Historia sin brújula. La materia perdida en la Nueva Escuela Mexicana

IMÁGENES: IA.

Tierra Incógnita

Sealtiel Enciso Pérez

La reestructuración curricular borra fronteras entre asignaturas,

pero deja sin rumbo claro la enseñanza de la Historia.

La Paz, Baja California Sur (BCS). En el ciclo escolar 2022-2023, todas las escuelas públicas y privadas del país comenzaron a aplicar el nuevo plan de estudios de la Nueva Escuela Mexicana (NEM), un modelo educativo que busca transformar la enseñanza desde la educación inicial hasta la secundaria. Esta reforma, nacida tras la promulgación de la Ley General de Educación en 2019, propone una educación integral, humanista y democrática. El documento rector, construido a partir de una propuesta de la Universidad Pedagógica Nacional y enriquecido por docentes de distintos niveles educativos, plantea una visión crítica y comunitaria del aprendizaje. La diversidad cultural, lingüística y social de México se ubica al centro del enfoque formativo, en un intento por responder a las realidades concretas del país.

Sin embargo, la implementación de este ambicioso modelo no ha estado exenta de controversias. Aunque la Secretaría de Educación Pública (SEP) lideró su desarrollo con el respaldo de autoridades educativas federales y estatales, el consenso con otros actores clave —maestros, padres de familia y especialistas— no fue total. La Nueva Escuela Mexicana avanza, pero lo hace entre cuestionamientos, resistencias y expectativas que aún no terminan de resolverse. A dos años de haber entrado en vigor el Plan de Estudios de la NEM, las aulas del país se debaten entre la promesa de un modelo transformador y la incertidumbre de sus resultados. Maestros, alumnos y padres de familia expresan dudas sobre su efectividad para alcanzar un aprendizaje significativo y duradero. La reforma educativa que planteó una ruptura con la enseñanza tradicional no ha logrado, hasta ahora, disipar el escepticismo que persiste en buena parte de la comunidad educativa.

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Uno de los cambios más profundos —y polémicos— fue la eliminación de las asignaturas como eje estructural del currículo. En lugar de materias como Español, Matemáticas, Geografía o Historia, ahora los contenidos se agrupan en “Campos Formativos”: Lenguajes; Saberes y Pensamiento Científico; Ética, Naturaleza y Sociedades; y De lo Humano y lo Comunitario. Esta reorganización pretende integrar saberes y contextos de forma más coherente, pero ha generado confusión en su aplicación práctica.

La enseñanza de la Historia, por ejemplo, ya no se aborda de forma independiente. Ahora comparte espacio con Geografía, y Formación Cívica y Ética dentro del campo formativo Ética, Naturaleza y Sociedades. La SEP argumenta que esta nueva configuración busca evitar una visión fragmentada del conocimiento, proponiendo en su lugar una formación que fomente el sentido de pertenencia y comunidad en un país profundamente diverso. Sin embargo, en la práctica cotidiana, la transición ha resultado compleja y no exenta de tensiones.

En medio de los cambios que trajo consigo la NEM, la enseñanza de la Historia ha sido una de las áreas que más desconcierto ha generado entre docentes de educación básica. A dos años de haberse implementado el nuevo plan de estudios, acudimos a diversas escuelas primarias de la ciudad de La Paz, Baja California Sur, para conocer directamente la percepción de los maestros sobre esta transformación educativa.

El arrebato de la Historia local

La pregunta fue directa: ¿Qué aspectos positivos y negativos ha habido en la enseñanza de lo que antes se conocía como la asignatura de Historia, comparado con la forma en que se imparte ahora en el Campo formativo de Ética, Naturaleza y Sociedades? Las respuestas que recogimos reflejan una mezcla de entusiasmo, preocupación y, sobre todo, una serie de dudas persistentes sobre cómo —y con qué resultados— se está enseñando ahora esta disciplina clave para la formación cívica y social de niñas y niños.

