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Tramo La Paz a Ciudad Insurgentes de la carretera transpeninsular

Explicaciones Constructivas

Noé Peralta Delgado

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Los conductores del municipio de Comondú que vamos seguido a la ciudad de La Paz en Baja California Sur, y también los que salen desde esta ciudad hacia el norte del estado, nos hemos dado cuenta de que al ir saliendo de la zona urbana los anuncios federales y algunas espectaculares, nos indican hacia qué localidad nos estamos dirigiendo y también la distancia que tendremos que recorrer.

La carretera federal que atraviesa el estado de Baja California Sur es la denominada carretera Número 1, y administrativamente hablando, está repartida en 5 tramos que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes dividió para su mantenimiento por cuadrillas en los tiempos en que el gobierno federal era el encargado de su reconstrucción. Como una regla oficial y no escrita, se recomendaban que los tramos fueran de una distancia aproximada de 200 kilómetros, y que fueron enlace entre dos poblaciones importante para que en cada extremo se construyera una residencia de conservación de carreteras o un campamento para que las cuadrillas de conservación pudieran tener alojamiento y comida, durante los trabajos requeridos.

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Los cinco tramos carreteros van de sur a norte y se enumeran de la siguiente manera:

  1. Tramo Cabo San Lucas a La Paz con 217 kms.
  2. Tramo La Paz a Ciudad Insurgentes con 236 kms.
  3. Tramo Ciudad Insurgentes a Loreto con 120 kms.
  4. Tramo Loreto a Santa Rosalía con 197 kms.
  5. Tramo Santa Rosalía a Guerrero Negro 221 kms

De todos los tramos mencionados anteriormente, en todos se cumple la regla de la distancia propuesta para su adecuado recorrido de mantenimiento. La única excepción a la regla es únicamente el tramo que va de Ciudad Insurgentes a Loreto.

Pero volviendo al tema de los campamentos y las residencias de conservación, se tiene que la localidad de Ciudad Insurgentes, a pesar de ser un punto importante en el cambio de tramo no cuenta con infraestructura para tener ni siquiera un campamento, y es que en la vecina cabecera municipal de Ciudad Constitución está la residencia de conservación que da mantenimiento a todos los tramos comprendidos cerca del municipio de Comondú y Loreto.

De las localidades mencionadas en cada tramo, se tiene que Cabo San Lucas, La Paz y Santa Rosalía tienen una residencia de conservación mientras que Loreto y Guerrero Negro tienen campamentos; y la residencia de conservación que tocaría en Ciudad Insurgentes se encuentra en Ciudad Constitución. El motivo de este cambio se desconoce, pero creemos que, al construir la carretera transpeninsular allá en la década de los setentas, ya se perfilaban como municipios pioneros del ya casi formado estado constitucional de Baja California Sur: Mulegé, Comondú y La Paz; donde Ciudad Constitución ya tenía la población más importante en el valle de Santo Domingo en aquel entonces.

Pero el honor de indicar a Ciudad Insurgentes se lo lleva en la cantidad de anuncios que están sobre la salida de carretera de La Paz hacia el norte, donde en una gran mayoría se menciona como punto de referencia. Si vamos a la altura de la cola de ballena y del entronque a San Juan de la Costa, hay anuncios federales de gran tamaño indicándonos que la población próxima es precisamente Ciudad Insurgentes.

En alguna ocasión, un presidente municipal comundeño me preguntó el porqué de la salida en carretera de La Paz hacia el norte (en aquellos tiempos), no se mencionaba a Ciudad Constitución, siendo esta la población más importante que sigue en el tramo carretero, y la razón es que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes a nivel central, después de La Paz, esta Ciudad Insurgentes y toda la nomenclatura de gran tamaño se concursaba tomando en cuenta dicha localidad.

Cuando el conductor del vehículo transita por primera vez desde La Paz hacia el norte como Loreto o Santa Rosalía, es muy posible que tenga en mente, y por los anuncios que ve en la carretera, que Ciudad Constitución es un pueblo muy poco importante, pero eso no es nada, comparado que una vez encarrerados en la recta larga, se van de paso en Ciudad Insurgentes y termina en La Purísima en lugar de Loreto.

