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Cómo sobrevivir a una familia tóxica en Navidad

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Sexo + Psique

Por Andrea Elizabeth Martínez Murillo 

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Se acerca la Navidad y con ella las reuniones familiares, las fiestas, regalos, cenas, pero también la pelea de terrenos, revelación de secretos o preguntas incómodas del tipo ¿Y esos kilos de más?, ¿y para cuando el novio o novia?… En fin, en ocasiones la familia se convierte en un verdadero campo minado, no obstante, en ocasiones es necesario hacer un alto y preguntarse: esa familia que me critica ¿en realidad es familia?

Aunque tradicionalmente asociemos conceptos cálidos como el amor, la ternura, la protección o el cariño en torno a la familia, la realidad es que no siempre es así. Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, destacó que de marzo a junio de 2021 se registraron máximos históricos por el delito de violencia familiar. Menciona que en el primer semestre de 2021 se registraron 129 mil 020 carpetas de investigación por este delito. Esto representó un aumento del 24 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior. En ese sentido, el 75.7 por ciento de las lesiones por violencia ocurrieron en el hogar1.

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Estas cifras son preocupantes ya que la familia es el lugar donde las personas conocen los valores humanos, sociales, morales, culturales e incluso los religiosos, y con base en ellos aprenden a relacionarse socialmente. La violencia comienza en el hogar, donde es aprendida a través del modo en que se relacionan sus integrantes y se exterioriza con familiares, amigos, compañeros y otros miembros de la sociedad mediante actos de violencia comunes para quien vive en un ambiente en donde la agresión constante es una forma de vida2.

Es por lo anterior, que muchas personas ven las vacaciones decembrinas más con pesar que con alegría, ya que, al regresar al hogar, podemos repetir las mismas dinámicas comportamentales de las que, en ocasiones, huimos. Si has experimentado una dinámica familiar violenta o tóxica como se le ha dicho últimamente, tus emociones pueden ser más fuertes que sólo frustración o molestia. Además, los patrones de comportamiento que nos llevan a ser violentos o a aguantar la violencia ajena son difíciles de identificar, especialmente cuando todavía estamos arraigados a ellos.

Sin embargo, hay pautas o comportamientos específicos a los cuales podemos poner atención para no caer en el juego o dejarnos llevar por situaciones violentas:

  • Te culpan de sus errores, ya que ellos nunca se equivocan, sólo los demás.
  • Exponen tus secretos o lo que les hayas platicado en confidencialidad.
  • Creen que tienes que pedirles permiso o aprobación para hacer algo, pese a ser un adulto funcional.
  • Exigen que cumplas con estándares poco realistas o inalcanzables, que seas siempre La mejor, El número uno, que no tengas errores ni fallas.
  • Cada vez que toman alcohol o se reúnen con ciertas personas, su comportamiento se torna violento, persuasivo, abusivo, entre otras.
  • Intentan controlar tu manera de ser, vestir, comer, si te pones tatuajes, perforaciones, y más. En ocasiones una vez realizada la falta te culpan del daño que les hiciste.
  • Experimentas abuso verbal, físico o emocional, como bromas fuera de lugar, apodos que no te gusten, comentarios o insinuaciones sexuales, chantajes, comentarios inapropiados sobre tu cuerpo, y más.
  • Se burlan de tus fracasos, de tus inseguridades o debilidades.
  • Minimizan tus emociones o las situaciones que estás viviendo, ya que nada de lo que vivas se compara con lo que ellos han sufrido.
  • Te quieren cobrar todo lo que te han dado ya que tú les debes hasta la vida.
  • Exigen respeto por ser mayores sin darlo a cambio.
  • Critican todo de ti, lo que estudias, trabajas, cuanto comes, que publicas, cómo te vistes, con quien andas, entre muchas otras. Nada les parece correcto a menos que lo hayan hecho ellos.

