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Un mural que honra a las aves de Los Cabos. El proyecto artístico de Gibrana Nemer Naveda (II)

**Tierra Incógnita**

Sealtiel Enciso Pérez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). El Mural de las Aves de Los Cabos, cuya autora es Gibrana Nemer N., ha despertado una gran expectación no sólo de la comunidad que circunda el sitio donde se realiza, sino también en la comunidad artística y cultural de Baja California Sur, las cuales realizan un seguimiento del mismo a través de la página de Facebook que constantemente actualiza la autora, y que pueden seguir con el nombre de Mural de las Aves de Los Cabo

Ante mi siguiente pregunta ¿Cuánto tiempo ha transcurrido desde que inició con esta actividad y cuánto es el que estima que le falta para completar todo el mural? Gibrana mencionó, que el 9 de febrero de 2023, fue el banderazo oficial de inicio de labores, y la fecha límite de entrega del proyecto terminado será el 30 de junio de este año.

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En Toluca realice aproximadamente unos 12 o 15 murales, ya no lo recuerdo. El más representativo, que con mucha tristeza debo decir, que ya no existe, fue un mural con el que gané una convocatoria que se llamó Art-Mosfera, allá en Toluca, y se realizó para poder cambiar la imagen urbana del centro de la ciudad. Ese mural lo desarrollé para hacerle un homenaje a la identidad toluqueña, con base en las etnias, en este caso yo me refería a la etnia de los otomíes. El mural se llamó la danza de la ofrenda. Es una danza que hacen las mujeres al inicio de las lluvias en el mes de marzo para que las cosechas sean fructíferas. Las mujeres usan su traje típico tradicional, y un sombrero de palma de los que les cuelgan montones de hilos de colores, que representan el agua que escurre hacia la tierra, porque son listones muy largos que arrastran en el piso, y entonces danzan agarradas de las manos, dando vueltas. Es una danza muy vistosa. En Baja California Sur también he estado perfeccionando, trabajando el mural. Cuando pasó la época más fea de la pandemia, estuve en un grupo con otros seis pintores e hicimos un mural en el colegio McGregor ,que está aquí en la salida hacia Cabo San Lucas. Ese mural se llamó “El mural del agradecimiento”.  El tema del mural fue sobre la fauna del municipio de Los Cabos, fue muy vistoso, y esa fue mi primera intervención aquí en Los Cabos. El segundo es este mural de las aves de Los Cabos. Gracias a este mural, han salido ya otros proyectos, como un mural muy bonito que hice en una cafetería que se llama Teachers Coffe, que está dedicado al árbol del zalate. También acabo de terminar otra serie dos murales en un spa de medicina ancestral que está ubicado adentro del centro holístico Las Californias. También termine de trazar otro mural que voy a hacer, como parte de mi servicio social, en el Conalep, dentro de las condiciones que pone el PECDA, se establece que, en el transcurso de la beca, el becario tiene que regalar un servicio a la comunidad, y mi aportación será ese mural

Gibrana, ¿cómo cree que este mural contribuirá a la cultura y belleza de Los Cabos? ¡Ay! esa es una muy buena pregunta. Yo deseo con todas, con todas mis fuerzas, que este mural se convierta en un punto turístico. Espero que el mural contribuya para convertirse en una guía interactiva, porque al mismo tiempo que tú quieres ver una de sus aves favoritas, puedes conocer otras que a lo mejor ni sabías que vivían aquí. O si, por ejemplo, te gusta mucho un ave y no sabes cómo se llama, que vengas al mural y veas el numerito que va a tener pintado abajo cada una de las aves y en la lista de aves conozcas su nombre en español, en inglés y como se conoce localmente. Quiero poner otra, una especie de mapas, pequeños, en donde indique el lugar donde está el Estero de San José y el grupo de aves ahí habitan. Que se convierta en un punto turístico y en un punto educativo, que no sea nada más unas bardas pintadas.

