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Comunicación de la ciencia en BCS. La difusión sin difusión (I)

FOTOS: Archivos.

El Beso de la Mujer Araña

Por Modesto Peralta Delgado

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Hace 6 años, propuse al Tecnológico de La Paz crear un área de Comunicación, derivado de unas protestas en el informe del entonces director, Óscar Báez Sentíes. Yo buscaba trabajo y en una reunión con los directivos les comenté que —sin faltar a la ética y sin hacer milagros—, un Departamento de este tipo lograba generar una especie de vacuna contra el impacto de una imagen negativa, como estaba dándose en aquel momento. No quisieron. Alegaron falta de presupuesto, aunque las protestas en los informes de labores de sus directores han seguido.

Hasta la fecha, lo explico con esa analogía: el área de Comunicación —o Difusión— de una organización es una vacuna de inmunidad hacia la opinión pública. Refuerza la imagen positiva de la institución, de manera que cuando hay un escándalo o una mala que la afecta, no sólo tendrá cómo comunicar de forma rápida y eficiente cualquier posicionamiento o aclaración; además, ya habrá sembrado en la sociedad información positiva a través de comunicados de prensa y otros recursos. Supongo que, hasta la fecha, el Instituto sigue sin tener ese Departamento, si no, pensemos ¿por qué motivo recordamos más fácilmente al Tec de La Paz?, ¿porque allí se realiza alguna investigación innovadora o porque algunos estudiantes se convirtieron en el hazmerreír nacional cuando defendieron su ignorancia sobre lo que es una “fuente”?

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¿Cómo andamos en los medios y las universidades de BCS en cuanto a la comunicación de la ciencia? Más allá de que el lector/a adivine que no hay mucha —en efecto, así es: nada difícil la adivinanza—, ¿acaso sabemos algunos conceptos básicos y algunas de las controversias que rodean la divulgación científica? En este artículo dividido en dos partes, publicamos, primero, un panorama sobre lo local, para invitarte a seguir la segunda parte donde me enfocaré en los conceptos que envuelven esta importante tarea.

En CULCO BCS podemos presumir de ser uno de los escasísimos medios locales que realizan divulgación de la ciencia y de la cultura sudcalifornianos. “No es negocio”, nos decían algunas amistades al enterarse, hace casi 5 años, del propósito de fundar esta revista en línea. Es cierto que el aspecto económico, en medio de las propias dificultades del periodismo, no son el mayor aliciente, pero la satisfacción de ser un referente de hacer este tipo de periodismo bien vale la pena. Empecemos por notar, entonces, que prácticamente no hay medios locales, ni reporteros, que enfaticen la divulgación de la ciencia —ni de la cultura. Siempre es más popular el más reciente acribillado de la esquina que la aplicación que inventó equis equipo de universitarios.

Sin lugar para los divulgadores

Respecto a la difusión de las investigaciones que se realizan en las escuelas de nivel superior de la media península, el panorama tampoco es halagüeño. Sólo la Universidad Autónoma de Baja California Sur envía boletines de prensa, prácticamente a diario, entre los cuales se informa sobre desarrollos de tecnologías, entrevistas con especialistas o eventos académicos de importancia científica. Sin embargo, aún falta que la UABCS realice mayor vinculación con la sociedad, pues en muchos eventos hay nula presencia del público en general —suelen ser los mismos alumnos los que a veces se ven forzados a permanecer en ellos—, y probablemente aún falte que académicos compartan con la prensa ciertas percepciones o estudios acerca de la realidad sudcaliforniana.

Fuera de ahí, el resto de universidades locales brillan por su ausencia. Recuerdo que en algún tiempo la Unipaz enviaba a correos de los medios algunos comunicados de prensa… Y ya. Cabe aclarar que este artículo lo escribe alguien con casi una década activo en los medios, por lo que es probable que cierta información llegue a otros compañeros de la prensa y pareciera que habláramos superficialmente. Sin embargo, se viera y no se ve.