Ahora bien, una vez que logramos identificarlos, surge la siguiente pregunta ¿Y qué hago? Si bien no hay una sola respuesta, ya que depende de la personalidad de cada uno, el tipo de familia y violencia a la que se enfrente, si existen recomendaciones generales de actuación ante este panorama:

En primer lugar, recupero un escrito que leí en Internet, del cual desconozco el autor, pero me parece muy atinado: Nuestra sociedad nos ha condicionado a creer que la familia debe ser el vínculo espiritual que nadie debería romper. Sin embargo, esto no siempre es cierto. Puede que algunas veces sea necesario por tu estabilidad mental y emocional mantener distancia de algunos miembros de la familia en particular, incluso si eso implica separarse de ellos por un tiempo indefinido. Un miembro de la familia tóxico puede hacer más daño que un amigo o un conocido.

Es importante considerar que nuestra integridad física, emocional y cognitiva esta en primer lugar, antes de cualquier miembro de mi familia. Es necesario dejar de romantizar a la familia como si en ésta no se vivieran problemas, cuando tengo todo el derecho de protegerme ante las agresiones de los demás.

En segundo lugar, no le debemos amor a nadie. El amor es una construcción entre las personas, debe de ser mutuo, cuidado, procurado. Es verdad que una persona tiene fallas y que, aun amando puede cometer errores, sin embargo, tengo todo el derecho de no querer estar o convivir con una persona que por sus errores me lastime. Lo ideal sería poder establecer límites claros ante las personas que nos hacen daño, por ejemplo: Tus acciones del otro día me lastimaron, te pido que no lo vuelvas a hacer; Si este comportamiento vuelve a ocurrir, tomare mis precauciones o la distancia que considere necesaria.

Tercero, si la situación es inevitable y los límites no han funcionado, establece un plan para mantenerte alejado de la toxicidad, piensa en los temas que se van a tocar y decide en cuáles participar y cuáles no, muchos familiares son expertos en provocarnos o sacarnos de nuestras casillas, pero no tenemos por qué darles explicaciones de nuestra vida a nadie que no queramos, aunque me tachen de grosera, altanera o lo que sea que digan. Repito: mi integridad física, emocional y cognitiva vale mucho más.

Cuarto, aprender que decir no es una respuesta completamente válida, la cual no necesita de más explicaciones. Aunque en ocasiones decir no a los demás no siempre es fácil, ya que puede conllevar al rechazo de los demás miembros de la familia, hay que considerar que tan cómodo me siento con eso, si considero que es tolerable la molestia, adelante, si aún estoy practicando para poner límites, decir no seguido de una breve explicación podría funcionar. Sólo considera que hay familiares que pueden intentar persuadir, manipular o hacer que cambies de opinión; en estos casos, confía en ti y en el resguardo de tu persona al no caer en provocaciones.

Quinto, a veces cortar de tajo puede ser la mejor opción. Si la relación te hace más daño que beneficio, esta es una opción a considerar. El hecho de que seamos familia no nos obliga a aguantar o soportar la violencia a la que estamos expuestos, por más cariño que se tenga a esa persona.

Por último, es necesario saber que uno no tiene la capacidad para hacer que el otro cambie. El cambio es una decisión personal, por más veces que uno fantasee con que los familiares van a cambiar, esto no sucederá hasta que ellos lo deseen. Aparte de decirles cómo te sientes, pedirles que consideren tu perspectiva y animarlos a hablar con un terapeuta u otro profesional, no hay mucho que se pueda hacer.

La familia es crucial para el desarrollo de cada individuo, por eso, cuando nuestros familiares en vez de cuidarnos y protegernos, nos lastiman y no nos valoran, se crea una herida profunda en nosotros que en ocasiones repercute en nuestra personalidad o vida diaria. Es por esto que es esencial aprender a protegernos, a poner algo de espacio personal, a recuperarnos de esas heridas que ya traemos cargando. La familia debería ser un espacio seguro, no el primero en violentarme. Es por esto que, si has intentado de todo, o tu herida y dolor son muy grandes, tal vez lo que siga sea poner distancia de por medio.

Bibliografía

El Financiero. (2021). Violencia intrafamiliar y suicidios de niños registran récords en México durante pandemia. https://www.elfinanciero.com.mx/nacional/2021/08/19/violencia-intrafamiliar-y-suicidios-de-ninos-registran-records-en-mexico-durante-pandemia/

Pérez, M. (2021). La violencia intrafamiliar. https://revistas.juridicas.unam.mx/index.php/derecho-comparado/article/view/3595

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.




