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Designa Congreso a Lenin Emiliano Ortiz Amao como Fiscal Anticorrupción de BCS

FOTO: Congreso del Estado

La Paz, Baja California Sur (BCS). A través de un comunicado de presna por parte del Congreso del Estado se informó que, durante la primera sesión ordinaria del periodo, el Pleno de la XVI Legislatura designó a Lenin Emiliano Ortiz Amao como Fiscal Anticorrupción para el Estado de Baja California Sur.

Luego de que la Junta de Gobierno y Coordinación Política presentó la terna reenviada por la Comisión de Selección de las personas aspirantes a ocupar la titularidad de la Fiscalía Especializada en Materia de Combate a la Corrupción del Estado, integrada por la licenciada Claudia Angulo Castro y los licenciados Jorge Joel Cota Ruiz y Lenin Emiliano Ortiz Amao, y de haber agotado el proceso de comparecencias de la y los aspirantes, el Pleno sometió a votación por cédula secreta resultando designado Ortiz Amao con 15 votos a favor sobre cuatro de Angulo Castro y uno de Cota Ruiz.

La presidenta de la Mesa Directiva diputada Guadalupe Vázquez Jacinto tomó protesta a Lenin Emiliano Ortiz Amao como nuevo Fiscal Anticorrupción, quien se desempeñará por un periodo de siete años.

Finalmente, de acuerdo a lo establecido en los artículos 64 fracción 46 bis, 84 y 85 de la Constitución política del Estado de Baja California Sur, para la designación del titular de la Fiscalía Especializada en Materia de Combate a la Corrupción, se requiere del voto de las dos terceras partes de los miembros que concurran a la sesión, concluyó el comunicado de prensa.




Recibe JUGOCOPO nueva terna de Fiscal Anticorrupción

FOTO: Congreso del Estado

La Paz, Baja california Sur (BCS). A través de un comunicado de prensa por parte de la XVI Legislatura del Congreso del Estado informó que, recibió una nueva terna para ocupar el cargo de Fiscal Anticorrupción de Baja California Sur, luego de que El Pleno diera un periodo de 15 días al Comité de Selección del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Anticorrupción del Estado de Baja California Sur.

Alma Lidia Cota Ojeda, Presidenta del Comité de Participación Ciudadana del SEA acompañada de integrantes del Comité de Selección entregaron formalmente el oficio con la nueva terna de aspirantes al Presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso, Luis Armando Díaz e integrantes del máximo órgano en el Poder Legislativo.

La presidenta pidió a los integrantes de la JUGOCOPO socializar con los integrantes de la Legislatura, el proceso para la conformación de la terna y las situaciones particulares que han acontecido al respecto; como representante de la ciudadanía me interesa que estos procesos se fortalezcan, apuntó.

Explicaron que, de marzo a diciembre, hubo seis personas registradas, de las cuales cuatro pasaron los controles de confianza, de quienes conformaron la terna. El diputado presidente de la JUGOCOPO informó que el oficio se turnará a la Mesa Directiva de la Diputación Permanente para que ésta en su momento, convoque a un siguiente periodo extraordinario de sesiones, donde se desahogue el asunto.

Finalmente, se informó que, atestiguaron la entrega del documento el diputado José María Avilés Coordinador de la Fracción Parlamentaria de Morena, la diputada Blanca Belia Márquez en representación de la Fracción del PAN, María Luisa Ojeda representante del PRD y Gabriela Cisneros diputada Independiente, concluyó el comunicado de prensa.




El fallido esquema de combate a la corrupción

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Ius et ratio

Arturo Rubio Ruiz

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). El Plan Nacional de Desarrollo de la actual administración federal, enfatiza como una de sus prioridades, el combate a la corrupción. Haciendo eco a la misma propuesta, la actual administración estatal sudcaliforniana, basó su campaña en una reiterada promesa de abatir la corrupción. Dicha promesa es una asignatura pendiente, y su incumplimiento se pretende justificar en la falta de presupuesto. Como si este asunto, se combatiera en automático incrementando el gasto público.

Lo paradójico del argumento es que la asignación de recursos para el supuesto combate a la corrupción, terminan siendo engullidos por una red de contubernios que permiten que muchos de esos recursos terminen en los bolsillos de funcionarios corruptos. El último capítulo de la farsa denominada combate a la corrupción, es el procedimiento de designación de quien asumirá el encargo de Fiscal Anticorrupción en la entidad.