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Hoteles pioneros en el Turismo Carretero sobre la transpeninsular 

Explicaciones Constructivas

Noé Peralta Delgado

 

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Este año se cumplen 50 años de la inauguración de la carretera Transpeninsular Benito Juárez ó también oficialmente denominada carretera Federal Número 1 de la República Mexicana; y con este festejo viene mucho de la historia de la península de Baja California, que con la creación de esta verdadera columna vertebral dio origen a la comunicación a todo lo largo de esta región con el resto de México.

El año de 1973, pasará a la historia de los habitantes de la península, porque fue el año donde cualquiera que quisiera, pudiera transitar los poco más de 1,700 kilómetros que tiene de longitud, y ser un detonante en todos los aspectos económicos para estas hermosas tierras que los españoles denominaron las Californias, en su intento de colonización a través de los misioneros jesuitas.

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El gobierno federal del presidente Luis Echeverría Álvarez, en el periodo de 1970-1976, se propuso en su inicio dotar a la península de Baja California, de una carretera pavimentada que pudiera permitir el tránsito de automóviles y los tractocamiones para abastecer a sus poblados de insumos.

Lo que pocos saben es que, junto con la inauguración de la carretera pavimentada, el gobierno inició al mismo tiempo la construcción de hoteles en lugares estratégicos, para que los conductores pudieran descansar o comer los alimentos en los recorridos tan distantes, pero sobre todo impulsar un turismo carretero como pasa en las carreteras del oeste de la unión americana.

Esta inversión se hizo con recurso federales propios, de la recién creada dependencia llamada Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR), y que después de hacer un análisis de distancias y puntos estratégicos se crearon 5 hoteles en igual número de lugares, 2 en el territorio Norte y 3 en el territorio Sur de la Baja California.

De norte a sur, se construyeron en Ensenada, Cataviña, Guerrero Negro, San Ignacio y finalmente en la capital histórica de la Californias, el puerto de Loreto. Todos estos hoteles siguieron un modelo arquitectónico semejante a los moteles que se construyen en su momento en los estados de la unión americana que tiene paisajes solitarios de caminos, incluso viene a nuestra memoria películas clásicas como Psicosis, donde el malvado Norman Bates aprovechaba su hotel para sus crímenes.

Cataviña

Ensenada

Guerrero Negro

Loreto

San Ignacio

Pero volviendo a cadena de hoteles creada por Fonatur, tenemos que poco después de la inauguración de la carretera transpeninsular, se inició la construcción (creemos que al mismo tiempo) de los 5 puntos escogidos para los hoteles, y que según investigamos en la página del INAI referente a Fonatur, el 9 de octubre de 1969 se fundó la empresa gubernamental llamada Terrenos Recreo S.A. la cual se le entregó el dominio de los terrenos donde estaría ubicados los hoteles, mientras que su operación y mantenimiento se le entregó ahora si, a una dependencia nueva denominada Nacional Hotelera de Baja California S.A. y que se creó mediante acta protocolizada y escritura pública número 28436 de Notaría Pública número dos del Distrito Federal el día 31 de agosto de 1977. Ya durante los cambios de sexenios como siempre sucede, la operadora de administración y mantenimiento fue cambiando de nombre, hasta llegar el día 8 de mayo del 2008 que toma su nombre actual denominado Fonatur Mantenimiento Turístico S.A. de C.V.

En la década de los ochentas y los noventas, fue su esplendor y su apogeo de la cadena hotelera que fue llamada Hoteles La Pinta, y eran un referente de viaje que se hacían en el largo y solitario trayecto de la carretera transpeninsular; incluso se construyeron pequeñas estaciones de servicio de gasolineras con pequeñas tiendas de abarrotes. Muchas anécdotas se platican de personas (sobre todos lugareños) que transitaban y con sueño por el largo manejo de sus automóviles, dormían al aire libre afuera de las gasolineras, porque no tenían para pagar una habitación del hotel, mucho menos para el restaurant, y temprano con unos burritos paseados en el estómago emprendían su camino.

Hotel Cataviña

Ya con el inicio del siglo XXI, empezó la decadencia de los emblemáticos hoteles, debido al gran crecimiento de población en la península y con esto la demanda aumenta de manera exponencial, haciendo con esto que la iniciativa privada empezara a construir también hoteles y restaurantes. Podemos decir como sucede casi siempre, que la competencia no se la da al gobierno, y precisamente fue esto lo que llevó a la decadencia, ya que no se modernizaron sus instalaciones y las administraciones no ponían su granito de arena en la administración, por lo que pasaban los años y la cadena de hoteles La Pinta se iban quedando rezagados en modernidad, publicidad y mercadotecnia.

