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Tom Sawyer sí existió, y fue un héroe que salvó casi 100 vidas en Baja California Sur

Fotos: Internet

California Mítica

Por Gilberto Manuel Ortega Avilés

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Las aventuras de Tom Sawyer es una novela del autor estadounidense Mark Twain publicada entre 1876 y 1878,​ actualmente considerada una obra maestra de la literatura. Relata las aventuras de la infancia de Tom Sawyer, un niño que crece en St. Petersburg, una población ficticia, de la costa del río Mississippi inspirada en Hannibal, donde creció el autor.

Durante su exposición fotográfica en el Archivo Histórico Pablo L. Martínez en el año 2019, el arqueólogo Alfredo Martínez Fernández, quien ha realizado investigaciones importantes sobre los naufragios ocurridos en Isla Margarita, aseguró que Mark Twain, autor de la novela “Las aventuras de Tom Sawyer”, tomó el nombre de su personaje de un bombero maquinista que estuvo presente en el hundimiento del SS Independence, evento ocurrido en 1853, en la zona rocosa de dicha isla que se conoce como Punta Tosca.

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Isla Margarita es un atracadero natural para barcos y ahí se han hundido muchos navíos, actualmente tenemos identificados cuatro de estos, el primero fue en 1853 del barco SS Independence; le sigue en 1909 el barco Indiana; en 1920 el submarino USS H1, Seawolf; y en 1931 el crucero Colombia”, comentó Martínez Fernández.

El SS Independence era un barco de vapor que viajaba de Nicaragua a San Francisco, transportando consigo a mineros que buscaban llegar a los Estados Unidos para trabajar en la extracción de oro.

Continúa explicando Alfredo Martínez que “durante una tormenta el barco chocó contra las rocas de Punta Tosca y empezó a hundirse, esto provocó que las 359 personas que viajaban en él, entre ellos el maquinista y bombero Tom Sawyer, abandonaran la estructura a bordo de los botes salvavidas o nadando, situación en la que él participó ayudando a los náufragos a llegar a la playa, logrando rescatar a 99 de ellas”.

Cuenta que años más tarde, Tom llega a San Francisco y conoce a Mark Twain, quien estaba escribiendo el libro y aún no tenía el nombre de su personaje, “ambos se hicieron buenos amigos y el autor le pide que le permita utilizar su nombre para la novela, ya que le parecía que él pudo haber tenido la personalidad del joven que estaba protagonizando las aventuras ocurridas en el Mississippi”.

No hace falta hacer una sinopsis o resumen del libro, porque se han hecho millones de reimpresiones de la obra, series de televisión, películas, caricaturas y obras de teatro; el nombre Tom Sawyer no pasa desapercibido, en caso de desconocer la historia de Tom, nunca es tarde para tomar este clásico en tus manos.

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El submarino de EEUU que se hundió en aguas de BCS. Casi 100 años del misterio

FOTO: México Desconocido.

Colaboración Especial

Por Sealtiel Enciso Pérez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). A tan sólo dos años de haber finalizado uno de los conflictos bélicos más cruentos en el planeta: la Primera Guerra Mundial, ocurrió uno de los episodios menos conocidos de la ya de por sí triste y conflictiva relación que ha tenido nuestro México con el vecino país del norte. La historia del submarino hundido en aguas de Baja California Sur es un hecho desconocido incluso en la media península, y el propio Gobierno no ha dado explicaciones alrededor del desafortunado evento.

Corría el mes de marzo de 1920, cuando el submarino H-1 (SS-28) se dirigía hacia su base ubicada en San Pedro, California. Había realizado un viaje de miles de millas náuticas desde Long Island, NY, atravesando el Canal de Panamá y ahora se dirigía a descansar y llevar a su tripulación a un merecido receso en su país de origen. Hasta la fecha, se ignoran las causas que obligaron al capitán del submarino, James Reid Webb, a acercarse a la peligrosa costa rocosa de la isla Santa Margarita, en Baja California Sur, en su punta sur.

FOTO: Ric Hedman.

