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Genes satánicos

La demencia de Atenea

Por Mario Jaime

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Estimado lector, estamos en la Edad Media.

Usted puede pensar que exagero en tiempos de edición genética, descubrimiento de cuásares, pulsares, ondas gravitacionales, desarrollo de computadoras cuánticas y bases espaciales; sin embargo, analice su entorno. Nunca antes, las religiones organizadas tuvieron mayor número de fieles en el orbe (esto es un sesgo debido a la sobrepoblación, pero no deja de ser cierto); y aunque desde que Galileo y Newton y luego Einstein desplazaron el primer móvil aristotélico como explicación del movimiento, la resurge victoriosa en videos de Youtube.

Pero, ya no es una escolástica que busca probar lo espiritual en la lógica, sino que se ha transformado en una escolástica ladrona. Roba hipótesis y conceptos científicos.

Los fanáticos son legión y la disonancia cognitiva reina con salud envidiable. La moda es robar conceptos y teorías para adecuarlos en groseras falacias ad hoc para justificar dogmas irracionales y milenarios.

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A veces, la falacia de ligar hechos a un principio general hace pensar en que la realidad depende de una explicación. Eso causa sandeces de todo tipo cuando se ligan hechos a supuestos principios científicos.

Un ejemplo que puede encontrar en la página web llamada Ciencia e Islam, donde se relaciona el giro de los fieles musulmanes en sentido contrario a las manecillas del reloj alrededor de la Kaaba, tal como enseño el profeta Mohamed con la rotación de los electrones en sus órbitas alrededor del protón. ¡Vaya analogía!

En el mismo tenor el rabino Iosef Bittón clama en su libro Big Bang y Judaísmo (¡desde el título ya prevemos la falacia!): “a teoría del Big Bang, abre las puertas para la idea de un Creador. Lejos, muy lejos de que el Big Bang sea una teoría de exclusión de Dios, es una teoría que confirma el Génesis. ¿Sabrá el rabino diferenciar modelos matemáticos basados en teorías como la de relatividad y la mecánica cuántica de mitos consignados en un libro del siglo VII a. C?

Ejemplos sobran, y parece que estamos entre la estupidez, la ignorancia y la malicia. ¿Qué hacer? Estudiar, ir a las fuentes, entender el rigor que exigen las ciencias, separar la paja del diamante, entender los principios epistemológicos, metodológicos y filosóficos de cada ciencia, describir lo más preciso que se pueda los resultados de las investigaciones y no inferir más allá de lo que se registra en ellas. Puede ser arduo para los mediocres, gris para los tontos e insuficiente para los fanáticos, pero es la única manera de ser congruentes y honrados en una época donde lo fácil nos tiene sumidos en un medioevo contemporáneo.

Sueño. Eso no pasará.

El colmo es mezclar la herencia genética con demonología. ¿No me cree?

El pastor cristiano Armando Alducín clama en una ponencia que titula La genética de Satanás que Dios (será el suyo) ¡tiene DNA!

El pastor se pregunta porque la penicilina, el motor de gasolina (sic), los satélites, la fisión nuclear, etc.… no se descubrieron o inventaron en milenios de historia sino hasta el siglo XX. ¿Sabrá este pastor que el humano lleva evolucionando más de un millón de años? Según él, Dios había sellado las profecías tal como lo dice El libro de Daniel (???) y el Espíritu Santo las abrió hasta el siglo XX.

No, pues vaya lógica.

En una sala atiborrada de fieles que le escuchan atentamente (¿Cuánta pasta habrá ganado aquella noche? ¿Dios requiere dinero?) promete explicar la semilla de Satanás.

Y ahí mete la baza del código genético, según él, Dios introdujo su código genético en las células humanas como si fuese un software… ¿y en una arqueobacteria no? Yo nunca he entendido porque un simio sí tiene alma, pero una bacteria no…tremendas dudas teológicas me asaltan.

Luego el pastor habla de maremotos y de Satanás, espeta a los ignorantes de no entender la palabra de Cristo, pero él si la entiende por supuesto, bendita sea que lo tenemos para que nos ilumine. Luego dice que la Biblia contradice a Carlos (sic) Darwin. Cita el Génesis en español. Más tarde clama que el hombre es superior a los animales y entonces acepta que los animales tienen alma, (menos mal) ¿y las bacterias? ¿Y los hongos?

¡Ay, nunca los menciona! Bueno, los caballos y los delfines tienen un alma limitada -dice-; recuerda a sus propios caballos (vaya, la religión si deja dinero para criar) pero el ser humano tiene espíritu. Ya salió Hegel, pienso, o Anaxímenes con el pneuma. Sigo sin entender. Somos seres espirituales pero un ornitorrinco no.

Pero Adán desobedeció, porque comió un fruto (¿el fruto tendría DNA?) y Eva decidió…y Alducín dice que eso es relativismo y luego habla de adulterio y marihuana (delicioso) y mete a los nazis. En una discusión suficientemente larga, alguien sacara a los nazis. ¿Sabrá que Hitler fue cristiano?

Bueno, al grano, después de 28 minutos de confundir la gimnasia con la magnesia habla de la palabra zera (simiente= semen = esperma = descendencia = relaciones sexuales = alianza), que aparece en el Génesis. ¡Vaya hermenéutica etimológica adecuada como falacia de petición de principio!

Pondré enemistad, entre tú y la mujer, Y entre tu simiente y su simiente dijo el dios del jardín a la serpiente. ¡WTF! (¿Sabrá el pastor que las serpientes son reptiles y son vertebrados y compartimos un buen porcentaje de código genético?)