La competencia les llegó a todos los puntos de hoteles, con excepción de Cataviña, que al estar totalmente aislado en medio del desierto central de Baja California y sin una población importante, resistió otro hotel que le compitiera, pero si le afectó un mucho, que con vehículos modernos ya no era necesario hacer paradas en medio de las soledades del desierto y los conductores hacen esfuerzo para llegar a su destino: al norte San Quintín y al sur Guerrero Negro.

También con el nuevo milenio, los hoteles se fueron transformando, pero de nombre, hasta convertirse en hoteles DESERT INN, pero no logró posicionarse en el mercado turístico de la región, por lo que el gobierno federal procedió a vender las instalaciones a la iniciativa privada y de alguna manera deshacerse de ellos para no tener una carga de administración y mantenimiento. Hasta la fecha nomas quedan dos hoteles que no se han podido vender, se desconoce si ha habido posibles compradores ó si el gobierno no les ha dado suficiente oferta de venta. Aquí una breve descripción de la situación actual de los cinco hoteles.

Punto Ensenada, Baja California: este hotel fue vendido a la iniciativa privada, no se halló información sobre el traspaso y es el único que aún sigue conservando el nombre original como hotel La Pinta. Se encuentra en pleno centro de Ensenada en las coordenadas 31.858684° Norte y 116.616657° Oeste, tiene su propia página de internet donde se ve en muy buenas condiciones de mantenimiento.

Punto Cataviña, Baja California: en la búsqueda en internet se halló mucha información sobre el traspaso de su propiedad a la familia Rodríguez dueños del rancho Los Pinos en la localidad de San Quintín. Incluso se habla sobre el caso de venta del hotel a precio de remate durante la administración federal de Felipe Calderón en el año del 2009. Actualmente lleva el nombre de hotel Santa María y está ubicado en un paraje en medio del desierto, llamado el Valle de los Cirios y precisamente en el pequeño pueblo de Cataviña, en las coordenadas 29.728130° Norte y 114.718864° Oeste, su nombre actual es Hoteles Misión Santa María, tiene su propia página de internet y se encuentra básicamente y generalmente en las mismas condiciones que tenía cuando era propiedad del gobierno.

Hotel Cataviña

Punto Guerrero Negro, Baja California Sur: este hotel se encuentra exactamente en el paralelo 28 que sirve de límite entre las dos entidades federativas que conforman la península de Baja California, pero su ubicación se encuentra del lado norte de la línea fronteriza en las coordenadas 28.000674° Norte y 114.013883° Oeste, se llama The Halfway Inn Hotel, no se puedo investigar sobre el traspaso del hotel federal hacia la iniciativa privada, tiene su propia página de internet y se encuentra en las mismas condiciones que tenía cuando era propiedad del gobierno.

Punto San Ignacio, Baja California Sur: el uno de los dos hoteles que aún siguen siendo propiedad federal, se ubica en el oasis de San Ignacio en las coordenadas 27.287125° Norte y 112.900514° Oeste, y es el único que no se encuentra sobre la orilla de la carretera transpeninsular, lo que supone una desventaja significativa para los viajeros, su distancia de la carretera es de 2 kilómetros y se puede decir que es el hotel que tiene menos afluencia de turistas, ya que en el pequeño y antiguo poblado han abierto varios hoteles privados que han mermado su economía de clientes, el general está en igual y buenas condiciones desde hace muchos años, tiene página de internet federal enlazada con el Fondo Nacional de fomento al Turismo.

Punto Loreto, Baja California Sur: es el otro hotel que sigue siendo propiedad federal y el único que está ubicado frente a playa, se ubica en el puerto de Loreto, el cual ha tenido un crecimiento muy fuerte en materia turística, con la creación del centro turístico de Nopoló, razón por la cual este hotel es el que ha tenido más competencia de hoteles de cinco estrellas, se puede decir que es el hotel que tiene más abandono en general y tiene afluencia considerable debido a que las playas de Loreto atraen mucho turismo y la oferta hotelera no es suficiente, por lo que el turista nativo es el cliente más activo de este hotel, está en las coordenadas 26.017855° Norte y 111.343316° Oeste, tiene página de internet federal enlazada con el Fonatur.

