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La adicción temprana

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Ius et ratio

Por Arturo Rubio Ruiz

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Hay sustancias nocivas para la salud, legalmente permitidas, y que pese al enorme daño que ocasionan a la salud de los consumidores, no solo son permitidas, sino que son fomentadas mediante costosas campañas mediáticas, y socialmente incorporadas como elementos festivos.

Es el caso del azúcar, la grasa y el alcohol, que siempre se encuentran presentes en los festejos y celebraciones, porque se les relaciona con la alegría, la felicidad, y en abundancia, son reflejo de un estatus de triunfo, bienestar, alta estima social. Las dos primeras nos tienen en los primeros lugares mundiales de obesidad y existen programas oficiales tendientes a revertir su consumo. El alcohol es otra historia.

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El alcohol y la nicotina, son las sustancias de consumo legalmente tolerado, cuya ingesta es la puerta de acceso al consumo de las drogas fuertes. Las estadísticas las apuntan como las primeras agresoras de la salud con que se inician los consumidores que posteriormente se habituarán al consumo de marihuana, cocaína y las drogas sintéticas, que constituyen los tres rubros de sustancias de abuso que más se consumen en territorio nacional.

Si queremos evitar que nuestros jóvenes se inicien en el consumo de drogas fuertes, es imperativo mantenerlos alejados del alcohol y el tabaco, que siendo drogas permitidas, resultan de fácil acceso a los menores, pues su consumo es reiterado en los ambientes familiares y en los círculos sociales de convivencia e interacción grupal.

Si queremos mantener a nuestros jóvenes saludables, debemos mantenerlos libres de todas las adicciones, no solo de las sustancias proscritas por la ley, pues las adicciones legales también resultan altamente nocivas para la salud. De ahí la importancia de emprender una campaña seria, frontal, agresiva, contra el alcoholismo.

Tomando como referencia la ENA, Encuesta Nacional sobre Adicciones, realizada por el INEGI, el consumo de bebidas alcohólicas se ha incrementado de manera explosiva, sobre todo los fines de semana. Junto con el incremento del consumo de alcohol, sucede un fenómeno sociocultural que contribuye a minimizar el problema: por un lado se ha perdido la percepción de la gravedad del problema y por otro, ha disminuido la edad en que se inician los consumidores de alcohol

La estadística apunta a una constante reducción de la edad en que se inician en el consumo del alcohol sus adictos. Antes se hablaba de los jóvenes, posteriormente de los adolescentes. Hoy se habla de edades de iniciación inferiores a los 12 años; es decir, tenemos ya el problema de niños iniciándose en el consumo regular de alcohol, en promedio a los 11 años, lo que es gravísimo, pues esos niños están expuestos a daños neurológicos irreversibles, pues a esa edad todavía sus prefrontales no se han desarrollado y por ende pueden desarrollar adicción de por vida.

Si queremos combatir de tajo el problema, debemos exigir a nuestras autoridades de los tres órdenes, la generación de políticas públicas de cero tolerancia al consumo de alcohol en menores de edad, buscando por todos los medios disponibles, la implementación de campañas agresivas de alto contenido informativo en las que se advierta sobre los daños neurológicos que ocasiona la ingesta de alcohol en edad temprana.

Se supone que está prohibida la venta de alcohol a menores, pero en la práctica, la normatividad no se cumple, y tenemos un problema muy grande de clandestinidad en la venta de alcoholes, y una alta permisividad en materia de celebraciones festivas donde el acceso al alcohol es ilimitado, como ocurre con las barras libres, bailes, toquines y las horas felices en las que el alcohol corre sin ningún control, ni sobre la cantidad ni sobre la calidad de las bebidas.

Parte del problema administrativo se genera a partir de que el Municipio detenta la facultad para otorgar o negar licencias para la venta de alcoholes, y en la mayoría de los municipios, se privilegia la prebenda, el favoritismo, la corrupción, al momento de asignar las licencias, y en muchos casos dichas licencias son acaparadas por las grandes compañías cerveceras, que explotan dichas licencias a través de sus concesionarios y distribuidores, bajo la única expectativa de vender la mayor cantidad de alcohol posible, sin detenerse a considerar la posibilidad de que dicha sustancia incluya a menores como consumidores, pues carecemos en la República Mexicana de un código de ética, de una norma oficial que regule de manera uniforme los lineamientos para la expedición y explotación de las licencias de alcoholes.

Debemos cerrarle la puerta a las adicciones fuertes, y la llave está en detener el acceso de nuestros niños y adolescentes al alcohol y al tabaco.