El pastor cita con alegría el Levítico, Números y Daniel y dice que un hombre lanza 500 millones de espermatozoides (gran relación). Luego intenta dar clases de embriología de preescolar y explica las leyes de Mendel. Tal vez no se dé cuenta de que son modelos del siglo XIX.

En el minuto 35 el pastor concluye algo digno del Nobel: Dios traspasó su DNA a Cristo. Si José hubiera heredado su cromosoma Y a María (sic), Jesús hubiera sido un pecador (no se ría). El pecado se transmite por el cromosoma del varón (las femisoviets adorarían este argumento, pero ¡ay! son enemigas de los pastores- harían tan buena alianza-).

Los hombres somos malvados genéticamente, es más, ¡pecadores! Las mujeres no, sus óvulos son santos, tan puras ellas. Pero…el Espíritu preñó a María y de la chistera se cita el Levítico 17:11 Porque la vida de la carne está en la sangre …aplausos.

Por cierto, ¿cómo preñan los espíritus?

Dios puso su esperma en María, dice él. Pues muy virgen no sería… ¿no? Aquí el pastor parece contradecirse pues dice que Cristo tenía genes de Adán, de David, de Jacob…bueno, le vendrían de parte de la madre…yo ya no entiendo nada. Reprobado en embriología.

¿Y Satanás? Ahí viene lo bueno…también el diablo tiene esperma, embaraza a gusto. El Anticristo nacerá de la alteración genética de una mujer humana. Según Alducín, el diablo odia a la mujer y por eso no debemos hablar mal de las suegras (los borregos aplauden).

Satanás intenta pervertir la semilla de las mujeres, y para eso se ha convertido en hacker genético (ni los chinos), y los demonios controlan nuestras neuronas (posesión neurológica, el medioevo avanza) y preñan mujeres y las hacen parir gigantes de catorce dedos. Luego cita el Deuteronomio y vuelve a la genética.

¡La conferencia dura siete horas! Los fieles sudan, se rascan, su cabeza poseída está frita; el pastor habla de misticismo, espíritu renovado que manda mensajes al alma (¿será el espíritu un RNA mensajero?), dice que las células de Adán no tenían mutaciones, pero Set ya tenía distorsión en el DNA, luego cita a Kant y a Nietzsche y termina de nuevo con la Biblia…el libro más manoseado para justificar cualquier barrabasada.

La tesis del pastor en suma es que el conocimiento de Dios estaba en el DNA solo en Adán, pero desde que desobedeció, Satanás mutó el código genético.

A estas alturas yo ya no podría pasar un examen de bioquímica. Al final no supe si las arqueobacterias tenían alma o solo los caballos.

Por cierto… ¿qué genes regulan el espíritu?

 

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Poetas científicos y científicos poetas

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La demencia de Atenea

Por Mario Jaime

 

Pero del científico corno del poeta, 

es el pensamiento desinteresado lo que se intenta honrar aquí. 

Que aquí al menos no se los considere como hermanos enemigos. 

Pues sostienen la misma interrogación sobre un mismo abismo, 

y únicamente difieren sus modos de investigación.

Saint-John Perse

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Ernesto Cardenal leía su Cántico cósmico a menos de un metro de mi mirada. Había asistido a mi programa de radio Poiesis y esa noche hubo una atmósfera de luz. Mi mirada bebía de la suya porque sus palabras me hipnotizaban. No porque fuera un sacerdote, tampoco por su pasado de exguerrillero o por ser candidato a Premio Nobel. Era la magia en la voz de un hombre que cantaba al polvo de estrellas y a las galaxias dentro de nosotros mismos. Esa noche estuve junto a un verdadero poeta.

Dice Cardenal: 

Observando la danza de los astros/ percibieron que había orden en el cielo/ y así un día podría haber orden en los hombres. / El cosmos canta. ¿Pero para quién? / ¿Por qué el mirlo es tan musical/ pasada le época de la reproducción?

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Esa noche Sandino Gámez me instó a escribir algo sobre esa experiencia. Cardenal habló sobre la ciencia en la poesía y de eso justamente aquí expongo. Mi percepción de ambas maravillas que se imbrican como las dos actividades dignas de llamarse humanas. Siempre he sostenido que el científico es antes que el poeta en una escala de la percepción porque el primero deduce y pone a prueba y el segundo imagina y sueña. Los dos intuyen, el primero se constriñe, el segundo especula.

La ciencia es la mejor actividad que los humanos tenemos para conocer la realidad fuera de nosotros mismos; confiable a pesar de sus errores y limitaciones. Nos lleva a pensar, y a pesar de su amoralidad trata de ser una luz en las tinieblas de la ignorancia y la superstición. Desde la India antigua con sus conocimientos en medicina, pasando por Aristóteles, hasta la teoría de las supercuerdas, la ciencia es un derrotero de lo maravilloso.

La filosofía y la epistemología también se estructuraron en los cantos de poetas como Heráclito, Parménides o Lucrecio. Este último desarrolló la teoría de la materia en sí misma, la ciencia como liberadora del hombre y la vida en el universo en su poema ‘Sobre la naturaleza de las cosas’ escrito en el siglo IV a.C.

La poesía nació como un canto sagrado donde la palabra y la eufonía sirven para henchirnos, aterrorizarnos, sentir lo maravilloso y tremendo del cosmos que no entendemos. Como un resabio de la magia, no mueve a los astros pero nos ayuda a perfeccionar nuestros ideales por medio del sueño.