La razón de su existencia que es el turismo carretero, fue la mejor idea que se ocurrió, pero los tiempos cambian y la competencia hace que se tengan que actualizar o están destinados al fracaso; por lo que antes de que pudieran desaparecer o pasar a manos privadas y por ende más costosos, aproveche de visitarlos y dese un baño del espíritu bajacaliforniano.

Fuente: Datos de la página del INAI a FONATUR

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Gasolineras ejidales abandonadas en la carretera transpeninsular (II)

FOTOS: Noé Peralta Delgado

Explicaciones Constructivas

Noé Peralta Delgado

 

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). En la década de los años setenta, la cantidad de gasolineras a lo largo de la carretera transpeninsular eran muy pocas en comparación con su longitud, y nomas en el municipio de Comondú existían 5 estaciones de servicio: 3 en Ciudad Constitución 1 en Ciudad Insurgentes y una más en el poblado Ejido Número Uno.

La gasolinera que estaba instalada en el km. 16.5 del tramo Ciudad Insurgentes a Loreto, consistía en tipo de proyecto iniciado por el gobierno federal del presidente Luis Echeverría Álvarez, a través de la extinta Secretaría de la Reforma Agraria (SRA), donde se apoyó a los recién creados ejidos en Baja California Sur, con proyectos de inversión.

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Tuvimos la fortuna de conocer al señor Ignacio Soriano Márquez, quien aparte de miembro fundador del ejido Ley Federal de Aguas Número Uno, fue uno de los artífices en la creación de la gasolinera ejidal ubicada precisamente en dicho pueblo recién formalizado; y es que según nos cuenta, el pueblo se creó a finales de 1969, pero se formalizó su fundación en el transcurso del año de 1973.

Al igual que la gasolinera del poblado de Santa Rita, esta estación de servicio se construyó con la finalidad crear una fuente de ingresos económicos a los ejidatarios y a la vez surtir del vital combustible a los automovilistas y sobre todo de proveer de diésel a los números ranchos agrícolas que en aquel tiempo eran muy productivos. También era muy buena la venta de los tibores o latas de aceite para motor para los motores que extraían el agua de los mantos acuíferos.

Según nos cuenta Nacho, que la gasolinera se construyó en unos tres meses y ya para fines del año de 1974 estaban abriendo la nueva estación de servicios, donde contaban con 2 bomberos y un administrador de planta, los cuales se dedicaban a la venta y comprobación de gastos, que reportaban cada mes a la asamblea del comisariado ejidal. Durante los primeros diez años el reporte de ventas era muy bueno, que se vendían en promedio una pipa de 12,000 litros diarias de gasolina, razón por la cual ahorraron y se compraron mediante un crédito 4 pipas, que viajaban a la ciudad de La Paz diariamente para traer y surtir las bombas expendedoras tanto de gasolina como de diésel.

En todo lo que duró funcionando la gasolinera ejidal funcionaron 2 bombas expendedoras de gasolina y 2 bombas para el diésel, también contaba con un cuarto de máquinas con planta generadora de corriente eléctrica, y que entraban en función cuando la energía de CFE se cortaba. Era común en aquellos tiempos los cortes o apagones, ya que aún no existía la planta termoeléctrica de Puerto San Carlos y la energía se generaba con una planta que estaba en Ciudad Constitución y que no se daba abasto para la demanda de la población creciente y sobre todo del proceso de electrificación de los ranchos agrícolas.

Todo iba viento en popa en las ventas y con muy buenas administraciones cambiantes a treves de los años y con los comisariados ejidales también cambiantes y sus asambleas mensuales obligatorias, cuando en el año de 1993 sucedió la tragedia hacia el administrador de nombre Francisco Franco Aguilar, donde después de un asalto millonario se quedó sin recurso económico y con algunas deudas, que aunque pagables, pero la moral y el desánimo de los socios ejidatarios se vino por los suelos ante el suceso.

Poco después siguió funcionando ya sin el ánimo de las asambleas ejidales mensuales y sobre todo que la electrificación de los ranchos agrícolas y la competencia de otras gasolineras en Ciudad Insurgentes y Ciudad Constitución, vino a decaer las ventas, hasta que en el año de 1995 se rentó por un año a una empresa, que terminó por cerrar definitivamente sus instalaciones en 1996 con la salida de dicha empresa.

