De Hamburgo a Las Vinoramas: La huella de los Möller en Baja California Sur

FOTOS: Cortesía.

Tierra Incógnita

Sealtiel Enciso Pérez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). A principios del siglo XX, cuando los vientos de Europa agitaban las rutas del Atlántico y los sueños migratorios empujaban a miles de personas hacia América, una pareja originaria de Hamburgo, Alemania, cruzó el océano con rumbo a México. Eran los bisabuelos de María del Rosario Castro Möller, maestra normalista e historiadora oral de su linaje, quien hoy da testimonio de una saga familiar marcada por el trabajo, la adaptación y el arraigo en tierras bajacalifornianas.

Corría la década de 1920, cuando Antonio Möller llegó a Guaymas, Sonora. Con él traía no sólo su idioma y costumbres alemanas, sino también un espíritu de aventura en compañía de una mujer de origen italiano: Guadalupe Lizardi. De esa unión surgiría una nueva generación, que integraría lo europeo con lo mexicano en una tierra de transición. Antonio y Guadalupe Möller-Lizardi descansan, aunque ya en tumbas perdidas, en el antiguo panteón de Guaymas. El paso del tiempo ha borrado muchas huellas físicas, pero la memoria familiar persiste. Su nieta, María del Rosario, recuerda que no sabe con certeza cuántos hijos tuvo Antonio, pero entre ellos destaca su abuelo, Adolfo Möller.

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La historia da un giro cuando Adolfo, ya adulto, recibe una inesperada herencia de su tío, Otto Möller, radicado en el entonces incipiente Territorio Norte de Baja California. Adolfo se traslada a Rosarito, en una región que aún era más conocida por sus viveros que por el turismo de playa. Pero su destino no era quedarse ahí. En una segunda migración dentro del país, Adolfo se desplaza hacia el Sur peninsular.

Fue en la región cercana a Todos Santos donde Adolfo conoció a Palemona Espinoza, mujer fuerte y longeva, casi centenaria al morir, con quien formó una nueva familia. Su única hija, María Luisa Möller Espinoza, nacería en el Territorio Norte de Baja California, pero crecería entre el rancho y la ciudad, entre Las Vinoramas y La Paz.

En los años 40, Adolfo y Palemona compran un extenso rancho llamado Las Vinoramas, ubicado en la Baja California Sur —aún considerada Territorio. Allí, el apellido Möller comenzaría a echar raíces más profundas. En ese rancho no sólo se criaba ganado; también se producía un pinole especial de maíz, molido con maquinaria eléctrica alimentada por baterías. Esta mezcla particular era tan apreciada que llegaba incluso a la ciudad de La Paz.

Para María del Rosario, el rancho es más que un recuerdo: es símbolo del ingenio de su abuelo. “Era un pinole especial, y mi abuelo lo fabricaba con un molino eléctrico… Lo llevaba hasta La Paz”, relata con orgullo.

La hija única de Adolfo, María Luisa, estudió primaria y secundaria en La Paz, bajo el cuidado de su madrina, una maestra. Pese a sus anhelos de convertirse también en educadora, María Luisa no logró concluir sus estudios. Su vida se dividía entre la ciudad y el rancho familiar, a donde regresaba cada fin de semana.

Tiempo después, María Luisa conocería a Astolfo Castro Verduzco, originario de Caduaño, con quien formó una numerosa familia de once hijos. El apellido Möller se convirtió entonces en el puente entre dos mundos: el del campo ganadero y el de la ciudad en crecimiento. Fue también en esos años que su apellido sufre una mutación, debida principalmente a los tan comunes errores en la escritura de las actas de nacimiento en las oficinas del registro civil de aquellos años. Los apellidos de los descendientes se escriben sin la diéresis, propia de muchos apellidos alemanes, y de ahí pasaron a denominarse “Moller”. Lo anterior afectó incluso la pronunciación de su apellido, puesto que fonéticamente se pronuncia, en idioma alemán: “Mouler”, y con el cambio ya mencionado, se pronuncia fonéticamente como “Moller”.

La familia Castro Möller (o Moller) se estableció en una manzana completa en La Paz. Astolfo, además de dedicarse al ganado y la molienda de caña para producir piloncillo, también sirvió en el ejército. Fue parte del 48 Batallón de Infantería y luego, tras su baja, se convirtió en chofer de confianza del hijo del ex presidente Abelardo L. Rodríguez.