Las ciencias nos dan argumentos y pruebas para inferir si existe o no un libre albedrío, nos ayudan a perfeccionar nuestros conceptos de materia y energía por medio de la lógica y la inteligencia. A veces el poeta se nutre de las ciencias, de sus conceptos, de sus palabras porque hace suya la traducción del universo hacia la belleza.

No en balde algunos poetas han sido científicos como Nabokov (entomólogo) o Nodier (zoólogo); en la antigüedad no se definía todavía el concepto de ciencia como lo aceptamos ahora pero muchos tenían un viso de medicina, astrología y alquimia como Dante que también fue boticario.

Los poetas han abierto canales de intuición maravillosos que después la ciencia descubre o inventa en analogías sorprendentes. Por ejemplo, ya Bocaccio había cantado sobre las lenguas de piedra como reminiscencias de animales antediluvianos mucho antes que se descubriese que eran dientes fosilizados de tiburones. Para algunos, Eureka de Poe es la anticipación de una teoría electromagnética y en el Fausto de Goethe se prefigura el mar como cuna de la vida material mucho antes que de Oparin. Por cierto, Goethe, es el padre de la anatomía vegetal e intentó refutar la teoría de la luz de Newton.

Cyrano de Bergerac, en su afán por explicarlo todo escribe en Historia cómica de los estados del sol y la luna:

 Esto me hizo imaginar que descendía hasta la luna (…) –Pues- me decía a mí mismo-, al ser esta masa menor que la nuestra, la esfera de su actividad debe tener menos extensión y, por lo tanto, he tardado más en sentir la fuerza de su centro. 

Cyrano presiente las leyes de la gravitación universal ¡Casi medio siglo antes que Isaac Newton las formulara matemáticamente! 

Por supuesto que, la imaginación cumple con reverberaciones de intuición, se me reprocharía que existan muchos ejemplos contrarios donde parece que las metáforas no tienen que ver nada con el universo real que codifica la ciencia y es lógico pues el poema cae en el reino de la posibilidad total.

Los poetas se han nutrido de los conocimientos y teorías científicas, falsas o verdaderas, para enmarcar una atmósfera, recordemos a Dante que utilizó el sistema astronómico de Ptolomeo para situar el viaje en La Divina Comedia. En la misma, acerca de los vientos dice:

 Oíase a través de las turbias ondas un ruido, lleno de horror que hacía retemblar las dos orillas, asemejándose a un viento impetuoso impelidos por contrarios ardores. 

Dante se refiere a una causa de los fenómenos atmosféricos, cuando el calor que enrarece el aire aumenta su volumen y disminuye su densidad, de lo cual resulta que busca su equilibrio en diversas partes del planeta provocando vientos.

También los poetas critican el poder oscuro que emanan los descubrimientos científicos. Pablo Neruda escribe toda una Oda al átomo donde acusa el poder horroroso que los hombres desencadenaron con la bomba atómica, remite:

Pequeñísima estrella, / parecías para siempre enterrada en el metal: /oculto, / tu diabólico fuego. / Un día golpearon en la puerta minúscula: / era el hombre./ 

Luego:

eras una fruta terrible, / de eléctrica hermosura, /

y entonces el guerrero te guardó en su chaleco / como si fueras sólo una píldora norteamericana, y viajó por el mundo / dejándote caer en Hiroshima.

Machado poetizó en contra del Principio de Lavoisier (Primera ley de la termodinámica)- en realidad en contra la aparente esperanza que nos pueda dar:

Dices que nada se pierde/ y acaso dices verdad; / pero todo lo perdemos/ y todo nos perderá. 

Borges en su poema a la cantidad, después de analizar lo infinito, lo inconmensurable del tiempo y de las cosas, no se atreverá a juzgar la lepra ni a Calígula. Pedro Salinas en Cero:

Invitación al llanto. Esto es un llanto, / ojos, sin fin, llorando/ escombrera adelante, por las ruinas / de innumerables días. / Ruinas que esparce un cero- autor de nadas, / obra del hombre-, un cero, cuando estalla. 

Imbricados por los fenómenos de los universos conocidos, llamamos a la poesía como un peldaño más verdadero que la ciencia, siendo esta una disciplina que ha abierto caminos imposibles e increíbles para nuestro deleite. Pero si nuestras sensaciones nos engañan, en la poesía nos abren camino y nos destellan. No quiere decir esto que la ciencia es un método de conocimiento menos efectivo, al contrario, es mejor. Es un peldaño donde conocemos la realidad de manera más exacta que otro cualquiera, incluyendo la poesía. Los fenómenos del universo que descifra son altamente poéticos en el rango de la belleza y la imaginación. Saber que los tiburones poseen una mandíbula protusible o que el diseño de la cabeza del tiburón martillo que detecta el campo electromagnético en el fondo apareció en la evolución cuando la polaridad del planeta cambió, es fascinante. Einstein dijo que la mejor cualidad del científico es la imaginación, esto aplica lo mismo para el poeta.

Nada más poético que la posibilidad de que las partículas elementales estén hechas de ondas que vibran, como si la energía fuese música. Bueno, esa es parte fundamental de la teoría de las supercuerdas en Física. Conocer que existe un hongo dorado bajo el humus en la jungla que mide cerca de veinte metros es habitar un sueño y más cuando conocemos la comunicación hormonal y mineral entre las raíces de los árboles por medio de canales micóticos. La mínima turbulencia en un sistema como el aleteo de una abeja puede provocar una tempestad y saber que la entropía conlleva irreversibilidad es tan estremecedor como el verso de T. S Eliot:

I will show you fear in a handful of dust (Te mostraré el miedo en un puñado de polvo)

Uno de los versos más hermosos que he leído y que remite trascendencia es ‘La luz no envejece’. No lo escribió ningún poeta, fue el Premio Nobel de física Brian Green.