En una búsqueda rápida por las páginas web de universidades locales, se encuentran un par de revistas de la Universidad Mundial, aunque sobre investigaciones académicas y científicas no hay prácticamente nada. En este mismo punto de ¿qué estudian, qué investigan, qué desarrollan, qué inventan, qué hacen en las universidades de Baja California Sur? Ni una sola se defiende. El Tec de La Paz  o la Universidad Tecnológica publican “noticias” que es mera información interna o tienen años sin actualizar. Otras instituciones de nivel superior como Unidep o Unipaz no llegan ni a sección de “Noticias”, y otras ni a página web como la Universidad Católica o Universidad de Tijuana en La Paz.

FOTO: Archivo

Sería una tarea titánica para un reportaje ir de universidad en universidad, preguntando si tienen este tipo de área, por lo que aquí me refiero a lo que reflejan tantos las noticias de este tipo en medios locales, como el contenido de sus portales en línea. Tal vez existan personas en algún área de Comunicación o Difusión, pero su trabajo debería reflejarse públicamente. Comprendo —y lo sé por experiencia—, que dentro de las organizaciones a veces no se les da la suficiente importancia y presupuesto a estos departamentos, invisibilizándolo. Hay una creencia totalmente errónea de que cualquiera puede hacer ese trabajo o que es una frivolidad para la que no vale la pena el gasto. Nada más fuera de la verdad. Quizás —y a veces, ni así, como en el caso del Tec de La Paz—, hasta que un escándalo hace mella en la institución, se piensa en “quién” o “cómo” aminorar tal efecto: para eso, señoras y señores, existe esa área y debería estar en manos de profesionales.

Antes de terminar la primera entrega de este artículo, es preciso hacer un par de aclaraciones: el Departamento de Comunicación o Difusión de una escuela de nivel superior, no sólo hace o debería hacer divulgación de la ciencia, pero es un área por demás pertinente para realizarla. Tan importante es la emisión de comunicados de prensa, que si no mandan, a veces nadie se entera siquiera que existen. Y otra aclaración es que la comunicación de la ciencia y la cultura se puede valer de otros recursos como revistas especializadas y medios audiovisuales. Lo notable es que poco o nada se hace al respecto a nivel local. Alguien podría alegar que en las universidades, más que hacer ciencia, se prepara académicamente a las y los estudiantes, pero entonces ¿no hay trabajos tan buenos que merezcan difusión? ¿No llevan a cabo experimentos, proyectos de innovación, avances de investigaciones o tesis de interés público? Si no se privilegia el conocimiento científico, entonces, ¿qué es lo que más están promoviendo? En cualquier caso, falta más difusión de la difusión.

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.




¡GRACIAS! CULCO BCS cumple un año. ¿Quiénes somos y qué hacemos?

La Paz, Baja California Sur (BCS). CULCO BCS —Cultura y Comunicación de Baja California Sur— hoy cumple un año de estar en vivo en la Internet; esta revista digital nació el 11 de octubre de 2016, bajo la dirección del escritor y periodista Modesto Peralta Delgado, apostando por un periodismo de vanguardia. Poco a poco hemos crecido en la aceptación del público —especialmente jóvenes y adultos, estudiantes y profesionistas—, y queremos darle las gracias por seguirnos en nuestras redes sociales y haber compartido nuestros artículos.

¿Qué hacemos?

CULCO BCS es una revista digital centrada en tres tópicos generales y principales: Cultura y Entretenimiento; Deportes; y Educación y Sociedad. Nos proponemos tener, al día, al menos un artículo de expertos, un texto exclusivo y tratado con profundidad, además de noticias relativas al mundo del deporte y la cultura en BCS, así como de la Ciudad de La Paz. Queremos ser una plataforma del acontecer cultural en Baja California Sur y un referente de información de calidad.