¿Es hoy el día más triste del año?

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Hilo de media

Por Elisa Morales Viscaya

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Si este día te has levantado con un desánimo inusual o una tristeza extraordinaria, no estás solo. En teoría, el tercer lunes de cada año es el día más triste del año. Esto lo determinó en el 2005 el psicólogo británico Cliff Arnall, quien incluso elaboró una cuestionada fórmula para llegar a esta conclusión.

De acuerdo a este cálculo, después de la euforia de los festejos navideños y de fin de año, muchas personas se dan cuenta de que los propósitos que se esbozaron para el nuevo año son en realidad muy difíciles de alcanzar. Sumado al clima frío de la temporada, las deudas contraídas, las metas planteadas que se antojan imposibles de lograr y la falta de motivación, en esta fecha los seres humanos se sienten más desgraciados que en cualquier otro día.

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Cabe preguntarse, ¿para qué o por qué alguna persona buscaría determinar tan desalentadora fecha? Con fines comerciales, por supuesto. Todo el asunto del día más triste del año (Blue Monday), nació como parte de una estrategia publicitaria para la compañía de viajes Sky Travel –ya desaparecida–, realizada por la empresa de comunicación Porter Novelli. Cliff Arnall contó al diario británico The Telegraph en  2010, que éstos al principio le pidieron que calculara “cuál sería el mejor día para planificar las vacaciones de verano”.

Pero el psicólogo, pensando en lo que le cuentan sus pacientes, analizó los factores que estresan a sus pacientes y concluyó que el tercer lunes de enero “es particularmente deprimente”, para así enfocar la publicidad de modo que se aproveche el sentimiento de infelicidad de este día y ofrecerle a las personas viajes, quienes estarán más dispuestos a adquirirlos para levantarse el ánimo.

La fórmula que determinó Arnall incluye los factores que supuestamente afectan el estado anímico de las personas, de acuerdo a su experiencia como psicólogo y es la siguiente:

(C+(D-d) 3/8xTI MxNA)

Donde:

‘C’ es el factor climático.

‘D’ las deudas adquiridas durante las fiestas.

‘d’ el dinero que se cobrará a finales de enero.

‘T’ es el tiempo transcurrido desde la Navidad.

‘I’ hace referencia al período desde el último intento fallido de dejar un mal hábito.

‘M’ las motivaciones que quedan.

‘NA’ es la necesidad de actuar para cambiar la vida.​

 

No hace falta ser un matemático para notar que los factores difícilmente son cuantificables y no tienen sustento científico. Tan sólo considerando el factor climático, al respecto de la influencia del frío en el estado de ánimo, quedaría fuera la mitad del planeta.

Pero a pesar de que la fórmula de la tristeza y su autor han sido severamente criticados y desestimados por la comunidad científica, lo cierto es que el impacto del “Blue Monday” persistió en el tiempo y desde entonces, cada año, las redes sociales se inundan de mensajes sobre este día, tanto como para darse ánimos como para fundirse en el sentimiento de desánimo que se augura para este día.

Con el paso del tiempo, Arnall, que se ha convertido que un ‘coach’ de la felicidad, admitió que esta fórmula era más bien una opinión personal, y en 2016 se unió a otra campaña publicitaria pero ahora en el sentido contrario, de la mano del Departamento de Turismo de Islas Canarias quienes utilizando el lema #StopBlueMonday, evocan a no permitir que la etiqueta de un “mal día” impidan al consumidor a viajar a sus costas en esta fecha… Los mismos fines pues, pero utilizando el mensaje al revés.

Si este día te encontraras con mensajes que intentan sumergirte en la ola de la tristeza, recuerda, lo que realmente buscan es venderte la felicidad. Como lo han hecho siempre.

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¡Feliz Año Nuevo! Hay más periodismo cultural para este 2020

 

Apreciados lectores, colaboradores y amigos de CULCO BCS

Como es tradicional al cierre de un año que se nos va, hacemos memoria de alegrías, anécdotas, risas y, también, algunos sinsabores, que el 2019 nos ha dejado, y no podemos dejar pasar la oportunidad de dirigir unas palabras a todos ustedes que nos distinguen con su atención.