Cardenal hace lo mismo en su cántico cósmico, toma el descubrimiento de que todo nuestro carbón ha sido forjado en las supernovas y como somos de carbón (de hecho todos los seres vivos) entonces tenemos en nuestra constitución material polvo de estrellas.

Remito al lector as que lea el monumental Canto a un dios mineral de Jorge Cuesta, que, como bioquímico experimentó la ergotina en sus percepciones (quizá descubrió el LSD antes que Hoffman, pero no publicó sus resultados) y se aplicó un tratamiento enzimático buscando la reversibilidad del envejecimiento. Su genio lo llevó al suicidio después de emascularse. Quede ‘Canto a un dios mineral’ como un himno a la materia constructora y destructora de sí misma.

El poeta traduce el universo a su sensibilidad e inteligencia, su arma es la imaginación dinámica y su terreno el cosmos sin restricciones, analiza cantando.

Un ejemplo profundo de Shams-ud-din Muhammad Hafiz, poeta persa nacido en 1325:

Me dijiste una vez: Deja tu vida 

en mis manos y te daré la paz. 

Y mi vida te di sin pesadumbre 

más la paz no me llegó. 

En cuatro versos abrió umbrales en todos los humanos que lo han leído hasta la fecha, universalmente nos deleita con la impotencia, la desilusión, incluso el problema teológico o nihilista; lo mismo puede referirse a un amigo, al ser amado o una divinidad. Las posibilidades son tantas como lectores y la cadencia y el color a pesar de ser traducción de su lengua original no se pierden con el tiempo. Eso no sucede en la ciencia, las teorías científicas del siglo XIV han cambiado, evolucionado, algunas se han desechado. En cambio el poema sigue vibrando en nuestra sangre porque mientras seamos humanos tenemos el comportamiento específico.

En la ciencia la magia no existe, se busca siempre una respuesta lógica porque lo mágico está en la materia y se le despoja del adjetivo al encontrarlo racional. La poesía es el resabio de la magia porque la palabra provoca un estado anímico especial. No en balde aún está unida en los cánticos místicos de las culturas como en esta canción sagrada tehuelche:

 

Üloküs iagülwawütr gaiau küsüna

waptsjülnana salpün kanana

kalwum a atasajou

ka amaha kalwun, amahaja kalwum,

sagap atütgütchanük.

 

No es para jugar nuestro emblema;

partía al medio la manada (o bandada)

(el) corazón de tigre, 

tigre del sol (o luna), del sol (o luna)

brazo pintado (dibujado).

 

Es notable la presencia del tigre (jaguar americano) en los linajes de toda la Patagonia. Es dable recordar, que este félido vivió hasta en Tierra del Fuego. El último jaguar del que se tiene registro en esta zona, fue cazado a fines del siglo XIX, en la margen norte del Río Colorado. También el zoólogo puede reconstruir la biogeografía de un animal por la tradición de los pueblos.

En la Poesía la belleza es el trasfondo y objetivo, hay una danza que evoca, estos versos eróticos del chileno Santiago Azar:

 Eres una pantera de barro fresco, 

ansiosa de carnes rojas, hambrienta de vapores.

La ciencia no puede cuantificar suspiros y aunque se ha descubierto que la esperanza en cualquier cosa produce efedrinas en el cerebro (lo que explicaría la fe); no hay otro lenguaje para el erotismo que el arte.

En la poesía está lo verdadero del hombre, en la ciencia la realidad del universo respecto al hombre, según pruebas de confirmación y error. No hay otros métodos mejores para entender y aprehender el caos en el que habitamos.

En su discurso para recibir el Premio Nobel de literatura, el poeta Saint-John Perse dijo:

Por más lejos que la ciencia haga retroceder sus fronteras, y sobre todo el arco extendido de esas fronteras, se escuchará todavía correr la jauría cazadora del poeta. Ya que si la poesía no es, como se ha dicho, “lo real absoluto”, es sin duda su más próxima aspiración y la más cercana aprehensión, en ese límite extremo de complicidad donde lo real en el poema parece informarse a sí mismo.

Así pues, el Poeta es más poderoso en su visión. Lo dice mejor este poema de José Emilio Pacheco:

Segismundo Freud / tras arduo estudio/ descubrió lo que al otro/ le costó un verso / el delito es haber nacido. 

Refiriéndose a Calderón de la Barca. 

Roald Hoffman, que recibió el Premio Nobel de química en 1981, experto en la estructura molecular, es un poeta cuyos libros de arte enlazan las dos visiones. Hoffman advierte que en el mundo de la ciencia es más fácil construir un devenir que en el mundo de las letras. Mientras que el 65 % de los trabajos científicos son aceptados en cualquier revista especializada del mundo, sólo el 5 % de los poemas que se reciben en el mundo del arte son publicados. Uno de sus poemas diferencia al arte de la ciencia se refiere al Grito’ pintura de Münch y acaba:

Pero la intromisión de la molécula de pintura es muy fuerte/ libera sólo moléculas de pintura, en patente demostración/ del Principio de Incertidumbre. La pintura cuelga; / el cielo noruego y el puerto recogen el grito/ reflejándolo hacia el cráneo del observador. / Allí, resonando, se produce el cambio. 

