que se fundó como un paraíso en tierras muy lejanas del centro de la República Mexicana. Este lugar fue bautizado como colonia María Auxiliadora, y fue un intento de crear un paraíso en la tierra con personas que fueron perseguidas en las guerras cristeras de los años 20 del siglo pasado, durante la parte final del largo conflicto derivado de La Revolución Mexicana.

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La creación del pueblo María Auxiliadora inicia el día 14 de junio de 1926, cuando estando de presidente de México, Plutarco Elías Calles, promulgó la polémica Ley Calles donde se negaba toda profesión de la iglesia católica que estuviera bajo las órdenes de El Vaticano. Es importante aclararlo: Elías Calles no estaba en contra de la iglesia católica, sino que deseaba cortar relación con El Vaticano; en su ley apoyaba a la iglesia católica mexicana denominada «Iglesia Católica Apostólica Mexicana» y que fundó el sacerdote mexicano José Joaquín Pérez Budar, con la idea de provocar una ruptura con El Vaticano.

En este contexto histórico, se crea la Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa por personajes que estaban en contra de la Ley Calles, y que con apoyo también de la iglesia católica tradicional y El Vaticano se alzaron en armas a mediado de 1926;y con la asistencia militar del experimentado general Enrique Gorostieta, se autodenominaron «los cristeros», Después de sangrientas batallas y matanzas hacia los cristeros, llega el año de 1929 con el asesinato del general Enrique Gorostieta y ya el cansancio de una guerra interminable, donde el gobierno y la iglesia católica apoyada por El Vaticano liman asperezas y logran acuerdos de paz.

Una vez terminada la guerra cristera, se crearon agrupaciones católicas conservadoras e ideológicamente contarios al recién nacido socialismo mundial. Una de estas agrupaciones se fundó con el nombre de Unión Nacional Sinarquista (UNS), con una ideología basada en la falange española y la iglesia católica, la fundación se llevó a cabo en la ciudad de León, Guanajuato, el día 23 de mayo de 1937 y sus líderes principales fueron José Antonio Urquiza y Salvador Abascal, entre otros.

La ciudad de León —y en general todo el Estado de Guanajuato—, se ha caracterizado por sus profundas raíces católicas y fue aquí donde el movimiento sinarquista tuvo su principal lugar de expansión hacia toda la República Mexicana.

Como un buen líder tipo mesiánico, Abascal propuso a sus seguidores crear un lugar único en medio del desierto sudcaliforniano, donde se fundaría un pueblo con reglas católicas y autosuficiente, donde podrían encontrar paz y sobre todo mucha espiritualidad. Con las relaciones que Abascal tenía con el gobierno de Manuel Ávila Camacho, y sobre todo, con la ayuda del general Francisco J. Mújica, gobernador del entonces Territorio Sur de Baja California, que le dio todas las facilidades para la fundación de un nuevo hogar.

El plan era traer de 35 a 50 mil personas a fundar un pueblo, pero al inicio eran un poco más 85 familias las que siguieron al carismático y a la vez imaginario Salvador Abascal. Incluso el líder venía recién comprometido con su novia María Guadalupe Carranza Pulido, y como «El Moisés mexicano», tenía planes de extender su descendencia en el nuevo hogar.

El Edén choyero

El día 18 de diciembre de 1941, se inició el peregrinaje desde el Bajío Mexicano hasta las tierras sudcalifonianas. El día 28 de diciembre de ese año llegaron a La Paz ya con menos familias, porque en el camino habían desertado por problemas con el liderazgo de Salvador Abascal. Hasta que el día 2 de enero salieron vía terrestre hacia la parte centro del Territorio Sur de la Baja California. Según teorías de algunos historiadores, las facilidades dadas por el presidente Ávila Camacho y el general Manuel J. Mújica, se debió a que querían alejar del centro del país a Salvador Abascal, y además, poblar esa parte tan lejana en donde Estados Unidos  ya tenía ciertas pretensiones sobre la bahía Magdalena.

