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Psíquicos al servicio de la Unión Soviética. El caso de Dzhuna Davitachvili

FOTOS: Internet.

California Mítica

Por Gilberto Manuel Ortega Avilés

 

La Paz, Baja California Sur (BCS)Si Estados Unidos tiene a un Superman o un Capitán América, la amada Rusia tendrá una copia muy similar, pero obviamente de menor calidad, o por lo menos esto nos han hecho creer los comics e historias de ciencia ficción. En el territorio de los misterios, si hablamos del poder de la mente y como los gobiernos han tratado de dominarla, podríamos mencionar el proyecto MK Ultra (tema para otro artículo), un controvertido programa efectuado por la CIA para controlar la mente, ¿pero qué hay de nuestros camaradas rusos?

El órgano central del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética, Pravda, en 1981 dedico un artículo en su sección Ogoniok dedicado a la curandera de Brezhnev llamada Dzhuna  Davitachvili. Dzhuna obtuvo fama al tratar de sus males al líder soviético Leonid brezhev, quien fue el Secretario General del Comité Central de dicho partido, el cual presidió el país desde 1964 hasta su muerte en 1982. Su mandato de 18 años como Secretario General fue uno de los más largos, sólo superado por el de Iósif Stalin.

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Brezhev sufría de enfermedades que los doctores no podían remediar. Dzhuna les hizo una demostración y les dijo que no se trataba de brujería ni de magia, sino que simplemente canalizaba las energías que ya tiene el cuerpo.

La academia de ciencias de La URSS determinó que debido a su notable sensibilidad en sus manos podría sentir las ligeras variaciones de energía del cuerpo y así determinar el tipo de enfermedad y cómo curarlo. Así, Brezhev fue puesta a prueba ante los equipos de diagnósticos mas modernos de la época, logrando una eficacia de 97%.

También fue escritora, pintora y figura pública, reclamando el poder de curar el cáncer, tejer cuerpos rotos y prolongar la vida más allá de los 100 años. Dzhuna  Davitachvili nació en 1949 y murió en el 2015.

Este no fue el primer caso, ni el último, de un psíquico reconocido por la URSS, incluso existen fotografías y videos, donde demuestran sus habilidades. Otro misterio más de la amada Rusia.

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El Tiburón Megalodón. Súper depredador de los mares

IMÁGENES: Internet.

La demencia de Atenea

Por Mario Jaime

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). En 1843, Louis Rodolphe Agassiz describió un diente fósil enorme. La similitud morfológica de este diente –forma triangular con bordes aserrados— hizo que el naturalista suizo le clasificara como un tiburón blanco gigantesco del género Carcharodon, dándole su nombre icónico: Megalodón (“Diente gigante”).

En una riña de locos, los palentólogos discuten aún su género. Para unos es pariente del gran blanco, un Carcharodon, para otros un género específico llamado Carcharocles y recientemente le han adjudicado el género Otodus. Es el tiburón fósil más popular entre el público no especializado.

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A su lado, el tiburón blanco actual es un menudo animalillo. No conocemos su anatomía, sólo se han encontrado dientes fósiles. Tal vez fue un gigante masivo con un morro redondeado parecido al tiburón tigre, le dibujan como a un lámnido, Martin le compara a un tiburón blanco que se inyectó esteroides.

Surcó los océanos desde el Mioceno temprano hasta el Plioceno, un periodo comprendido entre los 20 y los 2.5 millones de años.

Buceemos en estas aguas temibles. Hago una paráfrasis de una reconstrucción ficticia  que hizo el paleontólogo Jorge Ortiz: El Cetoterium, una pequeña ballena de 6 metros en la superficie. Un Carcharocles megalodon la atisba desde el fondo. La ballena se sumerge y emerge ajena a su destino. De pronto se percata de un cambio en la corriente, trata de virar. Muy tarde. Los cuchillos sagitales de 18 centímetros  hacen mella en su carne, súbitamente todo cae en la cruenta realidad para el Cetoterium, todo es tan rápido. Su  aleta caudal ha sido cortada de  tajo. Ubica a su verdugo y le mira a los ojos, pero en los ojos del megalodón se percibe una  mirada vacía, siniestra, de cierta manera; sus negras lentes no muestran expresión  alguna. Sólo el reflejo del cetáceo herido. El tiburón abre la boca proyectando y expandiendo sus implacables mandíbulas. Los gigantescos dientes apuntan para el frente, atrapando a la ballena por el vientre. Tras un brutal impacto, el megalodon sacude violentamente a la ballena, los dientes penetran aún más. El Cetoterium es sacudido cual piltrafa. Las entrañas aún palpitantes son arrancadas de su cuerpo. La ballena entra en shock debido al terrible ataque. Su corazón emite un latido largo y pausado para finalmente dejar de latir.

