Tenería Suela Viscosa: Un Legado Industrial en Baja California Sur

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Tierra Incógnita

Sealtiel Enciso Pérez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). En la encantadora ciudad de La Paz, Baja California Sur, un legado industrial se alzó como un faro de prosperidad y desarrollo en el siglo XX: Tenería Suela Viosca. Esta empresa, que comenzó como una modesta curtiduría bajo la visión de don Santiago Viosca del Solar, evolucionó para convertirse en un pilar económico y social en la región.

La historia de Tenería Suela Viosca se remonta a finales del siglo XIX, cuando don Santiago Viosca del Solar estableció una empresa curtidora en La Paz, B.C. A medida que el tiempo avanzaba, otros socios se unieron al negocio, y la sociedad mercantil fue registrada bajo el nombre “Viosca y Compañía”. Tras el fallecimiento de su fundador en 1895, la Sra. Isabel H. Vda. de Viosca asumió el liderazgo, pero finalmente la compañía se disolvió de mutuo acuerdo.

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Sin embargo, la historia de Tenería Suela Viosca no terminó ahí. Los socios originales, incluyendo a William H. Rocholl, Antonio Ruffo y Arturo C. Nahl, se reagruparon y protocolizaron la empresa como “Rocholl, Ruffo y Cía.” en 1912, y se les unió el Sr. Max Hach. Bajo esta nueva firma, la compañía prosperó y se convirtió en una importante fuente de empleo para la región.

Durante su apogeo, en la administración de Arturo C. Nahl, Tenería Suela Viosca experimentó un crecimiento dinámico. Se convirtió en un centro ejemplar que clasificaba a su comunidad obrera de acuerdo a sus áreas de especialización en el proceso de curtido. Los trabajadores disfrutaban de una caja de ahorros administrada por ellos mismos, préstamos económicos, una escuela para sus hijos y se fomentaba el deporte, especialmente el box y béisbol, creando una novena de primerísima calidad que competía a nivel local y nacional.

La producción de Tenería Suela Viosca no se limitaba a La Paz. La empresa llegó a tener sucursales en ciudades como Ciudad de México, León, Guadalajara, Mazatlán y Monterrey, generando una importante actividad económica para la región y ocupando a cientos de familias en el corte del cascalote de palo blanco y mauto, materias primas esenciales para su proceso de curtido.

Lo que destacaba a esta empresa era su compromiso con la calidad. Utilizaban exclusivamente vegetales en el proceso de curtimiento, sin el uso de productos químicos, lo que resultaba en productos de la mejor calidad. El proceso de curtimiento duraba de 120 a 130 días y culminaba con la distribución de productos comerciales a nivel local y de exportación.

Durante la primera mitad de los años treinta, Tenería Suela Viosca curtía 300 cueros diarios, empleaba a 150 obreros de planta y recibía la asistencia de 1,500 personas en los trabajos de corte y acarreo de cascalote, leña y cal. También se diversificaron al convertirse en la “Empresa Armadora de Buques” con el buque motor nacional Viosca bajo la gerencia de don Isidro Enrique Isáis Marcq.

Sin embargo, como en todas las historias, la de Tenería Suela Viosca también tuvo sus altibajos. A mediados de la década de 1940, la empresa experimentó una decadencia abrupta. En mayo de 1945, bajo un acuerdo con el Sindicato de Obreros Suela Viosca, se redujo la planta de trabajadores y, como resultado, la producción se redujo a la mitad. Finalmente, la empresa cerró sus puertas a finales de esa década.

En un intento de revivir la gloria pasada, en febrero de 1949, se hicieron esfuerzos para reabrir la empresa bajo la razón social “Pieles y Vaquetas, S.A.” Sin embargo, esta iniciativa solo duró hasta 1957, año en el que las instalaciones de Tenería Suela Viosca fueron consumidas por el fuego.

A pesar de su desaparición física, algunas edificaciones y la chimenea aún perduran como testigos de los años de grandeza de esta icónica empresa de Baja California Sur.

Tenería Suela Viosca fue mucho más que una fábrica; fue un centro de vida y prosperidad que dejó una huella imborrable en la historia de La Paz y Baja California Sur. Su legado sigue vivo en los recuerdos de quienes trabajaron en ella y en la memoria colectiva de la región, recordándonos que, a través de la visión y el esfuerzo, es posible alcanzar la grandeza industrial.

Referencia

Ibarra Rivera, Gilberto. La Paz, ciudad y puerto mexicano. Origen, proceso histórico y símbolos emblemáticos.

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, ésto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.

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Tierra Incógnita

Sealtiel Enciso Pérez

Profesor de Educación Primaria, Licenciado en Educación Especial y Maestro en Ciencias de la Educación. Labora en la Secretaría de Educación Pública y comparte su tiempo con su pasión por la historia de la California del Sur. Administra el grupo de Facebook “Conociendo Baja California Sur”. Nació el 22 de septiembre de 1969 en Puerto Vallarta, Jalisco, pero radica en Sudcalifornia desde hace 44 años. Actualmente, es Director de la Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular No. 17 y Maestro de Comunicación del Centro de Atención Múltiple “Gilberto Vega Martínez” en La Paz. Escribió la antología (Ebook) “Piratas, Corsarios y Filibusteros en la Antigua California”. Mención Honorífica en el VII Premio Estatal de Periodismo “Jesús Chávez Jiménez”, en Entrevista, por su trabajo “Graciela Tiburcio Pintos, la leyenda de la biología de las tortugas”.

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