Se dice que, para finales de enero de 1942, ya estaban listos para desmontar las tierras de cardones y plantas desérticas y también hacer perforaciones para extraer agua. Y el nombre de la comunidad lo propuso Abascal, como algo simbólico por hallar un paraíso donde convivir con dios, y se escogió como fecha de fundación y celebración, el día 24 de mayo de 1942.

Un poco antes, el día 17 de marzo se casó con su prometida, y tuvieron 12 hijos, de los cuales únicamente el primogénito nació en la comunidad de María Auxiliadora, y puso de nombre Juan Bosco Abascal Carranza, el 11 de marzo de 1943. Los demás hijos nacieron ya fuera de la comunidad, porque a fines de 1943, las familias que quedaban eran alrededor de 53, porque las otras se habían regresado, ya no podían sobrevivir ante la soledad y total aislamiento del lugar, donde no podían vender ni comprar los productos básicos; razón por la cual, a inicios de 1944 la sede central de la Unión Sinarquista Nacional desconoció a Salvador Abascal y le quitó toda ayuda espiritual.

A mediados de 1944 el sueño terminó, la mayoría de las familias retornaron a sus lugares de origen, y con la familia Abascal Carranza en primera fila. La idea de vivir en paz y en contacto con Dios terminó en buena medida por las malas relaciones y poca integración de Salvador Abascal con sus adeptos, que terminaron por desconocerlo y relegándolo. A falta de un líder que siguiera los pasos de Abascal, las familias optaron por regresar para ya nunca volver. En el pueblo se quedaron unas muy pocas familias que se adaptaron a las circunstancias y haciendo comercio con las ya nacientes comunidades del Valle de Santo Domingo que, curiosamente, terminaría por ser el granero principal de Baja California Sur.

El paraíso empolvado

El pueblo en la actualidad, aún sigue vigente con personas que llegaron de otros pueblos aledaños y que sobreviven en condiciones adversas, y que siguen celebrando cada 24 de mayo el día fundación de María Auxiliadora, y también se encuentra una estatua conmemorativa a Salvador Abascal en el centro del pequeño bulevar de acceso.

El pueblo está localizado a 20 metros sobre el nivel medio del mar, en las coordenadas 25º 25´ 39¨ Norte y 111º 53´ 59¨ Oeste, y el camino de acceso que lo comunica con Villa Ignacio Zaragoza se encuentra pavimentado y de ahí se una a la emblemática recta 1-53 hacia Ciudad Constitución, cabecera del municipio de Comondú y tiene una población de 130 habitantes, según censo 2020.

Si tiene tiempo, dedíquele tiempo a conocer este «paraíso» en el desierto de Baja California Sur, que inspiró a personas que tenían un sueño de reencontrarse con Dios, pero tal vez Dios no los escuchó.

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Aniversario de la llegada de los sinarquistas a Baja California Sur

FOTOS: Cortesía

Tierra Incógnita

Por Sealtiel Enciso Pérez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Baja California Sur es abundante en historias que al conocerlas dejan pasmado al historiador o investigador más avezado en este tipo de temas. Nuestro Archivo Histórico “Pablo L. Martínez” y las bibliotecas de algunos de los historiadores y cronistas más connotados de nuestra península, se encuentran plagadas de textos en los cuales se describen sucesos que ocurrieron en estas tierras del noroeste de la república y que, cual efecto mariposa, tuvieron repercusiones trascendentales en el acontecer nacional de aquellos tiempos. Tal fue el caso del establecimiento de una de las Colonias Sinarquistas más famosas de México y que, de haber prosperado, hubiera sido punta de lanza para el resurgimiento del sinarquismo no sólo como una fuerza política, sino como una verdadera amenaza a la hegemonía que estaba implementando el Partido de Estado en nuestra patria.