La ciencia, poderosa herramienta que nos deslumbra, el arte, el que nos traduce la emoción del cosmos. El científico puede llegar a ser un esteta, pero el poeta siempre es un pequeño dios. Por mucho que los experimentos nos desvelen discusiones lógicas nada nos abrirá más puertas de la percepción que el arte. ¿Qué puede superar La sinfonía fantástica compuesta por Hector Berlioz, basada en su ensueño de opio y deseo por Harriet Smithson? Tal vez el entendimiento de los alcaloides y el estallido neuronal ayuden a potenciar el placer.

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Las convicciones son cadenas…y (con frecuencia) falacias

La demencia de Atenea

Por Mario Jaime

La Paz, Baja California Sur (BCS). Con frecuencia se escucha decir a políticos, comentaristas, analistas, profetas de banqueta y especialistas en muchos campos, la frase reiterativa de: estoy convencido de… y luego vomitan su inferencia o convicción como dogma escrito en piedra.

Habría que recordar a Nietzsche cuando pensó que las convicciones son cadenas. Usted, lector puede estar convencido de cualquier cosa, pero enunciarla no la hace real ni mucho menos verdadera.

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En su libro La filosofía positiva, Auguste Comte predijo que jamás podríamos conocer detalles fisicoquímicos de las estrellas. Escribió: No seremos capaces en absoluto de determinar su composición química o su densidad y cualquier noción sobre la verdadera temperatura nos ha sido negada para siempre. Pero, cómo bien planteó Platón, doxa no es episteme: la opinión no es ciencia.

Es extraño, que el padre de la ciencia positiva, de la religión de la Humanidad que progresa, él que pensó en una Humanidad que alcanzaría la verdad y el grado más alto en su historia…haya también negado la posibilidad de un conocimiento astronómico. (¡Aun cuando el propio Comte arguyó que la astronomía era la más simple de las ciencias!).

Era 1835, ese año el joven Charles Darwin vivió el terremoto de Chile. La física estaba bajo la omnipotencia de la teoría de Newton y el determinismo de Laplace; mientras que la química era una ciencia muy joven después de separarse del idealismo alquimista. Dalton ya había publicado la lista de pesos atómicos, aunque los físicos desconfiaban de la noción del átomo y Avogadro estudiaba las reacciones de los gases. Faltaban años para tener una tabla periódica.

Han pasado más de 180 años. Hoy los astrónomos catalogan las estrellas y las galaxias de acuerdo con sus magnitudes determinadas por características de sus espectros. De acuerdo a su luminosidad las galaxias se dividen en gigantes brillantes, gigantes normales, enanas brillantes, enanas normales, enanas débiles y pigmeas. Mientras que existe una clasificación espectral bidimensional de las estrellas basada en dos índices: la temperatura estelar que determina las características fundamentales de su espectro; y la luminosidad. Actualmente hay más de 100 mil estrellas clasificadas por este sistema.

¿No es acaso un progreso en el sentido mismo del positivismo comtiano? ¿Entonces por qué el optimista francés, apóstol del progreso, fue tan determinante en su negativa?

Hay una especie de ceguera temporal, muy mediocre, en la que caen incluso algunas de las mentes más brillantes. Una especie de falacia ad novum o ad antiquetatem retorcida en la que piensan encerrados en sus propias coordenadas temporales como si no tuvieran en cuenta el porvenir o el universo muriera con ellos. También emerge una convicción a priori, que podría derivar en dogmas o axiomas sin otra base que la fe.

Somos animales de fe. La fe es condicionante de nuestra supervivencia, no sólo física sino hasta psíquica. Si no tuviéramos fe en que hoy no moriremos, muchos de nosotros no seríamos capaces de vivir por el miedo.

Filosóficamente la fe se define como una creencia religiosa, así que suplamos esta palabra por la simple creencia. Somos animales creyentes y la creencia se define como el compromiso en relación con una noción cualquiera.

Si pudiéramos materializar nuestro prejuicios y creencias, mezclados con deseos y falacias tendríamos una pirámide más alta que la Torre de Nemrod. La verdad de hoy es la mentira del futuro y nuestras certezas devienen polvo, anécdotas ridículas, profecías de cantamañanas.

Papías, supuesto discípulo del apóstol Juan previó un futuro utópico: Llegará un tiempo en el que…todos los animales, utilizando este alimento de la tierra (uvas), vivirán en paz y en armonía y estarán completamente sometidos al hombre.

Ya quiero ver a un tiburón comiendo uvas viviendo en paz con sus amigos peces y calamares como los tarados escualos de la película Finding Nemo. Joaquín da Fiore vaticinó que después de 1260 -inmediatamente después- llegaría una edad de paz y armonía.

Antonio Vieira esperó toda su vida, pues había profetizado que no moriría antes de que el rey de Portugal gobernara sobre todos los pueblos del mundo y Lisboa se convertiría en la Jerusalén terrestre como centro espiritual de una Cristiandad triunfante. Murió desencantado en 1697. Todavía hay masas que esperan la dictadura del proletariado como pensó Marx.

Roger Bacon, censurado por el papa por proponer estudios de química y matemáticas para conocer mejor la realidad, creía que el Islam desaparecería en el siglo XIII basado en la interpretación de un horóscopo árabe. Bacon aseguraba que la astrología era la rama más perfecta de las matemáticas y reflejaba el plan de Dios sobre la determinación universal. Han pasado 8 siglos y el Islam se mantiene como una de las religiones más populares en el mundo. Roger equivocó su planteamiento al correlacionar las seis religiones mayores de su época con los seis astros regidos por Júpiter. Claro, él pensaba que había siete astros, ahora nosotros pensamos que hay miríadas de ellos. Conocemos una porción mayor de la realidad, pero seguimos cometiendo una y otra vez falacias de correlación sin percatarnos de ellas.