Ese empleo lo conectó, literalmente, con figuras de alto perfil. Durante vacaciones, cuidaba la casa de Bing Crosby, el célebre cantante estadounidense, y su familia era invitada a eventos en el rancho de la familia Abelardo Rodríguez, llamado “Las cruces”. “Ahí estaba el padre Luis Ruggera, los Rodríguez… y hasta artistas de Hollywood”, recuerda María del Rosario. Aquellas fiestas eran un oasis para los hijos de los trabajadores de confianza, una mezcla de lo cotidiano y lo extraordinario.

María del Rosario, sexta hija del matrimonio Castro Möller, cuenta que en su niñez no notaba el peso del apellido. Fue hasta la secundaria y, más aún, durante sus estudios en la Ciudad de México, cuando comenzó a notar la rareza de su apellido. “Sí me llamaba la atención cómo lo pronunciaban. Aquí en La Paz era más común, pero fuera sí preguntaban”, explica.

A pesar de que el apellido perdió su diéresis por un error en los registros civiles, su esencia permanece. En la maestra Möller el apellido no es sólo un nombre, es identidad. “Me da placer, y también nostalgia, sé que el apellido Möller continuará en nuestra línea familiar. En otros lados hay Möller, pero no son de nuestra familia”. Al preguntarle sobre el nombre de sus hermanos, hace una pausa y como recitando una genealogía que ha repasado de memoria muchas veces, empieza a citar a cada uno de sus nueve hermanos: Rafael, Guadalupe, Juan, María Luisa, Astolfo, Rodolfo, María de Jesús, María del Carmen y Antonio.

Pese a sus orígenes europeos, la familia no conservó muchas tradiciones alemanas o italianas. No se hablaban otras lenguas en casa, ni se transmitieron recetas, cantos o costumbres claras. Tal vez lo más tangible fue un reloj alemán, traído por su abuelo desde Europa, hoy en manos de uno de sus hermanos. Los hermanos mayores convivieron más con el abuelo Adolfo, mientras que los menores, como María del Rosario, apenas lo conocieron. “Desde que yo tenía cuatro años, él ya había fallecido”, comenta con cierta melancolía.

Aunque ha viajado, María del Rosario nunca visitó Alemania. No obstante, su hermano menor Antonio, sí lo hizo. También Gabriela, la hija de Antonio, estudió idiomas en Alemania y hoy reside en Suiza. “Ella sí lo vivió, conoció esos lugares, y eso me da gusto”.

Hoy, María del Rosario vive en Chetumal, junto a su hija Nallely y sus dos nietos, Andrés y Nared. Aunque la geografía cambió, las raíces siguen firmes. “A mis nietos les enseño fotografías, les platico… Pero ya no es lo mismo”, admite. No obstante, su esfuerzo por transmitir la historia familiar no ha cesado. Desde La Paz hasta el Caribe Mexicano, el eco de los Möller (o Moller) sigue resonando.

Y es que detrás de cada apellido extranjero integrado a la cultura nacional, hay una historia de adaptación, de amor, de trabajo, y de identidad. La familia Möller, desde su arribo a Sonora hasta su establecimiento definitivo en Baja California Sur, representa la fuerza discreta de quienes se integran sin olvidar quiénes son.

Su legado no sólo está en los archivos del Registro Civil, ni en los terrenos de Las Vinoramas, ni en las fiestas con estrellas de Hollywood. Está, sobre todo, en la memoria de quienes —como María del Rosario— siguen pronunciando su apellido con el orgullo de quien sabe que su historia importa.

Resumen Profesional de María del Rosario Castro Moller

Formación Académica

  • Profesora de Educación Primaria, egresada de la Escuela Normal Urbana de La Paz, Baja California Sur.
  • Licenciatura en Pedagogía, cursada en la Benemérita Escuela Normal Superior de México (Ciudad de México).
  • Maestría en Ciencias de la Educación, también realizada en la Ciudad de México.

Trayectoria Laboral

Profesora de Educación Primaria (1974–1983)

Inició su carrera docente en el sistema de educación básica, donde laboró aproximadamente  9 años, combinando durante un tiempo sus horas en primaria con su ingreso paulatino a la educación normalista.

Docente por horas en la Escuela Normal Urbana “Profr. Domingo Carballo Félix” de La Paz (1979–1988)

Mientras completaba sus estudios superiores, comenzó a impartir clases en la Escuela Normal Urbana, primero con carga parcial.