Y como pasa con todas las construcciones en abandono, empezó la rapiña y le bandidaje de sus instalaciones hasta quedar en ruinas y sin ninguna instalación eléctrica y plomería. La ubicación de la gasolinera está en 25.333561 Norte y 111.633975 Oeste.

El número de miembros ejidatarios con que comenzó y comparado hasta la fecha, también demuestra en números la historia de la gasolinera, donde de 100 fundadores actualmente quedan 86 miembros. Y don Ignacio Soriano sigue habitando en el pueblo que con sus tierras parcelarias y ganado lleva una vida muy digna económicamente y aún recuerda los tiempos donde las altas ventas de la gasolinera lo hacían pasar como verdaderos empresarios a los comisariados ejidales.

Tal vez, en la actualidad estuviera aun funcionando y tal vez, ya tuviera una tienda de autoservicio, pero definitivamente después del incidente del asalto mortal al administrador cambió para siempre el futuro de la gasolinera ejidal del poblado Ley Federal de Aguas Número Uno.

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Gasolineras ejidales abandonadas en la carretera transpeninsular (I)

FOTOS: Noé Peralta Delgado

Explicaciones Constructivas

Noé Peralta Delgado

 

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Transitar la carretera transpeninsular de la península de Baja California es una experiencia única; sobre todo ver los impresionantes paisajes desérticos en todos los tipos de orografía, desde extensos valles o planicies hasta enormes montañas y no se diga las hermosas playas del mar de Cortés.

Desde la inauguración de la carretera federal número 1, son muchas las personas que han aventurado a recorrer sus poco más de mil millas o 1,609.34 kilómetros de longitud de carretera asfáltica. Y dado que son dos estados mexicanos muy poco poblados, se tiene que transitar grandes distancias sin ver poblaciones importantes, y que tal vez esto sea lo más atractivo del contacto directo con la naturaleza.

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Nomás el trayecto desde El Rosario en Baja California hasta Guerrero Negro en Baja California Sur es de 360kms y sin ver ninguna localidad que nos ayudar en caso de auxilio, como médicos, refacciones y mucho menos gasolineras.

Hablando de gasolineras en la península de Baja California, estas fueron muy escasas en la década de los setentas, y recorrer algunos tramos carreteros implicaba llenar muy bien el tanque del automóvil o llevar una reserva extra por si acaso se llegaba a un pueblo donde no se vendía este combustible. En Baja California Sur, nomás había gasolineras en las pocas ciudades importantes de aquel tiempo y en el norte del estado se escaseaba más porque los requisitos que pedía Pemex para la construcción de una estación de servicio, era muy estricta y eran pocos los empresarios que lograban el tan anhelado permiso.

Los que podían aspirar a unos trámites sin tanta burocracia, fueron los nacientes ejidos en Baja California Sur. En el año de 1976 a través del gobierno saliente de Luis Echeverría Álvarez se diseñó un modelo de gasolineras ejidales a todo lo largo de la carretera dentro de Baja California Sur; donde se apoyó con la infraestructura necesaria para su funcionamiento, así como los créditos para comprar la gasolina en los inicios y poder venderla al público en general. Era una idea muy buena, ya que se pensaba en el desabasto de los conductores y a la vez los ejidatarios recibían una fuente de ingresos para mantener empleos entre sus agremiados.

En este artículo hablaremos de la gasolinera de Santa Rita, y en una segunda entrega estaremos relatando la historia de la gasolinera del ejido 1, que su nombre correcto es Ley Federal de Aguas Número 1.

Tuve la oportunidad de conocer al señor Francisco Geraldo Barrera y a Ángel Márquez Murillo, quienes fueron de los últimos trabajadores que estuvieron como responsables de las bombas expendedoras del combustible. Don Francisco trabajaba de tiempo completo, mientras que Ángel, en aquel tiempo estudiante de primaria del pueblo, ayudaba en algunas labores de limpieza y despachaba el combustible mientras de don Francisco tenía que salir a algún mandado.

Según nos cuentan, el ejido que acogía al pueblo de Santa Rita se llama ejido El Quemado, se creó en los límites del municipio de La Paz con el municipio de Comondú, en ese mismo tiempo los directivos recibieron créditos para hacer funcionar una gasolinera y se inició con la construcción de 2 bombas para gasolina, una bomba para diésel, un cuarto de máquinas, baños y una oficina administrativa. Como la energía eléctrica no existía en ese tiempo, se dotó de una maquina completa de generadora de energía que funcionaba con diésel, mismo que se tomaba del tanque propio.