Brevemente, y en general, ¡Gracias! Gracias por hacer posible el periodismo cultural en Baja California Sur leyéndonos, animándonos y, cuando ha sido necesario, corrigiéndonos.

A todos ustedes que nos visitan, nos siguen y nos comentan, son el pilar del esfuerzo que hacemos quienes conformamos esta revista digital.

A nuestros lectores, gracias por su preferencia. A nuestros colaboradores, gracias por compartirnos su sapiencia y erudición en cada columna. Realmente ¡los amamos!

Ha sido muy grato andar este camino con ustedes en el año que atardece, y esperamos seguir de la mano en el nuevo amanecer.

Les deseamos un próspero año 2020, lleno de salud y amor.  Nos vemos a la vuelta porque aún queremos estar #AUnClicDeLaPalomilla

¡Feliz Año Nuevo!

 

Equipo editorial

La Paz, Baja California Sur; 1 de enero de 2020.




¿Propósitos de Año Nuevo? Aquí los mejores hábitos alimenticios

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Salud Para Todos

Por Josué Estrada Flores

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). En esta ocasión, amigos lectores, aprovecho la oportunidad que nos brinda el inicio del Año Nuevo, para compartir información acerca de la alimentación saludable y favorecer así la modificación de nuestros hábitos dietéticos; y con ello, prevenir y modificar las enfermedades comunes que afectan nuestra vida: padecimientos como la diabetes mellitus, la hipertensión arterial, el colesterol elevado, la obesidad, gastritis, estrés, infarto al miocardio, o las embolias, son comunes en nuestro Estado, pero se pueden prevenir cuando logramos un cambio en nuestros hábitos alimenticios.

Es por ello, que los invito a leer con atención esta información que puede ser de ayuda en mejorar tu salud si así lo decides; desarrollar comportamientos saludables en nuestra alimentación, es esencial para obtener beneficios en nuestro organismo. Lo anterior se logra no sólo con la preparación adecuada de alimentos, sino con la elección eficiente de los mismos, así como el tiempo, el espacio y el gusto de saborear y disfrutar las comidas de cada día.

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El modificar nuestros hábitos suele ser una tarea difícil, más aún cuando nos hemos acostumbrado a consumir comida rápida, no sólo fuera de nuestra casa sino aun dentro de ella. Llevar una dieta sana, acompañada de ejercicio físico es la fórmula perfecta para tener una mejor salud. Por lo tanto, es importante reconocer los beneficios que nos trae una alimentación balanceada; por ejemplo, disminuye el nivel de estrés —lo que mejora nuestra autoestima—, favorece a la pérdida de peso evitando la obesidad y nos ayuda a mantener un peso saludable; asimismo, evita que padezcamos cambios bruscos de humor y desde luego, vencer la adicción a la comida.

Para comer bien se requiere de una alimentación variada y equilibrada, ya que un régimen alimenticio sano debe incluir los distintos tipos de comidas, en proporciones y cantidades variables. Se recomienda que la dieta esté integrada por los distintos de alimentos como los hidratos de carbono, las proteínas y las grasas, así como por otros nutrientes como las vitaminas, eicosanoides y suficiente agua; conociendo que cada uno de ellos nos aporta propiedades indispensables para nuestro organismo. Habrá que comer de todo y en las cantidades necesarias según nuestra complexión, estado de salud y actividad física.

La comida a lo largo del día debe estar distribuida en cinco tomas. Primeramente el desayuno; un buen desayuno debe incluir leche o yogur, cereales, tostadas y frutas. A la media mañana se aconseja un bocadillo, una fruta, nueces o almendras. La comida es la segunda toma más importante e incluye un primer plato de que puede ser pasta, arroz o verduras; un segundo plato que incluya carne, pescado o huevo, y el postre a elegir como fruta o yogur. La merienda es por la tarde y puede ser fruta, gelatina o galletas. Por último tenemos la cena, es importante resaltar que no es sano irse a dormir sin cenar; la cena es parecida a la comida, pero un poco más ligera.