Docente de tiempo completo en la Escuela Normal Urbana (1988–2003)

A partir de 1988, tras cumplir con los requisitos y presentar un proyecto académico en asamblea, obtuvo su plaza de tiempo completo en la Escuela Normal. Dejó entonces la educación primaria y se dedicó exclusivamente a la formación de futuros docentes.

Jubilación (2003)

Se retiró de la docencia tras 28 años de servicio oficial, aunque su trayectoria educativa inició desde antes con comisiones y colaboraciones en bibliotecas universitarias y escolares.

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La ciencia detrás de las armas biológicas (V)

FOTO: Internet

La demencia de Atenea

Por Mario Jaime

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial los periódicos reportaban varios incidentes atribuidos a la guerra biológica. En 1947 se dispersó el cólera en Egipto y se acusó a agentes sionistas infiltrados. En 1950, el gobierno de Alemania Oriental acusó a los Estados Unidos de lanzar escarabajos de Colorado sobre su país mientras que en 1951, una gaceta de la marina soviética reportó que los Estados Unidos probaban agentes biológicos en los esquimales de Canadá, lo que había causado una plaga en 1949.

En el escenario de la Guerra de Corea en 1952, China admitió que de sus más de 11 mil prisioneros de guerra, 3 198 eran estadounidenses. Entonces el público se conmocionó cuando se filtró a la prensa que algunos prisioneros confesaron que los Estados Unidos usaba armas biológicas contra los norcoreanos. Esta información surgió cuando dos pilotos capturados por los chinos, John Quinn y Kenneth Enoch, declararon que su misión consistía en lanzar bombas con tifoidea, bacterias de cólera y esporas de carbunclo. A partir de esta información la Unión Soviética acusó al gobierno estadounidense de crímenes de guerra. Para confirmar el hecho, el coronel Frank H. Schwable, que llevaba un año siendo torturado en los campos de Manchuria, proporcionó a los comunistas una detallada descripción del programa de las armas biológicas. Otros 35 prisioneros confesaron lo mismo. Sin embargo, el uso de armas biológicas por parte del ejército de la ONU en contra de los norcoreanos era falso. Los chinos, para desacreditar a sus enemigos y como medio de propaganda, obligaron por medio de torturas a los prisioneros a divulgar el rumor. La Cruz Roja Internacional quiso realizar una investigación al respecto pero los chinos se negaron.

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Si creemos a las acusaciones de todos los bandos podemos pensar que los británicos usaron agentes biológicos en Omán en 1957, cuando se enfrentaron las fuerzas del imanato contra las del sultanato en la Guerra de Jebel Akhdar. En 1966, los egipcios acusaron que “agresores imperialistas” habían diseminado el cólera en Irak. En 1970, latifundistas brasileños infectaron deliberadamente a tribus amazónicas para despojarlos de sus tierras.

Durante la Guerra de Vietnam, el Vietcong usó los palos pungi, lanzas contaminadas con materia fecal como trampas enterradas en la jungla para infectar a los soldados estadounidenses.

En el marco de este conflicto y sus remantes, algunos helicópteros soviéticos rociaron a los habitantes de Laos y Kampuchea con aerosoles de colores. Los animales y los humanos que lo absorbieron se sentían desorientados y enfermos. Algunos sufrieron una disminución aguda de los granulocitos sanguíneos llamada neutropenia, sangraron de la nariz, las mujeres de la vagina y murieron entre diarreas y dolores espantosos. Se conoció a esta arma como lluvia amarilla. Diversos científicos lanzaron la hipótesis de que esta arma se parecía a los excrementos de abeja que resultan tóxicos.

Se supo después que los aerosoles llevaban la micotoxina Tricoteceno 2 (T-2), una sustancia producida por hongos. La familia de los tricocenos es sintetizada principalmente por hongos Fusarium, fitopatógenos que dañan los cultivos.

Los rusos empezaron a investigar la T-2 en sus laboratorios de guerra biológica de Taskent en Uzbekistán cuando descubrieron que era el principio activo del hongo lo que dañó toneladas de trigo en los años 40’s y tenía una letalidad del 60%. Durante los conflictos de Vietnam y después en Afganistán, de 1975 a 1981 causaron más de 6 mil muertes debido a la lluvia amarilla.