Qué se tenga un corpus de conocimiento no significa que nos lleve a la sabiduría y mucho menos a la verdad. La ciencia no es verdad, es acción, investigación y modelaje. Las evidencias modifican las teorías aun cuando muchas de ellas se instauran mediante falacias ad hoc. Por eso, el científico debe cuidarse de afirmar algo tajantemente.

El brillante naturalista Edward Forbes descubrió y describió cientos de especies de medusas y equinodermos vivos y fósiles. Exploró y dragó las costas de Escocia e Irlanda. No era un bisoño, precisamente sino uno de los zoólogos más reconocidos de su época. Bien, pues Forbes, en 1840 propuso que por debajo de los 500 m de profundidad era imposible que existiera la vida. El mar era azoico, sin vida, un páramo acuático donde ninguna criatura podía sobrevivir a falta de luz y oxígeno. Parece lógico. El mar ha sido dividido en varias zonas según penetra la luz solar: la primera se extiende desde la superficie hasta 200 m de profundidad y recibe el nombre de zona eufótica La zona disfótica va de los 100 a los 200 m más o menos, y puede llegar en algunos lugares hasta los 1000 m. La zona afótica comienza a los 200 m y se amplía hasta los 4000 donde el agua ya no recibe ninguna luz. Bajo los 4 mil m se extiende la zona abisal. Si la fotosíntesis depende de la luz solar, y esta es la causa primaria de la oxigenación, las zonas afóticas son zonas anóxicas, parece entonces lógica la afirmación de Forbes.

Pues bien, en 1873, egregios naturalistas como Thomas Henry Huxley y Alfred Russel Wallace entre otros, planearon la expedición del buque Challenger con el objetivo de explorar los fondos marinos y avalar la teoría evolutiva. Con este viaje nació la oceanografía moderna al mando de Wyville Thompson. Navegando durante tres años, el Challenger exploró El Atlántico, el Pacífico, el Índico y el Antártico, descubrió la fosa de las Marianas y 4700 nuevas especies.

Tomó 19 años y 50 volúmenes publicar los resultados completos.

Las redes lanzadas a miles de metros de profundidad rebosaban de organismos, peces, moluscos, gusanos, equinodermos…había vida en las zonas más profundas. La teoría azoica se descartaba.

No es que existan falsos profetas solamente, es que nadie puede serlo si el tiempo no existe, si el tiempo y el espacio son intuiciones que nos sirven como coordenadas y las leyes físicas son el rigor que determinan las posibilidades de la materia. Pero la creencia es una diosa parásita, una garrapata mental.

Por sus frutos los conoceréis, reza el evangelio de Mateo. En él, Jesús clama También guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas. Quizá el maestro se mordió la lengua porque en el mismo Evangelio, cuando Pedro le preguntó cuándo aparecería el Hijo del hombre en el cielo, Jesús le contestó: “De cierto os digo que no pasará esta Generación hasta que todas estas cosas sucedan”. Bueno han pasado muchas generaciones y no sucedió…tal vez por esto los judíos consideran a Jesús como el más dañino de los falsos profetas.

Miles de voces defenderán el despropósito con falacias ad hoc en lugar de aceptar los hechos.

Cuando trabajaba en las librerías del viejo, me reía cuando acomodaba libros sobre el fin del mundo de forma cronológica. Todos decían más o menos lo mismo, fanfarrones al cesto del olvido.

En 1982 Pat Robertson, miembro de la Colación cristiana garantizó que a finales de ese año el mundo sería juzgado. Quizá fue juzgado por su abuela ya que enero de 1983 llegó y no hubo lamentaciones de almas, ni infiernos abiertos.

Doug Clark profetizó que los Estados Unidos colapsarían como imperio en 1976 y desaparecerían como estado. Hoy siguen rigiendo el dólar y jugando a las guerras. El fundador de los Santos de los Últimos Días fue un timador profesional. En 1835 juntó a su grey y les comunicó su conversación privada con el mismísimo Dios. Les auguró que Cristo regresaría en 56 años seguido por el fin del mundo. Smith fue linchado por una turba nueve años después.

Falsas creencias insertadas como caprichos pululan en cada humano que ha vivido en este loco mundo. Qué el vulgo habite emocionalmente de ellas, pase, pero las grandes mentes, los iluminados, los expertos…es el colmo.

Ahora, si las ciencias se constituyeran de hechos, serían una costumbre sin fundamento, pensaba Kant. La ciencia no sería valida, verdadera ni necesaria. Claro, Kant pensaba en la física matemática de su siglo, con su pretensión de axiomas y leyes universales. Pero, trasladar ese tipo de racionamiento hacia cualquier otro es un sesgo y un despropósito cuando se carece de argumentos y evidencias lógicas y racionales.

A veces no son los científicos sino los divulgadores que tergiversan y cantan desgracias exagerando los fundamentos.

En 1908, el astrónomo Daniel Walter Morehouse realizó un análisis espectroscópico del área brillante de un cometa. A partir de los resultados se infirió que el cometa estaba constituido por gases altamente tóxicos como el cianógeno. En 1910, el cometa Halley pasaría cerca de la Tierra y pronto, la tergiversación de ciertas opiniones se agrandó como bola de nieve y devino en paranoia. El fisiólogo Albert Dastré advirtió la posibilidad de que, si los gases de la cola de Halley se mezclasen con la atmósfera terrestre, el cianógeno se transformaría en ácido prúsico o cianhídrico causando la muerte de millones. En un artículo de periódico Camille Flammarion divulgó que la cola del cometa haría contacto con la Tierra el 18 de mayo. En enero aparecieron en el cielo tres cometas, el Drake, el Winnecke y el Daniel. Abundaron teorías y obsesiones. Entre febrero y mayo, varias personas se suicidaron en Valencia aduciendo el fin del mundo. En Estados Unidos, una mujer aterrorizada por la visita del cometa, se arrojó al mar desde el vapor Almirante Scheley ahogándose sin remedio. El cometa pasó y la humanidad no pereció.