La profesora Laura (*), quien cuenta con 26 años de servicio y es maestra de un grupo de 6° grado de primaria, respondió: Ahorita tenemos la facilidad de acomodarnos a las fechas, al contenido en el momento que lo ocupemos, viene más abierto, que uno lo trabaje y se acomode a las fechas a los momentos. El problema es involucrarlo en los diferentes campos, en qué momento lo voy a trabajar, que muchas veces optamos porque hoy toca el tema de “La Revolución”, ahorita lo voy a meter y lo doy aparte, porque no sé  cómo lo voy a meter en este proyecto que tengo ahorita, entonces se me dificulta mucho y más, porque una ya tiene y llevaba todo este proceso con el plan anterior, se nos está dificultando más, entonces cómo lo meto, donde lo meto. Primero lo tengo que trabajar y lo voy a trabajar separadito, entonces el estarlo metiendo en los nuevos proyectos que me cuadre con todo lo que estoy haciendo ahorita, ¿cómo le hago? Esa es la dificultad. La respuesta evidencia una problemática central en la implementación del nuevo modelo educativo: la falta de capacitación clara y efectiva para integrar los contenidos históricos dentro de los nuevos proyectos interdisciplinarios propuestos por la NEM. Aunque se valora la flexibilidad del plan, esta apertura ha generado incertidumbre sobre el «cómo» y «cuándo» abordar temas clave como, por ejemplo, de La Revolución Mexicana. La docente recurre a estrategias del modelo anterior, mostrando que el cambio ha sido más teórico que práctico. Sin una guía pedagógica concreta, el riesgo es que los aprendizajes pierdan coherencia y profundidad, debilitando el objetivo formativo del nuevo enfoque.

El profesor Carlos, con 14 años de servicio y el cual labora en una escuela primaria impartiendo el 6° grado, comentó: Positivos, en nuestro nuevo plan es la necesidad de que el mismo docente se vuelva parte de la identidad del lugar en el que está trabajando, principalmente eso, cuando un maestro ya tiene esa identidad puede transmitir ese sentido a sus alumnos, me refiero con esto a que si yo soy una persona de otro estado y considero que mi estado es mejor que donde estoy, no puedo transmitirles identidad, no puedo transmitirle esa identidad porque yo estoy directamente transmitiendo mi identidad, pero no se las puedo brindar a ellos. Un decir, para que quede un poquito más claro, yo soy del Estado de Guadalajara, el Estado es el mejor en todos los sentidos, yo manifiesto que tengo una identidad, pero no puedo transmitirle a ti para que tengas lo mismo, porque yo siempre voy a decir que es mejor, ¿no? Tendremos que buscar la identidad nosotros y partir de esa conciencia y ese profesionalismo, y esa ética que tenemos qué tener para que el niño busque su propia identidad, pero nosotros somos los conductores para que lleguen a un lugar donde ellos digan es que yo me identifico de esta manera, no que me identifico con otros Estados que son mejores o que son peores, pero queda la perspectiva de cada maestro. A pesar de la entrada en vigor del nuevo plan de estudios de la NEM, la realidad en muchas aulas muestra que la transformación no ha logrado permear con claridad en el trabajo cotidiano de las y los docentes. La flexibilidad que propone el modelo, lejos de empoderar a los maestros, ha generado en muchos casos confusión sobre cómo abordar los contenidos y actividades dentro de los nuevos esquemas pedagógicos. Este panorama expone una falla en el acompañamiento institucional. Las autoridades educativas, en particular los equipos técnicos de la SEP en BCS, enfrentan el reto urgente de brindar un seguimiento más cercano, puntual y pertinente a las escuelas. Sin embargo, la duda persiste: ¿están los directivos y asesores técnicos realmente preparados para orientar e incidir de forma efectiva en la práctica docente bajo el enfoque de la NEM?

La falta de dominio teórico y metodológico por parte de quienes deberían liderar la implementación revela un vacío preocupante. La reforma, más allá de su diseño, requiere de una operación pedagógica sólida, sistemática y con sentido. Es un tema que, a juicio de muchos en el ámbito educativo, sigue pendiente y merece ser abordado con mayor seriedad por las autoridades responsables.

