Erotismo y literatura: poemas para erizar la piel

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Poesía y sensualidad, una mezcla interesante; conoce aquí algunos versos. Fotos: Internet.

Sexo + Psique

Por Yaroslabi Bañuelos Ceseña

 

La poesía erótica es una modalidad de conjuro literario que explora el misticismo del sexo y libera al cuerpo del mandato de la reproducción, de las ataduras morales: es la confesión del deseo; un deseo cargado de tensión y angustia, que emerge a la superficie entintando las palabras, y que constituye el núcleo de un discurso amoroso que deviene del inconsciente y sus profundidades. Por ello, durante el instante en el que el poema existe en nuestras entrañas, el ser humano levanta los vetos de su sexualidad y desborda las sensaciones que se hallaban atascadas, ya que la prohibición —además de condenar— también señala la fuente del placer.

Georges Bataille afirma que la poesía nos conduce al mismo punto que todas las formas del erotismo: la eternidad. A lo largo de la historia diversos filósofos y poetas han hablado acerca de un nexo indisoluble entre ambas, un vínculo forjado en los terrenos de la muerte, el amor, el goce y la sexualidad humana. En “La llama doble. Amor y erotismo”, Octavio Paz dice que “la relación entre erotismo y poesía es tal que puede decirse, sin afectación, que el primero es una poética corporal y que la segunda es una poética verbal”.

El poema erótico rinde pleitesía a los sentidos y a la voluptuosidad a través de la contemplación del otro, cada línea enaltece el acto amoroso o exalta los deleites sensuales transformando a la conducta sexual en un rito solemne; los cuerpos ya no son sólo carne y vísceras: son mares que se agitan y mezclan, son lodo y arcilla donde se hunden las manos curiosas o manantiales cristalinos que se derraman; los vientres son selvas densas; las caderas, dunas; los brazos se convierten en ramas y los labios son ciruelas dulces que se muerden hasta el cansancio. De esa manera el erotismo se convierte en una experiencia transgresora, donde los amantes declaran sus pasiones y viven la exuberancia de las sensaciones de forma extraordinaria.

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A continuación algunos poemas que inequívocamente despertaran tú imaginación y estimularán tus sentidos, seamos eternos en este breve espacio de tiempo que es la vida.

 

“DÉJAME SER EL LOBO”

Alberto Ruy Sánchez

 Desde el lado obscuro

de tu piel

me iluminas.

Déjame ser el lobo

—sombra de sed y perro y hambre—

que entra en la noche

de tu cuerpo

con pasos húmedos,

titubeantes,

por tu bosque incierto

—tu olor a mar me guía hacia tu oleaje—

para tocar adentro

la luna creciente

de tu sonrisa.

Déjame conocer

—con lengua incluso—

la obscuridad

más honda,

la más callada,

e invocar

con movimientos

repetidos,

rituales como aullidos,

la luna llena

de tu cuerpo,

la que me lleva a ti

como si fuera yo,

en tus manos,

agua

que conviertes en marea

iluminada.

“AMOR DE FRUTAS”

Gioconda Belli

 Déjame que esparza

manzanas en tu sexo

néctares de mango

carne de fresas;

Tu cuerpo son todas las frutas.

Te abrazo y corren las mandarinas;

te beso y todas las uvas sueltan

el vino oculto de su corazón

sobre mi boca.

Mi lengua siente en tus brazos

el zumo dulce de las naranjas

y en tus piernas el promegranate

esconde sus semillas incitantes.

Déjame que coseche los frutos de agua

que sudan en tus poros:

Mi hombre de limones y duraznos,

dame a beber fuentes de melocotones y bananos

racimos de cerezas.

Tu cuerpo es el paraíso perdido

del que nunca jamás ningún Dios

podrá expulsarme.

“DESNUDA”

Roque Dalton

Amo tu desnudez

porque desnuda me bebes con los poros,

como hace el agua

cuando entre sus paredes me sumerjo.

Tu desnudez derriba con su calor los límites,

me abre todas las puertas para que te adivine,

me toma de la mano como a un niño perdido

que en ti dejara quieta su edad y sus preguntas.

Tu piel dulce y salobre que respiro y que sorbo

pasa a ser mi universo, el credo que se nutre;

la aromática lámpara que alzo estando ciego

cuando junto a la sombras los deseos me ladran.

Cuando te me desnudas con los ojos cerrados

cabes en una copa vecina de mi lengua,

cabes entre mis manos como el pan necesario,

cabes bajo mi cuerpo más cabal que su sombra.

El día en que te mueras te enterraré desnuda

para que limpio sea tu reparto en la tierra,

para poder besarte la piel en los caminos,

trenzarte en cada río los cabellos dispersos.

El día en que te mueras te enterraré desnuda,

como cuando naciste de nuevo entre mis piernas.

“MECÁNICA DE LOS CUERPOS TERRESTRES” (Fragmento)

Kyra Galván

Eras el vientre materno:

mi boca llena de pechos, lengua, falo,

mi tajo colmado de saliva y músculo.

Los cuerpos reflejaron la gravedad exacta,

la mágica proporción de tus caderas

que sin peso se posan sobre mis huesos.

En este centro de centros

los cuerpos se arrastran, vuelan

o acaso, se deslizan,

como cuerpos celestes sobre vía láctea

como cuerpos terrestres suspendidos

en la unión que prolonga

el espacio prenatal.

 “ORACIÓN”

Juan Gelman

Habítame, penétrame.

Sea tu sangre una con mi sangre.

Tu boca entre mi boca.

Tu corazón agrande el mío hasta estallar…

Desgárrame.

Caigas entera en mis entrañas.

Anden tus manos en mis manos.

Tus pies caminen en mis pies, tus pies.

Árdeme, árdeme.

Cólmeme tu dulzura.

Báñeme tu saliva el paladar.

Estés en mí como está la madera en el palito.

Que ya no puedo así, con esta sed

quemándome.

Con esta sed quemándome.

La soledad, sus cuervos, sus perros, sus pedazos.

“POEMA 12”

Oliverio Girondo

Se miran, se presienten, se desean,

se acarician, se besan, se desnudan,

se respiran, se acuestan, se olfatean,

se penetran, se chupan, se demudan,

se adormecen, se despiertan, se iluminan,

se codician, se palpan, se fascinan,

se mastican, se gustan, se babean,

se confunden, se acoplan, se disgregan,

se aletargan, fallecen, se reintegran,

se distienden, se enarcan, se menean,

se retuercen, se estiran, se caldean,

se estrangulan, se aprietan se estremecen,

se tantean, se juntan, desfallecen,

se repelen, se enervan, se apetecen,

se acometen, se enlazan, se entrechocan,

se agazapan, se apresan, se dislocan,

se perforan, se incrustan, se acribillan,

se remachan, se injertan, se atornillan,

se desmayan, reviven, resplandecen,

se contemplan, se inflaman, se enloquecen,

se derriten, se sueldan, se calcinan,

se desgarran, se muerden, se asesinan,

resucitan, se buscan, se refriegan,

se rehuyen, se evaden, y se entregan.

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Yaroslabi Bañuelos Ceseña

Nació en La Paz, BCS, en 1991. Psicóloga. Cuenta con experiencia en el área clínica, en consulta psicoterapéutica privada, así como en el diseño e impartición de diversos talleres sobre gestión de emociones; ha sido profesora de diversas materias de la carrera de Psicología en la Universidad de Tijuana, Campus La Paz. Desde 2013 ha escrito artículos de sexualidad y salud emocional para distintos medios locales.

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