En los 50’s, el programa de armas biológicas en los Estados Unidos se llevó a cabo en los laboratorios de Fort Detrick; era ultra secreto y hasta la fecha no se han desclasificado muchos documentos relativos a él. Se sabe que en 1953, el mayor Bullene, jefe de la Oficina Química, resaltó la investigación del ántrax como prioridad suprema.

En 1954 hubo una epidemia de fiebre amarilla en Trinidad. Los científicos estadounidenses de Fort Detrick aislaron un flavivirus de un hombre infectado durante la epidemia y lo inocularon en macacos Rhesus en pos de propagar la enfermedad. Realizaron un experimento liberando mosquitos no infectados en Savannah, Georgia y Avon Park, Florida, por medio de aviones y helicópteros. En un solo día, los mosquitos se dispersaron varias millas cuadradas y picaron a muchas personas, lo que consolidó la viabilidad de un ataque eficaz. En Fort Detrick se produjeron 500 mil mosquitos por mes con la idea de lograr 130 millones al mes, cosa que no se logró por las limitaciones del proyecto.

Los flavivirus con toda una familia de virus de RNA que no solo provocan fiebre amarilla sino dengue y zika, enfermedades transmitidas principalmente por mosquitos de los géneros  Haemagogus y Aedes. Estos males tienen en común varios síntomas como fiebre, cefaleas, ictericia, dolores musculares, náuseas, vómitos y cansancio.

La primera arma biológica estandarizada fue la bomba antipersonal M114 4-lb que contenía 320 mL de Brucella suis en un tubito de 5.3 cm de largo. Se colocaban 108 de estos tubitos en una bomba más grande nombrada M33 500-lb.

 

a) Bomba antipersonal M114 4-lb. b) Bomba M33 500-lb

Estas bombas se probaron en Dugway Proving Ground, Utah, con el objetivo de diseminar la brucelosis.

Luego se estandarizó la bomba M115 500-lb para diseminar la roya negra, el hongo Puccinia graminis. Este infecta al trigo mediante una enfermedad conocida como niebla de los cereales (en México se conoce como el Chahuixtle negro) y puede socavarlo de tal forma que se pierda la cosecha total. La estrategia de propagar la roya consiste en matar de hambre a una población que dependa del trigo.

Otros sistemas de propagación de bacterias, hongos y virus son tanques de spray, misiles, aerosoles, minas submarinas y drones. Las minas subacuáticas con especialmente furtivas pues se diseñaron para ser disparadas a través de un tubo de torpedo, permanecer dos horas en el fondo, emerger de súbito y liberar 42 L del agente biológico, después de lo cual se autodestruye.

En la década de los 60’s el programa de armas biológicas de los EU estaba en declive. Sólo recibió $ 38 millones de dólares en 1966 y $ 31 millones en 1969. Sin embargo, se logró estandarizar una bomba de Pasteurella tularensis (nombrada actualmente Francisella tularensis) bacteria causante de la tularemia o fiebre de los conejos. La bacteria infecta mosquitos, tábanos garrapatas y a la mayoría de los mamíferos, especialmente roedores y ovejas. Puede sobrevivir meses en el agua y en la vegetación y en el hombre causa fiebre intensa,  escalofríos,  náuseas,  cefaleas,  dolores  articulares, inflamación de nódulos, pus, tos seca, diarrea y hasta neumonía.

Cuando los alemanes sitiaron Stalingrado en 1945, los casos de tularemia entre los alemanes llegaron a más de cien mil, aunque la infección también se propagó entre los rusos. Según el coronel Kanatzhan «Kanat» Alibekov, microbiólogo que logró estandarizar una bomba de tularemia en los 70’s, la epidemia de la Segunda Guerra Mundial fue producida por un arma biológica soviética lo que nunca se ha podido probar.

 

Continuará…

 

Referencias

Kamieński, L. (2017). Las drogas en la guerra: una historia global. Barcelona: Crítica.

Robinson J, Guillemin J, Meselson M. Yellow rain: The story collapses. (1987) Foreign Policy.68:101–117.

Smart, J. K. (1997). History of chemical and biological warfare: an American perspective. Medical Aspects of Chemical and Biological Warfare. Washington, DC: Office of the Surgeon General, 9-86.

Smart J. K. (1996) Biological Weapons. Aberdeen Proving Ground, Md:

US Army Chemical and Biological Defense Command. (1996) Special Study 55.  Not cleared for public release.