La practica del ejercicio diario es de vital importancia para un estado de salud adecuado, por eso es conveniente reducir el tiempo que dedicamos a tareas sedentarias como pasar demasiado tiempo mirando la televisión o jugando videojuegos.  La actividad física proporciona excelentes beneficios a la salud: ayuda a prevenir el sobrepeso y la obesidad, fortalece la flexibilidad de los músculos y las articulaciones, disminuye el riesgo de las enfermedades cardiovasculares, mejora la masa muscular, favorece a la salud ósea, mejora el transito intestinal, aumenta las defensas del organismo, disminuye los niveles de glucosa sanguínea (azúcar) y el colesterol, además, reduce el estrés.

A manera de conclusión, les comparto el decálogo saludable: elige una alimentación variada; come los alimentos de todos los grupos para asegurar una dieta sana; incluye en tu régimen cinco raciones de frutas y verduras; respeta los horarios de las comidas; modera el consumo de comida rápida —como las pizzas, hamburguesas, papas fritas, refrescos y dulces—; y por supuesto, disfruta de la comida. No existen alimentos buenos ni malos, evita el picoteo entre las comidas, ingiere suficiente agua a lo largo del día, especialmente antes de practicar deporte y realiza al menos 30 minutos diarios de actividad física.

Les recomiendo finalmente, amigos lectores, solicitar ayuda profesional con un nutriólogo, quien realizará una evaluación integral y personalizada, para modificar nuestros hábitos alimenticios y nos ayudará a lograr una mejor salud.

Salud para todos.

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¿Por qué no cumplimos los propósitos de Año Nuevo?

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Sexo + Psique

Por Yaroslabi Bañuelos 

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). El inicio del nuevo año nos explota en la cara, con sus mañanas frías, las deudas navideñas, los kilos de más que dejó diciembre y las garras financieras de la temida cuesta de enero; pareciera que apenas nos adaptábamos a las vicisitudes del 2018, cuando de pronto debemos dar el gran salto a un intempestivo 2019 que nos lanza fuegos artificiales para animarnos a seguir adelante, aunque la ansiedad postvacacional ya se haya apoderado de nosotros.

Algunos biólogos opinan que conforme envejecemos, la percepción del tiempo se acelera, el ritmo de vida cambia y empezamos a sentir que las semanas se escurren como agua frente a nuestros ojos; esto posiblemente debido a los patrones de hábitos, la rutina o los múltiples cambios del organismo, como las variaciones de la presión arterial o alteraciones  fisiológicas. Joaquín Sabina retrata a la perfección este efecto de la edad en uno de los versos de Lagrimas de mármol: Pero el futuro es cada vez más breve y la resaca es larga. Quizás por eso el Año Nuevo siempre nos toma desprevenidos.

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Y bien, como la tradición lo dicta, el comienzo de otra vuelta al sol es un momento clave para hacer un balance de los logros y las pérdidas, de los aprendizajes personales y los tropiezos. Para millones de personas, el 1 de enero es una fecha estratégica en la planeación de las metas a cumplir en los próximos 365 días. Sin embargo, sabemos de antemano la dolorosa verdad, muchos de estos propósitos se convierten en un simple repertorio de utopías, buenas intenciones que se abandonan en el pedregoso camino del calendario ante la primera dificultad que se presente.

Hacer ejercicio, bajar de peso, dejar de fumar, aprender un nuevo idioma, comer saludable, viajar por el mundo o leer más libros, son algunos de los objetivos que solemos repetir hasta el cansancio en la típica lista decembrina y, en definitiva, son metas que anhelamos ferozmente porque —suponemos—, mejorarán nuestra calidad de vida, pero… ¿Por qué no logramos materializar esos propósitos que nos planteamos con tanto ahínco al inicio del nuevo año?

No son metas realistas

Hay que considerar que no es muy realista empezar enero con un radical cambio de hábitos, sobre todo después de vivir semanas entre los excesos: gastos desmedidos, abundante comida, grandes dosis de alcohol, holgazanería e infinitas horas de Netflix. Es normal sentir pereza al intentar levantarnos de la cama para salir a correr con la mejor sonrisa del mundo, como si de un comercial de bebidas energéticas se tratara; es normal repudiar un plato de lechuga y betabel, y luego fantasear con los suculentos platos de pozole que inundaban las pasadas fiestas; es normal extrañar las viejas rutinas.