¿Qué desafíos has enfrentado durante la creación del mural, por ejemplo, alguna historia, anécdotas interesantes que hayan surgido en el trayecto? Todo es en un 99% anécdotas positivas y sólo una negativa. Por ejemplo, conocí a un señor que se llama don Ramiro. Es un señor josefino, y desde que empecé a pintar, todos los días en la mañana se acercaba para contarme historias de cuando él era joven, de cuando aquí dónde está la playa de Palmilla, que es muy famosa, llegaban los barcos que llevaban al ganado a Ensenada. Cuando aquí en la esquina de la avenida de Valerio González, se hacían las fiestas del pueblo, y así sucesivamente, cualquier cantidad de historias que te puedas imaginar. Muchas personas que pasan me dan las gracias por el trabajo, por la contribución que estoy haciendo a la calle, por lo bonito que se ve, porque les enseño cosas nuevas. Hubo una vez un chavo que me dijo que le daba mucha pena que él siendo de San José del Cabo, no se supiera los nombres de las aves, y que tuvo que venir una fuereña “para enseñarme a mí que soy local, los nombres de las aves, pena me debería de dar, pero gracias, gracias porque lo que hace”. 

La única experiencia, desafortunadamente que tuve fue que cuando terminé la sesión de las aves rapaces, coincidió con el 8 de marzo —el Día Internacional de la Mujer— y hubo una marcha feminista. Pasaron por aquí y el resto del muro, no lo que yo ya había trabajado, sino el resto de la pared, la grafitearon. Me dio mucha tristeza porque la mayor parte del muro ya lo tenía listo para empezar a trazar, qué quiero decir con esto, que por lo menos ya tenía sellador. Tuve que empezar de nuevo y sacar un cepillo de alambre. Entre mi esposo y a mi amigo Miguel, y otras personas que vinieron a ayudarnos, me donaron los cepillos de alambre, con ellos quitamos el grafiti, abrir el canal, para que entrara el sellador, y ponerle una pintura de fondo. Fue muy triste. Me acordé de tu hermana, cuando me platicaste de lo que le pasó con la estatua de La Paloma que tienen en el malecón de La Paz, que limpió el grafiti que dejaron, no sabes cómo me acordé de ella, porque tuve que hacer lo mismo. Pues continué con mi trabajo, y un día se me acercó un señor para decirme que “en lugar de quitar esos grafitis, debería de hacerles un marco para hacer más sobresalientes los mensajes, porque su hija era activista y era de las que había venido a grafitear”. Incluso me dijo “que más me valía detener mi trabajo, sino así me iba a ir”. Me dio mucho miedo, porque capaz que manda a alguien, no sé, a golpearme. Solamente acaté a decirle “Señor, también soy mujer, y para nada me he sentido violentada en el tiempo que llevo viviendo aquí, además, no he conocido a nadie que haya pasado por una situación de violencia, y aquellas mujeres que hayan pasado por algo así, de verdad, desde lo más profundo de mi corazón, lo lamento; pero yo no tengo la culpa y esa pared menos tienes la culpa, además, tengo los permisos en orden para pintar estas bardas, ¿Su hija tiene permiso por pintarla? No, pues no”. Fue lo único que le respondí, el señor se fue muy enojado, y ya no lo he vuelvo a ver, afortunadamente. Me quedé mirando a Gibrana y asintiendo con la cabeza por largo tiempo. No cabe duda de que es una mujer admirable y valiente.

Gibrana, ¿cuáles son tus influencias artísticas en la elaboración de este mural? Tengo tres influencias: Tuve la enorme fortuna de estudiar con el maestro Luis Nishizawa, en su museo-taller, en Toluca, en las clases sabatinas que dio por muchos años. Es uno de los grandes representantes de la escuela muralista aquí en México. Aunque pasaron muchos años para que realizará mi primer mural, con él recibí una muy buena instrucción. En cuanto a la técnica, mi segundo maestro fue Manuel Guillén. Es el último pintor de la escuela muralista mexicana, que todavía lo tenemos en vida. Vive en la Ciudad de México. Tuve la fortuna de tomar un taller de muralismo específicamente, y con él aprendí a manejar los colores cuando se va a trabajar un mural, cómo se maneja una paleta cromática y cómo se obtienen los colores de las luces, los colores de los medios tonos y los colores de las sombras en la composición. Por último, el maestro Joaquín Dimayuga, propiamente no tomé un taller de muralismo con él, pero en las clases que tomé con él, siempre habló del manejo del detalle, siempre decía: La magia de un buen trabajo, de una buena pintura, se ve en el detalle. Cuando el detalle está bien trabajado, y tiene una razón de ser, se ve el amor que le pones a las pinceladas, la pasión, el trabajo, la disciplina y la constancia. Eso de ser pintor no es un hobby, esto es una profesión, y por lo tanto se merece todo nuestro respeto. Toda la combinación de conceptos y valores anteriores es lo que estoy llevando a cabo en mi trabajo.