A pesar de no ser un medio de nota roja, nos hemos preocupado por el tema de la inseguridad en BCS, y con todo y ser una nota del año pasado, hasta la fecha, el artículo Max Rodríguez, informar desde la sangre; ¿cuántos ejecutados van en BCS? sigue teniendo el récord como nuestra publicación más vista y compartida, con más de 7 mil visitas y casi 450 compartidas. El artículo mereció a Peralta Delgado obtener en este año el Premio Estatal de Periodismo en la categoría de Entrevista; y compartiendo la experiencia de este trabajo, el mismo autor fue invitado a participar en el libro Romper el silencio que se presentará el 21 de octubre en la Feria del Libro del Zócalo.

Como medio, nos preocupa y nos ocupa el trágico tema de la violencia en las calles y hacia el gremio periodístico, asunto desgraciadamente vigente, por lo que lamentamos tanto la muerte del periodista Maximino Rodríguez como de los once periodistas que, a la fecha, se contabilizan como asesinados en todo México. Insistimos en no ser un medio de nota roja, pero la violencia ha merecido artículos de fondo como Feminicidio en Baja California Sur. La violencia nuestra de cada día (III) de la investigadora Lorella Castorena Davis; y, claro, lo consideramos, lamentablemente, como parte ya de nuestra cultura.

¿Quiénes somos?

Nuestra revista ha contado con la colaboración de especialistas en diferentes tópicos, colaborando con artículos exclusivos. Agradecemos a todos y cada uno de los que han aportado su pluma y sus ideas, y destacamos aquí sólo algunos de sus textos, considerando ser de los más vistos, y sus firmas, de las más constantes. La farsa del pozo de La Ardilla es una de las publicaciones más leídas del abogado Arturo Rubio Ruiz, quien a través de su sección Ius et ratio, de forma valiente y argumentada, desmenuza temas de política, justicia y sociedad.

¿Ovnis en La Paz?; ¿Qué hay de cierto en los avistamientos recientes? del académico Miguel Ángel Norzagaray Cosío, es su nota más leída, en los temas de astronomía; así, presumimos de contar con textos de divulgación científica en los que ha participado también Marián Camacho, quien dentro de varias —y divertidas— aportaciones, también fue crítica y sensible con el tema La Paz, capital de los científicos marinos desempleados.

Reseñando estrenos de películas en La Paz, Marco A. Hernández Maciel ha desarrollado un estilo interesante, que puede leerse en colaboraciones de espléndida factura como “Logan”, un Wolwerine salvaje y brutal; y en la literatura, el reconocido escritor Ramón Cuéllar Márquez ha reseñado libros sudcalifornianos —y de otras partes del país— en textos como “Perlas negras”, el primer libro de Luis Fernando Gómez Cota. Aunque admitimos que aún nos falta desarrollar más temas de deportes, también nos hemos dado el lujo de hablar de destacadas figuras sudcalifornianas como en Uno de los jóvenes más fuertes del mundo vive en La Paz; es Raúl Manríquez y Aranza Vázquez Montaño, la chica de oro de la selección de clavados de BCS, entre otros.

Varios han sido los colaboradores, y alargaríamos este artículo poniendo sus textos, sin embargo, queremos agradecerles infinitamente a todos y cada uno de los expertos y amigos que han enviado sus artículos: Gladys Navarro, Raúl Cota Álvarez, Juan Carlo Vázquez Ibarra, Laura Cruz Reyes Mendoza, Rebeca Olachea Pérez, Rubén Olachea, Yaroslabi Bañuelos Ceseña, Pablo Reynosa, Beiren Esliman y Pablo Rodrigo Diestro Canal; así como a Blanca Rojas, a cargo del desarrollo de esta página web. Aún seguimos invitando a otros valiosos elementos, esperando contar seguir ofreciendo calidad en los contenidos.

De nuevo, mil gracias a nuestros colaboradores y a nuestros lectores, y a quienes han permitido contar sus historias. Seguirás teniendo noticias de nosotros. CULCO BCS ES IDENTIDAD SUDCALIFORNIANA.




¿Una tormenta solar fuerte es capaz de causar un terremoto?

FOTOS: Internet.