LAS DROGAS MÁS CONSUMIDAS POR NUESTROS JÓVENES

Si bien no contamos con un estudio metodológicamente sistematizado que nos presente de manera completamente confiable el panorama de inicio en el consumo de drogas de abuso, contamos con el referente de dicho proceso en zonas metropolitanas. Entendemos que es un buen referente, tomando en cuenta que la tendencia nacional es el aglutinamiento poblacional en las zonas urbanas.

La información del SRID (Sistema de Registro de Información en Drogas) indica que la mariguana es la sustancia que presenta el nivel de consumo más alto (61%). Los usuarios de esta sustancia inician antes de los 11 años; sin embargo, el grupo más afectado es el de los 15 a 19 años (56.7%). Su nivel de uso más frecuente es el alto (20 días o más durante el último mes) en el 4.8% de los casos. La vía de administración más frecuente es fumada (98.7%).

En cuanto a los inhalables, estos representan el 40.4% del uso de sustancias alguna vez. El grupo más afectado es el de los 12 a 14 años de edad (45.5%). El nivel de uso más frecuente es alto (20 días o más en el último mes) en el 34.3% de los casos. El nombre genérico y popular más mencionado es el activo (73.1%).

La cocaína ocupa el tercer lugar de consumo en la prevalencia de alguna vez (34.0%). El grupo más afectado es el de los 15 a 19 años de edad (45.9%). El nivel de uso más frecuente es el leve (1 a 5 días en el último mes) en el 38.8% de los casos. Los nombres que más reportan los usuarios son cocaína (73.4%) y crack (25.9%)

CONCLUSIÓN: Podremos seguir gastando como nación los miles de millones de pesos que anualmente se invierten en la llamada lucha contra el narcotráfico, pero mientras no ataquemos la demanda, la guerra seguirá siendo coronada por la derrota. Tenemos que acotar el problema de raíz, y la demanda se inicia en el hogar, en la medida en que se permite, y en muchos casos se fomenta, el consumo de alcohol y tabaco.

El frente de batalla ciudadano es el de la prevención y el combate al alcoholismo, en el campo de acción familiar, escolar, comunitario.

Prevenir siempre será más conveniente, sencillo, funcional y económico, que tratar de remediar.

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¿Legalización de la marihuana? Estos son los usos medicinales de la cannabis

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Salud Para Todos

Por Josué Estrada Flores

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). En los últimos años se ha intensificado el debate sobre el uso de la marihuana, desde el punto de vista de la medicina;  por supuesto, el interés surge a raíz de los resultados obtenidos de algunos metabolitos o sustancias que se extraen de dicha planta los cuales, aplicados a la terapéutica médica podrían contribuir a la cura de diversos padecimientos. Sin embargo, numerosos especialistas a nivel mundial, sostienen la necesidad de realizar estudios a profundidad sobre esto y otros beneficios potenciales, y desde luego analizar la posibilidad del desarrollo de adicción en los pacientes bajo tratamiento.

La pertinencia y la oportunidad de enfocar científicamente las posibilidades terapéuticas del uso del cannabis, es tema de un debate que trasciende lo puramente médico y acapara la atención publica y mediática, por lo que todas las fuerzas entran en juego, así las influencias de unas parecen imponerse a otras.

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En el año 2014 el Consejo Nacional de Salud tomó un acuerdo  frente a la eventual despenalización de la marihuana y postuló que: antes de tomarse una decisión al respecto, se debe hacer una evaluación con base en la evidencia científica acerca de los efectos nocivos que provoca su consumo en la salud humana y considerar que la discusión no es la legalización; el tema debe centrarse en garantizar la protección a la salud humana de los mexicanos y como lo establece el Artículo 4º. Constitucional, el derecho a la salud.

Ante este posicionamiento nos surge la pregunta ¿cómo investigar si persiste la prohibición? El debate debe continuar; será únicamente a partir de la legalización que los médicos y científicos podrán avanzar en el desarrollo de sus usos medicinales. La ciencia ya ha sido trabajado por la ciencia en otras naciones, en las cuales el debate fue superado hace tiempo, dejando claro el gran aporte que la utilización de la planta significaría para la salud de los mexicanos y la atención médica en nuestro país.

Propiedades de la marihuana

La planta contiene más de sesenta cannabinoides, nombre con el que se refiere a la sustancia activa de los cuales el Delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) es el mas abundante. Los cannabinoides más estudiados son: Dronabinol (DNB) y la nabilona (NB).