He ahí un momento en la vida de Carcharocles megalodon.

El diente más largo del megalodón que se ha encontrado mide 18.15 centímetros. Las estimaciones de biomasa indican que un individuo de unos 15 m pesaba cerca de 47 toneladas, uno de 17 m pesaba 59 toneladas y uno de 20 m pesaba 103 toneladas. Ha sido el pez más grande que ha existido. Cooper, en 2020, mediante modelos matemáticos, calculó un promedio de 16 metros de longitud total, con una cabeza de 4.6 m, la altura de la aleta dorsal de 1.6 m y la cola de 3.8 m.

Mediante estudios con vertebras fosilizadas se ha estimado que tenía un promedio de vida de unos 30 años.  También se han encontrado fósiles de vértebras de delfines y ballenas, cráneos de focas y cetáceos con mordidas de este mega depredador.

En el 2008, Wroe calculó la fuerza de su mordida utilizando mandíbulas reconstruidas. Un megalodón de 16 metros ejercía una presión de 108 514 newtons u 11 toneladas. Uno de 20 metros habría ejercido una presión de 182 201 newtons o 18 toneladas.

Para que tengamos una idea de que significa esto, el megalodón tenía una presión de mordida 10 veces más fuerte que el moderno tiburón blanco que alcanza hasta 1.8 toneladas, una presión cinco veces más grande que la del tiranosaurio que alcanzaba hasta 3.1 toneladas e incluso más fuerte que la del Liopleurodon  que teóricamente  alcanzó una presión de 15 toneladas.

Súper depredador entre los super depredadores se han encontrado huesos fósiles de cetáceos y pinnípedos con marcas de dientes atribuidas a megalodón por la presencia de márgenes aserrados en las incisiones.

Godfrey y Altman (2005) describieron registros de vértebras caudales de ballenas con evidencias de haber sido mordidas por este gigante. Una vértebra estaba fracturada posiblemente como consecuencia de un fuerte impacto desde la parte inferior del cuerpo. El cetáceo logró cicatrizar y sobrevivir al brutal ataque. ¿Acaso los megalodones impactaban a las ballenas proyectándolas fuera del agua como hoy hacen los grandes blancos con las focas?

También se han hallado vertebras caudales del delfín gigante Xiphiacetus y dientes de cachalotes con marcas de dientes de megalodón. Estas son evidencias de que nuestro megatiburón era un depredador sumamente activo.

Ferrón (2017) y Neumann (2018) han sugerido que los megatiburones poseían endotermia como los actuales lámnidos, lo que explicaría su crecimiento brutal.

El regular la temperatura corporal para ser más cálidos que el mar circundante y alcanzar grandes tallas se le llama gigantotermia. Según Neumann el megalodón presentaba un tamaño corporal, un grado de endotermia y una temperatura interna equivalentes a las orcas actuales.

El megalodón reinó todavía hasta el Plioceno, hace 5 millones de años. En esos tiempos Sudamérica y Norteamérica se unieron formando el istmo. La solidez de esta frontera cerró el paso al flujo de las corrientes cálidas, esto ocasionó un nuevo cambio climático. Los marsupiales americanos se extinguieron, con excepción de las sarihueyas (Didelphis). El océano Atlántico se enfrió mientras que África colisionaba con Europa formando el Mediterráneo. El mar Ártico comenzó a congelarse y la Antártica continuó su enfriamiento. Las selvas quedaron confinadas al Ecuador. Europa se volvió selva fría extinguiendo a sus cocodrilos. Los hielos bajaron del Polo Norte hasta Alemania. Los Andes, los Alpes y el Himalaya se congelaron.  Los camellos cruzaron Asia y penetraron en Norteamérica por un puente de roca que había emergido en el estrecho de Bering. Los australopitecos caminaban en los pastizales del centro de África. El tiburón blanco ya cazaba focas desde hacía unos 7 millones de años. Ciertas regiones de España estaban sumergidas y sobre sus fondos cazaban los makos, los tiburones grises, el recién aparecido tiburón blanco y el Carcharocles megalodon.

