‘La compañía inglesa’, de Jorge Postlethwaite

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El librero

Por Ramón Cuéllar Márquez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). La gran diferencia entre la Literatura sajona y la hispana puede resultar ocioso escudriñarla, pero cuando hacemos una exploración para explicarnos la sinfonía y las visiones con que cada una aborda tópicos de la vida y el pensamiento humanos, descubrimos que, si bien los puentes pueden ser artificiales, a veces las distinguimos por su velocidad y cosmopolitismo en una y por su poesía y paisajismo exótico en otra. Jorge Luis Borges, a mi ver, es un perfecto clon de ambas cosas, una fusión venturosa en que realizamos el viaje literario desde dos flancos culturales, destacando sobre todo la síntesis intelectual y el disfrute por un lenguaje depurado, que personalmente agradezco en un escritor.

Jorge Postlethwaite (Mexicali, Baja California, 1977) es uno de ellos, quien desde una de las Californias ha logrado cimentar un lenguaje novedoso, preciso, inteligente, eminentemente literario, rayando en lo histórico, lo ensayístico, que mezclados nos depura una narrativa sorprendente y sobria, poniendo siempre como punto de arranque la historia cotidiana, inspirada —tal vez— en su propia vida, lo cual se hace rica en emociones y acciones que conforman historias bien construidas, con vínculos entre una anécdota y otra, es decir, entre cuento y cuento, que es el caso de su libro La compañía inglesa, un puñado de cinco relatos que obtuvo el Premio Regional de Cuento Ciudad de La Paz 2016. Debo decir que por momentos también me recuerda la cadencia y el ritmo de La invención de Morel, de Adolfo Bioy Cazares, aunque es obvio que la temática los distancia a los dos.

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La compañía inglesa forma parte de las nuevas publicaciones del Instituto Sudcaliforniano de Cultura, y sin duda es una de las más sobresalientes por su solvencia narrativa y su capacidad para meternos de lleno en cada una de sus anécdotas, que están bien delineadas a partir de datos y técnicas literarias que aparentan ser ficciones, pero en realidad nos cuenta sobre las relaciones familiares, de origen británico y estadounidense, donde los apellidos son lazos más que de sangre, son enigmas que abren narraciones de escritores y personajes históricos directamente imbricados con la voz del narrador. Mención aparte es la bella edición que enmarca este libro.

Ahí tenemos, por ejemplo, cómo Robert Louis Stevenson, desde El Sauzal, se vuelve una leyenda de Baja California por una isla donde se dice el escritor se inspiró para escribir La isla del tesoro. O cómo en otra historia el pretexto de la invasión británica por los recursos naturales se torna un complejo grupo de monólogos que entrelazados nos van contando parte de la historia de las Californias y de las compañías diversas que quisieron asentarse y apropiarse de la península. O también cómo la alusión a El Aleph de Borges se transforma en El Caleph, una figura retórica que nos recuerda la fundación de la California a partir del relato de Las sergas de Esplandián. Es un verdadero festín literario que hay que leer y disfrutar de cabo a rabo. Lo recomiendo de manera amplia.

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El librero

Ramón Cuéllar Márquez

Nació en La Paz, en 1966. Estudió Lengua y Literaturas Hispánicas en la UNAM. Actualmente se desempeña como productor y guionista en Radio UABCS, donde dirige el programa “Letras Vivas, la voz de los escritores sudcalifornianos”. Ha publicado los libros de poesía: “La prohibición del santo”, “Los cadáveres siguen allí”, “Observaciones y apuntes para desnudar la materia” y “Los poemas son para jugar”; las novelas “Volverá el silencio”, “Los cuerpos” e “Indagación a los cocodrilos”; de cuentos “Los círculos”; y de ensayos: “De varia estirpe”.

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