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Después de años de espera, finalmente tendremos un fiscal anticorrupción en el Estado, y escucharemos discursos encendidos, y hasta enarbolarán simbólicos pañuelos blancos, porque dirán. -seguramente-, que se está cumpliendo con el compromiso de combatir la corrupción, pero, lo cierto es que ese fiscal, si llega a ser nombrado, solo será un empleado más en la abultada nómina del Estado.

La lucha contra la corrupción es una farsa, si tomamos en cuenta que se centra el esfuerzo en castigar los actos de corrupción, cuando no estamos haciendo nada por evitarla, por prevenirla y que en el Estado, tiene un enfoque equivocado. La corrupción es una enfermedad, y como tal, hay que enfatizar la lucha en la prevención. Además, es un delito, y como todos ellos, es preferible prevenirlos, evitar su comisión, que tratar de sancionarlos.

Así como tenemos hospitales llenos de enfermos y cárceles sobrepobladas por no saber aplicar un programa integral y efectivo de prevención, contención y disuasión en materia de salud y seguridad pública, con altos índices de impunidad, así también, terminará la supuesta lucha contra la corrupción en el Estado, si no enfocamos el rumbo en la prevención y disuasión.

Y no es cosa de gastar millones y millones, como los que se tiran a la basura cada año en programas fallidos. En realidad, y sin mayores gastos de operación, podemos iniciar con algo muy sencillo pero contundente: COMBATIR LA OPACIDAD EN EL SERVICIO PÚBLICO.

Estamos en el siglo XXI, el llamado siglo de la comunicación y transparencia. Contamos con herramientas tecnológicas que nos permiten conocer al instante, lo que pasa al otro lado del mundo, pero en materia de administración pública, seguimos manteniendo esquemas de ocultamiento, secrecía, opacidad y nefasta privacidad, en cuestiones de orden público.

Mientras el ejercicio público se pueda desarrollar con ocultamiento, NUNCA vamos a erradicar la corrupción. Necesitamos hacer de la transparencia la regla, sin excepción alguna. Mientras los diputados tengan sesiones y votos secretos, toma de decisiones en privado; mientras los cuerpos edilicios puedan sesionar de manera secreta, de manera extraordinaria, fuera del recinto oficial y a escondidas; mientras las audiencias judiciales sigan siendo privadas, mientras los jueces y magistrados deliberen en privado; mientras el ocultamiento y la opacidad sigan siendo prácticas no solo toleradas sin en algunos casos obligatorias, NUNCA, absolutamente NUNCA, podremos acabar con la corrupción.

Y es que la corrupción es hija de la oportunidad. El adagio vulgar dice que con el arca abierta, hasta el más justo peca; un refrán medieval afirma que es la ocasión la que hace al ladrón, y hasta un parangón futbolero afirma que estando en el área ni modo que no le tire a gol.

Aristóteles consideraba inherente al servicio público, el riesgo de incurrir en actos de corrupción. Muchas personas piensan que no se puede acabar con la corrupción, que es histórica, cultural y hasta hubo un presidente que dijo que era genética. Falso. La corrupción es el fruto de un acto decisorio, personal y ocasional, que se acuna en el secretismo y se fomenta en la impunidad.

La corrupción es combatible, y, sobre todo, prevenible. Podremos tener cien fiscales anticorrupción y centenares de discursos sobre el tema, pero si no la prevenimos, nunca acabaremos con ella. La vacuna contra la corrupción es la transparencia, y el refuerzo la rendición de cuentas. La prevención empieza en el marco regulatorio. Y no tiene costo extraordinario.

Debemos empezar por EXIGIR a nuestros diputados locales que lleven a cabo una reforma integral de nuestra legislación vigente, mediante la cual se proscriba en el marco constitucional local y en sus leyes reglamentarias, TODO ACTO DE AUTORIDAD SECRETO o PRIVADO. Se debe gobernar de cara al pueblo, con absoluta transparencia. Si no prevenimos la corrupción, seguiremos siendo sus reos, por más fiscalías que inventemos.

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Publican convocatoria para Comité para el Sistema Estatal Anticorrupción en BCS

La Paz, Baja California Sur (BCS). Las comisiones unidas de Transparencia y Anticorrupción, y de Derechos Humanos y Asuntos Indígenas de Congreso del Estado, presentaron la convocatoria para la elección de la Comisión de Selección del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción (SEA) en Baja California Sur, el cual tiene entre sus atribuciones en conjunto con otras instituciones, la selección del Fiscal Anticorrupción Estatal.