Científicamente divertido

Por Miguel Ángel Norzagaray Cosío

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). En los años que tengo como divulgador, poco a poco la gente identifica esta labor y por lo mismo acuden a su servidor para contestar algunas dudas. En ocasiones aisladas y en otras motivadas por algún evento astronómico, sea cierto o falso. Lo mismo preguntan por una cotidiana conjunción planetaria que por el planeta Nibiru, tan falso como famoso. En general, es fácil dar respuesta la mayoría de las veces, por fortuna, ya que las dudas suelen deberse a un desconocimiento de un fenómeno y en algunos casos también a la metodología de la ciencia. Esta última es posiblemente la más complicada de hacer entender y de lo que más se aprovechan los charlatanes.

El caso más reciente se ha vivido a raíz de los terremotos que se han sufrido en México, en estados del centro y sur.  Ya son múltiples las solicitudes de comentario/explicación sobre los pronósticos de un autonombrado investigador científico que insiste en que los temblores han sido causados por tormentas solares. Aunque el asunto no me deja muchas dudas, tuve que elaborar una respuesta desde el primer momento, misma que he replicado y reeditado para cada persona o lugar donde he tenido que repetirla.  Aprovecho este espacio de CULCO BCS para ampliar el tema y explicar mi opinión al respecto.

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Nuestras ideas, causa y efecto

Si ponemos agua en una olla, la ponemos en un quemador de la estufa y lo prendemos, en un rato más estará caliente. El causante del aumento de temperatura ha sido el fuego debajo de la olla, prendido por cierto tiempo. La causa y el efecto en este caso son innegables. Pero supongamos que no fuimos nosotros los que calentamos el agua en la estufa, sino que encontramos una olla con agua caliente en la mesa de la cocina. Podemos pensar que la calentaron en la estufa, pero esta no es la única posibilidad: pudieron tomar el agua de la llave del agua caliente, calentarla con un cautín o se calentó al Sol de verano y la acaban de meter a la casa. Incluso se pudo haber calentado el agua en una calentadora y luego la vertieron en la olla. Incluso puede no ser agua y es ácido con agua, que se calienta naturalmente. En fin, puede haber tantas posibles razones como imaginación tengamos.

Cada una de estas ideas la llamamos hipótesis y si es de nuestro interés conocer la verdad será necesario someter cada una a diversas pruebas para apoyarlas o descartarlas. Podemos pasar la mano por la estufa y si un quemador sigue caliente la sospecha de que ese fue el método empleado aumenta pero no es definitivo, tal vez alguien calentó otra cosa. Si es de noche, queda descartada la idea del Sol. El ejemplo es simplista pero sirve para ilustrar que es necesario pensar en más de una posible causa antes de casarse con nuestra explicación preferida.

Posteriormente faltará que alguien más repita la comprobación de hipótesis para que haya terceros que de manera independiente comprueben nuestros resultados. Esto es indispensable para ir consiguiendo poco a poco el consenso y generar teoría científica aceptada cada vez más.

De manera natural, buscamos respuestas a muchas cosas y nos gusta cuando el culpable es nuestro villano favorito o el autor de la hazaña es nuestro héroe preferido. En ese momento nuestras ideas apoyan inconscientemente una hipótesis y la privilegiamos irracionalmente.  Quien más se apega a una hipótesis de esta forma, menos facilidad tendrá para encontrar la verdadera causa de algo pues ya tiene una razón que le gusta o conviene y que apoya su forma de pensar.

Esto es bien conocido de la gente que cree en conspiraciones. Por ejemplo, aquellos que aseguran que las farmacéuticas ya tienen la cura contra el cáncer y que no lo quieren dar a conocer para seguir vendiendo medicinas caras y están coludidos con los gobiernos. Quienes creen en esto, es casi imposible convencerlos de lo contrario. Además, las grandes corporaciones y el gobierno son de los ‘villanos favoritos’, de lo mejor para culpar sin discutir.

Ese mismo proceso mental es del que se aprovechan los charlatanes para convencer a muchos de sus ideas. Bien se sabe que cuando alguien cree a ciegas en una conspiración, queda predispuesto para creer en otras. En nuestra época es pan de cada día y ejemplos notables son los que alegan que la Tierra es plana. Mucho tema para otra ocasión.