En los buenos tiempos de venta, se surtía de 2 pipas de 10mil litros de gasolina por semana; la gasolina económica se llamaba nova y costaba al público $2.80 por litro, mientras que la extra que era más cara costaba $4.00 por litro; el precio del diésel rondaba en los 80 centavos por litro. Las ventas promedio por semana andaban en alrededor de $7,000.00, lo cual era más que suficiente para pagar empleados, comprar combustible y el mantenimiento preventivo de las bombas y el cuarto de máquinas. Investigando la inflación, tomando como base 1980 como el mejor año de ventas y convirtiendo al año 2022, nos da un gran ingreso de $1´439,115.00.

Como quiera que sea, la estación de servicios ejidal El Quemado era una empresa rentable, pero debido a cambios en la directiva empezó a tener pérdidas, y se llegó al grado que se acababa el combustible para tener funcionando la maquina generadora de energía eléctrica, que era la responsable de las bombas expendedoras y la oficina administrativa.

Creemos que, debido a malas administraciones ejidales, así como ha pasado con todas las empresas ejidales a lo largo de la República Mexicana, donde la falta de preparación administrativa, poca cultura de pago de créditos y paternalismo de los gobiernos hacen que se vayan al fracaso y terminen cerrando las operaciones.

Se notó la nostalgia en la plática con don Francisco, donde aún recuerda que se iba a desayunar o a comer y le dejaba de encargo a Ángel la bomba, donde se tenía la fortuna de tener en la bolsa del pantalón unas fajas de billetes que debían de entregar al cierre de turno, que sucedía a las 8.00pm. Eran otros tiempos de total tranquilidad, sin temor a los robos ó a los asaltantes de caminos. Había dos bomberos de tiempo completo, donde se turnaba en que, un día trabajaba completo de 8am hasta las 8pm, mientras que el día siguiente entraba el relevo y así sucesivamente.

Con las ventas recordadas, muy bien se podría mantener en excelentes condiciones la gasolinera de Santa Rita y sus habitantes, y que con la visita que se realizó al lugar, nomás quedó el recuerdo graficado en ruinas de lo que pudo ser y no fue. La estación de servicio terminó por cerrar definitivamente en el año 1985, después de una serie de dificultades tanto económicas como operativas.

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La concha divisoria de Comondú y su debida ubicación en la carretera

FOTOS: Noé Peralta

Explicaciones Constructivas

Noé Peralta Delgado

La Paz, Baja California Sur (BCS). Hay monumentos que van de la mano con la historia de alguna región y que al verlos nos trae recuerdos o relacionados con el lugar de su ubicación. En el caso del municipio de Comondú en Baja California Sur, si algo tiene de recordarlo cuando se viaja por la carretera transpeninsular, es su monumento donde inicia y donde termina dicho municipio.

Cuando se inauguró la carretera federal No. 1 en los años setenta y siendo Comondú en ese tiempo, uno de los ayuntamientos más fuertes económicamente del también recién creado estado, la administración municipal quiso hacer homenaje y a la vez dar una bienvenida a los conductores que transitaban por la carretera federal mediante un sencillo pero significativo monumento.

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El monumento consistió en una concha, donde en la parte superior a manera de inserto se hallaba el mapa del municipio de Comondú, que en aquellos tiempos formaba un conjunto con el municipio de Loreto. Se Quiso investigar en la administración actual sobre el artista o la fecha en que se elaboró dicha escultura, pero no pudieron dar información precisa. Como sea el caso, si es una escultura muy representativa y alusiva al municipio de Comondú.

Por el lado norte, se colocó el primer monumento en el km. 81+700 del tramo Loreto a Santa Rosalía, mientras que por el lado sur se colocó en el km. 157+550 del tramo carretero La Paz a Ciudad Constitución. En ambos lugares geográficos se colocó el mismo monumento, y el que está ubicado en la parte sur, quedó a escasos metros del poblado de Santa Rita, sirviendo como referencia cuando uno viajaba hacia La Paz; por ejemplo, era común escuchar a personas que decían, vengo por la concha ó nos vemos en la concha que divide a Comondú de La Paz.