Corría el año de 1941, en el mes de diciembre para ser exacto. Nuestras tierras estaban gobernadas por un valeroso y sesudo militar, el cual había sido el cerebro tras las reformas emprendidas por el General Lázaro Cárdenas del Río durante su sexenio y que, incluso, fue considerado como el mejor elemento para sucederle en el cargo, lamentablemente los dados del juego del poder no le favorecieron y se le envió, como especie de castigo, a un medio estéril y olvidado como era en aquel entonces el territorio sur de la Baja California, me refiero al general constitucionalista Francisco J. Múgica Velázquez. Fue el día 18 de diciembre que se le notificó, por parte del Gobierno Federal en ese entonces dirigido por su otrora rival a la Presidencia, el General Manuel Ávila Camacho, de que en pocos días llegaría a nuestro territorio un contingente de 400 personas, las cuales venían bajo las órdenes de su líder Salvador Abascal Infante y que harían una breve pausa en el puerto de La Paz para posteriormente viajar al norte del territorio, a un sitio que se encontraba a 320 kilómetros de distancia.

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Desde ese momento Múgica empezó a elucubrar cuáles serían los planes que se traía entre manos Ávila Camacho. Ambos sabían que estaban mal las relaciones entre ellos por lo que nada bueno podía esperar uno del otro. Múgica apenas tenía un año de haber llegado a estas tierras y empezaba a poner orden a una hacienda y a una administración gubernamental que había encontrado en lamentables condiciones, aunado a lo anterior el territorio se encontraba en un atraso y en un abandono nunca esperado para una región que tanta fama había dado a la República Mexicana, y que había sido uno de los primeros puntos que se tocaron después de la Conquista de Tenochtitlan, pero que inexplicablemente se encontraba en un abandono denigrante. Es por ello que el curso de acción que planeó Francisco J. fue el recibir a este contingente y darles toda la ayuda necesaria, respetar el liderazgo de su dirigente y esperar a que poco a poco se fuera dando a conocer qué intenciones traían.

Por otra parte, el líder de este grupo, Salvador Abascal Infante, ya conocía a Múgica. Su padre y el General Múgica se habían enfrentado en el campo de batalla en el estado de Morelia en el año de 1921. En ese entonces, el padre de Abascal formaba parte de las huestes afiliadas a grupos organizados por el clero católico que se negaban a abandonar sus fueros adquiridos durante el régimen porfirista. En varias ocasiones se habían levantado en armas para enfrentarse contra el gobierno, en los casos en que consideraban que éste perjudicaba los privilegios de la iglesia católica. En este clima tan polarizado se formó Salvador Abascal y a la edad de 20 años ingresó a uno de los movimientos más ultraderechistas y nacionalistas de México, la famosa Unión Nacional Sinarquista.

Debido a su carácter carismático y a su personalidad enérgica e incansable, Abascal fue escalando puestos de relevancia hasta coronarse como el líder indiscutible del sinarquismo. La palabra sinarquismo fue acuñada por el clérigo Thomas Stackhouse y se refiere a “un movimiento o agrupación de personal el cual es liderado por una élite”. Posteriormente Alexandre Saint-Yves d’Alveydre lo hizo popular y fue posteriormente retomado por aquellas agrupaciones con ideales nacionalistas, hispanistas, fascistas, anticomunistas, católicas, populares, nacionalsindicalistas y social cristianas. Durante los años 30´s la UNS fue considerada como aliada de las potencias del eje, el mismo Abascal se consideraba un admirador del fascismo, Franco y del mismísimo Hernán Cortés. Era un ferviente participante de las misas y demás eventos del ritual de la iglesia católica.

Fue para el año de 1941 que a Salvador Abascal se le metió en la cabeza la idea de crear un pueblo de Dios en donde se pudiera implementar el ideal cristiano primitivo, en donde todos sus integrantes se condujeran bajo las premisas de la Iglesia Católica y que obedeciera a un líder único, a un mesías, el cual sería el intérprete de los designios divinos para con sus seguidores. El lugar que seleccionó para asentar y llevar a cabo este proyecto fue una franja de terreno fértil que se encontraba a 320 kilómetros de la ciudad de La Paz, y la cual había tenido oportunidad de conocer en un viaje que llevó a cabo por toda la península de Baja California. Durante todo este año realizó una convocatoria a todos los militantes de la UNS para hacer una selección de las mejores familias que pudieran formar parte del pueblo elegido” así mismo se contactó con la alta curia católica a fin de pedirles su apoyo económico el cual sería fundamental al inicio de este proyecto, pero que paulatinamente se iría prescindiendo de él conforme se hicieran autosuficientes.

