La cultura de la violación

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FOTOS: Internet.

Sexo + psique

Por Andrea Elizabeth Martínez Murillo

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía, el violador eres tú. A más de un año de este canto por parte de colectivos feministas, nos seguimos enfrentando a un mundo que condena a las víctimas y es permisivo y flexible con los agresores.

La opinión pública parece estar dividida, si es un extraño el que comete una violación se repudia, pero si es un conocido o alguien cercano, se buscan pretextos para no juzgarlo por lo que hizo. A esto se le conoce como cultura de la violación ¿has escuchado hablar de ella?

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La cultura de la violación, acuñado como concepto en los años setenta, vincula la violación y la violencia sexual a la cultura de una sociedad en la que lo habitual es normalizar, excusar, tolerar e, incluso, perdonar la violación y, al mismo tiempo, culpabilizar a la víctima – Nuria Varela

Rita Abundancia hace un análisis de la escritora Emile Buchwald en su libro Transforming a Rape Culture (1993), donde cuenta cómo se crea la cultura de la violación normalizando la violencia sexual, y como, a través de un complejo sistema de creencias, se permite que los hombres cometan agresiones. Cómo cierta violencia se ve como sexy y cómo la sexualidad se confunde con algo muy cercano a la violencia. En este contexto, tanto hombres como mujeres, asumen que la agresión es algo inherente a la vida y, por lo tanto, inevitable. La cultura de la violación, comprende, según Buchwald, la televisión, las bromas, los anuncios publicitarios, las leyes, el mundo laboral o cierta pornografía. La cultura de la violación es una especie de terrorismo que planea sobre la vida de las mujeres.

Como ejemplo de la normalización de la violencia está la película 365 DNI, que se acaba de estrenar en Netflix y que es una de las cintas más vistas en la plataforma. En donde el protagonista secuestra a una chica y la obliga a vivir con él por un año con la consigna de hacer que te enamores de mí. Entre maltratos y lujos — porque claro, las mujeres podemos soportar todas las vejaciones siempre y cuando nos compren el vestido que queremos— obliga a la protagonista a permanecer a su lado y ella comienza a enamorarse poco a poco de él. Todo lo que está mal con el amor romántico, la violencia, el machismo y el abuso de poder se retrata de manera romántica en esta cinta. Sin embargo, vende, y es por lo que Netflix no quiere desaparecerla de su catálogo, pese a las críticas recibidas. El falso amor romántico vende y contamina la mente de todos al creer que es aceptable vivir de esa forma.

Otro ejemplo actual, es la imagen que en estos últimos días circula por las redes sociales

Muchas de las reacciones ante esta imagen fueron de risas y el ya conocido Me divierte de Facebook, la mayoría de estas por parte de hombres. Pero, es solo una reacción, ¿por qué estaría mal? 

Porque, entonces, admites que te divierte que droguen a mujeres y luego las violen, te divierte que esto le haya pasado a miles de mujeres alrededor del mundo, te divierte que las mujeres no podamos sentirnos seguras cuando salimos, te divierte que haya red de trata de mujeres que utilizan este método para secuestrarlas y comerciar con ellas, te divierte que además de la violación, es altamente probable que aparezca muerta al día siguiente… no solo te divierte una imagen, te divierte todo lo que tiene que ver con ella y el sufrimiento que conlleva para las víctimas y familiares.

El que para algunas personas conservadoras esto pueda leerse y considerarse extremista, se debe a qué tan normalizada tenemos la violencia hacia las mujeres, al nivel de que no vemos “tan” mal que sucedan estas cosas o, si llegan a pasar, es culpa de las mujeres por salir solas, vestir provocativamente o estar en la calle a horas no adecuadas, en fin, siempre hay un pretexto para justificar al agresor.

Y esto es solo un meme, estoy segura que en algún momento de tu vida has escuchado las siguientes frases: se visten así y después piden que no las violen, pero ¿qué hacías tan tarde y sola?, es que mira que falda tan corta traes, los hombres tienen su instinto y tienen que desahogarse, eso te pasa por salir con puros hombres, si te hubieras dado a respetar no habría pasado nada, y muchas, muchísimas más de ese estilo. Porque, a fin de cuentas, vivimos en una sociedad machista hasta la médula y reproducimos comentarios que en ocasiones no entendemos o no dimensionamos su gravedad.