US Army Chemical Corps. Summary of Major Events and Problems, FY58.  (1959) Army Chemical Center, Md: US Army Chemical Center Historical Center; Mar 1959.

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Va Ricardo Peña a Campeonato Mundial de ciclismo de pista en Alemania

FOTO: Insude

La Paz, Baja California Sur (BCS). El ciclista Ricardo Peña Salas viajará este viernes con destino a Frankfurt, Alemania, sede del Campeonato Mundial Juvenil de Ciclismo de Pista, teniendo la oportunidad de defender la casaca de México como único representante de Baja California Sur, informó el Instituto Sudcaliforniano del Deporte (Insude).

Antes de salir a este importante compromiso, Peña Salas dijo que “es una de las metas que me propuse desde el año pasado, es algo a lo que quería llegar y finalmente se logró, ahora me doy cuenta que es un compromiso muy fuerte, para ello me he preparado mucho con sesiones dobles de entrenamiento hasta llegar al cansancio, pero es algo que vale la pena”.

“Es un orgullo ser seleccionado nacional y llevar los colores de Baja California Sur en el corazón, el apoyo de mi familia ha sido muy importante, el ciclismo empezó como diversión y se fue haciendo una pasión, gracias a ese cariño que le he tomado es lo que hace posible llegar a la oportunidad de representar a México”, señaló.

Inicialmente, la convocatoria también incluía a Jorge Adrián Peyrot Balvanera, sin embargo un problema de salud impidió que el sudcaliforniano pudiera cumplir con esta participación mundialista.




Intensifican ciclistas sudcalifornianos preparación al Campeonato Mundial

FOTO: Insude.

La Paz, Baja California Sur (BCS). A una semana de su salida a Frankfurt, Alemania, para competir en el Campeonato Mundial Juvenil de Pista, los ciclistas sudcalifornianos Jorge Adrián Peyrot Balvanera y Ricardo Peña Salas, han intensificado sus entrenamientos en el velódromo de la unidad deportiva Nuevo Sol, informó el Instituto Sudcaliforniano del Deporte (Insude).

El entrenador Enrique Gustavo Caraballo Valdez, se ha incorporado de lleno al trabajo de preparación de ambos deportistas, luego de haber hecho la parte correspondiente con los tres ciclistas de Baja California Sur que representan a México en los Juegos Panamericanos de Lima.

El próximo 9 de agosto es la salida a la Ciudad de México y de allí a Frankfurt, que es la sede asignada por la Federación Internacional de Ciclismo (Femeci) para albergar este campeonato a nivel juvenil del 14 al 18 del mismo mes.

El Insude será el encargado de otorgar los apoyos para el traslado a solicitud de la federación mexicana, los que deberán ser recuperados a través de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte conforme a los lineamientos marcados para el apoyo a este tipo de participaciones.




Luis Armando Andrade conquista 2 oros y una de plata en Alemania

FOTO: Insude.

La Paz, Baja California Sur (BCS). Dos medallas de oro y una de plata fue el resultado oficial de la participación de Luis Armando Andrade Guillén, en la Serie Mundial de Para Natación que se realizó en Berlín, Alemania, donde pudo lograr otro triunfo, pero por cambios en el reglamento no le fue reconocido el tiempo en una competencia, informa el Instituto Sudcaliforniano del Deporte (Insude).

El nadador sudcaliforniano dominó las competencias de 50 metros libres y 50 mariposa, quedando en segundo lugar en los 100 metros libres, por lo que recibió las medallas correspondientes, que lo confirman como uno de los mejores nadadores del mundo y firme candidato a repetir esos triunfos en el campeonato mundial del próximo año.

Desafortunadamente para Andrade Guillén, fue descalificado en la prueba de los 100 metros mariposa debido a un cambio en la regla de esta prueba, aunque si le fue entregada la medalla de oro, situación que motiva a ajustar la técnica para evitar que esa situación se repita en futuras competencias.

En estos eventos el sudcaliforniano logró mantener sus tiempos y ese también es otro de los objetivos que se establecen en el equipo del que forma parte su entrenador Linton Fritz Navarro, con miras a las competencias importantes que se proyectan para fines de este año y el 2019, entre los que se encuentran los Juegos Para Panamericanos de Perú y el Campeonato Mundial de Para Natación, concluye el comunicado de prensa del Insude.