Hace 2  millones de años, se extinguieron muchos depredadores marinos gigantes. Las glaciaciones imperaron, el frío aceleró la presión evolutiva. El megalodón no soportó la época. Sin presas adecuadas, actuó contra él un nuevo súper depredador: un delfín enorme que nadaba en manadas y podía perseguir sin descanso a las ballenas hasta los polos helados: la orca, Orcinus orca. El megalodón desapareció para siempre y la orca se afianzó como el máximo carnívoro en los mares.

Referencias:

Cooper, J.A., Pimiento, C., Ferrón, H.G. et al. Body dimensions of the extinct giant shark Otodus megalodon: a 2D reconstruction. Sci Rep 10, 14596 (2020).

Godfrey, S.J., Altman, J., 2005. A Miocene Cetacean Vertebra Showing a Partially Healed Compression Fracture, the Result of Convulsions Or Failed Predation by the Giant White Shark, Carcharodon megalodon. Jeffersoniana, 16, 1–12.

Shimada, K.; Chandler, R. E.; Lam, O. L. T.; Tanaka, T.; Ward, D. J. (2016). «A new elusive otodontid shark (Lamniformes: Otodontidae) from the lower Miocene, and comments on the taxonomy of otodontid genera, including the ‘megatoothed’ clade». Historical Biology: 1-11.




La Batalla de los Pavos: el asistencialismo endémico del servicio público sudcaliforniano

FOTOS: Rodrigo Rebolledo.

El Desierto Crece

Por Rodrigo Rebolledo

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). «¿Y el pavo?», reclamaba una cartulina fosforescente, instalada sobre el lema gubernamental de alambre y foquitos navideños que adorna —y seguramente lo hará hasta el 6 de enero— la Explanada del Centro de Justicia Penal en la capital sudcaliforniana.

Tanto el autor del artístico reclamo, como los cientos de inconformes, habían escuchado con sospecha las declaraciones sobre medidas de austeridad del nuevo gobierno. Austeridad que afectaría directamente al confianzariado: los miles de trabajadores que son tratados como «de segunda» por la política laboral del sector público mexicano y que en Baja California Sur conforman el grueso de su fuerza de trabajo.

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Por ahí del 12 de diciembre las sospechas se vieron confirmadas: la invitación a las posadas laborales dibujaba la ausencia de un importante invitado: el vale del pavo. Detalle que derivó en que una falange de agentes ministeriales decidiera tomar por asalto la sede de la Secretaría de Finanzas, en una movilización sin precedentes en la historia de los movimientos laborales sudcalifornianos.

En la cultura política actual llamamos asistencialismo a la actitud de orientar la solución de los problemas a la administración de «ayuda» directa y con ello ganar tiempo de cara al «pueblo», sin generar soluciones estructurales a la causa del problema. Este asistencialismo tiende a ser visto como un mal de los gobiernos populistas, los cuales –lo sabemos muy bien– vienen de todos colores.

El ejemplo más común de asistencialismo es la entrega de dádivas que los gobiernos llaman «programas sociales». La expresión «programas sociales» está tan vinculada en nuestro país a su versión asistencialista, que es prácticamente sinónima de la mera entrega de bienes como paliativo al conjunto de «problema sociales» que desbordan la brecha de desigualdad.

Parecería un error pensar que se puede aplicar el asistencialismo para precarizar al servicio público mismo. Pero su aplicación queda en evidencia luego de La Batalla de los Pavos.

El pavo, o mejor dicho el vale de pavo, es una unidad de asistencialismo redonda. Permite dispersar la dádiva de forma opaca como realizar una discreta triangulación del recurso público a través de empresas afines.

