¿Hay petróleo en la península de Baja California?

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Explicaciones Constructivas

Por Noé Peralta Delgado

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). El llamado oro negro, vuelve a estar en noticias de todos los medios de comunicación recientemente, debido a la falta de entendimiento entre dos de los países que más producen petróleo en el mundo, por un lado Rusia (como productor individual) y por otro lado Arabia Saudita (máximo representante de la OPEP); que ocasionó un desplome histórico en el precio del barril, y es que, como dice el viejo dicho de economía, entre más producto hay, más bajo será el precio. El tema de México, si hizo bien o mal en negociar su producción con los países productores, utilizando la benévola asesoría de Estados Unidos, puso al gobierno federal a cuestionarse si en este momento conviene extraer el petróleo a discreción o será mejor esperar a que mejoren los precios.

Y es que, históricamente, se nos enseñado en las escuelas que México es un gran productor de petróleo y tenemos reservas suficientes para poder vivir de los ingresos derivados de su venta; lo cierto es que desde la década de los ochentas se cambió esa perspectiva que se tenía, para bien de la nación, al diversificar los ingresos, apoyado sobre todo del turismo y las maquiladoras. Pero, antes de la década de los ochentas, el gobierno andaba como loco buscando petróleo en todo el territorio nacional para su extracción, así como nos imaginamos a los buscadores de tesoros.

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Por tradición, el Golfo de México y todos los estados que forman la cuenca de esa gran masa de mar, son productores por excelencia de petróleo mexicano; según datos recabados de la revista SciELO, de auspicio de CONACYT, el petróleo comenzó a extraerse en la zona del estado de Tamaulipas en el año de 1911 con grandes concesiones a empresas estadounidenses y británicas, para su producción y posterior envío a las recién creadas refinerías al otro lado de la frontera, donde el país vecino, al mismo tiempo iniciaba con la gran demanda de combustible para sus vehículos e industrias; fue hasta el 15 de julio de 1914, cuando se inauguró la primera refinería de petróleo en México, tocándole a la empresa petrolera ¨El Águila¨, su construcción, recordando que los dueños de dicha empresa eran los ingenieros e inversionistas ingleses Weetman Pearson y James Hyslop.

A la naciente empresa se le llamó ¨Refinería Doña Cecilia¨, la cual inició produciendo alrededor de 20 mil barriles diarios; a raíz de esto, con la gran cantidad de trabajo creado y por las oportunidades de empleo que representaba, en la desgastante guerra revolucionaria mexicana se fundó un centro de población el día primero de mayo de 1924, con el nombre de Villa Cecilia, y renombrada después como Ciudad Madero, que sin duda en México es un referente de ciudad petrolera al 100%.

Con la llegada al poder del General Lázaro Cárdenas en 1934, se impulsó la nacionalización de la industria petrolera, donde a las empresas petroleras extranjeras se les dieron las gracias, y se optó por el camino total donde el gobierno interviene en todos los procesos de producción hasta la refinación del petróleo. Cabe decir que fueron los años de bonanza de la industria petrolera mexicana, incluso en la década de los cincuentas y sesentas, en el mundo se hablaba del milagro mexicano, al cual lo ponían de ejemplo al resto de Latinoamérica y, por lógica el gobierno al no tener llenadera, inició con exploraciones a lo largo y ancho del territorio nacional, incluyendo la atractiva península de Baja California, que por sus condiciones parecidas a los desiertos del medio oriente y su cercanía a California, donde ya había yacimientos explotados, hacían un lugar muy susceptible de hallar el preciado oro negro.

Las exploraciones iniciaron a inicios de los sesentas, en toda la parte occidental de lo que es el actual estado de Baja California Sur, en el tramo al sur de los Llanos de Hiray, hasta el desierto de Vizcaíno por el norte, sin adentrarse en la Sierra de la Giganta; 5 años se estuvieron realizando sondeos por parte de los ingenieros traídos desde el centro de la república mexicana, con mano de obra local para los demás trabajos en la exploración. A todo lo largo del estado sudcaliforniano, dejaron sellos metálicos muy visibles actualmente donde se lee la leyenda: ¨pemex + lugar de exploración¨ y otros datos no legibles; varios lugareños de La Purísima, estuvieron buen tiempo en todo el procedimiento, entre ellos los señores Modesto y Samuel Peralta Mayoral, quienes nos platican cómo llevaban a cabo su trabajo, del cual unos eran dinamiteros, otros hacían el trabajo de baliceros topográficos y otros más de asistentes de los ingenieros, para recoger la información plasmada en papel después de realizar las explosiones provocadas.