La profesora Karina, una docente con 7 años de servicio y que atiende un grupo de 6° grado respondió: Pues aspectos positivos, que se está enseñando, afortunadamente, no ha quedado completamente en el olvido, pero sí siento que le faltan más estructura, más organización de decir esto se va a enseñar así, porque queremos lograr eso. Y pues negativo se podría decir que nada más se está enseñando la Historia nacional, no se está enseñando la Historia local, no hay temas que las aborden. Con la implementación del nuevo plan de estudios de la NEM, la desaparición formal de la asignatura de Historia ha dejado una sensación de vacío entre muchos docentes. La estructura progresiva con la que antes se abordaban los contenidos —desde lo local hasta lo nacional— se ha diluido, según relatan maestras y maestros de educación básica. Hoy, denuncian, se priorizan temas históricos de alcance nacional, mientras que la historia estatal o comunitaria ha quedado relegada, sin un lugar claro dentro de los nuevos campos formativos. Para muchos educadores, esto representa una pérdida significativa: la oportunidad de fortalecer el sentido de identidad y pertenencia desde el contexto inmediato del alumno. La Historia de la comunidad, del Estado, parece haberse convertido en una materia olvidada dentro del nuevo enfoque educativo.

Identidades diluidas

Como parte de este recorrido, también se dio voz a quienes viven día a día los efectos del nuevo modelo educativo: los alumnos. Se realizaron entrevistas a estudiantes de 6° grado en diversas escuelas primarias de La Paz, y sus respuestas arrojaron puntos de vista reveladores. Lejos de ser ajenos a los cambios, los niños expresaron opiniones claras sobre cómo perciben ahora sus clases, qué entienden por Historia y qué temas les parecen importantes. Sus testimonios ofrecen una mirada fresca y directa sobre la aplicación real del nuevo plan de estudios en las aulas, y aportan elementos clave para comprender cómo está siendo recibida la NEM por parte de sus principales protagonistas: los estudiantes.

Al hacerles la pregunta ¿Me puedes decir qué estás estudiando actualmente de Historia en el campo formativo de Ética, Naturaleza y Sociedades? La alumna Camila, de 11 años respondió: De historia, pues ahorita no vemos mucho porque las materias se mezclaron y en los libros, nada más, o sea lo último que vi fue El Porfiriato.. Algo así… Y no me acuerdo mucho. La siguiente pregunta fue ¿Qué cambios has notado en lo que era la asignatura de Historia y lo que te enseñan ahora en el campo formativo de Ética, Naturaleza y Sociedades? Respondió: Ahora nos enseñan menos Historia porque se mezclaron las materias y en un libro vienen varias materias, entonces nos enseñan menos de cada materia.

Lo anteriormente expresado no sólo revela su capacidad para adaptarse a los cambios, sino también una sorprendente conciencia crítica sobre el contenido que recibe. La alumna expresó con claridad lo que muchos de sus compañeros también sienten: los nuevos libros de texto carecen de una estructura clara y organizada. Según su testimonio, la información parece desordenada y dispersa, lo que ha generado en ellos la impresión de que están aprendiendo menos que con el plan anterior. Esta percepción, compartida por otros estudiantes, pone en tela de juicio la efectividad del nuevo enfoque y abre una interrogante mayor: ¿están los nuevos materiales realmente cumpliendo con su propósito formativo?

Otro de los entrevistados, Jaime, respondió lo siguiente: ¿Has notado algún cambio en cómo te enseñaban Historia antes y ahora? Sí. Eh… Antes eran libros para cada… Para Historia y veíamos más cada día o algún día de la semana veíamos ese tema. Y ahora nos enfocamos más en… En otras cosas como lenguajes o saberes. ¿Has notado algo diferente en cómo se enseña ahora en comparación de antes? Pues… Sí, porque antes yo creo que era más… Más… Como… A detalle se veía más… Más… Cosas más… Era más… Sobre todo… Era más… Mucho más… Mejor la enseñanza, mucho mejor. Es claro que este alumno percibe un empobrecimiento en la forma de enseñar con la NEM, concluyendo que con el anterior plan de estudios se enseñaba mejor así como las temáticas eran muchas más.