Ya en la resaca de un austero fin de año, esta Navidad parece que no se caracterizará por la acostumbrada presencia de la tamaliza de pavo, la «pavada», el pavo horneado y otras confecciones que los sudcalifornianos hemos ido añadiendo a nuestro habitual menú navideño de sopa fría, frijoles y birria, en un intento por emplear la congelada proteína asistencial.

La falta de la descomunal ave inyectada de hormonas, proveniente de algún corral industrial de Coahuila, marcó un «hasta aquí» que –una vez mas– hizo evidente la importancia de exigir aumentos reales al salario, la entrega de bono de riesgo y otros derechos que son empeñados en tanto persiste el favoritismo, el tráfico de influencias, «el vale del pavo» y el bono navideño que se emite sin justificación legal alguna desde los gobiernos de Narciso Agúndez (PRD), Marcos Covarrubias (PAN) y Carlos Mendoza Davis –a quien no podemos llamar militante de partido alguno.

«Las costumbres se hacen derechos», expresan algunos de los héroes de La Batalla de los Pavos, quienes tratan de justificar las dádivas no contempladas por la Ley bajo el argumento de que era una compensación por una carga laboral no pagada.

Pero cuando las costumbres cesan –o cuando alguien las desactiva– la deuda con los derechos cala de inmediato. ¿Se puede cambiar lo que está construido sobre el sólido mortero de más de una década de asistencialismo institucional a la sudcaliforniana? ¿Qué sería del sector público sin su confianzariado?

«Primero el pago, luego el pavo» tuvo que llegar a zanjar, salomónico, el mandatario estatal, culminando así la batalla del pavo con el peculiar recordando. Y separando con ello a su gabinete ampliado —y muy ampliado, a sus trabajadores de confianza— del confianzariado. Legitimando la existencia de una clase artificial —intangible legalmente— que exhibe el desbalance en la estructura laboral del sector público sudcaliforniano.

A falta de una moraleja manifiesta, de un proverbio que sintetice los deseos de cada uno de los guerreros implicados en La Batalla de Los Pavos, prefiero recordar una anécdota personal, acorde con estas fechas de añoranza y acorde también con las avalanchas que no prevemos:

En una ocasión conocí al maestro de payasos Ricardo Pichardini, uno de los artistas circenses de mayor renombre en el país, quien regresó a México por el Puerto de Ilusión luego de su primera gira por Latinoamérica. Fuimos a comprar las viandas que coronarían lo que iba a ser el «reyes» de nuestro «Guadalupe», hacia el extinto Centro Comercial Californiano (CCC).

Ya estando ahí, nos encontramos con mi amigo Manuel Candelario, que no se percató de nuestra presencia por estar ensimismado en su propia búsqueda por los pasillos. Abstraído, intentaba cuidadosamente liberar una caja de Maruchan sabor camarón que, a su vez, sostenía una gran pirámide aún más cuidadosamente construida con empaques del ahora proscrito ramen.

Y justo al sacar la pequeña sopa, fabricada a base de quién sabe qué materias más desechables que el vaso que las contiene, la pirámide se vino abajo estrepitosamente, dejando a Manuel Candelario inmóvil y encorvado, en medio del tiradero con una cara de asombro, sin decir nada, por un momento que parecía eterno en el que su mirada lánguida veía las lámparas del techo y nosotros lo veíamos a él, como a alguien pasmado frente al derrumbe de un cerro.

«A mí me tomó varios años de estudio y mucha práctica para poder hacer eso», dijo el payaso.

El desierto crece.

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Cómo sobrevivir a una familia tóxica en Navidad

FOTOS: Internet.

Sexo + Psique

Por Andrea Elizabeth Martínez Murillo 

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Se acerca la Navidad y con ella las reuniones familiares, las fiestas, regalos, cenas, pero también la pelea de terrenos, revelación de secretos o preguntas incómodas del tipo ¿Y esos kilos de más?, ¿y para cuando el novio o novia?… En fin, en ocasiones la familia se convierte en un verdadero campo minado, no obstante, en ocasiones es necesario hacer un alto y preguntarse: esa familia que me critica ¿en realidad es familia?