Incluso se construyó una pequeña casita, hoy abandonada, frente a la concha, pero un poco más al norte y los lugareños decían que esos habitantes pertenecían al municipio de Comondú y los hacían moverse en sus asuntos a Ciudad Constitución y las demás familias de Santa Rita a modo de presunción, decían que ellos arreglaban todos sus asuntos en La Paz, por ser la cabecera del municipio del mismo nombre.

En el año de 1990 y con el nacimiento del municipio de Loreto a raíz de la escisión del municipio de Comondú, y con las nuevas colindancias hacia el norte, el monumento de la concha sufrió una pequeña modificación, donde en el mapa incrustado en la concha se delimitó el nuevo municipio loretano y se coloreó de color café para distinguirlo de la geografía nueva de Comondú sin el territorio de Loreto.

En diferentes ocasiones y a través del INEGI, se quiso investigar los verdaderos y reales límites del municipio de Comondú, tanto hacia el norte como hacia el sur, nomás para verificar la ubicación de los mencionados monumentos. Y el único documento que contiene información sobre los límites exactos es la constitución política del estado de Baja California Sur; y donde en el artículo120 inciso b], menciona textualmente lo siguientes:

b).- Municipio de Comondú: al Norte, colinda con el Municipio de Mulegé en una línea que inicia en el cruce de la carretera Transpeninsular y el arroyo Cadejé con rumbo oeste hasta llegar al litoral del Pacífico, con el lugar conocido como La Bocana del Rancho Nuevo; al Sur, colinda con el Municipio de La Paz, en una línea que inicia en el sitio conocido como Los Dolores del Municipio de La Paz, con un rumbo suroeste y cruzando la Península hasta un lugar conocido como el Cayuco, rada que se ubica en la costa de Bahía Almejas, en el litoral del Pacífico; al Este, con la colindancia Oeste del Municipio de Loreto y el Golfo de California; y al Oeste, colinda con el Océano Pacífico.

Después de la información anterior, se procedió a ubicar los puntos geográficos mencionados, y con ayuda de coordenadas georreferenciadas proporcionadas en el Registro Agrario Nacional (RAN) delegación BCS, se tuvo que hacia el norte el monumento de la concha fue colocada a poco más de 1 kilómetro del lugar donde la carretera transpeninsular cruza con el arroyo Cadejé, como se indica en la constitución, creemos que se instaló por motivos de seguridad, ya que en una crecida del arroyo fácilmente lo destruiría, aparte que en lugar actual inicia la Bahía Concepción y desde ahí se contempla una hermosa vista de dicha bahía.

El monumento de la concha ubicado hacia el lado sur, si se pasa por mucho de la situación exacta donde debería de estar ubicado. Y siguiendo los límites que van desde Los Dolores hacia el lugar conocido como El Cayuco, el límite carretero entre Comondú y La Paz da exactamente en el km. 169, a unos 400 metros al sur de la estación de microondas El Coyote.

Si se mide el lugar donde debe de ir, hacia el lugar donde está ubicada la concha divisoria nos da una diferencia de 11 kilómetros. Para el municipio de La Paz implica que cualquier asunto territorial después de 11 kms al norte del poblado de Santa Rita, queda dentro de su jurisdicción. Tal vez en el momento de su colocación se puso cerca del pueblo de Santa Rita por cuestiones de vandalismo o de estar cerca de habitantes que lo pudieran cuidar o limpiar de las malezas.

Otro detalle importante, es que como no ha habido algún mineral o alguno recurso que extraer del terreno, y mucho menos una población importante económicamente, ambos municipios no han tenido que recurrir a controversias territoriales sobre esos 11 kms de diferencia sobre la carretera transpeninsular.

Con la investigación realizada el municipio de Comondú no salió bien librado en cuestión territorial (perdió 11kms de jurisdicción de carretera), pero salió muy bien hacia el norte del lado del océano Pacífico, donde el poblado pesquero El Datil se encuentra dentro de su demarcación territorial, y donde tradicionalmente dicho pueblo se ostenta como localidad del municipio de Mulegé.

Cuando no hay población importante y el terreno es muy desértico, puede suceder que existan terrenos propiedad de nadie o que ninguna autoridad los reclame, y si en el mundo ha habido casos, pues entre los municipios de Comondú y La Paz no sería la excepción y no creemos que exista algún problema futuro por esos 11 kms de carretera que el monumento de La Concha se comió.

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