De la misma manera, los terremotos pueden tener diversos orígenes y cada hipótesis que se plantee debe revisarse a fondo antes de aceptarse. Creerle a alguien porque habla con tono de que sabe no es razón suficiente.

Los métodos de la ciencia no son naturales, se han ido perfeccionando y son la metodología que mejor garantiza que el verdadero investigador no tomará decisiones sesgadas por sus ideas personales.

Casualidad y causalidad

El hecho de que dos fenómenos aumenten y disminuyan al mismo ritmo no implica necesariamente que estén asociados. En muchos casos las casualidades más extrañas pueden ocurrir, como la de la gráfica siguiente, que muestra los lanzamientos de vuelos no comerciales con la cantidad de doctores graduados en Sociología en los Estados Unidos. Como estas dos hay gran cantidad de información cuyo comportamiento es similar pero no tienen ninguna relación. Esto significa que se debe estar muy atentos a cuando dos fenómenos están correlacionados y determinar cuándo es cosa de la casualidad y no de una verdadera causalidad.

Tormentas solares

De toda la radiación solar que llega a la Tierra, la mayoría es desviada por el campo magnético terrestre, que es una burbuja que llamamos magnetósfera. Llamamos tormentas solares a una perturbación temporal de la magnetósfera terrestre ocasionada por viento solar o masa coronal solar eyectada. La masa coronal es la que puede causar problemas en los sistemas de comunicación, dependiendo de la orientación con que el campo magnético en el que viaja llegue a la Tierra.

La eyección de masa ocurre cuando dos campos magnéticos opuestos se acercan y ocurre lo que se llama reconexión magnética, que sucede en las llamadas regiones activas, asociadas con grupos de manchas solares.  No toda mancha forma una región activa, pero toda región activa sí está asociada a un grupo de manchas. Las manchas tienen un ciclo de once años. La cantidad de manchas aumenta y disminuye en este periodo.  En este momento la actividad de manchas se está reduciendo, vamos hacia un mínimo de actividad y posteriormente subirá de nuevo para alcanzar el siguiente máximo, y así sucesivamente.

Como consecuencia, hay un incremento de tormentas solares cada once años. En la época del mínimo de regiones activas casi desaparecen y es posible que durante semanas no haya ninguna mancha y mucho menos tormentas solares. El mínimo anterior fue en 2009, que marca el inicio del actual ciclo, el ciclo 24. El máximo de actividad ocurrió en 2014-2015 pero mucho menos intensa que en el ciclo pasado. Ahora vamos hacia el mínimo, que se espera en 2019. Este ha sido un ciclo poco activo, comparado con los previos.

Un fenómeno que de manera evidente es consecuencia de las tormentas solares son las auroras boreales, causadas por la llegada del viento solar y su interacción con la magnetósfera terrestre, que va acumulando partículas con carga eléctrica (iones). Esto está muy bien estudiado. Una vez que la magnetósfera está saturada, libera partículas que interactúan con la ionósfera y se producen las auroras boreales y australes, dependiendo de la época del año. La intensidad de las auroras depende de la cantidad de flujo de radiación solar. Para nuestra fortuna, la magnetósfera no permite el paso de los campos magnéticos hasta la superficie. De la misma manera, otras capas atmosféricas bloquean otros tipos de radiación solar.

Relación con los terremotos

En el caso de que las tormentas solares fueran la causa de los terremotos, debiera ocurrir que estos fenómenos sísmicos aumentan y disminuyen siguiendo un patrón similar al del ciclo solar. A mayor actividad solar más sismos y viceversa. Al menos debiera notarse en la intensidad, pero lo que se encuentra es que los terremotos no tienen ningún patrón que se asemeje al del ciclo solar. Son igual de frecuentes en todos los años, independiente de si el Sol está en mínimo o máximo de actividad. La conclusión evidente es que no hay relación alguna entre tormentas solares y terremotos.