Aunque tradicionalmente asociemos conceptos cálidos como el amor, la ternura, la protección o el cariño en torno a la familia, la realidad es que no siempre es así. Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, destacó que de marzo a junio de 2021 se registraron máximos históricos por el delito de violencia familiar. Menciona que en el primer semestre de 2021 se registraron 129 mil 020 carpetas de investigación por este delito. Esto representó un aumento del 24 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior. En ese sentido, el 75.7 por ciento de las lesiones por violencia ocurrieron en el hogar1.

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Estas cifras son preocupantes ya que la familia es el lugar donde las personas conocen los valores humanos, sociales, morales, culturales e incluso los religiosos, y con base en ellos aprenden a relacionarse socialmente. La violencia comienza en el hogar, donde es aprendida a través del modo en que se relacionan sus integrantes y se exterioriza con familiares, amigos, compañeros y otros miembros de la sociedad mediante actos de violencia comunes para quien vive en un ambiente en donde la agresión constante es una forma de vida2.

Es por lo anterior, que muchas personas ven las vacaciones decembrinas más con pesar que con alegría, ya que, al regresar al hogar, podemos repetir las mismas dinámicas comportamentales de las que, en ocasiones, huimos. Si has experimentado una dinámica familiar violenta o tóxica como se le ha dicho últimamente, tus emociones pueden ser más fuertes que sólo frustración o molestia. Además, los patrones de comportamiento que nos llevan a ser violentos o a aguantar la violencia ajena son difíciles de identificar, especialmente cuando todavía estamos arraigados a ellos.

Sin embargo, hay pautas o comportamientos específicos a los cuales podemos poner atención para no caer en el juego o dejarnos llevar por situaciones violentas:

  • Te culpan de sus errores, ya que ellos nunca se equivocan, sólo los demás.
  • Exponen tus secretos o lo que les hayas platicado en confidencialidad.
  • Creen que tienes que pedirles permiso o aprobación para hacer algo, pese a ser un adulto funcional.
  • Exigen que cumplas con estándares poco realistas o inalcanzables, que seas siempre La mejor, El número uno, que no tengas errores ni fallas.
  • Cada vez que toman alcohol o se reúnen con ciertas personas, su comportamiento se torna violento, persuasivo, abusivo, entre otras.
  • Intentan controlar tu manera de ser, vestir, comer, si te pones tatuajes, perforaciones, y más. En ocasiones una vez realizada la falta te culpan del daño que les hiciste.
  • Experimentas abuso verbal, físico o emocional, como bromas fuera de lugar, apodos que no te gusten, comentarios o insinuaciones sexuales, chantajes, comentarios inapropiados sobre tu cuerpo, y más.
  • Se burlan de tus fracasos, de tus inseguridades o debilidades.
  • Minimizan tus emociones o las situaciones que estás viviendo, ya que nada de lo que vivas se compara con lo que ellos han sufrido.
  • Te quieren cobrar todo lo que te han dado ya que tú les debes hasta la vida.
  • Exigen respeto por ser mayores sin darlo a cambio.
  • Critican todo de ti, lo que estudias, trabajas, cuanto comes, que publicas, cómo te vistes, con quien andas, entre muchas otras. Nada les parece correcto a menos que lo hayan hecho ellos.

Ahora bien, una vez que logramos identificarlos, surge la siguiente pregunta ¿Y qué hago? Si bien no hay una sola respuesta, ya que depende de la personalidad de cada uno, el tipo de familia y violencia a la que se enfrente, si existen recomendaciones generales de actuación ante este panorama:

En primer lugar, recupero un escrito que leí en Internet, del cual desconozco el autor, pero me parece muy atinado: Nuestra sociedad nos ha condicionado a creer que la familia debe ser el vínculo espiritual que nadie debería romper. Sin embargo, esto no siempre es cierto. Puede que algunas veces sea necesario por tu estabilidad mental y emocional mantener distancia de algunos miembros de la familia en particular, incluso si eso implica separarse de ellos por un tiempo indefinido. Un miembro de la familia tóxico puede hacer más daño que un amigo o un conocido.

