Salvemos el vaso de la Laguna

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Ius et ratio

Arturo Rubio Ruiz

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Notamos con preocupación que, a últimas fechas, desde el gobierno estatal sudcaliforniano, se insiste en la instalación de desaladoras como alternativa ante el grave problema de escasez de agua en la entidad.

Es preocupante esa insistencia, porque la desaladora es la última opción para obtener agua potable. Es tan caro y contaminante que, en la Unión Americana, Colorado y California entre otros Estados, han optado por potabilizar aguas residuales antes que utilizar desaladoras. (Aquí la nota)

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En el caso concreto de Baja California Sur, lo más viable, económico y ecológico es restaurar la pared del vaso de la laguna. Al decir de los expertos, con solo restaurar tres metros el bordo del vaso de la laguna, tendríamos agua suficiente para mitigar las carencias del vital líquido, pues la cauda superaría por mucho las estimaciones de requerimiento al menos de los próximos 30 años.

Hablamos de restaurar, porque de manera natural ya existía esa barrera, pero en la época del auge minero en la región del Triunfo, los mineros europeos enfrentaron el problema de la inundación de los tiros de mina, algo así como lo que ocurrió este año en Coahuila en los pozos artesanales de extracción de carbón. En el Triunfo no hay registro de que haya ocurrido un accidente tan lamentable como el de Coahuila, porque los mineros europeos trajeron a un grupo de expertos geólogos que detectaron filtraciones desde la laguna como fuente de las inundaciones. El problema se resolvió dinamitando el muro de la laguna, redujeron tres metros el nivel de las aguas en el vaso, y con eso se evitaron filtraciones a las minas.

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Restaurar el muro de la laguna implica un costo equivalente a menos del 10% del costo estimado de una desaladora para la ciudad de La Paz, y garantizaría el suministro de agua potable por varios decenios, para todo el sur de la entidad. No hay mucho que pensar para tomar una decisión al respecto.

Lo anterior es de pleno conocimiento de nuestro actual gobernador, quien en campaña, suscribió un compromiso con la ciudadanía sudcaliforniana. Sobre el particular, en la carta compromiso suscrita y ratificada por el entonces candidato a gobernador, se lee el siguiente párrafo:

Estoy enterado de que uno de los primeros impactos ambientales, sociales y económicos causados por la actividad minera del pasado fue que, con el objetivo de impedir que sus túneles mineros se siguieran inundando de agua, dinamitaron una pared de la laguna que existió por miles de años en la Sierra de La Laguna, para vaciarla y descargarla al mar a través del arroyo de Santiago. Sin embargo, esta acción nos causó un grave perjuicio, pues siendo esta sierra la que recibe muchísima más agua de lluvia que el resto del estado, al vaciar la laguna se impidió el aprovechamiento de la mayor parte del agua de lluvia que se recibe en la Sierra de La Laguna, y se disminuyó de manera significativa la recarga de los acuíferos del sur del Estado.

Y en ese entendido, abraza el siguiente compromiso, a cumplir una vez obtenida la gubernatura estatal:

Sexto. Con el objetivo de coadyuvar de manera importante a la recarga de los acuíferos y, por ende, al suministro de agua a la población, consciente de que la inversión para lograrlo no será onerosa, en relación a otros proyectos para incrementar la disponibilidad de agua, en conjunto con el (o los) municipio(s) respectivos promoveré y gestionaré ante las instancias correspondientes los recursos necesarios para llevar a cabo los estudios y análisis necesarios para determinar la viabilidad de la rehabilitación de la pared de la laguna ubicada en la desembocadura al arroyo de Santiago para, de esta manera, retener la mayor parte del agua de lluvia de nuestra Sierra de La Laguna e incrementar la capacidad de nuestros acuíferos. Asimismo, promoveré y gestionaré ante las instancias correspondientes los recursos necesarios para llevar a cabo los proyectos para incrementar la disponibilidad de agua potable, considerando fundamental la minimización del impacto ambiental, social y económico, por lo que se dará prioridad a los proyectos de retención y recarga de aguas pluviales, así como a los de tratamiento natural y avanzado de las aguas residuales con el objetivo de lograr la calidad necesaria para infiltrarlas al acuífero y coadyuvar a detener la intrusión salina; dejando en última instancia los proyectos de desalinización de agua de mar, debido a que su impacto ambiental, social y económico es el mayor de todos. Por ello, los proyectos de desalinización serán considerados una vez que ya se hayan agotado todas las posibilidades de obtener más agua potable con los proyectos de retención y recarga de aguas pluviales, así como con los de tratamiento natural y avanzado de las aguas residuales.

El compromiso firmado y ratificado está vigente, y la conveniencia de rescatar el vaso de la laguna es inobjetable. Solo nos resta, desde la sociedad civil, instar por los canales legales disponibles al gobernador para que honre su palabra y cumpla su compromiso, para beneficio de todos los habitantes de la entidad.

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.

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Arturo Rubio Ruiz

Abogado por la UNAM. Nació en el Distrito Federal en 1956, pero es paceño por adopción. Tiene estudios de posgrado: dos maestrías y cursa actualmente un doctorado; fue docente en la UNAM en el Estado de México; también cuenta con diplomados en Barcelona y Madrid, en España, y en Buenos Aires, Argentina. Trabajó en la PGJDF, PGR y el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

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