La siguiente gráfica muestra los terremotos de 2008 (año de mínimo) y los de 2015 (año del máximo). Sólo aparecen los de magnitud mayor a 4. No hay gran diferencia, como puede verse, aunque la cantidad de tormentas sí varió sustancialmente. En efecto, hubo una gran tormenta solar los primeros días de septiembre, pero todo indica una casualidad y no una causalidad. Fue el día 6 y llegó a la Tierra horas después que el terremoto del día 7 en Oaxaca.

Cualquiera que sin una metodología replicable pretenda pronosticar terremotos a partir de la información de tormentas solares no tiene idea de la manera cómo trabaja la ciencia.




¡Alerta! Los científicos choyeros se van a escapar

Imágenes: Internet.

SudcaliCiencia

Por Marián Camacho

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Tal vez usted no lo sepa, querido lector, pero Baja California Sur tiene el enorme orgullo de encontrarse en el cuarto lugar, a nivel nacional, con respecto al número de investigadores con conocimientos científicos y tecnológicos dentro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) en relación a cada 1,000 individuos de la población económicamente activa. Es decir, ya hay varios científicos de BCS sobre interesante proyectos.

El SNI contribuye a la formación y consolidación de los científicos del más alto nivel en México como un elemento fundamental para incrementar la cultura, productividad, competitividad y el bienestar social. Es decir, pertenecer al SNI es uno de los mayores reconocimientos que un investigador puede adquirir en nuestro país. Por lo tanto, que la pequeña Baja California Sur (en cuanto a población) esté sólo detrás de la Ciudad de México, y de sus vecinos, Morelos y Querétaro, es algo digno de reconocerse y celebrarse.

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La investigación de alta calidad que se genera en nuestro Estado, se lleva a cabo principalmente en los siete centros de investigación y siete posgrados (maestría y doctorado) considerados dentro del Padrón Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT). Entre los Centros de Investigación, con estudiantes de posgrado, destacan la Universidad Autónoma de Baja California Sur, el Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (CICIMAR) del Instituto Politécnico Nacional, el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (CIBNOR) y el Instituto Tecnológico de La Paz (ITLP).

Sin embargo, a pesar de estos buenos resultados, existe una situación que tristemente empaña la realidad sudcaliforniana.

BCS no invierte en divulgación científica

De acuerdo a una entrevista realizada a la doctora Laura Mónica Treviño Carrillo, directora general del Consejo Sudcaliforniano de Ciencia y Tecnología (COSCyT), Baja California Sur es el Estado que menos presupuesto le dedica a la comunicación pública de la ciencia, por lo que existe una gran necesidad de impulsar la ciencia, la tecnología y la innovación a través de actividades que refuercen su apropiación social.

Esta situación es realmente grave, porque el acercamiento de la ciencia a la sociedad es un compromiso que los científicos debemos tener como una prioridad y uno de los fines últimos después de la generación de nuevo conocimiento. La importancia de la comprensión de conocimiento científico para la humanidad ha sido maravillosamente explicada por el famoso divulgador Carl Sagan en varios de sus libros y entrevistas. Aquí unas infografías al respecto.

Semana  de escape

En este sentido, los centros de investigación y posgrado en BCS llevan a cabo, cada año, un evento denominado Semana del Posgrado en Baja California Sur. En el cual, durante cinco días, los científicos de BCS dejan sus laboratorios (en edificios o en el mar) para acercarse a la comunidad sudcaliforniana y platicarle, de una forma muy sencilla, sus proyectos de investigación.

La Semana del Posgrado en Baja California Sur tiene dos grandes objetivos: uno, promover un espacio para la divulgación de los resultados de investigación de los estudiantes. Esto se logra a través de exposiciones de carteles, videos, entrevistas en radio y ponencias orales, donde se abordan críticamente temas relacionados con las áreas de acuicultura, biología y ecología marina, oceanografía y ambientes costeros, pesquerías, bioeconomía, biología y ecología terrestre, ciencias agropecuarias y zootécnicas, biotecnología, administración, ciencias sociales y humanidades, y sistemas informáticos.

La segunda es potenciar el intercambio de experiencias y conexiones entre pares. Esto quiere decir que hay una oportunidad para que los investigadores se conozcan entre sí y lleven a cabo conexiones que les permitan colaborar en conjunto para realizar posibles investigaciones futuras.