Por otra parte, el gobierno encabezado por Manuel Ávila Camacho veía con gran alegría la inminente salida de Salvador Abascal Infante de la escena política, puesto que durante los 5 años anteriores había hecho crecer tanto el movimiento sinarquista que se había convertido en un real peligro, si acaso se decidía a contender en algunas elecciones presidenciales contra el candidato oficial. El viaje de Abascal hacia las tierras remotas de la Baja California representaría un desfogue de la escena política, ya de por sí bastante saturada, y el llevar hacia tierras ignotas un proyecto de incierto éxito.

Salvador Abascal Infante, una vez asegurada una cantidad de casi 400 colonos inicia su viaje a través de la República Mexicana, en donde se le fueron uniendo contingentes de diferentes lugares como el Distrito Federal, León, Querétaro, Acámbaro, Ario de Rosales, Pátzcuaro y Morelia. El punto de encuentro fue el puerto de Mazatlán, en donde se embarcaron rumbo al puerto de La Paz el 27 de diciembre de 1941, llegando a su destino el 29 del mismo mes.

Lo que Salvador Abascal ignoraba, es que la cúpula de la UNS se encontraba aliviada de no tener que lidiar con su presencia en las reuniones nacionales. Para ese entonces Abascal se había convertido en un ente inmanejable el cual no obedecía órdenes de nadie, ni siquiera de la famosa base, la cual era una élite secreta del Sinarquismo cuyo propósito era coordinar las acciones externas de este con las indicaciones que daba la Curia Católica conformada por Obispos y Cardenales. Estos grupos pactaron secretamente sabotear la misión de Abascal y dejar que su proyecto, así como sus integrantes, murieran lentamente y se los tragara el desierto Bajacaliforniano, tal como lo hiciera con muchas expediciones emprendidas cientos de años antes.

Al llegar Salvador Abascal a nuestra ciudad y puerto de La Paz, es recibido por el General Múgica y, tras habérsele brindado todos los apoyos, reanuda su peregrinar el día 1º de enero de 1942 llegando al sitio seleccionado para establecerse unos pocos días después. El experimento de la Civitate Dei duró hasta el mes de marzo de 1944, en que acudieron hacia ese sitio donde sobrevivían Salvador Abascal, su esposa y los pocos colonos que no habían desertado, y que llamaron “Santa María Auxiliadora”, para pedirle su renuncia a la jefatura de este sitio so pena de que si no accedía sería excomulgado, al igual que todos los que en ese sitio habitaban. Salvador Abascal, vio caer su sueño, se vio caer a sí mismo del estatus en que se había colocado por mérito propio, y en ese momento, no solo accedió a renunciar a este proyecto de vida sino que renunció para siempre a tener algo que ver con el Movimiento Sinarquista, lo cual cumplió hasta el momento de su fallecimiento.

Dentro del imaginario podemos colocar frases como “y si tal vez”, “y si acaso”, “a la mejor”, y en ello cabría “y que tal si sí hubiera funcionado el proyecto de Salvador Abascal Infante”. Si esto hubiera sido posible, con toda seguridad hubiera sido el despegue del Movimiento Sinarquista y el fortalecimiento de los grupos nacionalistas, anticomunistas y ultraderechistas que últimamente están proliferando. Sin embargo esto no ocurrió. Sólo nos resta recordar aquella fecha, hace 78 años, en que el Mesías Abascal llegó a nuestro puerto, rodeado por sus discípulos, por su pueblo elegido, y con ello dio lugar a la fundación de un pueblo en la geografía actual de nuestra Baja California Sur.

 

Bibliografía:

Paisaje y personajes en María Auxiliadora: un proyecto colonizador en el Territorio Sur de la Baja California (1940-1944) – Elizabeth Acosta Mendía

Mis Recuerdos, Sinarquismo y Colonia María Auxiliadora

Wikipedia

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