Relaciones tóxicas: cómo identificarlas

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FOTOS: Internet.

Sexo + psique

Por Andrea Elizabeth Martínez Murillo

La Paz, Baja California Sur (BCS). Últimamente la forma de relacionarnos con los demás ha cambiado y se ha adaptado a las nuevas tecnologías. Sin embargo, parece que hay ciertos patrones y actitudes dañinas que seguimos repitiendo pese a que pase el tiempo. En el pasado, muchas de estas actitudes estaban asociadas al amor romántico, ahora sabemos que son parte de un ciclo violento. Hoy, son comúnmente conocidas como relaciones tóxicas, ¿sabes identificarlas?

Aunque muchas personas han bromeado con la palabra tóxico, con memes del tipo: “tóxicos lo que viven en Chernobyl” y cosas así, la realidad es que el término se ha extendido y popularizado, y es que, su significado literal le queda bien para aplicarlo en el campo de las relaciones humanas. Tóxico: que puede causar trastornos o la muerte a consecuencia de las lesiones debidas a un efecto químico.

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Las relaciones tóxicas — para este artículo, abordaré el tema con enfoque a los vínculos afectivos, en específico parejas, aunque muchas aplican para cualquier tipo de relación — son las relaciones de poder que se reproducen entre las parejas, en donde una de las dos partes o las dos, hace daño de forma constante debido a ciertas dinámicas peligrosas.

Y, pese a que esta forma de relacionarnos han existido desde hace cientos de años, cada día vamos descubriendo nuevas formas de violencia que teníamos normalizadas y que ahora, por fin, podemos empezar a vislumbrar y por lo tanto cambiar. Sin embargo, darme cuenta de la violencia que he sufrido o ejercido no siempre es sencillo, por eso, te dejo ciertas actitudes que son características de este tipo de relación:

Primera fase o señales de alerta:

  • No le da importancia a tus sentimientos: ignora o se muestra inconforme con las peticiones que haces o cuando quieres hablar de algo que te lastimó, le da la vuelta para que tú seas culpable.
  • Te ridiculiza enfrente de los demás: no le importa hacer bromas hirientes o ponerte en situaciones bochornosas y, por lo general, cuando muestras tu molestia, menciona que no era para tanto.   
  • Desprecia tu manera de vestir o va sugiriendo pequeños cambios a lo largo del tiempo: suele ser de manera gradual, solicita que incluyas o modifiques la forma en la que vistes, maquillas, hablas, entre otras. Puede que los comentarios que te haga sean “tiernos” como: vístete así solo para mí, no quiero compartirte con nadie, me perteneces, o chantajistas ¿quieres que otras personas te vean?, ¿para quién te estas vistiendo?, entre otras
  • Se muestra celoso y/o posesivo: intenta controlar tus actividades diarias o que lo mantengas en comunicación constante de tu horario.
  • Si algo sale mal, te culpa de lo ocurrido, aunque él/ella haya tenido la culpa: suele ser muy común en personas manipuladoras, que, ya sea se hagan las víctimas o comiencen a cambiar el tema de discusión hasta que de algún modo que parece convincente, tú tuviste la culpa.
  • Te chantajea emocionalmente para que hagas cosas que no quieres hacer: puede ser que tome el papel de víctima y alegue sentirse herido o sea activamente agresivo, pero buscará convencerte de hacer lo que quiera.
  • Te presiona para que solo estén juntos: poco a poco va creando problemas con tus amistades y familiares, es decir, con las personas que podrían ser tu red de apoyo.
  • Pide tus contraseñas y/o acceso a tu privacidad, como el celular, computadora, entre otras.

Segunda fase:

  • Te grita: ya sea en público o privado, para imponer su autoridad sobre ti.
  • Golpea paredes y/o tira objetos: con lo anterior se está asegurando de ser intimidante y provocarte miedo, posiblemente lo próximo que golpee, seas tú.
  • Destruye tus objetos personales o amenaza con hacerlo: como manera de manipulación o para herirte, puede destrozar desde pequeños recuerdos hasta tu computadora, celular o, en casos extremos, incendiar tus cosas. 
  • Te empuja y/o forcejea contigo: puede ser que pretenda que lo hace como un juego, o cuando discutan lo haga; este punto es similar a golpear paredes, por lo general la violencia tiende a escalar, por lo que es sumamente probable que te golpee pronto.
  • Se enfada de manera desproporcionada por pequeños detalles: ante pequeños “errores u omisiones” tuyos sobrereacciona con ira o tristeza, que te llevan a sentirte culpable.
  • Te culpa de que siempre haya peleas: ante cada posible discusión, buscará la manera de que termine siendo tu culpa en algún momento. Ya sea que se escude en que heriste sus sentimientos o se moleste de manera desproporcionada.
  • Chantajea sobre exponer cosas tuyas: amenaza con compartir tus nudes, secretos, problemas o cualquier información que pueda ser utilizada para herirte.