Es importante considerar que nuestra integridad física, emocional y cognitiva esta en primer lugar, antes de cualquier miembro de mi familia. Es necesario dejar de romantizar a la familia como si en ésta no se vivieran problemas, cuando tengo todo el derecho de protegerme ante las agresiones de los demás.

En segundo lugar, no le debemos amor a nadie. El amor es una construcción entre las personas, debe de ser mutuo, cuidado, procurado. Es verdad que una persona tiene fallas y que, aun amando puede cometer errores, sin embargo, tengo todo el derecho de no querer estar o convivir con una persona que por sus errores me lastime. Lo ideal sería poder establecer límites claros ante las personas que nos hacen daño, por ejemplo: Tus acciones del otro día me lastimaron, te pido que no lo vuelvas a hacer; Si este comportamiento vuelve a ocurrir, tomare mis precauciones o la distancia que considere necesaria.

Tercero, si la situación es inevitable y los límites no han funcionado, establece un plan para mantenerte alejado de la toxicidad, piensa en los temas que se van a tocar y decide en cuáles participar y cuáles no, muchos familiares son expertos en provocarnos o sacarnos de nuestras casillas, pero no tenemos por qué darles explicaciones de nuestra vida a nadie que no queramos, aunque me tachen de grosera, altanera o lo que sea que digan. Repito: mi integridad física, emocional y cognitiva vale mucho más.

Cuarto, aprender que decir no es una respuesta completamente válida, la cual no necesita de más explicaciones. Aunque en ocasiones decir no a los demás no siempre es fácil, ya que puede conllevar al rechazo de los demás miembros de la familia, hay que considerar que tan cómodo me siento con eso, si considero que es tolerable la molestia, adelante, si aún estoy practicando para poner límites, decir no seguido de una breve explicación podría funcionar. Sólo considera que hay familiares que pueden intentar persuadir, manipular o hacer que cambies de opinión; en estos casos, confía en ti y en el resguardo de tu persona al no caer en provocaciones.

Quinto, a veces cortar de tajo puede ser la mejor opción. Si la relación te hace más daño que beneficio, esta es una opción a considerar. El hecho de que seamos familia no nos obliga a aguantar o soportar la violencia a la que estamos expuestos, por más cariño que se tenga a esa persona.

Por último, es necesario saber que uno no tiene la capacidad para hacer que el otro cambie. El cambio es una decisión personal, por más veces que uno fantasee con que los familiares van a cambiar, esto no sucederá hasta que ellos lo deseen. Aparte de decirles cómo te sientes, pedirles que consideren tu perspectiva y animarlos a hablar con un terapeuta u otro profesional, no hay mucho que se pueda hacer.

La familia es crucial para el desarrollo de cada individuo, por eso, cuando nuestros familiares en vez de cuidarnos y protegernos, nos lastiman y no nos valoran, se crea una herida profunda en nosotros que en ocasiones repercute en nuestra personalidad o vida diaria. Es por esto que es esencial aprender a protegernos, a poner algo de espacio personal, a recuperarnos de esas heridas que ya traemos cargando. La familia debería ser un espacio seguro, no el primero en violentarme. Es por esto que, si has intentado de todo, o tu herida y dolor son muy grandes, tal vez lo que siga sea poner distancia de por medio.

Bibliografía

El Financiero. (2021). Violencia intrafamiliar y suicidios de niños registran récords en México durante pandemia. https://www.elfinanciero.com.mx/nacional/2021/08/19/violencia-intrafamiliar-y-suicidios-de-ninos-registran-records-en-mexico-durante-pandemia/

Pérez, M. (2021). La violencia intrafamiliar. https://revistas.juridicas.unam.mx/index.php/derecho-comparado/article/view/3595

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Peligros sobrenaturales de viajes en avión

FOTOS: Internet.

California Mítica

Por Gilberto Manuel Ortega Avilés

 

La Paz, Baja California Sur (BCS)En estas épocas, los viajes en avión son comunes, ya sea para visitar a familiares o ir a pasar las fiestas decembrinas. El avión es uno de los métodos de transporte más seguros, pero aín así, existen misterios que te pueden dan escalofríos al montar un ave de acero.