Ante los medios de comunicación  y acompañadas de la presidenta  del ITAI en BCS, Rebeca Buenrostro y del Presidente del Comité de Participación Ciudadana del SEA, Jorge Moore, las diputadas Gabriela Cisneros, Presidenta de la Comisión de Transparencia y Anticorrupción, María Guadalupe Moreno, secretaria y Eufrocina López Velasco, Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos y Asuntos Indígenas, revelaron que se elegirán a cinco integrantes, de los cuales, tres integrantes deberán provenir de la academia y dos integrantes, de la sociedad civil.

Dieron a conocer que las propuestas deberán presentarse por escrito en el periodo del 29 de octubre al 19 de noviembre de 2021, de 08:00 a 15:00 horas, de lunes a viernes, en las oficinas de la diputada Cisneros Ruíz, Presidenta de la Comisión Permanente de Transparencia y Anticorrupción, ubicada en el Edificio del Congreso del Estado de Baja California Sur,  en Isabel la Católica y Nicolás Bravo, en La Paz.

De acuerdo al cronograma de las comisiones, del 29 de octubre al 19 de noviembre, será la recepción de trabajos; del 20 de noviembre al 30 de noviembre, análisis de expedientes; 03 de diciembre, la elaboración del dictamen; y martes 14 de diciembre, toma de protesta.

Cisneros Ruiz mencionó que se está dando el inicio de los trabajos para concluir con el proceso de trasparencia que finalizaría con la selección del Fiscal Anticorrupción.

La convocatoria está dirigida a representantes de las intuiciones de educación superior, de investigación, organizaciones de la sociedad civil, de participación ciudadana, de transparencia, de rendición de cuentas y combate a la corrupción, a participar en el proceso de selección.

Por su parte la diputada López Velasco, llamó a la participación de colegios de profesionistas, sociedad civil, academia para que participen todos los sectores de la sociedad sudcaliforniana, pues afirmó la convocatoria es incluyente.

Algunos de los requisitos son: no haber desempeñado el cargo Gobernador (a) del Estado, Senador (a), Diputado (a) Federal o Local, Secretario (a) de Despacho o Procurador General de Justicia del Estado de Baja California Sur; haber destacado por su contribución en materia de Fiscalización, de Rendición de Cuentas, Participación Ciudadana, Docencia e Investigación, Transparencia, de Rendición de Cuentas y Combate a la Corrupción; la convocatoria integra podrá ser consultada en la página web del congreso www.cbcs.gob.mx y la página de Facebook CongresoAhora.

Cabe precisar que ser miembro de la Comisión de Selección es un cargo honorifico y no remunerado, por un lapso de 3 años.




El Sistema Estatal Anticorrupción en BCS

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Ius et ratio

Por Arturo Rubio Ruiz

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). La semana pasada se llevó a cabo un foro virtual convocado por el Sistema Estatal Anticorrupción, donde representantes de la sociedad civil se manifestaron en forma coincidente, sobre la necesidad de combatir la corrupción, tanto en el sector público como privado, y desde su perspectiva, cada uno en representación de la organización a la que pertenecen, aportó ideas y sugerencias que habrán de ser tomadas en cuenta por los organizadores del foro, al momento de elaborar la política estatal anticorrupción.

El Sistema Estatal Anticorrupción (SEA), es un organismo de papel, que nace por decreto, en abril de 2017, pero hasta la fecha su existencia no se ha visto reflejada en acciones trascendentes, lo que explican -entre otras razones-, porque no contamos a la fecha con un fiscal anticorrupción, ente persecutor que conforme a la ley que crea el sistema, será el responsable de enderezar la pretensión punitiva en los casos de corrupción, y sin fiscal, el sistema es un tigre desdentado.

 

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Hay mucho de circo en torno a este sistema, lleno de buenas intenciones, pero ineficaz e inoperante. Se publicita como independiente y nutrido de la participación ciudadana, pero orgánicamente se estructura de forma tal, que siempre la última palabra la tienen aquellos a quienes, en principio, debiera hacerse objeto de escrutinio y rigurosa fiscalización en su desempeño oficial.

Consideramos que para que el sistema anticorrupción tenga credibilidad y, sobre todo, eficacia funcional, debe estar 100% “ciudadanizado”, dotado de plena autonomía orgánica, administrativa y presupuestal. De hecho, ni siquiera es necesario contar con un fiscal anticorrupción (como si existieran los fiscales “procorrupción”), basta con exigir al Ministerio Público que cumpla con su función, y coadyuvar en las investigaciones aportando los datos de prueba necesarios para que, en cada caso, se concrete el ejercicio de la acción penal.