¿Cómo crees que el arte, puede ayudar a crear conciencia sobre la conservación de la fauna y la flora local? Ah, pues con el simple hecho de saber con cuántos animalitos coexistimos. Que cada especie tiene un valor en nuestro ecosistema, un valor muy importante. Cada animalito tiene una misión, las aves, en este caso. En el caso de los búhos y las lechuzas, son excelentes controladores de plagas porque comen ratones, serpientes. También hay aves que comen insectos, entonces controlan, la población de cucarachas, de palomillas nocturnas, de garrapatas. Las aves playeras que se alimentan de peces y ayudan a controlar la población. Otro punto muy importante es despertar la conciencia ecológica, el que las autoridades se preocupen por no verter las aguas tratadas de la planta de tratamiento de aguas negras al Estero de San José. Si la contaminación no se controla vamos a ver diferentes especies que habitan en este lugar tan emblemático de esta ciudad, moribundas o muertas. Cuando empezamos a ver un descontrol en la contaminación, entonces quiere decir que algo estamos haciendo mal y, por lo tanto, si nosotros conocemos la función que tienen la fauna en general en nuestro ecosistema, con eso espero que al menos una persona, de todas las que han pasado, cambie de opinión en cuanto al manejo de sus residuos, y hasta la contaminación auditiva. Todas esas cosas, con una sola persona que lo haga, con eso, yo me doy por bien servida. Vivimos en un lugar donde somos privilegiados porque tenemos la gran fortuna de ver aves en todo momento. Desde que abres una ventana, escuchas a las calandrias, la matraquita, el colibrí. No tenemos que caminar kilómetros para poder verlos, sino sólo con abrir la ventana tenemos acceso a ellos, entonces sus ecosistemas merecen todo nuestro respeto.

Cuando la gente ve el mural, me dicen que les trae mucha paz, que es un mural muy alegre, un mural feliz, que ahora se ve una calle bonita, limpia, que cuando ven el mural se sienten muy tranquilos, les trae mucha paz, que salen a caminar todos los días para ver qué sorpresa van a ver este día en el mural.

En un futuro tengo nuevos proyectos. Se me han acercado ahorita dos escuelas, una que está en la colonia 8 de octubre, que está muy cerca de donde vivo, y otra que está en El Zacatal, que es una colonia más o menos como a 5 ó 6 km de aquí. En ambas escuelas quieren hacer un proyecto con los alumnos, pero creo que sería para el siguiente ciclo escolar, porque ya este termina en junio, pero pues ahí está. Y en cuanto a proyectos ya pagados, sí tengo. Afortunadamente, por primera vez, tengo lista de espera.

Como mensaje final, concluyó Gibrana: Al arte no hay que subestimarlo. El arte en cualquiera de sus disciplinas es capaz de crear, no nada más una cultura, sino de crear paz, y en este país no surge, nos urge tener un poco de paz, porque vivimos en un entorno hasta cierto punto tranquilo en San José del Cabo, no tenemos que lidiar con situaciones como en las grandes ciudades, en donde la inseguridad y la violencia están al por mayor, donde a todos nos pone la vida en riesgo. Afortunadamente, creo que, hasta la fecha, seguimos disfrutando de un lugar tranquilo aquí en San José del Cabo, creo que, si consumiéramos más arte, seríamos mejores personas. Y eso incluye todo, si leyéramos más, si consumiéramos música, escuchar conciertos, ir a tertulias de libros, salir a tomar fotografías o conocer el trabajo de algún fotógrafo local Tenemos la enorme fortuna de tener jardín de arte, en La Paz tienen jardín del arte, también aquí participo los jueves en San José del Cabo, y tengo mi caseta, y los viernes en Cabo San Lucas. Si consumiéramos más artes, seríamos una sociedad mucho más avanzada en todos los sentidos.

Le di las gracias a este gran y valeroso ser humano por haber aceptado darme esta entrevista. Prometí regresar en breve para traer a mi familia y observar ya el mural finalizado. El tiempo pasa de prisa cuando hablas con una persona que disfruta de su vocación, de su pasión, tal como lo hace Gibrana al pintar. Subí a mi automóvil y lentamente me alejé del sitio, observando por el retrovisor cómo ella continuaba con su labor, regalando a esta hermosa ciudad una imponente obra, que seguramente dará mucho de qué hablar sobre todo por su trascendencia en los ámbitos de la cultura, la ecología, pero, sobre todo, del arte.

Esta publicación obtuvo el Premio Estatal de Periodismo 2023, que organiza la ARSAC, en la categoría de Entrevista

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