Una entrevista más se aplicó a Perla, la cual nos expresó: ¿Has notado algún cambio de cómo te enseñaban antes en Historia, a lo que te enseñan ahora? Sí, pero se ha estado como degradando poco a poco, porque a veces te dan más Historia y ahorita es como menos, y menos, y menos, y menos, hasta no enseñar nada. ¿Qué cosas nuevas te han gustado y cuáles no? Me ha gustado que me han enseñado bastante Historia en primero y en segundo y tercero, pero del cuarto, quinto y sexto pues casi no he aprendido nada de Historia. Las respuesta obtenida no requiere un análisis extenso. Reflejan con contundencia la percepción que comparten numerosos estudiantes sobre la manera en que se les enseña y el contenido que reciben bajo la NEM, especialmente, en lo que respecta a la enseñanza de lo que antes era la asignatura de Historia. Estas opiniones revelan, sin necesidad de mayores interpretaciones, las inquietudes y preocupaciones que surgen en el aula frente a los cambios educativos recientes.

Ahora bien, ¿de qué manera repercutirá esta forma en que la NEM aborda lo que era la asignatura de Historia en la formación de la identidad de los alumnos y las alumnas. Ante esta pregunta, la profesora Laura comentó: Pues que en los otros planes tenían mayor conocimiento los niños, de Historia, mayor conocimiento de las fechas cívicas, mayor conocimiento de por qué se empezaron las huelgas de cuándo y cómo la mujer logró el voto, todo ese proceso lo iban aprendiendo, lo iban adquiriendo, porque llevábamos ese proceso, ahorita no llevamos el proceso porque aquí logré meter este contenido, pero en el siguiente proyecto no metí nada. Entonces esa secuencia nos hace falta, llevar esos pasos y ver que por más que queramos, le digo, no podemos meterlos por que no me cuadra este proyecto con el tema de darle esa secuencia, esa secuencia es lo que hace falta.

El profesor Carlos, contestó: Siento que los niños tienen una mala percepción de la identidad, se identifican con personas que tienen, digámoslo así, una vida resuelta, una vida, por así decirlo vacía, la identidad de ellos es con fulanito cantante, fulanito personaje, con alguien que un futbolista famoso, un artista famoso, más que con el anterior donde soy como mi papá, soy como mi abuelo, porque ya no existe identidad, después de varios eventos importantes de la libertad por ejemplo de las mujeres donde ya se les dio la oportunidad de trabajar de manera abierta y demás, afectó, afectó a las familias, ya no había una figura que siguiera los patrones de la identidad. Los niños pasan mucho tiempo solos, los niños buscan su propia identidad, no es culpa de ellos, pero no hay alguien que los guía, los niños siguen creciendo, no tienen una identidad, no tienen un piso firme, por lo cual pueden divagar entre si hoy quiero, hoy no quiero, mañana así, entonces no hay esa identidad, ¿qué pudiera hacerse? ¿Qué cosas pudiéramos rescatar? Que en su momento los niños eran atendidos desde casa, desde la escuela y su casa, los atendía la misma sociedad, la misma comunidad, no los absorbía lo digital, todo era vivencial, uno se identifica con lo que viven, no con lo que imagina que pudiera pasar. Entonces creo que los niños están careciendo de ese contacto directo, de esa realidad en la que viven, pero, tristemente, se puede decir que la realidad de la que viven es virtual, entonces los videos que ven son de otros lugares, no tanto de una visita virtual por mi Estado, no existe, hay muchos proyectos, hay muchos programas, pero todo queda en eso, proyectos y programas, no se bajan a las escuelas, no se bajan a las comunidades y sigue esta parte sin favorecer la identidad propia de los niños.

La profesora Sara, con 17 años de trabajo docente, manifiesta lo siguiente: Pues, insisto no se han trabajado muchos temas, no pudiera yo hacer mención como tal de que yo creo que tengan una identidad sólida, la verdad no, pero sí pudiera comentar que se observan que antes en cuestiones de Historia que se trabajaban, nos lo hacían ver como algo separado, como ver los de Oaxaca son los de Oaxaca, los de México son los de México, los de la Baja son, y ahorita como que es un conjunto de todo, como que dentro del tema que se está viendo nos damos cuenta que son nuestra identidades es nuestra, aún así compartimos muchas cosas en conjunto pues con personas de otros lugares, entonces pues sí es una identidad sólida como tal, pero no necesariamente como por el cambio de los temas de la historia, así lo veo yo, sí tienen su identidad porque incluso ese tema sí lo hemos manejado, ya se trabajó, pero no me atrevo a decir que sea por el cambio de la Historia.