Más que un fiscal especial, necesitamos un órgano ciudadano que exija el cumplimiento de la ley y acompañe todo el proceso, desde la investigación hasta la ejecución de las sanciones, en hechos sancionables penal o administrativamente, relacionados con actos de corrupción.

El SEA, nos dijeron, tiene como objeto establecer los principios, bases generales, políticas públicas y procedimientos, para la coordinación entre todos los órganos de gobierno, para la prevención, detección y sanción de las faltas administrativas y hechos de corrupción, así como la fiscalización y control de recursos públicos. Tiene como finalidad establecer, articular y evaluar la política anticorrupción.

Lo anterior suena muy bien, pero es muy poco probable que el sistema funcione cuando las decisiones importantes las sigan tomando aquellos a quienes, se supone, se deben vigilar. El esfuerzo y dedicación que aporte el ciudadano se diluirá en el proceso, a partir de que finalmente será la propia autoridad la que tome las decisiones trascendentes cuando se trate de sancionar a los malos servidores públicos.

La cúpula del SEA está integrada por funcionarios del gobierno, la mayoría dependientes del ejecutivo, o dotados de independencia orgánica pero no presupuestal, vinculados todos entre sí por compromisos partidistas o ligas de amistad y/o intereses de grupo. La cúpula denominada “comité coordinador” se integra por:

  • El presidente del SEA
  • El titular de la Auditoría Superior del Estado
  • El Fiscal Anticorrupción
  • El titular de la Contraloría General del Estado
  • El presidente del Consejo de la Judicatura del Estado
  • El presidente del Tribunal de Justicia Administrativa
  • El Comisionado presidente del ITAIBCS

Este comité, integrado -con excepción del presidente- por empleados públicos de primer nivel, titulares designados por el gobernador en turno, o mediante procedimiento en el que el gobernador tiene mucha influencia, difícilmente podrá tener la objetividad, independencia, imparcialidad y honorabilidad que se requiere para realizar cabalmente la funciones de diseño, promoción y evaluación de las políticas públicas tendientes a la prevención, detección, combate y sanción a la corrupción.

¿Cómo vamos a creer en su probidad? Por ejemplo, el presidente del consejo de la judicatura, que es al mismo tiempo presidente del Tribunal Superior de Justicia en el Estado, lleva 9 años ininterrumpidos en el cargo, cuando la Constitución del Estado señala que solo debe durar en dicho cargo tres años (Art 95). Sabemos que el poder es adictivo, y, con tal de mantenerse en el mismo, violenta el marco constitucional, en flagrante acto de corrupción, ¿Cómo podemos creer que participará activamente en acciones de combate a la corrupción, cuando se beneficia de la misma?

Una presidencia de tres años que se convierte en perpetua o vitalicia, es una burla a la ley, un descarado acto de corrupción, que no tiene justificación alguna. Y es este personaje uno de los encargados de combatir la corrupción. Preside al mismo tiempo el consejo de la judicatura, órgano público que maneja con absoluta opacidad el fondo auxiliar para la administración de justicia, un fondo multimillonario que maneja con absoluta discrecionalidad y oscurantismo. Dicho fondo, nunca ha sido auditado, y solo beneficia a quien la cúpula judicial así lo determina. Un fondo público que debe estar sujeto a un severo y estricto control y escrutinio, bajo elevados parámetros de transparencia, se maneja como partida secreta del Tribunal de justicia estatal. Está claro entonces el motivo de su afán por perpetuarse en el poder.                                                               

Los demás servidores públicos integrantes del comité cupular del SEA, también son susceptibles de revisión de sus antecedentes, y no todos saldrían bien librados.

Si el SEA fuera totalmente ciudadano, podríamos creer en su viabilidad, pero mientras esté estructurado de tal modo que sean los propios funcionarios estatales los que tomen las decisiones trascendentes, difícilmente podrá dar resultados, y seguirá como hasta ahora, durmiendo en el sueño de las expectativas.

El SEA, en su estructura actual, cuenta con un comité de participación ciudadana, integrado por cinco ciudadanos elegidos por un comité elegido por el Congreso del Estado. Es decir, que la participación del gobernado, está, en principio, sujeta al filtro oficial del poder legislativo, donde impera más el interés partidista que la auténtica representación popular. Ya entonces de inicio, encontramos un proceso selectivo donde es el gobernante el que decide qué ciudadano lo va a supervisar.

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