Otro es el canabidiol (CBN) que resulta del producto de la oxidación de tetrahidrocannabinol (THC), y que contiene el 10% de efecto psicoactivo; clínicamente sus efectos son antiinflamatorios, analgésicos, antipsicótico, ansiolítico/antiepiléptico.

Finalmente el cannabigerol (CBG) y cannabicromeno (CBC) con propiedades aparente para el tratamiento de psicosis, epilepsia y alteraciones del sueño y algunos procesos neurovegetativos;  para eventos isquémicos cerebrales (embolia), emésis (vómitos), diabetes tipo 1, osteogenesis, sistema inmunológico y en el tratamiento del cáncer; tiene cualidades ansiolíticas y estimula el apetito. Estos efectos fisiológicos derivan de la existencia de receptores específicos distribuidos en nuestro organismo (órganos y sistemas),  lo cual explica lo amplio del espectro de efectos sin que necesariamente estos sean médicos o terapéuticos.

Hay que saber que contamos con un sistema endocanabinoide, con múltiples funciones. Es un sistema de comunicación  y regulación celular del que se conocen diferentes elementos: al menos tenemos cuatro tipos de ligandos endógenos o internos.Hasta ahora se han reportado cuatro subtipos diferentes de receptores de membrana ( el CB1, el CB1A como resultado del procesamiento alternativo del RNAm,  el CB2 y el receptor cannabidilol).

Se han identificado dos elementos (transportador + amidohidrolasas) que constituyen el proceso de finalización de la señal biológica producida  por los endocannabinoides. Dichos receptores ejercen su efecto neuromodulador  a través de un proceso denominado sinápsis retrógrada. En consecuencia , la activación de receptores CB1 presináticos es capaz de inhibir (bloquear) la liberación de neurotransmisores como el glutamato, GABA, noradrenalina,dopamina, serotonina y acetil colina. Lo anterior explica  bioquímicamente varias de las propiedades terapéuticas que se le han adjudicado.

Efectos terapéuticos

EN DOLOR: Ejercen cierto efecto analgésico especialmente para el dolor crónico y con ello se podría disminuir el uso de los analgésicos opioides que actualmente se usan en cáncer, esclerosis, fibromialgia como la morfina y otros que causan efectos secundarios severos.

EN LA COORDINACIÓN MOTORA: Se conoce la existencia de una elevada cantidad de receptores CB1 en los ganglios basales y otras partes del cerebro; de acuerdo con el papel que el sistema endocanabinoide parece jugar en el control del movimiento. Se ha sugerido un potencial efecto benéfico de los agonistas directos o indirectos  de los receptores CB1 en las enfermedades que se caracterizan  por hiper-quinesia (movimientos acelerados) como la enfermedad Corea de Huntigton y síndrome de Guilles de la Tourette, asi como en la enfermedad de Párkinson.

ESCLEROSIS MÚLTIPLE: En esta enfermedad de origen auto-inmune, están implicados tanto los receptores CB1 como CB2. Se han desarrollados ensayos clínicos con resultados benéficos al tratar  los síntomas de espasticidad de los pacientes.

GLAUCOMA: Se considera que los receptores CB1 y CB2 se expresan en la retina  y parece que  son capaces de reducir el incremento de la presión intraocular. Esto desde luego requiere de mayores investigaciones.

CÁNCER Y SIDA: Debido a si potencial antiemético y la capacidad de incrementar el apetito se han aceptado para el tratamiento del cáncer. También se ha demostrado que ayuda en reducir la caquexia en paciente con VIH-SIDA, que además mantiene de forma crónica el tratamiento con medicamentos antiretrovirales.

DEPENDENCIA DE OTRAS DROGAS: El sistema endocanabinoide , al interactuar sobre el centro de recompensa cerebral, juega un papel modulador importante en la conducta reforzadora y sobre las propiedades adictivas de las sustancias psicoactivas, siendo valorado por algunos grupos de investigadores, como candidatos a crear fármacos antagonistas selectivos  de receptor  CB1 para el tratamiento de la abstinencia  a nicotina, alcohol y otras drogas. Al parecer ambos efectos están relacionados con la activación de receptores CB1, y que participan  en el control de las nausea, vómitos y en la mejoría del apetito.

En lo particular  como persona y profesional de la medicina, estoy a favor de la despenalización de la marihuana para fines de tratamiento médico y la legalización de la misma, para la investigación de sus metabolitos.

No recomiendo el uso de la planta de la marihuana para su uso clínico, por los efectos pulmonares que ocasiona, así como  la adicción de dependencia que conlleva y los riesgos como detonador de otras patológicas psiquiátricas.

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