A pregunta directa hecha, sobre si en las pláticas de los ingenieros, se mencionó sobre la posibilidad de hallar petróleo, don Modesto, comenta que en aquel tiempo contaba con 26 años y escuchaba muy poco sobre la posibilidad, razón entendible de los técnicos, porque los estudios terminan de realizarse en escritorio con la toma de toda la información posible, pero las ganas de hallar petróleo eran vistas. Una vez que acabaron los contratos con los trabajadores locales, sellaron los pozos, y partieron de regreso a las oficinas centrales de Pemex en la Ciudad de México, dejando en suspenso la noticia sobre la posibilidad de haber encontrado yacimientos generosos de petróleo en Baja California Sur, y de ahí naciendo el mito hasta hoy, de que bajo el subsuelo del desierto bajacaliforniano hay grandes reservas de petróleo, y que México está cuidando de estas para un futuro, incluso leyendas urbanas que Estados Unidos las va a explotar una vez que se haga de la península, razón por la cual ha presionado a México para que ¨se las cuide¨, mientras eso sucede.

Las conclusiones sobre la existencia del petróleo en Baja California Sur, claro, que sea en grandes cantidades para que valga la pena extraerlo, aún hoy dan mucho de qué hablar; pero, volviendo a la historia, se tiene que en su búsqueda desenfrenada por hallar oro negro en alguna parte del territorio nacional, ya con noticias no muy alentadoras de poder explotar yacimientos en la península, el gobierno federal recibe la noticia petrolera del siglo: hay petróleo abundante cerca de Ciudad del Carmen, Campeche. Un pescador ribereño llamado Rudesindo Cantarell Jiménez, hace público un descubrimiento que ya tenía años observando sobre unas aguas someras del Golfo de México en el año de 1971 y, ahora sí, a la dependencia paraestatal le brillan los ojos de avaricia y enfoca todo su objetivo para ir tras el petróleo campechano (metafóricamente hablando). El complejo Cantarell, en honor a Rudesindo, inició con los trabajos de explotación a gran escala, y fue hasta 1979 cuando alcanzó su tope de producción con poco más de 4mil barriles diarios, incluso es en la actualidad el segundo yacimiento más importante del mundo. Un análisis hasta este momento, ¿creen que con las condiciones de aquel tiempo, y de haber encontrado petróleo en la península Bajacaliforniana, no lo hubieran extraído en ese momento?.

Después de revisar varias páginas oficiales de Petróleos Mexicanos (PEMEX), no se ha encontrado en ninguna fuente sobre la posibilidad de extraer petróleo en cantidades ideales del desierto sudcaliforniano, no se halló ninguna posibilidad de reservas futuras para que se puedan explotar, y aún sigue en el colectivo sudcaliforniano la incertidumbre sobre cuál fue el resultado de aquellas legendarias exploraciones petroleras que sucedieron en los años sesentas en territorio comundeño, principalmente.

En las imágenes satelitales de internet, puede verificar los trazos muy bien alineados que construyeron los ingenieros, para hacer los caminos y llevar un registro ordenado de sus exploraciones, sobre todo al norte del poblado de Santo Domingo, donde se pueden buscar los famosos sellos que pusieron en cada uno de las excavaciones para buscar el ambicionado petróleo.

Y, si es aficionado a unas vacaciones de campismo, acérquese a la comunidad de La Purísima, donde podrá ver de cerca en la parte posterior del cerro del pilón un sello metálico, hágase acompañar de algún habitante de la región de preferencia que haya vivido en los años sesentas, le agradarán sus pláticas sobre las míticas reservas de petróleo sudcaliforniano.

 

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noeperalta1972@gmail.com

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Explicaciones Constructivas

Noé Peralta Delgado

Ingeniero Civil egresado del Instituto Tecnológico de La Paz en 1995. Oriundo de Ciudad Constitución, Baja California Sur, donde nació el 19 de agosto de 1972 y donde actualmente radica; se desempeña como constructor de obra civil y proyectos topográficos principalmente. Tiene en su historial haber fundado el Colegio de Ingenieros Civiles de BCS, sección Comondú, en el año 2005, y participar activamente en cursos y reuniones afines al quehacer de la ingeniera civil. En el trienio 2015-2018, se desempeñó como director de Catastro Municipal en Comondú, donde se especializó en temas relacionados con la tenencia de la tierra, a través del diplomado en catastro multifinalitario en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Actualmente estudia la maestría en Valuación Inmobiliaria, por la Universidad Autónoma de Durango.

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