A lo largo del tiempo, la Semana del Posgrado en Baja California Sur ha comprobado tener un impacto positivo tanto en los programas de posgrado y alumnos; como con la comunidad sudcaliforniana y los sectores social y productivo.

Finalmente, podemos ver a esa Semana como una oportunidad maravillosa para escuchar a todos estos científicos que nos comparten sus increíbles proyectos para hacer de este mundo, un mundo mejor (sí, aunque suene muy romántico). Da click aquí para ver más información de la XVII Semana del Posgrado en Baja California Sur 2017.




El periodo romántico de la astronomía

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Urano. Imágenes: Internet.

Científicamente divertido

Por Miguel Ángel Norzagaray Cosío

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Tenemos la costumbre de ponerle nombre a todo. Esto incluye los periodos históricos, como El Renacimiento, el Medievo y muchos otros. En el caso de la historia de la astronomía, también sus diversas etapas han sido separadas y (etiquetadas) nombradas dependiendo de la manera de ser desarrollada o por otras causas. Existe el llamado periodo romántico y lo mencionaremos brevemente, aprovechando la fecha. Cabe aclarar que, al ser una ciencia, objetiva como cualquiera, romanticismo como tal no aparece, sólo los que nos movemos en estas aguas somos capaces de ver algo romántico, así como aquellos que en serio buscan ese extra en todas las cosas. Sirva también este breve texto para hacer ver que, en ocasiones, a los científicos les gana su naturaleza humana oportunista y chapucera.

Antes del romanticismo ¿qué?

En esta época, unos 50 o 60 años previos a 1800, hubo una evolución de la manera de desarrollar algunas ciencias. La formalización y el deseo de realizar descubrimientos empleando principalmente la observación y la razón. Fue la época productiva de la familia Herschel, que dedujeron la forma lenticular de la Vía Láctea, nuestra galaxia.

En este periodo también se descubrió el planeta Urano, que ya había sido observado y aparecía en diversos mapas celestes como una estrella. Es curioso que fue el primero en descubrirse, pues los anteriores ya eran conocidos desde la antigüedad, por ser visibles fácilmente a simple vista. Por ello, Herschel obró con cautela y anunció un nuevo cometa. Noches de observación revelaron un disco bien definido y una órbita lenta para ser cometa, así que se admitió como el séptimo planeta del sistema solar. ¿Habrá otros? Era una pregunta válida.

La independencia con la que la astronomía comenzó a desarrollarse, alejada de influencias no naturales (cosas metafísicas o de orden religioso) la hicieron blanco de ataque de diversos grupos, particularmente de algunos filósofos positivistas, que creían razonable que fuera imposible poder conocer jamás la composición química de las estrellas, decían que sólo sería posible conocer sus distancias y posiciones geométricas.

El romanticismo

Luego de trabajar de manera racional ante todo, e incluso de exagerar en esta postura en algunos casos, rechazando otros métodos, comienzan los intentos por hacerlo a un lado tal racionalismo y llega el periodo romántico. Es un intento por hacer descubrimientos con mayor libertad, sin estar encasillados con un método único. Una apertura en la forma de desarrollar, que llamaba mucho la atención en las nuevas generaciones de astrónomos y científicos de ciencias afines.

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Los descubrimientos de esta época son muchos: catálogos más detallados de miles de estrellas, el periodo orbital de muchos cometas, la luz ultravioleta, la distancia de la primera estrella o el movimiento del Sol en la galaxia. Muchos pasaban horas observando el cielo y cotejando cartas celestes, tratando de descubrir otro planeta o algún fenómeno nuevo.

El polémico descubrimiento de Urano

De los más notables, y que habla de la manera como algunas cosas se desarrollaban, fue el descubrimiento del planeta Neptuno. Tras ser descubierto Urano, muchos comenzaron a observarlo y a comprobar las Leyes de Kepler del movimiento orbital, que todo planeta cumplía a excepción de Mercurio. De gran utilidad fueron las tablas astronómicas de Bouvard, que incluían la órbita de Urano.