Hegel anunció que con él acababa la filosofía y anunció el fin de la Historia (sic), concepto que retomó Fukuyama pensando en que la guerra cada vez sería más difícil en un mundo liberal y democrático (no te rías, lector), Foucault anunció la muerte del hombre y Arthur Danto la muerte del arte. Sin embargo, las guerras siguen, los hombres nacen, crecen, se matan y mueren poblando aún más el orbe, crean arte y como hormigas incansables caminan, escupen y ríen.

A finales del siglo XIX, Lord Kelvin afirmó que la física estaba acabada, que todo se entendía y que las teorías físicas habían alcanzado un grado de ley universal -sobre todo basándose en Newton como un modelo de bronce eterno. En pocas décadas su afirmación quedó ridiculizada con los espectaculares modelos de Einstein y la nueva mecánica cuántica. Hoy, los físicos conocen más y saben menos, se tienen más dudas, modelos casi demenciales sobre múltiples dimensiones y cosmologías que rayan en lo mágico. La física no sólo no acabó, sino que se convirtió en la ciencia más hermosa e impresionantemente especulativa.

Consideremos nuestras hipótesis, nuestras explicaciones, y antes de hablar, pensemos un poco. Y que la humildad nos ilumine para no asegurar sandeces pensando en que hemos llegado a verdades que no son sino un prejuicio más en el devenir de la marabunta humana.

Referencias

Comte, A. (1835). Cours de philosophie positive. Tome II. Discours sur l’esprit positif (No. Tome II). Classiques Garnier.

Delumeau, J. (2002). Historia del milenarismo en Occidente. Historia crítica, (23), 7-20.

Ralph, R. (1995). The Challenger Expedition 1872–1876: a visual index. The Natural History Museum, London: Historical Studies in the Life and Earth Sciences No. 2. 1994. Pp 198; illustrated.

Ruiz-Castell, P., Suay-Matallana, I., & Bonet Safont, J. M. (2013). El cometa de Halley y la imagen pública de la astronomía en la prensa diaria española de principios del siglo XX. Dynamis, 33(1), 169-193.

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Anuncian actividades por Muestra nacional de Imágenes Científicas

FOTO: Archivo

La Paz, Baja California Sur (BCS). Mediante una rueda de prensa se dio a conocer con representantes de diversas instituciones de educación que, se anunciaron que las actividades del evento a nivel local se desarrollarán los días 14, 15 y 16 de este mes, en la ciudad de La Paz, donde se incluye al poblado de El Triunfo; así como en Guerrero Negro y Loreto. Este año, 3 municipios del estado se suman como sede a la Muestra Nacional de Imágenes Científicas (MUNIC), proyecto de divulgación y comunicación de la ciencia que, en su edición 2022, está dirigido a incentivar a niñas, niños y jóvenes mexicanos en la producción de contenidos audiovisuales de carácter científico, educativo, tecnológico y cultural.

Las instituciones convocantes son la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (CIBNOR), el Instituto Sudcaliforniano de Cultura (ISC), el Consejo Sudcaliforniano de Ciencia y Tecnología (COSCyT) y la Secretaria de Turismo y Economía de BCS (SETUE).

La muestra incluye la proyección de contenidos audiovisuales en formato de cine, video, televisión y producciones multimedia, bajo los temas de salud, naturaleza y medio ambiente, al igual que ciencia y tecnología. Además, para el acto inaugural, que será a las 10:00 horas del viernes 14 de octubre en el Poliforo Cultural Universitario de la UABCS, se hará entrega de un reconocimiento especial a la Dra. Sara Díaz Castro, Directora del COSCyT, por su trayectoria como científica y divulgadora de la ciencia.

En el mismo marco, se impartirá la conferencia magistral Comunicando Ciencia en un mundo híbrido, a cargo de Deyanira Almazán, directora del Proyecto Chematierra, el cual pretende poner al alcance de niños, jóvenes y adultos el conocimiento básico de las ciencias de la Tierra y el espacio.

Sobre la cartelera, en el caso de La Paz informaron que las proyecciones se llevarán a cabo en el malecón costero, a un costado del muelle fiscal, y en la Sala de Proyección del Museo de Arte Contemporáneo; en el Triunfo, en las instalaciones del Centro Cultural; en Loreto en la Explanada Salvatierra; y en Guerrero Negro en la Extensión Académica de la UABCS. En cuanto a los horarios y contenidos, el grupo dio a conocer que pueden consultarse o descargarse directamente el programa a través de la página web de la Universidad, dentro de la sección Comunidad Universitaria.

En representación del CIBNOR, la jefa de Extensión y Divulgación Científica, Mtra. Cinthya Castro Iglesias, señaló que ha sido un gran esfuerzo interinstitucional el poder traer parte de esta valiosa muestra a BCS, destacando la presencia en la inauguración de la directora general de MUNIC, Roxana Eisenmann.