Tercera fase

  • Te agrede físicamente: cuando estén solos o enfrente de otras personas. Puede ser para proporcionar un “castigo”, para reformar un comportamiento o “porque tuvo un mal día”.
  • No deja que veas a familiares, amigos o personas con las que puedas recurrir: ya sea porque ha hablado mal de ti o de ellos o te lo prohíba explícitamente, busca aislarte por completo para que no pidas ayuda. Por lo tanto, sientes que no tienes a nadie con quien acudir.                                                                         
  • Te obliga a mantener relaciones sexuales: cuando o donde no quieres. Pese haber manifestado tu inconformidad.
  • Te amenaza con objetos o con suicidarse: utiliza el tan sonado si me dejas, me mato para hacerte sentir culpable.
  • Te amenaza de muerte: utiliza frases del tipo: si no estás conmigo, no estarás con nadie, tú me perteneces solo a mí, entre otras.

Todas estas fases pueden ir acompañadas de un fingido remordimiento al paso del tiempo, sobre todo cuando golpean o avientan cosas o a ti mismo. Sin embargo, pese a todas las disculpas que pueda formular, los episodios se siguen repitiendo y subiendo de intensidad, hasta que, en algún momento, sientes que es imposible escapar de ahí o te empeñas en creer que tu amor logrará cambiar sus actitudes.

Y es que no importa el género, la orientación sexual o, en muchas ocasiones, la edad para sostener este tipo de relación que va mermando nuestra autopercepción y autoestima, ya que la manipulación mental junto con el desgaste emocional que se viven, nos van desarmando poco a poco, hasta sentirnos completamente desvalidos y dependientes de la persona agresora.

Hay ocasiones en que el agresor — o en algunos casos, ambos miembros de la pareja— no se da cuenta de la agresión que inflige, solo reproduce los modelos comerciales y alterados del amor romántico; sin embargo, por lo general, a la víctima —aunque de manera consiente lo niegue—, le queda la sensación de no estar completamente feliz o de que lo que acaba de vivir está mal; posiblemente no sabe explicar el porqué, pero no se siente correcto. En muchas ocasiones, viene rápidamente la justificación ante el agresor y las ganas de querer cambiar aquello que está mal en mi para que la situación no se vuelva a repetir.

Otras formas de saber si te encuentras una relación tóxica es percibir lo que te tiene ahí, ya sea por una necesidad de control o dominio sobre el otro para satisfacer tus necesidades, por mantener una mentira para alimentar tu ego o causar compasión; puede ser por caridad, para no herir a la otra persona, también podría ser por rencor, como aguantar una infidelidad para después vengarse, o, en muchas ocasiones, la causa para mantenerse ahí es por pura soledad.

Si te has identificado viviendo alguno de los dos lados de las relaciones tóxicas, te dejo algunos centros de atención donde podrás exponer tus dudas sobre el tema:

  • Para mujeres y niñas que conviven con su agresor, está la página de Facebook Alternativas Pacíficas la cual brinda ayuda 24/7 en el teléfono 018005092527.
  • Si eres hombre y te sientes enojado, frustrado, molesto, triste o en tensión, llama a la línea 015552642011 o visita su página en internet gendes.org.mx, la cual brinda atención las 24 horas del día.
  • En caso de que quieras iniciar un proceso terapéutico, pero quieres seguir las recomendaciones del sector salud de no salir de casa, puedes visitar la página de Facebook del Colegio de Psicólogos BCS, en donde anexan una lista de los profesionales que ofrecerán apoyo psicológico virtual y telefónico en esta contingencia.
  • La página de Centro de Crecimiento Personal y Familiar, brindará psicoterapia en línea, completamente gratuita, ya sea que visiten su página centrodecremiento.com o llamen al celular 8120362733.
  • Por último, el número de emergencias 911 atenderá situaciones de violencia de género con protocolos especializados.

Además, en caso de que no te sientas bien en tu relación o no sepas como salir de ella, siempre es importante tener en cuenta que, por más lejanos que pudieran parecer tus amigos y familiares, es altamente probable que estén preocupados por ti y te brinden su apoyo. Y en caso de que no tengas familiares, hay muchos grupos de ayuda a los que puedes acudir.

 

Bibliografía

·         Andrade, J. (2013). Relaciones Tóxicas de pareja. San Buenaventura University.

·         Márquez, X. (2005). Ni contigo, ni sin ti: la pareja irrompible. Revista Intercontinental

·         Mas Delblanch, M. (2013). Relaciones de pareja tóxicas, cómo identificar el problema y resolverlo. Recuperado de https://www.siquia.com/2013/08/relaciones-de-pareja-toxicas-como-identificar-el-problema-y-resolverlo/

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.

 

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Sexo + psique

Andrea Elizabeth Martínez Murillo

Psicóloga y Sexóloga. Nació en la ciudad de La Paz, BCS, el 2 de noviembre de 1988. Licenciada en Psicología por parte de la Universidad de Guadalajara, Jalisco, en 2012 y futura maestra en Educación Sexual por parte de Centro de Educación y Atención en la Salud y la Sexualidad (CEASS) en Guadalajara, Jalisco. Ha sido docente de Bachillerato desde 2015 y responsable de dos planteles de Educación Media Superior. Ha impartido talleres a estudiantes y docentes por todo el estado a la par de trabajar la parte clínica de la psicología.

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