1

La maldición del Cruz Azul es real

Fotos: Internet

California Mítica

Por Gilberto Manuel Ortega Avilés

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). El fútbol está lleno de supersticiones, la más grande y conocida radica en la Copa Mundial: cada Mundial la copa recorre todos los países que participarán en el evento y se cree que si un presidente va y visita la copa ese país no será campeón, así que por eso nunca vemos a presidentes de países contendientes fuertes posando con el trofeo; por supuesto, el presidente en turno mexicano siempre se toma la foto con la copa, quizás sea culpa de él que no ganemos.

En México, ya todos tienen de burla al Cruz Azul desde hace varios años por su escasez de títulos en el futbol mexicano, tanto, que incluso en el Mundial pasado se utilizó la maldición para ayudar a ganar a la Selección Mexicana algunos partidos del campeonato, haciendo que aficionados de los rivales se pusieran una camisa de este club mexicano; pero duró poco el efecto, al parecer, la maldición no es tan poderosa para llevar al Tricolor al esperado quinto partido, esa otra maldición es más fuerte.

También te puede interesar: Casos extraños e insólitos, de la vida real

Pero ¿dónde nace la maldición del Cruz Azul?

La maldición del Cruz Azul es real, por invadir terreno de un panteón, después de su último campeonato. El 10 de octubre de 1990 se inauguró en Xochimilco el centro de alto rendimiento de Cruz Azul, mejor conocido como La Noria.

Al lado de La Noria, se encuentra el Panteón Xilotepec, uno de los más grandes de Xochimilco. Carlos Barrón, en su crónica ‘El camposanto de cemento’, publicó que, en 1998, el complejo deportivo expandió su terreno, le “robó” espacio al cementerio.

Fue ahí cuando las historias de fantasmas y entes paranormales comenzaron a darse por la sede de entrenamiento.

Los trabajadores de La Noria hablan de una niña vestida de blanco la cual, según narran algunos empleados, camina en la cancha o los pasillos como si estuviera esperando a alguien. En ocasiones, se sube al camión en el que se traslada el primer equipo.

Algunas personas dicen que era una aficionada al fútbol que disfrutaba ver los entrenamientos pero que falleció a consecuencia de un atropellamiento. Otras, señalan que se aparece con un vestido blanco, como de primera comunión. “Se aparece muchas veces al año. Cuando el día ya está sólido aparece a cualquier hora” declaró hace años un guardia de La Noria en una entrevista.

También se escuchan las risas de varios niños, como si estuvieran jugando futbol. No obstante, si uno intenta encontrar la fuente de las risas, se percata de que no hay nadie cerca. De igual manera, se cuenta que hay un señor que pasea por las instalaciones del centro deportivo y que pareciera un trabajador más del lugar, pero cuando tratan de alcanzarlo desaparece.

Se escuchan carcajadas de burla, ruidos extraños, y se dice que han llegado a ver perros con ojos negros.

Cabe destacar que todos estos fenómenos se dan precisamente en la zona invadida por las instalaciones que, literalmente, están sobre un panteón.

Se asegura entonces, que también debido a este despojo de terreno del camposanto obviamente que el Cruz Azul está maldito y por eso no puede ser campeón; lo cierto es que, casualidad o maldición, los números cuadran, ya que el último campeonato del club fue en 1997 y al año siguiente, en 1998, fue cuando se realizó la expansión que invadió al cementerio: y es ahí cuando empieza la supuesta maldición.

__

AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.

 




¿Los cuatro grandes? Los mejores-peores equipos del fútbol mexicano

cuatro-grandes-del-futbol-mexicano-portada

Imágenes: Internet.

Adrenalina paceña

Por Laura E. Cruz Reyes Mendoza

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). El único sentimiento que surgió en mí el fin de semana pasado fue odio. Resulta que por ser fecha FIFA y 23 jugadores debían participar se detenga la Liga MX. Intenté llenar el vacío con partidos de ascenso, pero no es lo mismo.  Aunque ambos equipos ya han estado en primera; pero estos días me sirvieron para reflexionar antes de la Liguilla. ¿Cuántas veces hemos escuchado que una Liguilla sin los cuatro grandes no tiene sentido? En serio, ¿no tiene sentido?