 Por su parte, el Prof. José Ángel García Borrego, subdirector del ISC, refrendó el compromiso y apoyo de la instancia cultural con este tipo de proyectos, destinados a difundir, pero también motivar en las generaciones más jóvenes, el conocimiento natural y científico que también forma parte de nuestro patrimonio como humanidad.

Finalmente, el Lic. Jorge Fuentes Maldonado, en representación de la UABCS, hizo la invitación a la ciudadanía a no perderse ninguna de las actividades del MUNIC 2022, pues hay material muy interesante que seguramente dará otra perspectiva y ampliará la visión global de quienes se den el tiempo de ver las producciones, concluyó el boletín de prensa.




Niñas y niños a la ciencia

FOTOS: Internet

Colaboración Especial

Ariadna Esmeralda Ávila García

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Se acerca el día del niño y de la niña y celebrarlo con ciencia es una gran idea. Como lo menciona la página de guía infantil, el acercamiento de las infancias a la ciencia, no es únicamente con el objetivo de crear científicos o científicas en un fututo o eliminar obstáculos en el aprendizaje, más bien, es por los beneficios a corto, mediano y largo plazo, que permitan formar niñas, niños, jóvenes y adultos con una perspectiva crítica, a partir del ensayo y error, la observación y la pérdida de miedo a la participación en ella, estimulando además la creatividad y el razonamiento lógico.

Estos acercamientos a la ciencia, se dan desde que los bebés nacen y están en contacto con experiencias científicas. Por ello, como adultos solo nos corresponde dar continuidad y no matar esta curiosidad innata. Como lo mencionala página de Educación inicial de la Fundación Carlos Slim, los niños necesitan dar sentido a lo que pasa a su alrededor, por ellos mismos. Es aquí, donde jugamos el papel más importante en este proceso, apoyando en el desarrollo de confianza, la motivación y compañía en motivar las primeras incursiones científicas. Siendo importante, a la par, permear para que cada vez las instituciones educativas sigan creando programas atractivos en ciencia para estudiantes desde edades tempranas, que permitan construir a través del juego teorías explicativas sobre la realidad, de un modo similar a como lo hacen los científicos.

Niñas y mujeres en la ciencia

De acuerdo con la UNESCO, las cifras del interés científico va en crecimiento, sin embargo, sigue siendo el género masculino, el que lleva los porcentajes más altos en interés científico, culminando en estudiantes matriculados a carreras de las disciplinas de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés), por ello, hay un particular interés en que se haga un esfuerzo en hacer una ciencia más equitativa, que fomenten el liderazgo de las niñas en este tema, teniendo como objetivos, mejorar la participación, la culminación y la continuación de las niñas y las mujeres en los las carreras y los estudios vinculados con este tipo de disciplinas, con miras a reducir las disparidades de género en estas profesiones en el futuro, reforzar la capacidad de los países para proporcionar una educación en materia de STEM sensible a las cuestiones de género que incluye la formación de docentes, los contenidos pedagógicos y la pedagogía y aumentar la concienciación en cuanto a la importancia de la enseñanza de las ciencia para las niñas y las mujeres.

Pero, ¿Cómo acercamos a los niños y niñas a la ciencia?

De muchas formas, porque para hacer ciencia, no necesitamos más materiales que los que tenemos en casa o incluso la despensa. Como lo menciona Liz Heinecke, en su libro Ciencia para niños, un laboratorio de ciencia no requiere ningún equipamiento especializado, ni productos peligrosos, ya que, podemos realizar experimentos interesantes para todas las edades. Incluso, en la actualidad podemos hacer mano de todos aquellos productos de desecho y por medio de experimentos divertidos, reciclar, de tal forma que aprendan y aprendamos sobre el cuidado del cuerpo, el crecimiento de las plantas, el sonido, el aire, el agua, el medio ambiente, entre muchos otros temas y así, podemos interesar en la ciencia no sólo a los niños, sino también a todas y todos aquellos relacionadas con las infancias.

Aunque, también existen otras formas además de hacer experimentos en casa, estas son, hacer actividades en familia (aquí algunas ideas), como ver la naturaleza, los animales, las plantas, la luna, las estrellas; visitar museos; acceder a los talleres locales de ciencia; buscar en las bibliotecas o librerías libros didácticos que llamen la atención, relacionados con el tema o revistas científicas para niños (aquí una lista); ver películas o series para niños con temas científicos; buscar aplicaciones, juegos o páginas relacionados con ella (aquí te dejo una); invertir en regalos que inspiren a jugar ciencia o a crecer con ella, inclusive microscopios y telescopios para edades tempranas, entre otras opciones.

Finalmente, te invito a que si eres mamá, papá, familiar, maestro, maestra o incluso estás en un puesto donde puedes hacer cambios sobre ciencia, facilites el acceso a ella a niños y niñas para crear una mejor sociedad ahora y en el futuro, por ello, te dejo una frase Edwin Powell Hubble,

Equipado con sus cinco sentidos, el hombre explora el universo que lo rodea y a sus aventuras las llama ciencia.

Bibliografía

Fundación Carlos Slim. Los niños y la ciencia. Educación inicial. Consulta 20 de abril de 2022.

Gun, J. (2006). Talleres de ciencia para la educacion infantil/ Science workshops for children’s education: Experimentos con materiales de uso diario al alcance del maestro. Editorial Trillas. 125p.

Heinecke, L. (2018). Ciencia para niños. Editorial Parramón. 144p.

Vélez, L. Cómo acercar la ciencia a los niños. Guía infantil. Consulta 20 de abril de 2022.

UNESCO (2022) La educación de las niñas y las mujeres en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). UNESCO.ORG. Consulta 20 de abril de 2022.