Tras analizar las respuestas de varios maestros, queda claro que el Plan de Estudios de la Nueva Escuela Mexicana no ha logrado superar las problemáticas históricas ya presentes en la enseñanza de esta materia. La profesora Laura, una de las entrevistadas, señala incluso un retroceso en el aprovechamiento escolar en Historia, ahora el campo formativo de Ética, Naturaleza y Sociedades, atribuible, según ella, a una deficiente organización en la programación de los contenidos. Este testimonio pone en evidencia que, a dos años de su implementación, el nuevo modelo aún enfrenta importantes retos para consolidar una educación histórica efectiva y coherente.

Deseo concluir recordando una respuesta que me dio Juan Luis, un alumno de 6° grado de primaria, un niño muy maduro y reflexivo para su corta edad. La pregunta fue ¿Has notado algo diferente en cómo se enseña ahora la Historia, en comparación como antes? Y la respuesta que me dio me dejó sorprendido: Que ya no se toca mucho ese tema, ya casi no se habla de la Historia. Y es algo muy malo, algo muy triste, porque el pueblo cada vez se va a olvidar de su Historia, y ya en un futuro el pueblo ya no va a reconocer su Historia, ya no va a reconocer lo que fue la Independencia, lo que tanto se trabajó en luchar para la democracia, y las libertades, los saberes y la autodeterminación, pues ya se va a ir perdiendo con el paso de las generaciones futuras.

Este mensaje final revela que la Nueva Escuela Mexicana aún presenta áreas significativas que requieren ser atendidas. El éxito de sus reformas no será posible si sólo se escuchan algunas voces y no se considera la opinión de la totalidad del cuerpo docente, quienes son los responsables de traducir el currículo en aprendizajes reales dentro y fuera del aula. Ignorar su experiencia en futuras revisiones sólo profundizará la brecha entre lo que se planea y lo que se ejecuta en las escuelas. Además, es indispensable involucrar a la sociedad en general, principal beneficiaria del sistema educativo, para asegurar que las adaptaciones de la NEM respondan a las demandas de un mundo cada vez más complejo y exigente, garantizando así una educación sólida y pertinente para las nuevas generaciones.

Fuentes:

Plan de Estudio para la Educación Preescolar, Primaria y Secundaria 2022. Primera edición, 2024. Secretaría de Educación Pública.

Sugerencias para la concreción del Plan y Programas de Estudio 2022 en Educación Básica, 2023. Secretaría de Educación Pública.

Programa Sintético de las Fases 2 a 6, 2023. Secretaría de Educación Pública.

Un libro sin recetas para la maestra y el maestro fase 3, 4 y 5, 2023. Secretaría de Educación Pública.

(*) Los nombres de los profesores y alumnos entrevistados fueron cambiados para proteger su identidad. El autor de este reportaje cuenta con las grabaciones de las mismas.

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Sealtiel Enciso Pérez

Profesor de Educación Primaria, Licenciado en Educación Especial y Maestro en Ciencias de la Educación. Labora en la Secretaría de Educación Pública y comparte su tiempo con su pasión por la historia de la California del Sur. Administra el grupo de Facebook “Conociendo Baja California Sur”. Nació el 22 de septiembre de 1969 en Puerto Vallarta, Jalisco, pero radica en Sudcalifornia desde hace 44 años. Actualmente, es Director de la Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular No. 17 y Maestro de Comunicación del Centro de Atención Múltiple “Gilberto Vega Martínez” en La Paz. Escribió la antología (E-Book) “Piratas, Corsarios y Filibusteros en la Antigua California”. Mención Honorífica en el VII Premio Estatal de Periodismo “Jesús Chávez Jiménez”, y ganador en Entrevista por su trabajo “Graciela Tiburcio Pintos, la leyenda de la biología de las tortugas”.

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