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Tal vez se desorientó debido a que el accidente ocurrió en la noche, o quizá a alguna falla mecánica, el caso es que al llegar a este lugar (conocido como Punta Redonda, cerca del actual Puerto Cortés) el submarino colisionó contra ellas y quedó encallado con el serio peligro de que su tripulación pereciera ahogada. La noche del 12 de marzo de 1920 quedaría grabada en la mente de aquellos marineros, los cuales de inmediato realizaron maniobras para abandonar el submarino y ponerse a resguardo de la costa, que quedaba a cientos de metros.

Pasado el incidente y recuperados del susto, los marinos sobrevivientes se contactan con las autoridades militares de de su país a efecto de que vinieran a darles salvamento, y al mismo tiempo se analice la posibilidad de rescatar el submarino hundido. A continuación transcribo el parte redactado por el administrador de la Aduana de La Paz, Juan Encinas, el cual se encuentra resguardado en el Archivo Histórico “Pablo L. Martínez” de esta capital: En contestación a la atenta nota número 405 de fecha 22 de abril próximo pasado, girada por la Sección 1ra. de ese Gobierno de su digno cargo, tengo la honra de informar a Ud., que las constancias que obran en el expediente formado con motivo del encallamiento del Submarino H-1, de la Escuadra Norte Americana, en la parte occidental de la Isla Margarita, aparece que el día 12 de marzo último al 30 del propio mes, estuvieron entrando y saliendo a esta Bahía varios buques de la Armada antes mencionada, a efectuar el salvataje. Bahía Magdalena, B. Cfa., mayo 6 de 1920.

También en el Archivo Histórico, en la sección de Guerra, existe un expediente con número 503, volumen 751, y donde consta más información real y comprobable de este suceso. Inexplicablemente, durante estos años, el Gobierno Mexicano se ha mantenido silencioso ante la difusión y/o explicación sobre qué hacía esta nave dentro de las aguas territoriales mexicanas, y por qué no se les exigió explicaciones sobre lo mismo al gobierno estadounidense.

Como narra el documento ya citado, durante los días subsecuentes acudieron a este sitio barcos de la marina de Estados Unidos de América para apoyar a sus compañeros y tratar de rescatar al submarino. El día 7 de abril se hicieron maniobras que lograron poner a flote al H-1 (SS-28), sin embargo al estar remolcándolo, la maniobra falló y volvió al fondo marino arrastrando en su caída a 5 marinos, los cuales murieron sin que sus compañeros pudieran hacer nada. Los nombres y cargos de los marinos fallecidos eran: Capitán, Lt. Comdr. James R. Webb,  Webb, James LCDR(CO); Giles, Harvy W. MM1; Delamain, William H. SN y Kosman, Joseph SN.  Los cuerpos de estos soldados fueron enterrados en un primer momento en isla Margarita, sin embargo a los pocos días fueron exhumados y trasladados hacia los Estados Unidos donde hoy descansan.

FOTO: Larry Vredenburgh.

Durante varios días, buzos de la marina estadounidense hicieron varias incursiones para rescatar documentos clasificados así como equipo que aún sería de utilidad o bien que no convenía que cayera en manos ajenas a su gobierno. Finalmente, el 12 de abril de 1920 la marina de Estados Unidos dio por cerrado el caso y se retiraron los buques y el personal de este sitio. Según algunas fuentes que han indagado en los registros de la marina estadounidense no han podido localizar información sobre esta nave. Al parecer los registros fueron borrados.

En 2016, el señor Alfredo Martínez, jefe de expedición y fotógrafo, guiado por el buzo Rafael Sánchez Agúndez, habitante de isla Margarita, dieron con los restos del Submarino H-1 (SS-28). Posteriormente acudieron al sitio acompañados por el arqueólogo submarino Roberto Junco, subdirector de Arqueología Subacuática del INAH, para que diera fe del hecho y sobre todo se hiciera un levantamiento fotográfico de lo poco que ha quedado de esta nave, ya que a través de los 98 años que lleva hundida ha sido saqueada en incontables ocasiones.

FOTO: México Desconocido.

La California sempiterna, siempre ha sido codiciada para hacerse de sus tesoros: sus perlas, playas, oasis… Y más recientemente de sus enclaves estratégicos para dominar el Pacífico milenario. Los mexicanos —pero sobre todo los sudcalifornianos— debemos sentirnos orgullosos de vivir en un paraíso así, pero conscientes y actuantes para cuidarlo, protegerlo y preservarlo de la mejor manera posible para las generaciones venideras.