Los hábitos son comportamientos muy arraigados a nuestra personalidad, se trata de conductas aprendidas a lo largo de los meses, años, incluso décadas; sería muy ambicioso e irracional creer que podemos eliminar o desaprender un vicio de “la noche a la mañana”, o por otro lado, aprender por “arte de magia” una nueva serie de conductas que jamás hemos puesto en práctica.

Los seres humanos nos sentimos seguros y protegidos en ambientes que nos resultan familiares, donde no corremos ningún peligro y estamos a salvo del salvaje mundo exterior, es decir, la zona de confort; sin embargo, olvidamos el estado de transitoriedad de las cosas y la naturaleza cambiante de las relaciones y las dinámicas personales: la transformación de todo lo que conocemos es inevitable, el cambio es vital para la salud mental.

Una estrategia efectiva para vencer a la zona de confort y la desidia, es plasmar tus metas por escrito y evitar que los propósitos se conviertan en oraciones vagas o pocos definidas; entre más específicos sean los objetivos, más realista será la planificación y existirán más probabilidades de que tu soñado plan se materialice. Se trata de traducir las buenas intenciones en conductas concretas.

Por ejemplo, podríamos modificar la imprecisa frase “empezaré a hacer ejercicio”, por “todos los días de enero saldré a caminar 40 minutos. Durante el mes de febrero caminaré 50 minutos cada día. A partir de marzo voy a caminar diariamente durante 1 hora”. En este caso, observamos que la “intensidad” fue aumentando y eso permite adaptarnos mucho mejor a las nuevas conductas que queremos implementar.

Autoengaño

Una actitud optimista siempre ayuda, sin embargo, hay que reconocer que los propósitos más populares provienen de aspectos que nos desagradan de nosotros mismos, incluso que odiamos; quisiéramos desaparecer para siempre todos los defectos terribles que tenemos, no obstante, al tratar de ocultar o reprimir esas imperfecciones sólo cultivamos el auto-rechazo, ya que estamos percibiéndonos como un enemigo a vencer sin apreciarnos en el espejo como un ser integral.

Es mucho más saludable emocionalmente, entender la personalidad como un Todo, como un paisaje con múltiples matices en donde se mezclan la luz y la sombra. El psicólogo humanista Carl Rogers señala que la capacidad de aceptación total de quién eres y de las experiencias que sufrimos es necesaria ante cualquier proceso de transformación individual: La curiosa paradoja es que cuando me acepto tal como soy, entonces puedo empezar a cambiar.

La impaciencia

En una época donde lo “normal” es ir a un ritmo hiperacelerado, resulta comprensible que durante las primeras semanas nos frustremos y hasta perdamos el buen ánimo al no observar resultados rápidos; muchas veces deseamos un cambio instantáneo, pero las expectativas son altas y el fruto de tanto esfuerzo no es el esperado. Es precisamente en este punto cuando corremos el riesgo de abandonar el camino hacia la meta.

No obstante, hay que recordar que un cambio conductual duradero es progresivo, por lo que sería muy difícil simplemente hacer “borrón y cuenta nueva”, por ello la clave del proceso de transformación se encuentra en la motivación y la disciplina. A veces la habilidad de concentrarse en el presente también puede ayudar; no es una obligación esperar hasta fin de año o hasta que tu propósito se cumpla por completo para celebrar todo el esfuerzo dedicado, por cada avance otórgate un premio o estímulo que te impulse a seguir con entusiasmo el duro camino de la fuerza de voluntad.

También puedes elaborar una lista de todos los beneficios que traerá a tu vida el cumplir con estos objetivos, y por último, prémiate en el momento que logres cumplir un paso hacia tu objetivo final, pero sobre todo, disfrútalo. Recuerda que los propósitos de Año Nuevo no deben significar una carga o un sufrimiento intolerable, sino una oportunidad para reinventarnos y motivarnos en el día a día.

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