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Urano.

Poco tiempo se necesitó para que encontraran que Urano no cumplía del todo con las famosas Leyes del movimiento, así que surgieron diversas hipótesis incluyendo la posibilidad de que estuvieran incorrectas las Leyes de Newton, particularmente la del inverso del cuadrado. La hipótesis de mayor peso fue que otro objeto lo estaba perturbando, tal vez otro planeta no descubierto aún. A partir de la segunda ley de Newton, Le Verrier calculó en 1846 la posición aproximada de nuevo objeto y Johann Galle, en el observatorio de Berlín, lo encontró el 23 de septiembre, la misma noche en que se recibió la solicitud de Le Verrier, a un grado de distancia de la estimación. Fue llamado Neptuno, primer planeta descubierto primero en el papel. Al igual que Urano, ya había sido observado desde al menos dos siglos antes y lo habían incluido en mapas celestes, como “34 Tauri”.

El problema mayor fue la disputa entre francés e ingleses por adjudicarse el descubrimiento. Un año antes de Le Verrier, John Adams ya había hecho cálculos de su posición. El joven matemático inglés, hijo de granjeros, se entrevistó con el astrónomo James Challis, director del observatorio de Cambridge, para que buscara el nuevo planeta en la dirección estimada. Challis dio poca importancia al trabajo y se lo quitó de encima dándole una carta de recomendación para que fuera a buscar a George Airy, astrónomo real. Adams no lo pudo ver jamás y lo único que hizo fue dejar sus cálculos en casa del importante personaje.

Tiempo suficiente para que Le Verrier y Gaulle descubrieran Urano. Curiosamente, Le Verrier también había acudido con James Challis, quien de nuevo se desatendió del asunto.

Una vez que se supo que los alemanes habían encontrado el nuevo planeta a partir de cálculos de los franceses, los ingleses comenzaron lo que sería una larga alegata con respecto a la prioridad del cálculo de Adams. Se trata posiblemente del mayor pleito que se ha dado en el mundo de la astronomía por la autoría de un descubrimiento.

En esa época, se optó por adjudicar el descubrimiento tanto a Adams como a Le Verrier, pero la historia no terminó ahí. Se sabe que quienes trataban de encontrar información al respecto en los archivos históricos ingleses encontraba que la información oral mencionaba al matemático Adams como el que sufrió una injusticia que fue resarcida adecuadamente.

La verdad sale a la luz

Esta imagen comenzó a cambiar a mediados del siglo XX, cuando ciertos documentos que se habían mantenido en secreto salieron a la luz. En 1954, el astrónomo Marshall Smart recibió algunos papeles que fueron revisados por Rawlins, quien anunció que los ingleses habían falseado algo de la información.

No todos los documentos estaban en dicha colección. Algunos sabían de un expediente llamado archivo Neptuno guardados en la biblioteca del observatorio de Greenwich. Curiosamente, esta información era negada cada que se solicitaba. Todo indica que el archivo había sido solicitado por un astrónomo que olvidó devolverlo y que se había mudado varias veces a diversos países y se encontraba trabajando en cerro Tololo, Chile. Tras morir de un ataque cardiaco, el observatorio de Greenwich fue informado y Adam Perkins fue a Chile, donde encontró el expediente perdido.

De los documentos se supo que Adams no era un matemático de bajo perfil, sino bien conocido y que sus resultados originales distaban 20 grados de la posición de Neptuno. Tras leer los de Le Verrier modificó los suyos.

Luego de este descubrimiento, quedan muchas preguntas. ¿La figura de Adams fue utilizada por ser un matemático notable para urdir un fraude? ¿Estaba Adams consciente de esto? ¿Quiénes idearon tal mentira?

Aún falta investigar algunas cartas personales de la época, pertenecientes a la familia Herschell, que hace pocos años se supo que existían. Por lo pronto, lo más importante es que ahora sabemos que quien descubrió Neptuno fue Le Verrier.

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Le Verrier.