Es momento de decir basta a tanta agresión, basta a seguir vendiendo a las mujeres y basta a exhibirlas como mercancía. Como mujeres nos toca armar espacios seguros y desarrollar la sororidad, pero a los hombres les toca replantearse su masculinidad y los pactos entre machos, esos pactos que se solidifican con el silencio y la complicidad ante sus agresiones.

Si te interesa comenzar a contribuir a frenar la cultura de la violación, puedes empezar a valorar el consentimiento: si la otra persona no puede decir algo, no hay consentimiento; si esta borracha, drogada, o su conciencia esta alterada de alguna forma, no puede dar su consentimiento¸ por lo tanto tener un acto sexual con ella es violación.

Puedes dejar de culpar a las víctimas, no es la ropa, no es el lugar, no es la hora, son los agresores. Durante la pandemia se elevó hasta el 89% las agresiones a mujeres dentro de su hogar.

También puedes intentar tener cero tolerancia a la violencia y el acoso de otros hombres, aunque sean tus amigos, familiares o conocidos. Nada justifica que sigas protegiendo potenciales agresores. O, en caso de identificarte con algo de lo que se describe aquí, buscar ayuda psicológica para no seguir repitiendo estos patrones y poder establecer relaciones sanas.

En caso de que seas mujer y te hayas enfrentado a una situación como la de la imagen de antes, Mujeres de la Sal en uno de sus post en Facebook del primero de julio nos da algunos consejos por si te topas con una bebida adulterada:

¿Qué hacer si les pasa esto? Esta información es más completa:

La imagen representa que pusieron drogas en tu vaso para dejarte inconsciente, si llegas a verlo:

-No sueltes el vaso por nada del mundo o pídele a alguien que tome fotos o vídeo

-Provócate el vómito inmediatamente, aunque no estés en el baño (el vómito sólo retrasa el efecto)

-Irse rápidamente del lugar

-Llamar a una amiga(o) de confianza o buscarlos y comentarle la situación

-Denunciar lo que sucedió. (Para eso tienes que llevar el vaso o las pastillas que venían dentro de él)

Plus: Si el hielo de tu bebida NO FLOTA está alterada.

-Cuando alguien les invite una bebida preparada o abierta, pídele que le tome a esa misma bebida, si no lo hace mejor no te tomes nada.

Recuerden que nunca es su culpa que alguien se aproveche de ustedes.

No es gracioso que nos droguen para violarnos o matarnos. No es gracioso amanecer en un terreno baldío sin vida. No es gracioso despertar sin saber qué es lo que pasó la noche anterior.

Es importante que como mujer u hombre tengas en cuenta que nunca es culpa de la víctima y que ya es momento de replantearse todas las creencias con las que fuimos educados desde pequeños.

 

Bibliografía

• Abundancia, R. (2019) Cultura de la violación’: cuatro estrategias para frenarla. El País. Recuperado de: https://smoda.elpais.com/moda/actualidad/estrategias-frenar-cultura-violacion/
• Dieciséis maneras de enfrentarte a la cultura de la violación. (2019). ONU MUJERES. Recuperado de https://www.unwomen.org/es/news/stories/2019/11/compilation-ways-you-can-stand-against-rape-culture
• Jiménez, G. (2020). Aumentan feminicidios y abusos sexuales durante pandemia. Excelsior. Recuperado de: https://www.excelsior.com.mx/comunidad/aumentan-feminicidios-y-abusos-sexuales-durante-pandemia/1378842
• Mujeres de la Sal. (2020, Julio 01). Cultura de la violación. Post de Facebook. Recuperado de: https://www.facebook.com/mujeresdelasal/photos/a.111137817172710/151912396428585/?type=3&eid=ARDoUq3R1YkQaBlANpeqVbHnDjYOzbrTFGZJdOZXEw846Mync4N-XtL7v-5-z_6DxRY0tdqOtBgrBH6X&__tn__=EEHH-R

 

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.

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Sexo + psique

Andrea Elizabeth Martínez Murillo

Psicóloga y Sexóloga. Nació en la ciudad de La Paz, BCS, el 2 de noviembre de 1988. Licenciada en Psicología por parte de la Universidad de Guadalajara, Jalisco, en 2012 y futura maestra en Educación Sexual por parte de Centro de Educación y Atención en la Salud y la Sexualidad (CEASS) en Guadalajara, Jalisco. Ha sido docente de Bachillerato desde 2015 y responsable de dos planteles de Educación Media Superior. Ha impartido talleres a estudiantes y docentes por todo el estado a la par de trabajar la parte clínica de la psicología.

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