Rezarle a las ánimas de El Purgatorio
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California Mítica
Por Gilberto Manuel Ortega Avilés
La Paz, Baja California Sur (BCS). Etimológicamente, proviene del latín anima: aire, aliento, alma. Del mismo origen que alma. El Purgatorio es aquel lugar donde las almas que tienen salvación, pero que aún necesitan purificación o algún tiempo para redimirse, habitarán un poco después de la muerte. Para la mayoría de los católicos hablar de las ánimas de El purgatorio, será hablar de amigos, familiares o conocidos que probablemente estén en ese lugar, y el rezarles podría darles un poco de paz y ayudarles a salir de ese sitio más rápido.
En el año 2011, El Papa en turno hizo unas polémicas declaraciones acerca de este lugar. El Papa Benedicto XVI ha asegurado que El Purgatorio no es un lugar del espacio, del universo, “sino un fuego interior, que purifica el alma del pecado”. Estas polémicas declaraciones las realizó durante la catequesis que dedicó a la figura de santa Catalina de Génova (1447-1510), conocida precisamente por su visión sobre este sitio posterior a la muerte.
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Benedicto XVI señaló que Catalina de Génova —en su experiencia mística—, jamás hizo revelaciones específicas sobre el purgatorio o sobre las almas que se están purificando, frente a la imagen de la época que lo representaba siempre ligado al espacio. El Obispo de Roma añadió que la santa no parte del más allá para contar los tormentos del purgatorio e indicar después el camino de la purificación o la conversión, sino que parte de la “experiencia interior del Hombre en su camino hacia la eternidad”.
Además, aseguró que el alma se presenta ante Dios aún ligada a los deseos, a la pena que derivan del pecado lo que le imposibilita gozar de la visión de Él y que es el amor de Dios por los hombres el que la purifica de las escorias del pecado. Estas palabras de Ratzinger siguen la línea marcada anteriormente, por Juan Pablo II, quien consideraba que El Purgatorio existe, pero no como “una prolongación de la situación terrenal” después de la muerte, sino como “el camino hacia la plenitud a través de una purificación completa”.
Esto complementa la visión de muchos creyentes sobre la vida más allá de la muerte, que aseguran a través de visiones o incluso de comunicación con seres queridos ya fallecidos, donde se dice que el cielo, infierno y purgatorio no son lugares físicos donde vayamos a caer después de morir, sino que es un viaje de nuestra alma a un nuevo plano, donde podemos estar en paz con nosotros mismos, o vivir un infierno por nuestros errores de la vida, aunque esto da esperanza tanto para los que han caído en infierno o purgatorio, de algún día salir de este ciclo de sufrimiento.
Por lo anterior, muchos católicos recomiendan rezarle a las ánimas como un acto de piedad, y esperando que en un futuro si caes en alguno de estos estados, alguien rece por ti. Existen diversas ánimas que a pesar de no ser santos reconocidos, sí tienen muchos devotos como el “Ánima sola” —según algunas de las versiones de su historia—, era una mujer piadosa que daba atención a los piadosos y mártires que eran crucificados, pero el día de la crucifixión, por temor a los judíos no le dio agua a Jesús, por lo que se condenó a vivir sola y con sed en el purgatorio. Esta es llamada el “Ánima de la Basura”, ya que si le rezas puede ayudarte a encontrar algo que perdiste o hacer que alguien perdido regrese a ti.
¿Es malo pedirles cosas? En primera instancia el catolicismo prohíbe venerar otras imágenes que no sean la Santísima Trinidad, pero es obvio que existen santos o incluso algunas versiones de la Virgen María que son veneradas. Quizás pedirle cosas a las ánimas no sea malo, ya que las estas ayudando a superar el sufrimiento, pero cuando uno se mete al mundo espiritual, a veces no se puede controlar, solo hay que tener cuidado de no abusar de esto, ya que muchos que se han metido de lleno al estudio o rezo de las ánimas del purgatorio comienzan a ver apariciones a su alrededor.
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