Choque con ovnis

En ocasiones los aviones terminan con colisiones con objetos a la máxima altura que viajan, las versiones oficiales, nos explican como choques con aves, aunque testigos afirman haber visto objetos voladores, además que en la mayoría de la veces dejan danos en los aviones que difícilmente podría ocasionar un ave, además que nos podemos poner a pensar que ave surca los cielos tan alto como el avión.

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Desapariciones misteriosas

Sólo basta recordar el famoso Triángulo de las Bermudas, pero ese no es el único punto geográfico donde un avión ha desaparecido súbitamente del radar y jamás haya sido encontrado; aunque la explicación lógica es un accidente aéreo, en muchas ocasiones no se encuentran ningún indicio que puedan verificarlo.

Pilotos fantasmas

En la mañana del 4 de septiembre de 1954, el vuelo 513 comercial de Santiago Airlines, salió de un aeropuerto en Alemania occidental. Pasaron días y el avión nunca llegó a su destino… Desapareció en alguna parte del océano atlántico sin dejar rastro.

Las autoridades asumieron que se había estrellado en alguna zona particular alejada de todo tránsito y que los restos se sumergieron en los abismos del océano. A raíz de esta desaparición, Santiago Airlines cerró sus puertas al público en 1956 y nunca se supo nada más sobre el vuelo 513, ni sobre las 92 personas que iban a bordo, hasta 35 años después.

El 12 de octubre de 1989, en Puerto Alegre, Brasil, el vuelo comerciar aterrizó como cualquier otro avión en cualquier otro día. Los empleados del aeropuerto estaban extrañados por el aterrizaje del avión que se suponía extraviado y que no respondía a las señales de radio; por lo que fueron a checar el interior de la aeronave. Adentro no había nadie con vida: al parecer, todos llevaban muertos por años, ya que sólo sabían esqueletos. Al entrar a la cabina, se encontraron con el cadáver del capitán, Miguel Víctor Curi, quien aún sujetaba los controles. Se podría suponer que el cuerpo sin vida aterrizó el avión.

Perderse en dimensiones

Fue el 2 de julio de 1955 cuando el vuelo 914 de Pan Americana despegó con 57 pasajeros abordo, era un vuelo que se dirigía a la ciudad de Miami, un vuelo que tardaría aproximadamente tres horas en llegar. Al poco tiempo  desapareció de los radares, sin ninguna señal de auxilio, por lo que lo las autoridades tuvieron que actuar de inmediato pensando que lo peor había sucedido.

Se pusieron en marcha las investigaciones sin encontrar rastro alguno de lo que había sucedido con el avión y sus tripulantes. La teoría de los expertos —y lo que se comunicó a los familiares de los pasajeros— fue que el avión se había estrellado en algún punto de su trayecto.

El 9 de septiembre de 1922 en Caracas, Venezuela, Juan de la Corte quien era el controlador del tráfico aéreo, notó que en el radar aparecía una aeronave que no pertenecía a ellos. Cuando el avión aterrizó, tanto Juan como sus compañeros se percataron que se trataba de un avión McDonnell Douglas DS4, aun con hélices en lugar de turbinas, modelo que tenía muchos años de haber sido remplazado.

Momentos de confusión se vivieron cuando el piloto reportó que se trataba del Vuelo 914 de Pan American, programado para aterrizar en el aeropuerto de Miami, a las 9:45 de la mañana el día 2 de julio de 1955.

Al aterrizar Juan le preguntó al piloto si sabía que estaban en el año 1992 y que estaban en Caracas, Venezuela. El piloto se alteró por lo que volvió a echar en marcha al avión, desapareciendo minutos más tarde del radar. Ya nunca se supo más del vuelo, y entre miles de teorías, la más popular afirma que este vuelo se perdió entre dimensiones, y viajo en el tiempo. Quizás, este avión haya aterrizado aún más en el futuro o siga viajando sin fin.

Así que si en estas épocas vas a viajar en avión, sólo recuerda estos sucesos para que tu viaje sea mas interesante.

¡Feliz Navidad!

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