Ya habrán notado cómo nos hacen pensar que sin el Cruz Azul, los Pumas, el América y las Chivas el fútbol mexicano pierde a sus principales equipos y por ello se disipa la emoción. Es más, las televisoras nos venden muchos clásicos: “el Clásico de clásicos”, “el clásico joven” y “clásico capitalino”. Que a final de cuentas sólo son simples partidos de jornada regular pero nos quieren hacer creer que es la crema y nata del balompié nacional.

¿Desde cuándo no han sido campeones de Liga nuestros cuatro grandes? Cruz Azul desde Invierno 1997; Pumas en el Clausura 2011; Guadalajara durante el Apertura 2006; y América en el Apertura 2014.

Eso significa que al menos los últimos cuatro torneos (2 años completos) ninguno de los “Cuatro Grandes” ha sido campeón. Aparte de los “los cuatro grandes” existen en la liga 14 equipos los cuales son: Pachuca, León, Santos, Tigres, Monterrey, Jaguares, Xolos, Veracruz, Querétaro, Necaxa, Atlas, Monarcas, Toluca y Puebla.

Existen. Son reales. No tienen tanta publicidad, ni hacen tanto show, ni nadie los pela pero ahí están, año tras año a la sombra de los cuatro grandes. Ellos también han sido campeones, pero eso no es para hacer tanto alarde. No vaya ser que los cuatro grandes pierdan grandeza y se sientan menos.

También te podría interesar ¿Por qué no hubo fútbol este fin? Se cobraron la violencia contra los árbitros

Lo que también nos lleva a darnos cuenta que alguno de los otros 14 equipos han sido campeones en todos esos torneos.

Para cualquiera que haya visto como juegan los Tigres, Xolos, Querétaro, Pachuca o Santos nos les faltan los “cuatro grandes”. Honestamente no se les extraña. Los otros equipos demuestran que saben jugar y sus jugadores muestran más amor a la camiseta porque diariamente se tienen que ganar a la afición. Esa es la diferencia principal, el trabajo bien hecho y las ganas de que sus estadios se llenen cada vez que estén de locales.

Si nunca han visto un partido Tigres Vs. Monterrey se han perdido de ver una sensación de inmensa comunión de los aficionados luchando juntos por su equipo. Cada “Clásico regiomontano”, cada encuentro es una escuela de buen fútbol, con las mejores porras y los estadios a reventar. Eso sí es un clásico y no está ninguno de los supuestos cuatro grandes.

tigres-monterrey

Necesitamos revalorar quiénes son los mejores equipos de fútbol en México. El número de títulos no demuestra nada, es obvio que a mayor número de años jugando a nivel profesional aumenta la posibilidad de que tengas más copas ganadas, más no siempre sucede así.  Por ejemplo, el Centenario del América que  prometían sería algo nunca visto, que iban a arrasar con todos, que serían el Barcelona de México, pues simplemente no pasó. Fue uno de los peores años que ha visto el América. Hasta se robaron un himno del fútbol español ¡para puras vergüenzas!

Tampoco las Chivas tienen mucho que decir los últimos años, el tener su propio equipo de TV no les da más importancia en el balompié, especialmente cuando no sirve y le hacen pagar a la gente por partidos aburridos de jornada regular.

Como afición debemos preguntarnos si los equipos a quiénes damos nuestras horas del fin de semana, nuestro apoyo a pesar de sus fracasos y por quiénes soportamos las burlas de los contrarios cuando pierden aún valen la pena. Dejemos de vivir de las glorias pasadas, que si el Cruz Azul de los setenta, el bicampeonato de los Pumas, que el América tiene más títulos y que en las Chivas sólo juegan mexicanos. Resultados, resultados nadie vive en el pasado.  Ellos nos necesitan para ir a sus estadios, comprar sus camisetas y ver sus partidos, debemos imponernos y hacerles saber que deben ser mejores, ser los cuatro grandes que tanto presumen, no sólo de dicho, también de hecho.